Siguiendo una sugerencia de mi amigo Carlos Enrile, que viaja habitualmente en el AVE y está naturalmente harto de cargar con dos baterías de portátil y tener que parar, apagar y encender para cambiarlas, he escrito una sugerencia a la Oficina Virtual de Atención al Viajero comentando lo bueno que sería y hasta que punto influiría en la percepción de la experiencia de usuario el disponer de puntos para recargar portátiles, teléfonos y aparatos afines, y la posibilidad de conectarse a través de una red inalámbrica. Aquellos a los que os inspiró aquel artículo en Expansión, os sugiero que hagáis lo mismo. Por el momento, me han contestado muy amablemente comunicándome que trasladan mi sugerencia al Departamento de Grandes Líneas.
Como puedes comprobar, Enrique, a pesar del tiempo pasado, de WiFi en los AVEs, nada de nada.
Y es que la relación de Renfe con Internet no parece ser lo más idílica posible. Y si no, intenta hacer algunas operaciones en su novísima página web, con la que, según dicen, pretenden ser líderes de venta online. En la compra de un solo billete esto es lo que me encontré: (Renfe.com, un tren de incidencias)
Hasta 4 incidencias y cuatro llamadas al servicio de atención al cliente tuve que hacer para una sola operaicón: Me obligaron a registrarme de nuevo, el Firefox no funcionaba, no pude canjear mis puntos del Club Ave, y para colmo, luego el sistema no era capaz de registrar los puntos generados por el trayecto. Como se pueden imaginar, mucho más de 2 minutos.
Inaceptable se mire por donde se mire…
Si queréis conocer la historia con más detalle, podéis leerla en http://docs.google.com/Doc?docid=dd8k38n7_42fsqwtsgg&hl=es