Lo hemos dicho un montón de veces: si seguían por el camino actual de criminalización y persecución de las redes P2P, obtendrían lo que estaban pidiendo: que éstas se hiciesen anónimas. Un poquito de investigación realizada a partir de un artículo del NYT, «New file-sharing techniques are likely to test court decision» (versión permanente y sin registro aquí) me ha llevado a una serie de sitios e informaciones sumamente interesantes, sobre las que llevaba tiempo queriendo leer un poquito. No todo es material nuevo, algunos temas vienen de lejos, pero me ha parecido conveniente ponerlo de alguna manera todo junto (por supuesto más lo que queráis aportar en comentarios). El P2P va mucho más allá de la nunca bien ponderada mula, y sus consecuencias también llegan mucho más lejos que la mera consecución de música gratuita.
En primer lugar, la creación en desarrollo de Ian Clarke a la que se refiere el NYT, Freenet (más información en la Wikipedia). Está pensada para el activismo político y la preservación del anonimato en países como China, que no respetan los derechos humanos ni la libertad de expresión, pero obviamente puede ser utilizada para compartir los archivos que uno buenamente quiera de manera anónima y segura. El desarrollo de Freenet y el de una red similar, Publius, derivan de los trabajos de Ross Anderson, Profesor de Cambridge University, que preocupado por temas como la libertad de expresión y la eliminación de la censura publicó «The Eternity Service«, un paper en el que se definen las características de redes de este tipo. Otro paper muy interesante, en el que se ve que todo esto dista mucho de ser nuevo, es este «The darknet and the future of content distribution«, presentado en Noviembre de 2002 en un workshop de la ACM (Association for Computing Machinery, una de las asociaciones a que pertenezco desde hace mucho tiempo), y en el que aparecen joyas como ésta:
«There is evidence that the darknet will continue to exist and provide low cost, high-quality service to a large group of consumers. This means that in many markets, the darknet will be a competitor to legal commerce. From the point of view of economic theory, this has profound implications for business strategy: for example, increased security (e.g. stronger DRM systems) may act as a disincentive to legal commerce. Consider an MP3 file sold on a web site: this costs money, but the purchased object is as useful as a version acquired from the darknet. However, a securely DRM-wrapped song is strictly less attractive: although the industry is striving for flexible licensing rules, customers will be restricted in their actions if the system is to provide meaningful security. This means that a vendor will probably make more money by selling unprotected objects than protected objects. In short, if you are competing with the darknet, you must compete on the darknet’s own terms: that is convenience and low cost rather than additional security.»
A través del artículo llego también a otros ejemplos interesantes: la creación del japonés Isamu Kaneko, WinNY (NY son las dos letras siguientes a MX, de WinMX, que será muchas cosas, pero desde luego no precisamente anónimo). El autor de WinNY fue detenido y procesado por su creación (el caso está pendiente de juicio), pero el proyecto continúa anónimamente bajo el nombre de Share. El desarrollo de Share, de hecho, es accesible sólo a través de Freenet. Otra cosa interesante es la creación del español Pablo Soto (entrevistas en Ariadna, en NulliX), P2P (MP2P), aunque algunos desarrollos de este protocolo como Blubster despiertan algunas reticencias, como podemos ver en este comentario de Javier en Barrapunto después de la intervención de Pablo en el Copyfight.
Si la primera generación del P2P vino dada por Napster y su estructura aún centralizada, y la segunda por Gnutella y sus derivdos, la tercera viene marcada por el anonimato. El tema es suficientemente interesante como para leer un poco sobre ello y saber de verdad donde estamos. Es ahí donde nos están llevando con su patente estupidez, es posible que muchos de los bits que consumas vengan de este tipo de fuentes en un futuro no muy lejano si determinadas actitudes no cambian. La opción P2P, la posibilidad de descargarse un material de una red sin respetar los derechos de autor, siempre estará ahí, independientemente de la persecución que sufra, porque los bits son libres, como no me harto de decir en todo tipo de foros. Si quieren modelos de negocio rentables, que los habrá, que los hagan teniendo en cuenta esa premisa.
Un servicio de tarifa plana por bajarte lo que quieras, por un 1€ al mes, saldria rentable porque todo el mundo se apuntaría, no dudaria en hacerlo.
Ya de por sí, los precios de 1€ por cancion del iTunes y demas y estan teniendo exito. No te digo algo más brutal y no restringido a canción/descarga.
Sería rentable, porque 1€ de mucha gente es mucho dinero, más dinero de lo que consiguen ahora (en internet nada y en un futuro fuera de internet nada).
Nos estan obligando a hacernos «clandestinos», y no se dan cuenta, de que lo que estan consiguiendo es hacernos más fuertes, mucho más fuertes.
So Isamu Kaneko is «el japonés Isamu Kaneko» but Ian Clarke is well «Ian Clarke».
The NYT article put it better «The Irish programmer, Ian Clarke»
Soy celta, no soy guiri … :-)
Aqui hay que jugar con la vagancia del usuario medio, de manera que buscarlo en el emule, descomprimirlo y luego darse cuenta de que no es lo que queria (tras esperar un buen tiempo debido a que la mula no es precisamente el animal más rápido al oeste del charco) le resulte algo tan pesado y cansado como irse a la tienda y buscar el cd.
Yo sinceramente por tener acceso a un ftp en plan Store pagando a cierta cantidad la transferencia sabiendo que alli puedo encontrar lo que quiera rápidamente y en una calidad más que buena pagaria.
Eso si no pienso pagar por cada canción.
¿Y si no me gusta, me devuelven el dinero? :P
Buenass.
Enrique, creo que el subconsciente te ha jugado una mala pasada:
«La opción P2P, la posibilidad de descargarse un material de una red sin respetar los derechos de autor…».
No pretendo corregirte, estos lapsus los tiene cualquiera, sobre todo después del bombardeo mediático de criminalización de las redes P2P, basados en argumentos torpes y falaces, que la SGAE perpetra con la connivencia de muchos medios de comunicación.
En el libro de David Bravo, «Copia este libro», puede verse una argumentación más profusa a la mía. Pero el intercambio de archivos en los P2P puede ajustarse legalmente a la figura jurídica de «Copia Privada» que recoge nuestra legislación, en la conocida LPI, siempre y cuando no medie ánimo de lucro, perjuicio a tercero o difusión pública.
Desde esa argumentación no es necesario pedir permiso al autor para copiar o reproducir una obra ya publicada, sin que por ello se pueda hablar de «sin respetar los drechos de autor».
Repito, quiero atribuirlo a un lapsus mental transitorio, porque no cuadraría que tú, ahora, hicieras tuyo un argumento que choca con tu defensa, a veces vehemente, de las redes P2P.
Un saludo. WhiteShark.
Uno de los problemas que yo veo del anonimato P2P es su mala prensa, porque «los malos» enseguida esgrimiran que ese P2P no solo se utilizará para bajar musica con copyright (intolerable), sino que se usará para que pedrastras, mafias y terroristas campen por sus respetos con total impunidad. Y la criminalización del que «solo» se baja pelis y música, irá en aumento. Es lo que pasa, que se oye «Internet» y meten a todo el mundo en el mismo saco. Es como cuando mi padre ve «El diario de Patricia» y me dice «Y tu chateas como esos?» …
Gracias por la puntualización, WhiteShark. Por supuesto, no puedo más que estar de acuerdo con el argumento que comentas, que he leído además en el mismo sitio que tú. En este caso, me refería a que el uso de una plataforma P2P siempre estará al alcance de cualquiera, y que la podrá utilizar para intercambiarse lo que buenamente quiera, con derechos de autor o sin ellos, dentro de la ley o al margen de ella. Es simplemente un factor ambiental con el que hay que contar.
me parece interesante añadir, supongo que no es novedad, los esfuerzos del creador de bittorrent (Bram Cohen) por hacer una versión «trackerless» del mismo para intentar garantizar la invisibilidad de los usuarios de su aplicación. Aplicación que el mismo Cohen define como una herramienta para la libre expresión.
Enhorabuena por el blog Enrique.
Diversas entradas sobre las redes P2P y estos comentarios pueden consultarse en
http://gruizlegal.blogspot.com/2005_07_01_gruizlegal_archive.html