Ante la proliferación de algoritmos generativos entrenados con todo tipo de contenido, algunos investigadores están trabajando en el concepto de copyright traps, fragmentos de texto ocultos que permiten a los escritores y editores marcar sutilmente su trabajo para detectar más tarde si se ha utilizado en modelos de inteligencia artificial o no.
Todos, absolutamente todos sabemos cómo acaba esto. La industria del copyright se ha dedicado durante toda su historia a acusar a todo aquello que se mueve de plagio, mediante todo tipo de metodologías que comienzan por la detección de patrones similares, y terminan con «los sentimientos y con las sensaciones» de que algo «evoca el sentido y el sonido» de algo.
Indignadísimos por la perspectiva de ...