Mi columna en Invertia de esta semana se titula «El desastroso estado de la ciberseguridad» (pdf), e intenta esclarecer las causas por las que no hemos sido capaces, como sociedad, de establecer una cultura de ciberseguridad mínimamente razonable.
Obviamente, la ciberseguridad es una cuestión que evoluciona a gran velocidad y en la que todo experto conoce perfectamente los retos para simplemente mantenerse al día: es un poco como la famosa imagen de la reina roja de Alicia, corriendo a toda velocidad para poder mantenerse en el mismo sitio. Pero de ahí al desastre de las prácticas habituales de la mayoría de los usuarios, que los ubican en disposición de preguntarse no si van a tener un problema, sino simplemente cuándo, va un gran trecho. ...