La deriva de Amazon con respecto a las posibilidades de sus trabajadores de trabajar desde sus casas desde el fin de la pandemia ha sido verdaderamente espectacular: de decir, en septiembre de 2022, que no tenían planes para hacer volver a sus trabajadores a la oficina, a exigir en febrero de 2023 tres días a la semana de trabajo presencial, y de ahí a exigirles la vuelta total al trabajo en la oficina si no quieren perder sus empleos, o directamente a invitarlos a irse si no les gusta la política de vuelta a la oficina.
Semejante deriva en tan poco tiempo ha probado ser enormemente impopular entre los trabajadores de la compañía. En algunos sitios han llevado a cabo manifestaciones, han protestado airadamente en la red y en ...