Un muy interesante artículo en The Washington Post, «After 10,000 years, let’s bury the plow«, pone cara, datos y sentido a una tendencia que llevo mucho tiempo escuchando, la agricultura regenerativa, una técnica agrícola que evita alterar el suelo mediante la labranza periódica para cultivar cosechas o pastos. La agricultura regenerativa disminuye la erosión del suelo que provoca el uso del arado en ciertos suelos, sobre todo en los más arenosos y secos en pendiente, donde evita la pérdida de nutrientes por escorrentía. Otros beneficios incluyen un aumento en la cantidad de agua que se infiltra en el suelo, la retención de materia orgánica en el suelo y el mantenimiento del ciclo natural de nutrientes.
El arado es una tecnología que data de hace más de diez mil años, y que se desarrolló en los fértiles valles del Nilo, en donde las inundaciones anuales periódicas regeneran completamente el suelo y lo llenan de nutrientes. En ese contexto de hiperabundancia de nutrientes, hacer surcos en la tierra era simplemente cómodo porque facilitaba la siembra. A partir de ahí, su uso se extendió al resto del mundo, y durante demasiado tiempo, nuestro sistema agrícola ha estado encadenado a una tradición que, fuera de su contexto original, ya no tenía demasiado sentido, y que ha contribuido a degradar más de la mitad de las tierras de labranza del mundo. El arado, símbolo del pensamiento de la era industrial, es una agresión periódica a la tierra, una práctica agrícola obsoleta que no solo es medioambientalmente destructiva, sino que se convirtió en un insulto al mismo progreso sobre todo a partir de la incorporación de sistemas mecanizados: la labranza mecanizada moderna, sensiblemente más agresiva, se ha convertido en un auténtico desastre ecológico anual, que mata todo lo que está vivo en el suelo y empeora la erosión y la escorrentía.
La agricultura moderna debería basarse en nutrir el suelo de forma natural y en interpretar sus señales, no en destrozarlo periódicamente. La agricultura regenerativa ha dejado de ser un experimento marginal, y se ha convertido en una relectura radical de cómo convivimos con el planeta. Cuando se ara, no solo se voltea la tierra y se desentierran siglos de captura de carbono, sino que además, se desestabilizan ecosistemas y se alimenta la crisis climática. Sin embargo, no faltan los supuestos expertos y los intereses creados en torno a la regeneración de los nutrientes en esa tierra mediante el abonado químico que se aferran al arado como si fuera un mantra, reacios a abandonar métodos que no deberían tener espacio en un futuro sostenible.
La no-labranza o no-till farming es el antídoto contra esa mentalidad destructiva. Es una señal disruptiva y clara de que nuestro sistema agrícola necesita un reinicio que valore la reconstrucción lenta de la salud del suelo por encima de miopías ligadas a rendimientos inmediatos. El arado es a la agricultura como los sistemas legacy al mundo tecnológico: la agricultura también debería evolucionar hacia un futuro en el que los campos sean ecosistemas vivos, ricos en biodiversidad, con retención natural de agua y con carbono asegurado bajo tierra.
La resistencia a esta tendencia resulta casi cómica: los tradicionalistas y las grandes agroindustrias, empapados en décadas de doctrina centrada en el arado, desestiman la no-labranza como algo inexperimentado o arriesgado, cuando en realidad, es exactamente lo contrario. La idea es ignorar que, al perturbar continuamente el suelo, estamos eliminando el capital natural imprescindible para sostener las cosechas de manera natural. En una era caracterizada tanto por la emergencia climática como por los idiotas que la niegan, semejante obstinación no es solo retrógrada, sino francamente irresponsable. En los Estados Unidos, el llamado Dust Bowl de los años ’30, provocado por la acción de la sequía y el uso intensivo del arado, aún evoca miedo entre los agricultores, pero el panorama está cambiando: en 1973, el 82.2% de las tierras de cultivo del país se araban anualmente. Actualmente, ya sólo el 27% de las tierras de cultivo utilizan labranza tradicional, mientras que el 38% ya ni siquiera hace uso del arado, y el 35% lleva a cabo la denominada labranza reducida, mucho menos agresiva.
Mientras, algunos críticos aún mantienen que el arado es esencial y que prepara la tierra para las nuevas semillas, un argumento basado en una concepción anticuada y defectuosa de la ecología. El suelo no es un lienzo en blanco esperando el trazo de un arado, sino un organismo complejo y autosustentable que florece cuando se le deja en paz. La no-labranza trabaja con la naturaleza en lugar de luchar contra ella, un principio que debería ser la piedra angular de cualquier política de incentivos con un mínimo de visión de futuro. La no-labranza encarna un cambio del modelo extractivo hacia uno regenerativo, y representa un cambio fundamental en nuestra aproximación a la producción de alimentos y a la gestión ambiental. Si de verdad queremos combatir la emergencia climática, preservar el agua y garantizar que nuestras tierras de cultivo se mantengan fértiles, el arado debería quedar relegado a los museos y los libros de historia.
Ya sea en tecnología o en agricultura, las ideas disruptivas siempre se encuentran con una feroz resistencia por parte de quienes se benefician de la tradición y del statu quo, y el sector agrícola no es la excepción. Al final, la elección es clara: continuar con una degradación ambiental progresiva y rendimientos cortoplacistas decrecientes, o adoptar un método que realmente nutra el suelo, contribuya a preservar su equilibrio y asegure el futuro. El arado debe morir, y la agricultura, tras decenas de miles de años de dominio, debe madurar, evolucionar y unirse a las tendencias de sostenibilidad que deberían caracterizar el futuro.
This article is also available in English on my Medium page, «Why regenerative agriculture is the future of farming«
Un primer tortazo intelectual es esa ligazón del arado con la tecnología.. si habrá aún gente que se cree que el arado, como el maná, cayó del cielo.
Un segundo tortazo, la idea de cambio, que lleva a su compañera de nacimiento : adaptación (al medio cambiante).
Y un tercer tortazo, en el que me incluyo : arar la tierra no es tan ecológico. Aunque a mi me sobra la parte del tortazo que se llevan los reduccionistas, que se creen eso de que la ecología y el ecologismo es un trauma de la adolescencia.
Llega con esa comparación entre arara en el valle del Nilo o en lo alto de una meseta montañosa, para despertara del sueño de la civilización aradina… esa que nos une a un método de trabajo que ya debía ser prehistórico… por mucho John Deere que lleve delante… menos mal que aún nos queda Portugal y la sacrosanta rueda, hasta que descubramos (pienso que ya existe), como deslizarnos sin tocar el terreno (ni siquiera un monorriel).
Hace un par de años estuve de vacaciones por Andalucía. En Jaén vi enormes extensiones de montes y colinas plantados con olivos. Cualquiera podría ver ahí la inmensa riqueza de aquéllos campos, pero yo sólo vi un desierto.
Montes de olivos con la tierra pelada entre ellos, tierra esperando una lluvia para ser arrastrada a los ríos y al mar. ¿Tan perjudicial para los olivos puede ser la hierba? ¿Tanto perjuicio podría provocar tener esa tierra protegida de la erosión?
Hace años leí un informe que decía que hay más riqueza microbiológica en las arenas del Sáhara que en los campos de cultivo de Francia.
Esos olivos llevan en Jaen cientos de años( en medida no MKS toda la puta vida). Pero claro ahora van a ser culpables de dar aceite a toda España mientras los campos de Golf son muy «bonitos» !!!
https://www.golfinspain.com/esp/mapa-golf/
… para que cuatro gilipollas se diviertan.
Es curioso la cantidad de expertos(1) en cualquier materia que siguen este blog !!!
(1): Yo, incluido
Según me explicaron en el pueblo, esos olivos eran nuevos -menos de cinco años- y se estaban plantando campos nuevos, incluso de regadío.
He visto olivos y encinas centenarios en campos cubiertos de herbáceas. Así que la pregunta sigue siendo correcta: ¿por qué en esos montes la tierra se mantiene pelada?
Ah, y yo no juego al golf.
No me interesa el hilo con alguien que ha ido de vacaciones sobre como se plantan olivos o se eliminan chupones.
En otra ocasión. Cuando juegues al golf me interesará la gresca. Al no ser experto, ni tu ni yo,… cualquier cosa que digamos … son ganas de rellenar de comentarios
Sobre tu pregunta pista:
Resistencia a Suelos Pobres: El olivo es un árbol extremadamente resistente, capaz de crecer en suelos pedregosos, calizos, y con baja fertilidad. En cambio, muchas hierbas requieren suelos más ricos en nutrientes y con mayor humedad.
Clima Seco y Poca Competencia: El clima de Jaén es mediterráneo, con veranos secos y calurosos. Muchas hierbas y plantas no soportan la sequía prolongada, mientras que los olivos han desarrollado sistemas de raíces profundas que les permiten acceder al agua en capas más bajas del suelo.
Prácticas Agrícolas: En muchos olivares, se eliminan las hierbas de forma intencionada mediante labranza o herbicidas para reducir la competencia por el agua y los nutrientes, asegurando que los olivos crezcan mejor.
Alelopatía del Olivo: El olivo produce sustancias químicas que pueden inhibir el crecimiento de otras plantas en su entorno, un fenómeno llamado alelopatía. Esto dificulta que crezcan malas hierbas cerca de sus raíces.
PS: No hay nada peor que creerse experto por leer un recorte. (No va contigo). La respuesta es de ChatGPT si no te la crees tienes un problema, dentro de pocos años todo estará «como la mala hierba» lleno de sus respuestas. Cuanto antes te hagas adicto, menos sufrirás…
¿Ves qué poco cuesta responder sin insultar?
En fin, en tu caso debe ser lo mismo que con el alacrán, es tu naturaleza. ¯\_(ツ)_/¯
Si te has sentido insultado, igual es que debería haberlo hecho.
Puede que seas un imbécil o puede que no lo seas. Yo no lo sé. No te conozco.
Pero OJO !!! yo no te he insultado, pero si me aclaras donde….
Almendro y olivo son de secano. Y necesitan ararse . Y más en tiempos de sequía, pues sobreviven a la profundidad de sus raíces que serían superficiales y totalmente dependientes de la lluvia. En otras palabras: arando invitas a las raíces a marcharse a la profundidad.
Por mi edad he vivido el cambio del cultivo tradicional con arado romano, al cultivo con tractor y arado de vertedera como el que se ve en la imaqen.
Tradicionalmente habia tres tipos de arado el arado romano tirado con un par de mulas. que no se clavaba en tierra mas de 5 o 6 centimetros, El arado roturador, utilizado solo para poner en cultivo praderas, que quizá trabajaba a 30 cm de terreno, por lo que había que utilizarlo con bueyes, porque las mulas no podían con él y que como digo, sólo se utilizaba para roturar terrenos vírgenes que eran praderas naturales y por último la vertedera, como la que se ve en en la imagen, que solo se utilizaba en pequeños huertos de regadío y muy abonados que voltea la tierra en unos 20 cm.
Con la introducción del tractor se puso de moda poner arados vertedera con 3 o 4 rejas a los tractores, puesto que el tractor era mucho mas poderoso que las mulas. Con ello en principio se conseguían dos cosas, mullir mucha mas capa de tierra, lo que facilitaba la retención de la humedad, algo muy conveniente en países secos como es España y a la vez, traer a la superficie todo el sustrato lleno de minerales que había en la profudidad del terreno, dejándolas al nivel donde estaban las semillas de los cereales. .Y en efecto, el aumento de las cosechas fue espectacular.
Pero no nos dimos cuenta que est-abamos matando al mejor colaborador del agricultor, las lombrices. Las vertederas dejaban en la superficie las lombrices que eran comidas ávidamente por los pájaros. A los tractores en los primeros años les seguían una bandada de pájaros, pero a nadie le extraño que después de unos años, no hubiera pájaros detrás de los tractores que araban.
No solo los pájaros habían matado millones de lombrices, los arados de vertedera habían acabado con todo su hábitat de túneles y acabado con dos cosas a la vez, con los seres que transformaban las raíces y restos orgánicos en abono y con los orificios que hacían llegar el agua a los niveles mas profundos. Poco a poco habiamos trasformado los campos en un sustrato esteril, algo parecido a la hidrocultura, que solo daba cosechas primero si se le abonaba mucho, y luego si se le suministraba agua para diluir esas sales,
MI pueblo, que tradicionalmente era de secano, se ha tenido que transformar en pueblo de regadío. y el freático que estaba cinco metros que alimentaba a todos los pozos del pueblo y a los llamados labajos en hondonadas naturales, se ha secado y ahora hay que sacar agua de 60 o 70 metros de profundidad, Los labajos se secaron con lo que las ovejas y los animales silvestres no tienen donde beber
En fin un desastre, pero no tengo ni idea de como se puede dar marcha atrás de una forma que no pase por eliminar de golpe los ingresos de los pocos agricultores que quedan
Gracias por este comentario.
Justamente estaba esperando tu comentario, Gorki, sobre este tema. Realmente, muy interesante.
En mi pueblo se aconseja cada x años cambiar la zona cultivada si se puede.
En cultivos familiares cuando el terreno es extenso y solo se usa una parte eso es relativamente fácil.
Se llama, (en mi tierra), «dejar en barbecho», otra practica que se ha abandonado, como se ha ha abandonado el «dejar a medio barbecho», o sembrar una leguminosa de pienso y cortarla en verde
La rotación de cultivos (incluyendo barbechos) sí forman parte de las prácticas de agricultura regenerativa, sobre todo combinadas con especies que fijan nitrógeno en el terreno (como esas leguminosas que mencionas) y con la incorporación de animales como ovejas, vacas, etc. durante ese tiempo para que fertilicen. En muchos sentidos, estas «nuevas prácticas» tienen mucho que ver con la experiencia ancestral de cultivo que hay en muchos sitios.
Creo que no abandonado del todo. en Castilla sí que he escuchado de algún agricultor utilizar este método «recientemente» ( en los últimos 10 años ).
Buenísimo!
Esperando pacientemente el post que ligue esto con «las hamburguesas de laboratorio de Gates» y la necesidad de alimentar a cada vez más seres humanos.
Curioso la cantidad de materias que dominan algunos. Y curioso que no haya links de las diversas Escuelas de Agrónomos que hay por España.
Hombre EDans, ¡ que «woke» que eres !.
La agricultura regenerativa forma parte de la lucha contra el cambio climático, que es claramente «woke».
Los incentivos verdes para todo lo sostenible era una imposición del anterior gobierno federal «woke».
La agricultura sostenible la promueven organizaciones como la ONU y el Foro Económico Mundial que son una amenaza para la soberanía de los paises y su derecho a contaminar soberanamente, luego son claramente organizaciones «woke».
Son un ataque a la industria ganadera y la cultura tradicional conservadora que consiste en conservar lo malo y no progresar , obviamente por que entonces seria progresista, es decir «woke».
Y finalmente tengo derecho a no estar informado de las mejoras cientificas que se puedan aplicar a cualquier cosa que mejore el medio ambiente y el planeta, y eso no lo digo yo, lo dicen los mejores expertos del mundo que van a la cadena FOX, que para que te enteres , es la cadena mas vista de todo el medio Oeste.
Y es que no aguanto ese elitismo «woke» que se creen mejores que los demas por el simple hecho de estar mejor informados y que creen que su opinión vale mas que la de los demas.
¡Vaya! Me acabas de fastidiar el día. Ahora que iba a comprar una motoazada con arado incluido.
Hablo de oídas, por lo tanto solo lo apunto para que quien esté interesado pueda profundizar, Hay una forma de sembrar que consiste en tirar bolas de barro con abonos y la semilla en el centro de modo que la semilla en los inicios encuentre alimento facilmente y pueda desarrollarse en competición con otras hierbas.
A mi me parece la forma ideal de repoblar de vegetacióon eriales, Incluso pudiendo reparttirlas con drones, no estoy tan seguro que valga para cultivos
Como fabricar bolas de semillas de Fukuoka
Planto al año unos cientos de cebollas y unas patatas y hacerlo a mano es un trabajo duro. Aparte tomates, pimientos, calabacines, habas … Aunque eso es más sencillo. De todas formas gracias por el consejo.
Hace muchos años se dejo de usar el Arado en Argentina, muchos años, se paso a,la siembra directa, o sea,sembrar sin mover el.suelo y hoy el 95% de los cultivos se hacen asi. Salvo los horticolas. NO es novedad la terminologia regenerativa, solo acomodar un relato epico a la tarea de los agricultores, que ya tomaron nota que hay que cuidar el ambiente, solo falta que el sistema economico se adecue a la biologia sostenible….pero nacimos 10.000 años tarde y somos casi 9.000 millones de personas de las cuales el 80% vive en ciudades, o sea hay que llevarle la comida desde el campo, y para,eso hay que producir mas y mas eficientemente o sea mas con menos insumos…
Hola Enrique, este precioso documental de la fotógrafa Rebecca Hosking de hace ya algunos años habla de todo lo que comentas. Te lo recomiendo si no lo conoces. https://www.filmsforaction.org/watch/permaculture-farms-for-the-future/
Joaquín Araujo, prestigioso naturalista, científico que además se dedica a la agricultura ecológica, utiliza el sistema de arado de discos, que no revuelve los estratos.
Soy lector habitual de este blog, y me llama la atención el tema en el que has entrado. Esto de la agricultura regenerativa en España se llama agricultura de conservación y la practican muchos agricultores y desde hace mucho tiempo, así que no es algo especialmente nuevo.
La agricultura es una actividad económica muy compleja de la que la mayoría de la población ya no tiene ni idea. Precisamente esa es una de las causas de las protestas de los agricultores, en particular en Europa, ya que desde los despachos se imponen multitud de requisitos a los profesionales que viven del campo.
Entrando en el tema de hoy, las principales funciones del arado han sido el facilitar la siembra y el control de las malas hierbas (con igual importancia ambas cuestiones). En Egipto y aquí y en todas partes. Y hasta que ha llegado la mecanización industrial no ha habido más alternativa.
Desde que hay máquinas potentes la cuestión de la siembra se ha solucionado. Se pueden hacer siembras prácticamente directas con máquinas especialmente preparadas para ello sin mayor problema. En todo tipo de cultivos… pero esto no soluciona el problema de las malas hierbas. En los campos de cultivo, a la vez que las plantas sembradas, nacen las plantas autóctonas, que compiten de forma directa por el agua, los nutrientes y la luz, con el cultivo. Y en general ganan las malas hierbas, que son mucho más rústicas. El arado se utiliza porque entierra todas las semillas que caen del año anterior a bastante profundidad para que no sean capaces de nacer. De esa forma el siguiente cultivo no se encuentra con esa competencia y crece en un entorno mucho más favorable.
¿Se puede evitar el arar? Pues sí. En el caso de cultivos con las plantas separadas entre sí (los olivos de otro comentario) se puede labrar el terreno intermedio superficialmente, para eliminarlas mecánicamente. En el caso de que tengamos las plantas muy juntas (por ejemplo en cereales) esto no es posible y la única solución es utilizar herbicidas. ¿Se puede dejar de utilizar el arado? Sí, si lo sustituimos por herbicidas químicos.
Claro, esto nos lleva a otros debates… porque para muchos urbanitas los herbicidas son el demonio (y me quedo corto). Incluso sacado este tema muchos van a preferir que vuelva el arado.
Y entonces llegará alguien desde Bruxelas e impondrá el no poder utilizar el arado y además el no poder utilizar los herbicidas…. al tiempo!
Enrique (comentarista)
Hay un problema generalizado que no es no ser un «experto» en un tema sino ni siquiera un «aficionado». E incluso sin ser aficionado puedes «buscar» información en distintas fuentes, podemos pensar en esta cadena:
experto – aficionado – buscador – opinador sin buscar
Esta claro que el resultado de lo que va a salir en cada uno de estos eslabones es proporcional a la calidad de lo aportado. Todos se pueden equivocar, pero es más normal que las «tontadas» estén en el último eslabón. Pero también algún experto puede tener un mal día…
En concreto suelo alejarme del «opinador», sin buscar. En concreto el tema agricultura, es normal que todos tengamos alguna idea por historia familar, o por otras circunstancias. Me ha gustado tu comentario porque coincide bastante con un pequeño comentario que tenía preparado, y no enviado, pero para no incidir en poner en evidencia en algún opinador casual. Pero dado que el mismo ha optado por la mezquindad, me atrevo a enviarlo ahora.
En concreto venía a señalar que cuando una tierra está picada a vallico solo hay 3 métodos que se suelen usar:
a) Usar productos químicos
b) Rotar cultivos (p.ej con colza o forrajes)
c) Labrar la tierra ( para lo que acabas de decir)
Labrar la tierra puede ser en alguna circunstancia una de las soluciones a aplicar. Hay algo malo también en aplicar lo leído o buscado en general, sin saber de un tema, y es que hay artículos u opiniones de personas que no siendo expertos en el tema dan como dogma de fe lo que es una información sesgada. Por eso es bueno oir opiniones de aficionados o expertos con distintos puntos de vista, en concreto me refiero a tu comentario y al de Gorki…
Gracias !
Felicidades Enrique. Que a estas alturas te sorprenda un artículo por tema y enfoque tiene mucho mérito
«Ya sea en tecnología o en agricultura, las ideas disruptivas siempre se encuentran con una feroz resistencia por parte de quienes se benefician de la tradición y del statu quo, y el sector agrícola no es la excepción. Al final, la elección es clara: continuar con una degradación ambiental progresiva y rendimientos cortoplacistas decrecientes, o adoptar un método que realmente nutra el suelo, contribuya a preservar su equilibrio y asegure el futuro. El arado debe morir, y la agricultura, tras decenas de miles de años de dominio, debe madurar, evolucionar y unirse a las tendencias de sostenibilidad que deberían caracterizar el futuro.»
No se si eres consciente de que esta afirmación tan tajante es solo una opinión política (por mucho que haya gente que lo defienda como si fuera verdad y que quien se opone es por intereses espurios). Detrás de este tipo de afirmaciones se intuye una especie de «superioridad intelectual» que supone que los agricultores son gente inculta que no se entera de nada (y no digo que tu lo pienses así).
La realidad es que en algunos cultivos y algunas parcelas es una buena solución, pero en otros casos es mala y es mejor la tradicional. Dejemos en paz al arado y dejemos que cada agricultor, por la cuenta que le tiene, busque la opción más conveniente en cada caso, y se dedique a producir alimentos que ese es su trabajo.