La llegada de la inteligencia artificial generativa provoca, como hemos comprobado en artículos recientes, muy interesantes debates sobre el futuro del trabajo en el sector tecnológico. Ahora, unas recientes proyecciones del Bureau of Labor Statistics (BLS), que viene a ser el brazo de investigación del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, nos invitan a repensar viejos temores y a vislumbrar nuevas oportunidades: según algunos analistas, es muy posible que los trabajadores tecnológicos tengan muchos menos motivos para preocuparse de lo que muchos parecían creer.
El estudio viene a analizar cómo la inteligencia artificial afectará las proyecciones de empleo en la próxima década, y los datos hablan por sí solos: se prevé un incremento del 10.5% en el empleo dentro del sector de servicios profesionales, científicos y técnicos entre 2023 y 2033, más del doble del esperado para el promedio nacional. En un contexto en el que se teme una ola de automatización, estas cifras sugieren que tanto el auge de la digitalización como la necesidad de una fuerte transformación tecnológica van a seguir demandando profesionales altamente cualificados. Según los propios investigadores del Bureau of Labor Statistics, «aunque es posible que las mejoras en productividad inducidas por la inteligencia artificial puedan superar la demanda laboral continua, no existe evidencia clara que pueda sustentar esa idea». Un matiz fundamental: el impacto de la inteligencia artificial es, en gran medida, incierto, y va a depender fundamentalmente de la forma en que se implemente en cada industria.
El informe destaca que si bien algunas ocupaciones podrían verse afectadas negativamente, otras van a estar en pleno auge. El diseño de sistemas se perfila como el de mayor crecimiento dentro de la industria tecnológica, y el papel de científico de datos se posiciona, de forma no muy sorprendente, como la ocupación con mayor expansión en la próxima década. Por otro lado, la automatización y la capacidad de la inteligencia artificial para replicar tareas básicas están llevando a proyecciones a la baja en ocupaciones más rutinarias: se espera, por ejemplo, una caída del 4.7% en el empleo de transcriptores médicos, y un descenso del 5% en el de representantes de servicio al cliente, lo que nos recuerda que no todas las profesiones tienen el mismo grado de vulnerabilidad frente a la automatización.
Una dualidad que nos obliga a repensar el concepto de «trabajo» en la era digital: mientras algunas tareas rutinarias se disponen, obviamente, a desaparecer, se apunta que la complejidad creciente de los sistemas digitales van a exigir más especialistas que sepan diseñar, implementar y gestionar estas nuevas infraestructuras.
El fenómeno, por tanto, no parece tan simple como pensar en un futuro en el que la inteligencia artificial sustituya a los trabajadores humanos. La experiencia y la lógica nos muestran que, al automatizar ciertos procesos, se abren nuevas oportunidades en áreas que van a seguir mucho tiempo requiriendo una supervisión y un mantenimiento probablemente llevado a cabo por humanos. La tecnología, en lugar de simplemente eliminar empleos, parece más bien transformar la naturaleza de estos y crear nuevos roles, demandando habilidades más sofisticadas y estratégicas.
Este parece ser el detalle fundamental: la innovación tecnológica nunca ha sido una fuerza unilateral de destrucción de empleo. La historia nos ha enseñado que, con cada revolución industrial, las tareas repetitivas han sido sustituidas, pero a la vez han ido emergiendo nuevos puestos de trabajo. La clave parece estar, por tanto, en la capacidad de adaptación, en la formación continua y en la reinvención profesional. El análisis parece subrayar una incertidumbre intrínseca en la forma en que la inteligencia artificial va a impactar las diferentes industrias: mientras algunos temen un auténtico cataclismo sobre el empleo, otros parecen apostar más por transformaciones que, si se gestionan adecuadamente, pueden significar saltos cualitativos en la eficiencia y en la calidad de los servicios.
La realidad parece apuntar a que la inteligencia artificial actuará de manera diferenciada según la naturaleza del trabajo. Los trabajos que implican tareas altamente estructuradas y repetitivas son, como todos sabemos desde hace mucho tiempo, las más susceptibles a la automatización. Sin embargo, aquellas que requieren creatividad, juicio humano y una constante adaptación al cambio, como el desarrollo de sistemas o la ciencia de datos, se pueden beneficiar de la transformación.
Este escenario plantea una pregunta crucial: cómo prepararnos para un futuro donde la inteligencia artificial y el factor humano se disponen a entrelazarse cada vez más. Y la respuesta, aunque compleja, parece pasar por una inversión continua en educación y en formación (visite nuestro bar ;-) No se trata simplemente de temer al cambio, sino de anticiparlo y capacitar a las nuevas generaciones para que puedan aspirar a ser los arquitectos de lo que parece que va a ser una auténtica revolución digital.
La automatización y la inteligencia artificial no tienen que ser enemigos mortales del empleo, sino motores de cambio que, bien gestionados, pueden potenciar el desarrollo profesional y la innovación. La transformación digital está en marcha y, nos pongamos como nos pongamos, va a ser imparable. Como sociedad, debemos abrazar esa evolución y, sobre todo, apostar decididamente por la formación continua. Porque el futuro del empleo en tecnología no depende de la tecnología en sí, sino de nuestra capacidad para adaptarnos, reinventarnos y liderar esos cambios.
This article is also available in English on my Medium page, «AI isn’t taking our jobs, it’s rewriting them«
Ya lo dijo un comentarista en este blog
Asier – 18 febrero 2025 – 17:11
El panorama en el mundo del desarrollo software ha cambiado completamente con la IA y no hay vuelta atrás. Ya comenté hace un tiempo que si no estás utilizando herramientas de IA para programar estás perdiendo el tiempo, puesto que multiplican tu productividad.
Tal y como lo veo con los agentes y herramientas que están apareciendo estos últimos tiempos, un programador que tenga una buena base de sistemas, redes y programación es capaz de sacar en una semana el trabajo que hasta hace poco le hubiese llevado a todo un equipo un mes. Es como tener superpoderes.
Pero hay que tener una buena base para sacarle chispas. Por eso lo recomendable desde mi punto de vista es tener una visión global de todos los componentes que están involucrados en el desarrollo y correcto funcionamiento de un software (full stack developer, pero con nociones de administración de sistemas y redes) y luego con la ayuda de la IA ir desarrollando todo en el lenguaje/entorno que toque, es decir, no especializarse demasiado en una tecnología/lenguaje porque para eso ya está la IA, tienes que trabajar a alto nivel, con visión global y tener claro lo que necesitas para saber pedírselo.
A favor de la gente que teme perder su trabajo como desarrollador, decir que la demanda de software es prácticamente infinita, solamente el coste limita la cantidad y tipo de programas que las empresas demandan.
Esto va a ser software is eating the world a la enésima potencia.
Se agradece la referencia, Gorki. Por cierto, igual ya lo sabes pero hay un enlace a la derecha del autor de cada comentario que puedes utilizar para enlazar el comentario original y evitar el copia-pega, quedaría así.
«es posible que las mejoras en productividad inducidas por la inteligencia artificial puedan superar la demanda laboral continua»… «capacidad para adaptarnos, reinventarnos y liderar esos cambios.» (EDans).
Hoy me da por ser snob y marcharme al griego clásico, para llamar idiotas, como sinónimo de egoístas, a los que piensan que serán necesarios cada vez menos empleos «de alta capacidad intelectual» (y emocional., si queremos «ir bien»!!!). Vade retro trumpistas… (lo que no quiere decir que de la uni, no salgan auténticos chorizos de mal puerco).
También vale imbécil, en su acepción latina de «quien no tiene un bastón científico de apoyo)… estos son sobre todo los que aún no asumieron el concepto tan fundamental de adaptación. De adaptación positiva (genética biológica), porque también existe la adaptación negativa (genética social).
Cuando se trabaja con una mente estática, tipo Trump o Mr. Muskhyde, es como chapar la lección, para no aportar ni una sola mejora expresiva cuando se la repitas en plan loro al profe.
Cuando se introduce un mando intermedio (capataz o parecido) en una cadena de trabajo (que sea «evolutiva») , siempre salen mejoras operativas que necesitan más empleados de base (no robots), lo que lleva a necesitar más mandos intermedios, entendidos eso sí en la nueva dinámica.. y si eso pasa con una IH (un humano pensante) más pasará con una IA «por el medio»… todo depende de la interacción que tengan las IH con las IA…
Lo que dudo mucho es que una IA medianamente enseñada, aguante la gilipolleces de la típica iH (sic), tan mediocre, que se regodea en su mediocridad… e incluso insulta a la IH que pretende tener un diálogo serio con las IAs…
Somos así… antiguamente se decía «semos», para ridiculizar al típico campesino, que, para colmo, solía saber mucho más que el típico urbanita , paseando por el campo en modo masturbatorio…
«las tareas repetitivas han sido sustituidas, pero a la vez han ido emergiendo nuevos puestos de trabajo»
La cuestión es no quitarnos de trabajar….
Los robots ya deberían estar fregando los platos, yendo a trabajar por nosotros, y que la semana laboral fuera de 2 o 3 días.
Pero el siguiente paso va a ser «siglo XX v. 2.0», trabajando las mismas horas, con estrés, pero en curros que aún no puedes imaginar cuáles van a ser.
Ya sé que el debate era otro, pero es que he cogido mi bastón y…..
No puedo asegurarlo con datos, pero creo que haremos menos horas de trabajo semanales y más días de vacaciones en el año, No por lo que diga Diaz en el BOE, sino porque esa es la tendencia desde que comenzó la industrialización.
Mi padre trabajaba mas horas que yo, (trabajaba hasta los sábados por la tarde) y tenia raspados 20 días de vacaciones de verano y dias sueltos escasos a lo largo del año y no hacia puentes.
Yo libré los sábados, hacia puentes y tenia 23 dias laborables de vacaciones (un mes). Mis hijos no trabajan el viernes por la tarde y hacen un montón de puentes al año. En mi opinión, esto seguirá porque la mecanización aumenta el rendimiento y el menor trabajo necesario se reparte entre los mismos empleados, tocando por tanto, a menos horas efectivas trabajadas..
Soy consciente, mi padre también trabajaba el sábado… solo me quejaba de que avanza un poco lento, con mi gayato
El problema con inteligencia artificial es auto-limitarse a una reducida cantidad de categorías de empleos conocidos. Para que solo existe IA para call centers. Es probablemente sea beneficioso aplicar inteligencia artificial a cirujanos, paramedicos, a quienes cortan piedras de marmol en canteras, manufacturas y transportistas; pero nunca se ha intentado. En manufacturas y arquitectura IA todavía no diseña un rascacielos ó un envase TetraBrick, nunca se le ha dado oportunidad, no sabemos cómo «mejor» es en comparación con el arquitecto o diseñador humano. Cargos de gestión como jefe de gobierno (Rey, Primer Ministro, Presidente, etc) tal vez la IA sea mejor reemplazado al ineficiente humano.
Lo curioso del tema es la «diversidad» en sistemas IA : tenemos ChatGPT, Geminis, Apple Inteligente, Bing, pero según los medios también existen 1000 sistemas AI para usos nichos como estudiar campos vinícolas o para análisis de bajas en la Guerra Ucrania-Rusia. Para la persona común, los IA de grandes tecnológicas son puro meme, herramientas AI diseñadas para uso muy especificos es el camino a seguir no necesita ChatGPT para analizar un viñedo sino usas uno diseñado por tí
Quizá sea offtopic,yo creo que no. Me ha contestado Tim Berners Lee en Bluesky y me ha dicho , después de mostrarle mi absoluta admiración que protega mis datos en estos momentos de AI controlados por las Big Tech. Y que eso debe hace cualquier persona, empresa u organización. Y hemos hablado de una intervención del CEO de Nvidia que he publicado y que dice lo mismo.
Gracias.
También dicen que cada país debe de tener su propia AI. Obviamente ahora se van a postular miles de supuestos » expertos en AI» y miles de cursos mediocres que intentarán engañar al pobre que se crea sus cantos de sirena. Y vamos mal. Eso es una burbuja y es poco ético ( y no cito nombres). Expertos en España hay muy pocos. Uno de ellos ya ni está en España, Francisco, amigo de Enrique y otros están haciendo labor callada y jamás se postularian a sí mismos como » expertos».
Si estoy viendo como emprendedoras que no tienen ni idea del tema,eso sí muchos seguidores y mucho marketing que están ofreciendo cursos como expertas. Un poco de rigurosidad. Ya está bien.