Los incendios de Los Angeles y las perspectivas de futuro

IMAGE: CAL FIRE Official - Public Domain

Los brutales incendios forestales que desde el pasado 7 de enero han afectado al área metropolitana de Los Angeles y a las regiones circundantes, con cuatro de ellos aún activos, deberían hacer que pensásemos sobre las perspectivas de futuro de un mundo cada vez más recalentado y en el que catástrofes de este tipo son cada vez más difíciles de controlar. A día de ayer, los incendios, los más catastróficos de la historia de los Estados Unidos, han provocado ya al menos veinticinco muertes, han obligado a evacuar a más de 200,000 personas y han destruido o dañado más de 12,400 estructuras.

Plantear acusaciones absurdas sobre la gestión competente o incompetente de este tipo de incendios es un ejercicio sin sentido. Por supuesto, los incendios se han visto exacerbados por la sequía, la baja humedad, la acumulación de vegetación y los vientos huracanados de Santa Ana, que en algunos lugares han alcanzado los 160 km/h, pero da lo mismo: no importa cuánto fuese el presupuesto y los recursos de los bomberos de Los Angeles, ninguna ciudad está preparada para las consecuencias de la emergencia climática. Obviamente, el tipo de construcción más habitual en los Estados Unidos (condicionado por su historia y, en el caso de California, por lo complejo y caro que es construir con estructuras como el ladrillo en una zona sísmica) ha hecho que los daños sean más intensos, pero algo así con dimensiones similares puede pasar, cada vez más, en cualquier ciudad con entornos forestales cercanos.

Uno de los problemas fundamentales es cómo conseguir que vivir en un mundo en el que las amenazas de este tipo son cada vez más frecuentes y más intensas sea compatible con una vida que consideraríamos mínimamente civilizada. Una de las bases de esa vida civilizada es que, aunque pueden ocurrir catástrofes, cuando ocurren, los afectados tienen un nivel razonable de cobertura, algo que solemos identificar con la posibilidad de tener nuestros bienes y patrimonio cubiertos por una aseguradora.

En el caso de California, a finales del pasado año se promulgó una ley que obliga a las aseguradoras que operan en el estado, muchas de las cuales habían directamente dejado de ofrecer pólizas de seguro de hogar con cobertura de incendios, a volver a ofrecer ese producto en todo el estado, incluyendo las zonas de mayor riesgo, aunque les permite repercutir en el coste de la póliza el coste estimado de hacerlo, con algunos límites. En el caso de California, dado que la nueva norma entró en vigor hace muy pocos días, es de esperar que muchos de los propietarios que han perdido sus casas careciesen de cobertura de seguros, algo que puede afectar desde a los ricos propietarios de casas a la orilla del mar en Malibú, a miles de propiedades en zonas de clase media, cuyos propietarios tenían esas propiedades como el elemento más valioso de su patrimonio.

El resultado es una tensión brutal para el mercado asegurador: el clima está cambiando muy rápidamente, pero los seres humanos no están respondiendo en absoluto con un nivel de urgencia mínimamente comparable. El año 2024 fue el más caluroso de la historia, con el planeta superando por primera vez los 1.5°C de calentamiento promedio, pero las personas siguen construyendo y viviendo en algunas de las zonas de mayor riesgo a medida que aumentan los peligros. Ese factor de riesgo, que se supone que los seguros deben trasladar a través de precios más altos, lleva a mercados en los que un seguro de hogar se convierte en un producto prácticamente de lujo que muchos habitantes no pueden ni pensar en permitirse, contribuyendo así a exacerbar la desigualdad.

Esa brecha entre el aumento del coste del riesgo y lo que las aseguradoras pueden cobrar ha ido creciendo y se hizo mucho mayor tras los devastadores incendios forestales de 2017 y 2018, en los que las aseguradoras privadas perdieron décadas de ganancias y comenzaron a plantear retirarse del estado. Muchos propietarios de viviendas migraron entonces al Plan FAIR, administrado por el estado, equivalente al Consorcio de Compensación de Seguros en España, que tiene menores coberturas y que solicita dinero a las aseguradoras cuando sus fondos no son suficientes para cubrir los daños. En 2020, FAIR tenía una cuota de mercado de un 2.5%, pero de un 20.4% en las zonas consideradas de alto riesgo. Pero desde 2020, las pólizas de FAIR han crecido en más de un 41%.

Para la industria aseguradora, el proceso se describe como un auténtico choque de trenes en cámara lenta. Pero cuando en una sociedad, sus habitantes dejan de tener cobertura ante catástrofes, estamos perdiendo uno de los elementos más relevantes que nos caracterizan como civilización, la capacidad de mantener una cierta red de seguridad, de poder recuperarnos en caso de ser afectados por ellas. Algo muy, muy grave. Y que, sin ninguna duda, proviene de donde proviene: de ignorar a la ciencia, negar la emergencia climática y no hacer esfuerzos para mitigarla. No es California, son muchos sitios más en el mundo, el año pasado incluyendo Valencia.

Ahora, el próximo presidente de los Estados Unidos es un negacionista, y en Alemania, la AfD quiere derribar todos los aerogeneradores del país. La próxima vez que escuches a un negacionista ridiculizando la emergencia climática y hablando de «calentólogos», piensa en lo que está en juego.


This article is also available in English on my Medium page, «The Los Angeles firestorms: we can’t afford to live like this«

5 comentarios

  • #001
    Buzzword - 16 enero 2025 - 14:30

    No deja de ser cierto que los medios públicos en EEUU están infra financiados. Mientras los bomberos «normales» están luchando capados de medios, hay bomberos privados que no se activan porque solo actúan en aquellas casas que los tienen contratados

    No deja de ser cierto que el dinero que se dedica a limpiar bosques es miserable, y que los bosques están llenos de combustible no retirado, ya que no se financian de forma pública

    Las aseguradoras son en general unos ladrones, podría contar que por dar un parte a la aseguradora más famosa en España, y no por ser barata, si después de más de 20 años teniendo un seguro con ellos del hogar, se te rompe una lavadora, y manchas a los vecinos, te echan de la póliza

    Tener como referente a EEUU es lo que tiene, que son un pais de mierda que se lucran con la salud de la gente, y ahora les está tocando a los incendios. Si eres rico tienes tu brigada antiincendios preparada, pero si se quema todo el barrio, y el helicoptero con el saquito solo actúa en 1 domicilio. Que futuro tienes?… Es del género tonto americano !!!

    Si luego que si la abuela fuma, o el clima cambia, di que si, que teniendo el comodin del cambio climático, lo demás no importa…

    Si eres un gobernante que está rodeado de idiotas que solo piensan en su culo (neoliberalismo le llaman a esa patología) entonces no puedes gastarte el dinero que no recaudas, para salir en las próximas elecciones ( y poder seguir trincando de cosas como los sobornos las licencias de los vehículos autónomos) pues si el bosque se quema, algo suyo se quema Sr.Conde !!!

    Responder
  • #002
    Xaquín - 16 enero 2025 - 14:45

    Al final lo mejoras, con la emergencia climática que tanto placer da al sector calentólogo (sea lo que eso sea)…pero el cántico de amor místico a las pobres eseguradoras no me convence nada.

    California, antes con la locura del oro… y después con la locura del Beach Boys Movement, es la ilustración perfecta de como la silicona USA funciona , mucho antes del Valley que tan tan famoso se hizo.

    Al lado de gente como el Tito Bernie está gentuza como el Pato Trump/Gilito… que es el que se lleva de calle en modo flautista de Hamelin, como bien vemos constantemente, a los ratones (y muchas muchas ratas) USA… pero , por mucho que lo invoquen, ningún dios está para cuidar de la Sodoma y Gomorra USA… no sé si es con cierto regusto, a fin de cuentas no es tan malo como lo pintan algunos, pero seguro que observa lo que pasa, bien convencido de que nos merecemos esto… e incluso bastante más.

    Y ya lo dice el dicho popular… «al que le pica…». O , en este caso megaapropiado, «ajo y agua… (que no falte)». Que no me olvido de los pobres de California, pero tampoco de los de Gaza y Cisjordania.

    Responder
    • Buzzword - 16 enero 2025 - 14:54

      De hace unos años tenemos esta referencia:

      «El caloret se combate con gin-tonics cortos de Schweppes»

      Responder
  • #004
    Benji - 16 enero 2025 - 15:40

    Sé que está feo apuntar con los dedos, pero tanto en la DANA de Valencia (Administración Central y Autonómica) y en los incendios de California (Administración Federal y Estatal) los políticos no han dejado de recortar en estos servicios.

    También es verdad que se ve exacerbado en ambos casos porque en Valencia se contruyen casas junto a barrancos inundables y en Los Ángeles de madera junto a un bosque incendiable.

    No veo una solución fácil. Franco arregló lo de Valencia cambiando un río entero de curso. El equivalente californiano sería soterrar todos esos cables de energía que prenden chispas y tener depósitos de agua con presión para los hidrantes.

    Por supuesto, el pato lo van a pagar los de siempre, ya sabemos quienes

    Responder
  • #005
    Sergio Espósito - 16 enero 2025 - 17:43

    No estoy de acuerdo en que la gestión de las catástrofes no influya.

    Obviamente ante incendios de esta magnitud lo que se puede hacer es mitigar los daños. Pero si encima se hace mal…

    Responder

Dejar un Comentario

Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a cualquier otro comentarista. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades (astroturfing) o suplantando a otros comentaristas. Los comentarios que incumplan esas normas básicas serán eliminados.

 

XHTML: Puedes utilizar estas etiquetas: A ABBR ACRONYM B BLOCKQUOTE CITE CODE DEL EM I Q STRIKE STRONG IMG