La emergencia climática era esto

IMAGE: Manuel Perez Garcia and Estefania Monerri Minguez, CC BY-SA

Mi columna en Invertia de esta semana se titula «La emergencia climática que muchos no querían oír…» (pdf), y trata de explicar, intentando de verdad no resultar oportunista o catastrofista, que lo ocurrido con la DANA en Valencia y otras partes de España forma parte de una desgraciada «nueva normalidad», y que sucede cuando la modificación del clima inducida por el uso descontrolado de combustibles fósiles desestabiliza la atmósfera hasta un punto determinado.

Los números son los números, y es importantísimo decirle a las personas que los números de los que se tienen que fiar no son los que les cuenta su cuñado, ni su presidente, ni de los que habla cualquier premio Nobel de cualquier ciencia que sistemáticamente nunca tiene nada que ver con la climatología (que sí, se puede ser muy competente en una disciplina y un completo idiota ignorante en otras). Los únicos números que cuentan aquí son los que enuncian los climatólogos, que es la ciencia relevante en este caso, y son muy claros.

¿Cómo de claros? Es tan sencillo como pasarse por Daily CO2. En esa página está la lectura de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera en partes por millón (ppm) a día de hoy, o de ayer según la hora y la zona, porque la lectura se hace en el Observatorio de Mauna Loa, en Hawaii. Ahora mismo mientras escribo estas líneas muestra la lectura de ayer, 422.91 ppm, y la compara con la de hace un año, que era de 419.29 ppm. En un año, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha crecido en 3.62 ppm, es decir, en un 0.86%.

¿Te parece mucho o poco? La pregunta es una tontería, porque nos faltaría un sistema de referencia para evaluarlo. Pero resulta que también lo tenemos, y muy bien establecido: lo podemos ver en este artículo, que contiene una imagen muy visual utilizada por primera vez en este estudio, y en el que se ve perfectamente cómo el intervalo entre los 400 ppm y los 425 ppm se denomina «desestabilización del clima catastrófica», y es en el que estamos. De hecho, estamos en su límite superior. Dado que no hace falta explicar lo que es una catástrofe, y menos aún a día de hoy con la que tenemos tan cercana, a nadie debería extrañarle lo que ha pasado, y como ha pasado. De hecho, lo que tenemos que empezar a considerar normal es que pase, y que pase con cada vez mayor frecuencia.

Es exactamente lo que está ocurriendo en todo el mundo, aunque obviamente unos sitios son más propicios que otros. Los desastres naturales, que ya no lo son tanto porque ahora son inducidos por el hombre, pueden ser inundaciones como la de Valencia (o como las recientes de Pakistán o de Alemania), pero también incendios forestales infinitamente más violentos y casi imposibles de sofocar, sequías mucho más prolongadas, huracanes que agotan el abecedario cada temporada, y olas de calor cada vez más mortales. Lo de Valencia tan es fácilmente explicable si consideramos las temperaturas en la superficie del Mediterráneo, como lo es lo del incremento de la frecuencia de huracanes en el Golfo de México. No hay más.

¿Por qué se produce, y por qué nos vamos a hartar de verlo? ¿Qué ha convertido el planeta en una maldita lotería siniestra en la que cada día tienes más probabilidades de perder tus propiedades o tu vida, y en donde las compañías de seguros empiezan a no ser capaces, como ocurre en California o en Florida, de cubrir determinados riesgos? Por nuestra culpa. Por seguir quemando combustibles fósiles como los quemamos. Ni más, ni menos. Ni llamaradas solares, ni derivas geológicas, ni ninguna otra explicación magufa o de teorías de la conspiración. Es lo que hay: más combustibles fósiles, más desastres de ese tipo.

Pero si seguimos informándonos, además, podemos ver lo que viene: es que el siguiente intervalo tras la desestabilización catastrófica del clima es el de desestabilización climática irreversible, que va desde los 425 ppm a los 600 ppm. Sí, estamos a muy poco de alcanzarla. De hecho, si este próximo año la concentración de dióxido de carbono sube lo mismo que en el año anterior, la habremos alcanzado. ¿Alguna duda sobre el significado de la palabra «irreversible«? Pues eso es lo que hay. Porque ya si superamos los 600 ppm, que al paso que vamos es perfectamente posible, estaremos hablando de desestabilización climática a nivel de extinción… que creo que tampoco necesita explicación.

¿Somos ahora capaces de poner las cosas en contexto? ¿Podemos empezar a entender la insistencia en determinados temas? ¿Podemos simplemente comenzar a captar lo ridículo que resulta que alguien anteponga «mantener su coche viejo», o «no pasarse veinte minutos recargando», o «es que es más caro» ante un escenario como ese? ¡¡¡Que no estamos hablando de un capricho, estamos hablando de la maldita SU-PER-VI-VEN-CIA!!!!!!!!

Si consiguiésemos, que obviamente no es posible, eliminar los vehículos de combustión interna en un tiempo absolutamente récord y no hacernos trampas al solitario enviándolos a otros países como si no compartiésemos todos la misma atmósfera, y combinásemos eso con la descarbonización de las centrales de generación de energía, que puede hacerse gracias a que la solar y la eólica son las energías más baratas de la historia, aún tendríamos alguna posibilidad. Si no, y el reto no parece fácil, ya sabemos lo que nos espera: más y más desastres como el de Valencia y similares, mientras muchos ignorantes arrugan la nariz y dicen que eso de la emergencia climática es cosa de «los calentólogos» y de algún tipo de conspiración seguramente urdida por las élites dominantes.

Lo de Valencia es clarísimo, se llama emergencia climática y va a pasar mucho más a menudo. Es durísimo, duele e indigna, sí, pero es lo que es: producto de nuestras propias acciones, de no cambiar cómo hacemos las cosas nosotros y de no demandar más cambios a nuestros gobernantes y a nivel internacional. La emergencia climática de la que llevamos años hablando era esto: a veces caerá muy lejos, y a veces caerá así de cerca. Y ahora, si quieres, vas y la niegas. Allá cada cual con su ignorancia.


This article is also available in English on my Medium page, «Spain has just been given a deadly lesson in the consequences of climate change denial«

35 comentarios

  • #001
    Benji - 6 noviembre 2024 - 17:51

    Hombre, ahora con Trump hay esperanza.

    Y no lo digo de broma. Creo que Tesla va a vender muchos coches más, aunque sea por agradecimiento a la compra de votos por 1 millón de dólares.

    Bromas pesadas aparte, lo de Valencia ha sido tristísimo. Aun así, antes de la era moderna ha habido fenómenos atmosféricos extremos sin necesidad de CO2 en la atmósfera. Las inundaciones en el Yang-Tse se me vienen a la mente, o los monzones descontrolados en el sureste asiático desde tiempos de añejo.

    Dicho lo cual, ¿aumentará la frecuencia de estos fenómenos atmosféricos y catastróficos? Pues como seguimos contaminando, podremos contemplarlo empírica y personalmente.

    Si descarbonizamos con gran esfuerzo y remite la emergencia climática, los negacionistas dirán «ves, no era para tanto». Y si no descarbonizamos estaremos condenando a nuestra especie poco a poco.

    Pero aunque no soy conspiranoico para nada, tengo la sospecha de que todos los gobiernos quieren reducir la población (sobre todo la más indefensa que son los ancianos) y por eso eventos singulares como el Covid-19, inundaciones y otros factores les hacen el favor de dejarles la conciencia limpia pero el trabajo hecho.

    ¿No será que los gobernantes no hacen nada (ni siquiera avisar) porque realmente en su fuero interno saben/quieren reducir población?

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    • JM - 6 noviembre 2024 - 18:27

      Es bueno no confundir una conspiración con la simple incompetencia.

      Los que lo hacen no sé si son muy inteligentes o sobreestiman la inteligencia del resto.

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  • #003
    Enrique - 6 noviembre 2024 - 18:07

    Todo el ánimo para los valencianos…

    En los registros de los años transcurridos desde 1321 hasta 1957, se han contabilizado 25 episodios de riadas en Valencia, en los años 1321, 1328, 1340, 1358, 1406, 1427, 1475, 1517, 1540, 1581, 1589, 1590, 1610, 1651, 1672, 1731, 1776, 1783, 1845, 1860, 1864, 1870, 1897 y finalmente 1957.

    También hay desastres más recientes cómo la pantanda de Tous.

    Y los seguirá habiendo, y seguiremos hablando de desastres si no se deja de construir en las riberas de torrentes o se crea infraestructura de contencción o gestión de riesgos.

    En fin, los técnicos lo explican mejor que yo.

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    • Javier - 7 noviembre 2024 - 11:50

      luego si ha habido 25 grandes riadas en Valencia en los últimos siglos y entonces no había cambio climático > la actual riada puede ser por la supuesta «emergencia climática», o no.

      Dudo que en 1321 hubiera contaminación ambiental…

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  • #005
    Xaquín - 6 noviembre 2024 - 19:32

    «ahora son inducidos por el hombre» (EDans).

    Sería bueno que empezáramos a pensar un poco en olvidarnos de ese relato bíblico sobre lo que es natural y lo que es artificial.

    Porque el fuego en principio, sacado del simple frotamiento de palos, es bastante natural, pero la diferencia entre usar ese palo para sacar hormigas o para hacer fuego es abismal… y ya tiene muy poco de natural. Simplemente por la intervención de una cosa que llamamos IH (y que aún no tiene pinta de desaparecer, aunque muchos la tienen por inútil o son alérgicos a ella).

    Y lo mismo con la rueda. Pero aquí la inteligencia ya opera mucho más alto y hace que la rueda sirva para ir en automóvil… el que gasta combustible fósil como ninguno.

    Así que la intervención del ser humano hace que la naturaleza se modifique de una forma artificial y, pachín pachán … como por arte de magia ya NO existe nada que sea totalmente natural. El hombre tiene la capacidad genética de intervenir en la naturaleza, de tal forma, que la ha modificado en profundidad. hasta los parques naturales tienen mogollón de aspectos artificiales. Y si no, que le pregunten al Amazonas.

    Y todo este rollo viene a cuento, para decir que la emergencia climática, que no «cambio» climático, es totalmente artificial. Aunque no en modo conspiranoico de patacón. El cambio climático (glaciación, por ejemplo) sí que era un cambio climático (natural). Y ahora ya no llega con llamarle cambio artificial , porque, primero, es urgente (ísimo) remediarlo (el puto equilibrio energético terrestre)… y, segundo, la palabra cambio lo hace parecer algo que no acabará con la especie humana. Aunque sí es cierto que, si le preguntamos a algún mamut (si lo topamos hablante) será difícil que se trague eso de que «no fue profundo» (su cambio climático).

    De todas formas, igual que pasa con la energía nuclear, no hay cambio natural (terremoto, volcán… ) que sea comparable con el desastre causado (lo que llevamos y ele probable final) por la humanidad. Y si no ,veremos cuantos «pompeyanos» terrestres sobreviven al Gran Vesubio Climático.

    Suponiendo que antes no haya extinción aún más artificial y rápida que esta (la del clima).

    Y por eso digo yo, algunas mentes perversas se reunían en el llamado Club de Roma para parir alguna reflexión sobre lo mal encaminado que va el mundo. De ahí nació el neoecologismo.

    Porque no es un simple Pato Trump quien va a acabar con el planeta, antes de que Mr. Musk solucione (si puede) el problema del viaje estelar. Las batallas no las gana solo un Napoleón. Ni siquiera el Gran Alejandro Medio. Sin tropas que los sigan y sin mandos intermedios que hagan lo que dicen, los napoleones son totalmente inocuos.

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    • Xaquín - 6 noviembre 2024 - 19:37

      Me faltaba la guinda : la cultura del cambio climático natural, es un efecto perverso del gen social negativo, que los adultos dominantes nos han metido desde que fuimos crías humanas. Consiguiendo así neutralizar el gen biológico de adaptarse al ecosistema, con la necesidad de mantener su equilibrio energético.

      Para eso está la educación/domesticación social.

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    • JM - 6 noviembre 2024 - 21:01

      ¡Me abuuurrrooo!

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  • #008
    Dedo-en-la-llaga - 6 noviembre 2024 - 20:30

    No digo que no sea algo importante, pero hacer tanto hincapié en el factor coche, dejando de lado toooooooooooooodo lo de más, que es al final, y comparado con el coche, TODO, pues no sé si nos van a salir mucho las cuentas… (O sea, que si quitamos los coches y no hacemos nada con todo lo demás, vamos a pasarlo mal más o menos igual…)

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    • Rodrigo - 6 noviembre 2024 - 21:48

      Sin quitarte parte de la razón el trans porte en general significa el 25% de las emisiones en la UE y de ese 25%, el 71% es el transporte por carretera lo que significa casi el 18% de todas las emisiones.

      Es verdad que si eliminamos las emisiones del transporte «sólo» eliminamos una cuarta parte de las emisiones. ¿Eso es poco o es mucho?

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    • alguien - 7 noviembre 2024 - 12:27

      Cierto, pero es una parte fundamental.

      – Renovables
      – Vehículos eléctricos
      – Aerotermia
      – Otras soluciones sostenibles

      Las renovables y los vehículos eléctricos terrestres suman la gran mayoría de lo que necesitamos, y es lo más factible técnica y económicamente.

      Y además tienen sinergia

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  • #011
    Pedro - 6 noviembre 2024 - 21:14

    En fin, los técnicos lo explican mejor que yo.

    Cito a Enrique (comentario 3) porque lo que se ve en ese vídeo deja muy claro que lo que ha ocurrido iba a ocurrir, porque las edificaciones recientes se han construido sobre el cauce de muchos barrancos.

    El vídeo me ha recordado el desastre del camping «Las Nieves» de Biescas (Huesca): cuando vi en la prensa una foto aérea de la zona del camping, estaba claro que iba a ocurrir.

    Lo único que no se sabe nunca es cuándo volverá a ocurrir. Puede ser dentro de 100 años… o pasado mañana.

    Por cierto: quienes bendijeron desde sus cargos la construcción del camping se fueron de rositas. Hasta pensaron en convertir lo que quedó en un centro de interpretación o algo parecido, aunque finalmente no se atrevieron a hacerlo. Así que no esperéis otra cosa respecto a estas inundaciones de Valencia.

    Que sí, que la emergencia climática ya vive entre nosotros… sin olvidar dónde se ha construido. Llegarán las grandes migraciones obligadas por esto, y no sé cómo se les hará frente.

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    • Marcos - 7 noviembre 2024 - 14:43

      Me has recordado a unas vivencias de hace años.

      He vivido durante tiempo en Aia, uno de los más bellos pueblos de Guipúzcoa. Tiene varias maneras de bajar del monte (por carretera) y una de ellas es pasando con el automóvil justo al lado de ciertas granjas.

      Unas granjas que están situadas junto al río.

      Hará cosa de ¿10, 11 años? Ya hubo unas lluvias y riadas, que ya en su día, me hicieron temer que esa gente iba a perder animales y enseres. Para quienes conozcan la zona, en el transcurso que va de Orio en dirección Donosti, por carretera normal, junto al río… solía haber en cierta parte, unos prados junto al río donde solía haber caballos.

      A esos caballos llegué a verlos con el agua al cuello, literalmente, en esos días que dije, yendo a trabajar.

      Es lo que tienen estas cosas… .

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  • #013
    Gorki - 6 noviembre 2024 - 22:25

    Se ve que Franco era un profeta del «Cambio Climático» y previsoramente, teniendo en cuenta que por su culpa, por habernos motorizado con los SEAT 600, de lo que inevitablemente se nos venía encima, mandó desviar el cauce del Turia, para librar a la ciudad de Valencia de los desastres de la DANA, (antes llamada «gota fría»).

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    • Ignacio - 6 noviembre 2024 - 23:24

      Si fuese Franco, hay gota fría documentada desde el siglo 14, decenas de episodios… En fin…

      Antes por lo menos era una operación medio voluntaria (unos sellos), para pagar algo que era claro y evitar un riesgo real de forma claramente eficaz…

      Hoy en día los impuestos climáticos son una especie de diezmo esotérico…

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    • Dedo-en-la-llaga - 7 noviembre 2024 - 12:34

      Un profeta de mierda, como en todo lo demás que hizo.

      A ver si nos vamos enterando, y dejamos de tocar los cojones, porque esto que viene a continuación deja casi en un chiste lo de Valencia, y espero que se sepa justipreciar este comentario mío:

      «Las riadas del Vallés fueron una serie de inundaciones que provocaron la mayor catástrofe natural e hidrológica de la historia de España, el 25 de septiembre de 1962 en la comarca del Vallés Occidental, en Cataluña, y en menor medida, en el Vallés Oriental y Barcelonés, originada por grandes precipitaciones que desbordaron los ríos Llobregat y Besós, así como sus afluentes en las partes más bajas, provocando una avenida torrencial de agua que causó entre 600 y 1.000 víctimas mortales, miles de heridos y varios miles de millones en pérdidas en un transcurso de entre una hora y media y tres horas.».

      https://es.wikipedia.org/wiki/Riadas_del_Vall%C3%A9s

      Pero qué puta fatiga todo… Diosssss.

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    • Lua - 7 noviembre 2024 - 14:32

      «En la misma línea de desinformaciones, algunas personas defendían en las redes sociales que la canalización del Turia en el año 69 –durante el Régimen franquista– ha salvado a Valencia de una tragedia aún peor.

      La realidad, sin embargo, es que “la canalización del Turia ha ayudado a que en Valencia ciudad no se hayan dado graves problemas, pero, en parte, también ha desviado el problema hacia el sur de la ciudad, justamente en la zona de la Ribera Baixa, que ha sido la más afectada y donde fueron a parar también otros arroyos y barrancos que llevaban volúmenes de agua inmensos. Y esos volúmenes ni los canales ni los muros de contención los hubieran podido contener en ninguna parte, así que no son la clave para la prevención a largo plazo.

      Y ahora menos, que deberían reconstruirse cada 50 u 80 años si consideramos que cada vez habrá más virulencia en los fenómenos climáticos debido al cambio climático”, apunta Fortuño. «

      «Las canalizaciones de los ríos y las (mal llamadas) limpiezas de los cauces aumentan la velocidad del agua y, por tanto, su fuerza destructiva»

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  • #019
    Carlos - 7 noviembre 2024 - 00:02

    Vaya tela…

    No, no ha sido el cambio climático. Barrancadas inmensas han habido siempre (a escala humana) en esta parte. Solo hay que ver como son los perfiles orográficos de todo el Meditarraneo ibérico, como de colmatados están los valles aguas abajo cerca de la costa y el registro histórico.

    El peligro en realidad no es si ahora habrán más gotas frías que antes, o si su intensidad será mayor. El peligro es un estado fallido que no es capaz de articular medidas de prevención ante eventos que se conocen desde siempre por estas tierras. Ayuntamientos que conceden permisos de obras en zonas inundables con retornos de pocos años. Comunidades Autónomas que son incapaces de actuar incluso ante las emergencias más acuciantes por que el «protocolo». Gobierno Central más interesado en su calculo político que en articular los medios y medidas necesarias para paliar los efectos de una catástofre, o acometer acciones correctivas sobre el territorio que puedan suavizar los efectos de eventos muy habituales por posiciones ideológicas.

    ¿Los mangates que han permitido por acción/inacción todo este desastre van a hacer algo a derechas con lo de «mitigar el cambio climático»? ¿Estamos idiotas o qué? Algo mucho más sencillo que es poner a alguien capacitado al frente (un general) y todos los recursos del estado a su servicio han sido totalmente incapaces de articularlo en 9 días.

    Aprovechar este fallo sistémico del estado para vender «emergencia climática» es algo que ya esperaba. Hacerlo sin poner a parir primero lo más OBVIO, lo ínutiles y psicopatas que son los que están al frente del chiringuito es ruín. Por que el desastre no es la riada, algo muy habitual en esta zona, el desastre es la gestión durante y sobre todo después de esta: INEXISTENTE. La mayoría de muertos no los ha producido el cambio climático, lo ha hecho una alarma de barrancada dada 2 horas tarde. La angustia vital de varios cientos de miles de personas por verse en la situación que están ahora no ha sido por el cambio climático, lo ha sido por que han sido totalmente abandonados por un sistema que, en resumen del nuestro psicopata de Presidente del Gobierno solo dice que «si necesitan ayuda que la pidan», pero la manda a cuentagotas y tarde.

    No, el cambio climático no ha provocado esta situación; no es el agente causal, solo ha sido un adyuvante colateral.

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    • Matt - 7 noviembre 2024 - 01:51

      Como residente en una de las zonas afectadas te digo que las barrancadas seran frecuentes en esta zona pero ninguna como ésta.
      Mi barrio (La Torre) a varios kilometros del barranco no se había inundado nunca y pensar que un desbordamiento de ese barranco pudiera llegar hasta aquí era inimaginable. De hecho, hasta el martes pasado habría sido hasta difícil creer que ese barranco pudiera llegar a inundar enteros los pueblos por los que pasa. Hasta ahora, las veces que se había desbordado había hecho poco más que inundar las plantas bajas de lo que hay construido cerca de su orilla.
      Y de hecho, la mayoría de la zona que se ha inundado no está considerada zona inundable.

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      • Carlos - 7 noviembre 2024 - 10:07

        En nuestra memoria historica personal, así es. No en la social. En todos los pueblos los que somos residentes conocemos los sitios que son «facilmente inundables». Sitios en los que tradicionalmente nunca se ha construido. Por algo, por supuesto. Después esta la desgracia del pico de la distribución; te viene un evento con retorno de mucho tiempo, como una barrancada de 2000m3/s en el barranco del Poyo, y eso en sí mismo si es excepcional. Para el barranco del Poyo y l’Horta Sud. Pero fíjate, mi hermana, que es de Catarroja, y vive justo al ladito del barranco de marras, ese mediodía ya se olió que iba a desbordarse. Pero lo que no es exceptional en el ámbito de la hidrografía del mediterraneo español es que cada cierto tiempo tenemos eventos de este calibre, que quizás sí sean excepcionales en la cuenca afectada, pero no en el conjunto de toda la geografía.
        En cualquier caso, mi punto no es negar el cambio climático. Es más, soy consciente de que un Mediterraneo más calido en Septiembre-Noviembre (que es a lo que vamos) va a incrementar los eventos de lluvias fuertes ante gotas frías. ¿Eso es un problema? Pues por supuesto. ¿La solución es luchar «contra el cambio climático»? Pues sí y NO. Es decir, lo inmediato no es prohibir los coches de combustión interna (que a lo mejor hay que hacerlo, no quiero entrar a discutir el asunto, ya que es mucho más complejo de lo que parece y en todo caso me supera), si no adaptar los usos y costumbres a las nuevas circunstancias, que, encima, en realidad no son tan nuevas. Es decir, volver a lo que hacían nuestros ancestros: respetar las vías de agua, sobre todo las que suelen estar secas.
        Y por poner un ejemplo, ver como de ancho es el barranco del Carraixet ya te dice de entrada la inmensidad de agua que puede bajar por ahí en caso de un evento extremo.
        Entonces, mientras se arregla (o no) lo del cambio climático, tenemos medidas mucho más fructíferas a corto plazo. Por empezar, que los sistemas de alertas y emergencias los lleven profesionales y no políticos, por LEY. Y que por LEY, si el profesional de turno decreta emergencia, sea EL POLÍTICO, y no al reves, el que se ponga a las ordenes del profesional. ¿Cuantas muertes habría evitado una orden localizada de evacuar las calles y bajos por desborde del baranco de marras a las 18:00, cuando ya era evidente que iba a pasar lo que pasó? ¿Cuantos daños, y tal vez alguna muerte, habría evitado un aviso de desborde del barranco, del Magro, etc, horas antes, cuando por los avisos de AEMET y las mediciones pluviometricas estaba ya claro el volumen posible de agua que iban a recibir esas cuencas, pidiendo a los ciudadanos evitar las zonas inundables y ordenando a los municipios los cierres de servicios públicos de asistencia masiva, como colegios, centros deportivos, centros comerciales, etc.?
        Y no sigo, por que creo que soy muy claro con mi punto de vista. No perdamos el norte, ni olvidemos que la magnitud del desastre no ha sido precisamente el desborde, si no la incompetencia e inutilidad de todo el sistema. FORÇA VALENCIA

        Responder
    • alguien - 7 noviembre 2024 - 12:32

      Es difícil saber qué porcentaje de la catástrofe sucedería igualmente sin cambio climático.

      A lo mejor hubieran muerto el 50% o a lo mejor en 90% o el 10%.

      Está claro que la catástrofe solo se previene haciendo las obras necesarias pensando en que esto sucede, con mayor o menor virulencia, cada cierto tiempo.

      Pero el cambio climático incrementa la inestabilidad del tiempo.

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  • #023
    Ignacio - 7 noviembre 2024 - 07:20

    Si leen “no hay apocalipsis” verán datos sobre catástrofes naturales y se sorprenderán.

    Si España y la UE, hubiese centrado su esfuerzo en la desregulación y el crecimiento económico el impacto en el medio ambiente sería prácticamente el mismo y quizás se podrían haber abordado infraestructuras como las que se plantean en esta noticia:

    https://www.lasprovincias.es/comunitat/obras-previstas-ejecutar-amortiguado-tragedia-20241031012157-nt_amp.html

    Ese mayor crecimiento económico, aunque resulte contraintuitivo, también habría acelerado la transición energética y habría llevado antes al objetivo.

    Las memorias que publican las empresas, los bonos verdes, las taxonomías, retrasan la solución y aumentan los daños, aunque sus autores piensen lo contrario.

    Pero bueno, esto es clamar en el desierto…

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    • JM - 7 noviembre 2024 - 21:49

      Naturalmente, los políticos y sus amigos de las constructoras todo lo solucionan con obras…

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      • Ignacio - 8 noviembre 2024 - 09:09

        Si, para afrontar las decenas de casos de gota fría que se dan en Valencia desde el siglo 14 es mejor tratar de ceder todas las libertades y nuestro dinero a un ente central poniendo como objetivo único reducir la emisión de CO2, si te bebes media botella de Wisky y un tripi tiene todo el sentido del mundo.

        O mejor aún, para no hacer infraestructuras que acompañen el crecimiento demográfico y urbanístico podemos sugerir que la gente viva de forma ecosostenible con un arco y una lanza en los bosques de sierra morena.

        Es que de verdad, estamos fatal…

        Responder
  • #026
    Jorge - 7 noviembre 2024 - 08:06

    El relato no cala

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  • #027
    Mauricio - 7 noviembre 2024 - 09:02

    Es una verdadera pena lo ocurrido en Valencia y aunque siempre habrá gente que diga que estas cosas ya han ocurrido también en el pasado, es necesario darse cuenta que con el cambio climático este tipo de eventos lamentables tenderá a tener mayor fuerza y frecuencia.

    Algo que en las noticias europeas no se ha comentado lo suficiente es la alarmante sequía en la cuenca amazónica. Por ejemplo, el río Negro, cuyo caudal ocupa el sexto lugar en el mundo, ha alcanzado recientemente su nivel más bajo en 122 años.

    En Ecuador, aprovechando que los Andes atraviesan el país de norte a sur, buena parte de la electricidad se produce en centrales hidroeléctricas. Sin embargo, la sequía ha llegado también a los Andes y ha sido necesario que haya apagones programados de hasta 14 horas diarias.

    Y si bien en el pasado también ha habido sequías y apagones, no tenían la magnitud que se ha visto en las últimas semanas.

    Responder
  • #028
    Chipiron - 7 noviembre 2024 - 09:09

    Creo que lo que es importante recalcar es que desastres naturales siempre los ha habido. Lo que nos trae el cambio climático es un aumento muy pronunciado de dichos episodios.

    Responder
    • alguien - 7 noviembre 2024 - 12:33

      Buen resumen.
      Exacto y conciso

      Responder
  • #030
    Juan T. - 7 noviembre 2024 - 10:56

    No insistas EDans.

    Los 4 años de Trump van a terminar de dar la puntilla definitiva a cualquier esperanza.

    El ultimo que quede en este manicomio que apague la luz.

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  • #031
    Alqvimista - 7 noviembre 2024 - 13:03

    No considere este comentario como una crítica a su artículo sino más bien como una puntualización.

    – Eliminar los automóviles térmicos por eléctricos es imprescindible para evitar la contaminación de las ciudades y ahorra millones de muertos en el mundo, pero su efecto sobre del CO2 del mundo es mínimo.

    – Si de verdad queremos actuar a nivel global y hacerlo rápidamente hubiera sido más útil equipar a los 50 barcos de transporte más grandes con motores nucleares -como los de los rompehielos rusos-, lo que hubiera equivalido a el doble de todos los automóviles del planeta. Los 20 barcos más contaminantes equivalen a todos los automóviles del mundo.

    – Hacer lo mismo con las centrales de producción de electricidad que se alimentan de carbón, diésel y gas. Lo que no quita sino lo contrario, que se siga ampliando la generación de electricidad solar y eólica.

    – Lo mismo para electrificar las industrias que se alimentan de combustibles fósiles: altos hornos, químicas, etc.

    En definitiva, electrificar el mundo de la manera más rápida y limpia posible: solar, eólica, geotérmica y nuclear.
    Pero hemos empezado por lo más difícil, impopular y, a veces, imposible: reemplazar cientos de millones de automóviles del mundo en vez de un puñado de barcos e industrias.

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  • #032
    Julio - 7 noviembre 2024 - 13:05

    Con el hambre de energía de los centros de datos para la IA desbocado y algunos hablando de construir/reabrir centrales nucleares/térmicas ya cerradas, creo que es algo que también se debería mirar, al final quedaran unas pocas y el resto se hundirán ¿nueva burbuja?

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  • #033
    jincho - 7 noviembre 2024 - 22:40

    Hola, Enrique y resto de comentaristas.
    Aunque suelo comentar aquí como «jincho» hoy me gustaría hacerlo con mi nombre. Me llamo Juan José, y vivo en Paiporta ( si lo deseas puedes pedirme verificación por mail).

    Es algo más complejo que lo que tú planteas como emergencia climática.

    En mi caso, vivo en un primer piso, el agua se quedó a poco más de un metro de entrar. Medido desde la acera, la altura alcanzada fue de 212 cm. No he sufrido pérdidas materiales importantes ni hay fallecidos en mi familia, pero si que conocía a tres de los fallecidos. Y el pueblo, Paiporta, con una gran cantidad de comercios y viviendas en bajos, sobre todo en el casco viejo a ambos lados del barranco, ha sido totalmente arrasado.

    Además de la emergencia climática, que no niego, han concurrido otros factores:
    – es un barranco, el Barranco del Poyo. Y siempre lo ha sido y siempre lo será. Recoge aguas torrenciales de cuencas superiores, y eso no es algo novedoso.
    -La gestión del barranco como tal, en las últimas décadas no ha sido la adecuada, sin duda, con un exceso de construcciones, de hecho, se van a demoler edificios y acaban de precintar uno de los puentes por grietas y peligro de derrumbe.
    – nunca se ha pensado que hubiera que evacuar la cantidad de agua que cayó, y consecuentemente, nunca se ha planteado invertir en colectores amplios o en un segundo Plan Sur, como el que condujo a la construcción del nuevo cauce del Turia. Ahora tocará hacerlo.
    – la gestión de las cuencas altas, Utiel, Requena, etc. que derivan aguas hacia éste y otros barrancos, está obviamente subestimada, y ojo, ya lo estaba en la pantanada de Tous de 1982, tambien en octubre .
    – no se puede pensar en el barranco como un ecosistema a proteger. No, no lo es. Es un barranco.
    – cuestión aparte es la tecnológica: no existió alerta previa. Todos, absolutamente todos los avisos a los móviles llegaron tarde. No hubo nada fiable. Incluso llegaron a tocar campanas en la iglesia al estilo antiguo.

    En fin, podría seguir hablando de muchos temas, como la inexistente planificación. O la escasa coordinación inicial. Y eso que existe amplia bibliografía sobre gestión de catástrofes ( Springer Verlag p.ej tiene libros dedicados a ello) .

    Muchas gracias, y perdón por la chapa.
    PD: dejo aparte la inexistente cobertura con la q nos ha jodido Vodafone.

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  • #034
    Paco - 8 noviembre 2024 - 10:49

    Enrique como explicas que en 2020 en la pandemia los niveles de CO2 no disminuyeran? Cuando la actividad humana se redujo a minimos???

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    • Benji - 8 noviembre 2024 - 17:21

      Hombre, el comercio de barcos siguió. La industria pesada e imprescindible siguió.

      En muchos países no hubo parón ni nada. Todo siguió como siempre. Y mucha gente no respetó los aislamientos tampoco.

      Yo no salí de Madrid, pero en 4 meses recorrí como 150 municipios. Y como yo… unos cuantos miles

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