Salud y sensorización: lo mejor es enemigo de lo bueno

IMAGE: Apple

Un buen artículo en The Wall Street Journal, «Apple Watch is becoming doctors’ favorite medical device«, refleja claramente la situación que predije hace ya mucho tiempo, cuando Apple comenzó a posicionar su reloj como un dispositivo cada vez más orientado al cuidado y la monitorización de la salud: que las ventajas de un dispositivo que llevas puesto a prácticamente todas horas del día son enormes frente a uno que solo utilizas de manera ocasional. Y el hecho de que cada vez más cardiólogos recurran al Apple Watch como dispositivo para mantener un control sobre sus pacientes así lo refleja.

Mi experiencia personal en ese sentido es clara: mi cardiólogo, sin duda una de las personas que más sabe sobre arritmias en general y fibrilación auricular en particular, me recomendó hace algunos años que me comprase y llevase encima un dispositivo Kardia, que he ido manteniendo actualizado a lo largo del tiempo: empecé con el Kardia Mobile, que te permitía sacarlo del bolsillo en cualquier momento y hacerte un electrocardiograma apoyando simplemente los dedos en él, y pasé al Kardia Mobile 6L, que necesitas además apoyar en la rodilla (muy difícil con los puñeteros pantalones estrechos que se llevan ahora :-) o en el tobillo, pero que te hace un electrocardiograma de seis electrodos mucho más completo y de gran calidad. Cuando tengo dudas, de manera muy ocasional, me hago un ECG, y prácticamente siempre me devuelve una lectura de ritmo sinusal, lo que me deja mucho más tranquilo.

Nadie se muere de una arritmia, por lo general solo hay que alarmarse cuando no remite a lo largo de bastantes horas, y por el momento, muy pocas veces he recurrido a enviar un ECG de mi Kardia a mi cardiólogo, cosa que la app permite hacer en un par de clics, pero el Kardia me ha funcionado francamente bien. Por otro lado, muchas arritmias como la mía son habitualmente recurrentes: pasas por el quirófano, la eliminas, pero dado que el tejido que te cauterizan tiende a cicatrizar, suelen volver a reproducirse en un plazo generalmente de seis a ocho años, momento en el que repites el procedimiento (siempre que no estés ya muy mayor y no se recomiende la intervención). En mi caso, noto perfectamente los síntomas de mis arritmias, pero muchas personas no los perciben tan claramente, y ahí es donde un dispositivo indudablemente menos preciso pero que llevas puesto en todo momento adquiere todo su valor.

Que cada vez más cardiólogos recurran a recomendar a sus pacientes el Apple Watch quiere decir que, contrariamente a lo que decían los escépticos, las ventajas de la monitorización continua superan con mucho a la posible incomodidad de tener ocasionalmente algunos falsos positivos. Por lo general la inmensa mayoría de la gente adquiere con el Apple Watch una habilidad que yo denomino «cardioconsciencia«: simplemente te haces un ECG de vez en cuando si crees haber notado algo, y te sirve para quedarte más tranquilo y para aprender a entender y gestionar tus síntomas.

La realidad demuestra que, contrariamente a lo que algunos decían, muy poca gente sale corriendo a colapsar la consulta del cardiólogo a la mínima duda, pero en caso de problemas, el smartphone mantiene un registro de tu ritmo cardíaco asociado a tu estado de actividad que puede permitir entender muchas cosas. A mi cardiólogo no le enviaría nunca un ECG del Apple Watch porque no es especialmente útil, pero sí es posible que una alerta de mi Apple Watch me sirva para, utilizando otro dispositivo ya más especializado como el Kardia, solucionar mis dudas o hacer una consulta aportando ya unos datos de mejor calidad.

El posicionamiento de Apple con el Apple Watch puede considerarse, por tanto, muy bien planteado; no se trata de ofrecer lo mejor, un posicionamiento que se reserva a dispositivos especializados de uso ocasional, sino algo lo suficientemente bueno que llevas encima en todo momento y que ofrece una tranquilidad muy razonable. Como tal hay que interpretarlo, y evitar posiciones maximalistas y mal entendidas del tipo «eso no vale para nada porque no es preciso», o «solo sirve para hipocondríacos».

La utilidad de un dispositivo razonablemente preciso a la hora de proporcionar calidad de vida y tranquilidad pùede ser muy superior a la que ofrece un dispositivo muy preciso y especializado que solo utilizar ocasionalmente. De hecho, cualquier dispositivo razonablemente preciso, que se lleve puesto en todo momento y que mantenga un criterio estable es susceptible de ofrecer una gran tranquilidad y prestaciones a quien lo lleva, y contribuir en gran medida a la monitorización de su salud. Es, simplemente, una cuestión de saber para qué es cada cosa.


This article is also available in English on my Medium page, «Monitoring our health: sometimes, keeping it simple has its advantages«

5 comentarios

  • #001
    Xaquín - 30 junio 2024 - 16:05

    «susceptible de ofrecer una gran tranquilidad y prestaciones» (EDans).

    Dado que el estrés favorece la mala salud, nada como tener orientaciones, incluso aproximadas, que te relajen un poco la vida cotidiana. O te hagan coger el coche para urgencias si la cosas se disparan.

    A mi me pasa con medir la glucosa, de cuando en vez. Mi medidor no es mi médico, como no cualquier médico puede ser «mi» médico. Pero tranquiliza tener idea de que puedes relajarte otra temporada.

    Y si eres hipocondríaco, ya no le eches culpas a ningún medidor, solo a tu mal control mental. Que deberías trabajar con más seriedad aún que tu posible (o real) enfermedad física.

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  • #002
    menestro - 30 junio 2024 - 16:45

    La especificidad del Apple watch, que solo tiene un eletrodo, en pruebas clínicas, es del 41%.

    Muy por debajo del Kardia, que es un aparato portátil de grado médico con dos electrodos y 6 dereivaciones, y que consigue el 96% de especificidad, en comparación a los 12 electrodos que tiene un electrocardiograma en una clínica.

    ¿En qué se diferencian KardiaMobile y KardiaMobile 6L?

    El Apple Watch solo detecta un numero muy pequeño de arritmias, aunque acierte con las fibrilaciones atriales – Afib (99%).

    .

    Still, this data requires cautious interpretation. An independent study conducted on 50 patients, who had undergone cardiac surgery, monitored by telemetry, showed 41% specificity in detecting AF by an algorithm and 5 times higher unreadable ECGs rate [8]. Apple Watch ECG app 2.0 algorithm interprets the rhythm automatically and classifies it into sinus rhythm, AF, low or high heart rate, inconclusive and poor recording.

    Los smartwatch como Apple, Samsung Galaxy, Fitbit y Empatica E4, usan fotopletismografía, un sensor óptico, no un electrodo capacitivo real, de precisión muy limitada en cuanto a identificar diversos patrones de arritmias.

    Así que, el Apple Watch es lo que se conoce como un “objeto transicional” o de comfort, un placebo del Kardia que usa el médico.

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  • #003
    boofar - 30 junio 2024 - 20:29

    Qué bueno tener un cardiólogo, yo tendría que enviar mi ECG a…..¿alguien sabe cuál es el mío?

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    • Marcos - 1 julio 2024 - 00:44

      Algunos no nos sentamos en la misma mesa a la que se sienta gente como Enrique, por suerte o por desgracia.

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  • #005
    Gorki - 1 julio 2024 - 01:14

    Cada uno cuenta la feria según le va.

    No dudo que el tener continuamente conectado un aparto, que mida alguna constante vital del organismo, sea azúcar en sangre, la presión sanguínea, o como lo que nos ocupa, que controla las arritmias, sea beneficioso para la mayoría de la gente y además proporcione a los médicos una información útil, pero,….

    Pero… mi experiecu ia es que tener un aparato que mida alguna «constante vital», me produce una cierta sensación de ansiedad y preocupación desproporcionada, razón por la cual he dejado de utilizar este tipo de aparatos y los aparatos de los que hablo no eran muy sofiticados, el peso del cuarto de baño. y el aparto de tomarme la tensión.

    He llegado a comprender que el cuerpo humano, dista mucho de ser un reloj suizo, y que sus «constantes vitales» no son constantes sin que ello indique absolutamente nada.

    El peso cambia con solo que te bebas un vaso de agua, y la tensión con que suene el timbre de la puerta y ambas cosas son normales, por ello yo sólo me peso una vez al mes en la báscula de la farmacia, cuando voy a por el montón de medicamentos que me ofrece la SS. Me peso y solo tengo en cuenta los kilos y me olvido de los gramos, si tengo el mismo peso, es que no he engordado y si he subido de kilos, me pongo ligeramente a régimen,.para volver a mi peso normal, (de lo que me enteraré e al mes siguiente).

    Del aparato de la tensión, simplemente no utilizo y me toman la tensión en mis periódicas revisiones médicas. Yo no tengo nada en contra de los aparatos que indica Dans, salvo que informan al «paciente» si fuera como las cerraduras de PROSEGUR, que informaran telemáticamente a un centro y que este analizarlas señales y solo si realmente son peligrosas te llaman por teléfono, para que tomes medidas si lo utilizaría.

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