C-V2X y la seguridad en las carreteras

IMAGE: OpenAI's DALL·E, via ChatGPT

Un buen artículo en Ars Technica, «Bike brands start to adopt C-V2X to warn cyclists about cars«, incide en una tecnología sobre el que llevo tiempo escuchando cosas muy positivas, pero que no termino de ver implementada: C-V2X, o Connected Vehicle to Everything.

Básicamente, se trata de un chipset que opera en una parte del ancho de banda celular, y que permite que los vehículos con esta tecnología integrada (por ejemplo, en una bicicleta eléctrica o en un automóvil) puedan captar cualquier cosa que tenga uno de estos chipsets C-V2X, que transmiten su ubicación a un ritmo de 10 veces por segundo.

Mediante este sistema de ubicación de precisión, se puede advertir al conductor de la presencia de un ciclista en la carretera incluso aunque esté más allá de su línea de visión, y en caso de emergencia, se podría evitar una colisión sin necesidad de depender de los reflejos del conductor o de que las cámaras del vehículo capten adecuadamente al ciclista, gracias a la activación de unos sistemas avanzados de frenado de emergencia que serán estándar en todos los vehículos nuevos en los Estados Unidos a partir de 2029 y en la Unión Europea a partir de mayo de 2024.

La tecnología no utiliza la red celular – algo que podría ser un problema debido a la posible latencia de las conexiones con las torres o si estamos en una zona sin cobertura – sino que utiliza únicamente una parte de su ancho de banda para permitir la comunicación directa entre objetos equipados con ese chipset o de vehículo a vehículo. De hecho, además de equiparse en vehículos, bicicletas, etc., se pueden utilizar, por ejemplo, para alertar de la presencia de trabajadores en la carretera llevando a cabo una obra, de servicios de emergencia actuando en un accidente, etc.

Considerando el reciente crecimiento de las estadísticas de accidentes con ciclistas, parece una cuestión que sería francamente recomendable apoyar. La cuestión, como siempre, es ver quién adopta la tecnología primero: los fabricantes de automóviles deben integrarla, pero también los fabricantes de bicicletas, que pueden además planteársela como una forma más eficiente de protección antirrobo, y potencialmente, los ayuntamientos o los ministerios encargados de la seguridad en las carreteras, la rehabilitación, etc.

Y obviamente, nunca será perfecto ni protegerá a todos, porque no todos los vehículos contarían con ello, sino únicamente los fabricados a partir de una fecha determinada o los que voluntariamente decidiesen integrarlo. Pero no cabe duda de que, en un entorno en el que las ayudas a la conducción van progresivamente evolucionando hacia una conducción semiautónoma o autónoma, la comunicación directa entre vehículos tiene cada vez más sentido, porque contrariamente a lo que afirmaban algunos al comienzo de la evolución de la conducción autónoma («eso solo funcionará cuando la totalidad de los vehículos sean autónomos»), todo integrante del tráfico que adquiere la capacidad, mejora la seguridad del sistema en su conjunto.


This article is also available in English on my Medium page, «Why road users need to make the right connections«

5 comentarios

  • #001
    Gorki - 11 mayo 2024 - 17:50

    Si es un aparato pequeño relativamente barato, como para poder obligar tenerlo, como pueden ser las triangulos de emergencia, con dar una orden, para la siguiente revisión de la ITV se podria conseguir que todos los vehículos a motor lo tuvieran instalados en un par de años. Otro problema son las bicicletas, patinetes y demás vehículos ultraligeros y por supuesto los trabajadores en la carretera llevando a cabo una obra, de servicios de emergencia actuando en un accidente, etc. se supone que habría normas de seguridad en el trabajo que obligara a sus uso.

    Lo que no tengo muy claro, es como el aparto sabe diferencias el aparato similar situado en tu dirección de marcha, dsl situado en el carril de dirección contraria, o parado al borde de tu carril, porque si no, vamos a tener que conducir bajo una sinfonía de pitidos sin sentido y nada cuento si tiene la capacidad de activar los frenos de emergencia.

  • #002
    Marcos - 11 mayo 2024 - 18:29

    Sumando este artículo con el anterior de ayer…, quizás primero habría que preocuparse por noticias como el frenazo que Mercedes Benz parece haber echado al motor eléctrico en favor de combustión.

  • #003
    Lua - 11 mayo 2024 - 18:45

    Por si a alguien le interesa este tema y quiere profundizar…

    TECNOLOGÍAS C-V2X Y DSRC PARA EL VEHÍCULO CONECTADO EN REDES DE NUEVA GENERACIÓN

    Gorki, respuesta a tu pregunta en la pagina 27 :P

  • #004
    UMANO - 12 mayo 2024 - 10:25

    Si se invierten los números actuales de presencia de VE en la flota de automóviles, habrá que ver cual es mejor solución, implementar avisos sonoros de proximidad, o p.e.j. simular que el VE tenga un cierto nivel sonoro al aproximarse a una bicicleta o peatón.

    El problema de la primera opción es que tecnologías como C-V2X, no son fácilmente aplicables a viandantes, y el código les indica que deben andar por el tramo de la izquierda, sería una opción a analizar si se podría ampliar al caso de los ciclistas. Si es bueno para un peatón… ¿lo sería para el ciclista que ve venir de frente al vehículo que pasa más cerca?

    Pensar en abstracto sobre el problema, no la solución, e imaginar otras opciones puede ser bueno (pensamiento lateral). A veces las ideas más sencillas y obvias, son las que triunfan. Hacer un ejercicio mental complicado, desarrollar una tecnología que es «to Everyting2 pero no «to Everybody», merece un periodo de reflexión, que no parece una solución urbi e orbi

    • Enrique Dans - 12 mayo 2024 - 12:29

      De verdad que, por mucho que diga la gente o las autoridades, los coches eléctricos no son tan silenciosos. Las ruedas hacen ruido, el motor, aunque poco, hace ruido, y eso de que atropellan a los pobres ciegos o que los peatones no se enteran de que vienen es una estupidez. No he visto ninguna estadística de implicación de vehículos eléctricos en atropellos que sea mínimamente concluyente. Camino por Majadahonda constantemente, tengo un coche eléctrico, y sé perfectamente como suena. Y definitivamente, no es ese monstruo sigiloso que atropella a traición a todo el mundo.

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