Cuando pensamos en agricultura, el primer componente de la palabra, agro, tiende a adquirir todo el protagonismo: el escenario en el que se desarrolla la actividad es complejo, irregular, sujeto a la dureza de las condiciones climáticas, y variable, extremadamente variable: un campo de cultivo es un entorno duro y difícil para casi cualquier cosa.
Sin embargo, el desarrollo cada vez más pujante de la agricultura de precisión, la sensorización del campo y el cambio de perfil del agricultor están dando lugar al desarrollo de un buen número de compañías que ven en la automatización del campo una gran oportunidad. En España, por ejemplo, el perfil del agricultor está entre los 62 y los 65 años y suele tener enormes dificultades para conseguir la mano de obra necesaria para las tareas del campo, lo que lleva, en primer lugar, a plantear el necesario cambio generacional, y a buscar soluciones para un tipo de trabajo que cuenta con un atractivo por lo general entendido como escaso.
Una empresa israelí, Bluewhite, acaba de levantar una ronda de financiación para uno de esos modelos RaaS, Robotics-as-a-Service, en el que propone equipar cualquier tractor con el equipamiento necesario para convertirlo en completamente autónomo, y capaz de llevar a cabo una amplia cantidad de tareas agrícolas, un mercado que se prevé alcance los 11,500 millones de dólares en el año 2030. Mientras otras compañías proponen directamente el desarrollo de tractores autónomos, Bluewhite pretende acoplar sus kits sobre cualquier tractor y poder dotarlo de autonomía, lo cual, dada la vida media del equipamiento agrícola, ofrece un notable versatilidad.
Otras compañías, como Farm-ng y otras, proponen el desarrollo de robots modulares planteados para determinadas tareas, como el fumigado con herbicidas, con el uso de algoritmos visuales capaces de reconocer las malas hierbas y aplicar el tratamiento correspondiente de manera localizada, algo nada trivial cuando hablamos de grandes extensiones de terreno con usos mixtos, como en el caso de los cultivos hortícolas.
En otro ámbito, pero relacionado, están compañías como Mineral, recientemente graduada de la incubadora de Alphabet, que se dedican a obtener y tratar los datos de campo necesarios para hacer la agricultura mucho más científica, eficiente y sostenible, reforzando la idea de que la revolución en agricultura va a venir cada vez más de la transformación digital y la mecanización de la actividad. Un entorno que seguramente no es en el que primero pensamos para ello, pero que parece estar convirtiéndose en uno de los que más tirón parecen tener para inversores y compañías.
¿Podríamos estar ante la transformación tecnológica que hiciese más atractivo el relevo generacional en una actividad como la agricultura?
This article is also available in English on my Medium page, «Could agriculture be the field where digital transformation enjoys the biggest growth?»
Evidentemente No, esa agricultura es carísima y de algo tienen que ver las grandes cadenas… con lo que ellos quieren ganar están fuera de mercado.
https://www.elsaltodiario.com/consumo/alimentos-facua-encarecen-un-875-ciento-del-campo-supermercado
Y no te preocupes de la edad del agricultor, el magreb está lleno de mano de obra joven.
Por no decir que, al paso que vamos, la agricultura será un sector en extinción en España y casi hasta en Europa. Para eso ya tenemos a Marruecos y otros que se pueden permitir usos agrícolas y productos químicos prohibidos en Europa pero autorizados en su importación…
Veremos esos robots agrícolas en Marruecos, Brasil o China antes que aquí.
Respecto a la última pregunta: mas bien ante lo que estamos es ante la transformación tecnologica que hará que todas las tierras de cultivo sean propiedad de grandes empresas o de fondos de inversión.
Conocí la agricultura -de la que hasta entonces no tenía ni pajolera- al principio de mi carrera funcionarial, hablamos de hace 35 años. Ha llovido mucho desde entonces y, encima, mi perspectiva era básicamente la agricultura catalana, que no es igual, para nada, que la de otras regiones de España (que, a su vez, tampoco son muy similares entre sí) y, por tanto, es difícil basar en tan lejana experiencia una opinión solvente sobre la situación actual. Sí, sé -y lo sé positivamente- que el problema que ya entonces era grave, el abandono de la actividad agraria, es hoy crítico. Recuerdo que teníamos una imagen gráfica sobre el tema, que era la de un agricultor barriendo cansinamente el suelo de unas instalaciones edificadas sobre lo que antes habían sido sus campos vendidos a una multinacional.
Por aquel entonces las políticas agrarias (catalanas, insisto) consistían en fomentar la diversificación de la actividad agraria (estaba naciendo el agroturismo como especialidad ya tendente a lo masivo, a lo que es hoy), en poner al alcance de los máximos ejes rurales posibles las escuelas de capacitación agraria, en el fomento de la contabilidad agraria, y el uso de una informática entonces incipiente.
Más allá del triunfalismo político de las memorias departamentales, mucho me temo que, a pesar del entusiasmo -de auténtico entusiasmo- de funcionarios jóvenes, procedentes del mundo agrario muchos de ellos, ingenieros agrícolas, agrónomos, forestales, etc. dentro de una administración joven en la que había muchísima ilusión, los resultados fueron, digamos siendo benevolentes, muy limitados, pese a algunos éxitos puntuales.
¡Pues claro que el agro quedará en manos de compañías! Ese agricultor al que se refiere Enrique, de 60 o 65 años, cuyos hijos han emigrado a las ciudades como alma que lleva el diablo ¿qué va a hacer cuando decida jubilarse? Vender sus tierras a quien se las compre. ¿Y quién se las va a comprar? ¿El vecino de sus mismos 65 tacos? No. Y las venderá baratas, porque nadie más se las querrá comprar, y él irá tirando alegre o tristemente con su pensión y eventuales arañazos a ese colchoncito que le ha dejado la venta del terruño.
Y eso yendo bien las cosas. Canto en los dientes si van así.
Por lo que yo se, la tecnología esta entrando con fuerza en la agricultura en general. Se que hay varios viñedos en Rueda que se riegan por goteo automáticamente, en función de la insolación que han recibido y por supuesto el proceso de fermentación y crianza del vino hace actualmente en su totalidad en depósitos de acero inoxidable con temperatura controlada.
Curiosamente el vino vende tradición. Suele fardar poner en la etiqueta «bodegueros desde 1838», pero la realidad es que la tecnología que utilizan en todo el proceso no tiene mas de 20 año,
Y si ya hablamos de la agricultura de invernaderos, (recuerdo que los de Huelva y Almería, son los que producen la mayoría de loas verduras que comemos y exportamos), ni te cuento, el agua está, no solo dosificada en volumen, sino que lleva disuelta componentes minerales que precisan cada planta en cada momento de su desarrollo. Y hay empresas que crían abejorros, para cuando hay que polinizar los invernaderos soltarlos dentro del invernadero. Igual ocurre con la hidroponía, otro campo en crecimiento y por supuesto en la ganadería.
Así se explica que cada año se labren menos hectáreas, pero sigamos produciendo mas alimentos. Según la prensa «España pierde más de medio millón de hectáreas de cultivo en diez años» y vaticino que cuando se retire una generación de agricultores que hoy tiene 60 años, este proceso se va a acelerar. En poco años la agricultura estará concentrada en grandes sociedades anónimas muy tecnificadas.·
Claro, como todo esto también tiene su cara B.
Por cierto, la inmensa mayoría de las bodegas de Rueda no son de familias de Rueda, (aunque aun hay algunas), sino de inversores de otros sitios, es dificil saber quien esta realmente detrás de los fondos de inversión.
La ultima vez que pasé por Rueda hace una pila de años ,envejecían el vino en miles de garrafones ,como de veinte litros ,de cristal transparentes en grandes explanadas al sol.
Nunca he vuelto a ver ese método ¿se sigue usando?
Eso lo hacian mas en la cooperativa de La Srca, de la que fui socio, son lo que allí llaman las soleras. Envejecer el vino con ayuda del sol en garrafas sin la envoltura exterior.
Hoy no lo verás, porque producía un vino tipo oloroso, para tomar con tapas de queso o jamón y ya, (casi), nadie consume vino así.
Se consume vino en la mesa, y par eso se precisa vino de poco grado y muy afrutado. Nosotros aun tenemos de ese vino algunas botellas y lo utilizamos en guisos y en la sopa de ajo. Hay que adaptarse a las modas.
Ley leí el artículo esta mañana pero no me había fijado, ¿Lo de las fotos son grelos, verdad.…?
Creo que la única transformación digital que va a sufrir el campo español va a consistir en cambiar los cultivos por placas solares. De hecho, ya se está produciendo para horror de muchos que ven cómo se arrancan frutales para sembrar placas.
Los campesinos «plantan» lo que creen que va a producir mas,
Opino que las placas solares, como todo, tiene problemas, pero desde el punto de vista ecológico, es mas ecológico poner placas y «liberar» el suelo para las plantas y animales autóctonos que quieran proliferar ahí, que empeñarse en cultivar una finca, donde solo crezca una única especie, digamos las ciruelos, erradicando con el arado y herbicidas cualquier otra forma de vida animal o vegetal diferente.
Como agricultor que soy y después de haber leído todos los comentarios hasta la fecha de este que escribo, parece que todos sabemos lo que hay en España. El pequeño y mediano agricultor, está muerto técnicamente, aunque no lo quiera reconocer. El campo a pequeña escala no es rentable en España, o al menos, aquí en el sur de Córdoba.
Cultivo vid y olivar. Aquí, en la zona Montilla-Moriles seguimos haciendo ese vino Oloroso que no está de moda, también Amontillado y Fino. Hace unos meses que estuve en la UCO y me enteré que ya no se regala para navidad el típico estuche con botellas de vino porque hay un estudio por ahí que dice que puede producir cáncer. Mil gracias por esa inestimable ayuda a los viticultores.
A pesar de que el Aceite de Oliva esté por encima de los 10€ el litro actualmente y de que mi cooperativa forme parte del mayor grupo cooperativo de España y del mundo Dcoop, la liquidación de la campaña pasada ha correspondido a 6€ el kilo de aceite para el agricultor. Se habla mucho del precio kilo de aceituna, pero no es lo mismo un kilo de aceituna con 20 grados, que con 15. A mayor grado, más aceite. Decir que 1 litro de aceite no pesa un kilo, más margen aún.
Respondiendo a tu pregunta Enrique, lo veo muy difícil. Si yo me dedico a la agricultura no es por que sea rentable, NO LO ES. Toda evolución que se incorpore tendrá un coste que será imposible de asumir porque no hay colchón de dónde sacar. Yo lo tengo más o menos asumido. El futuro de la agricultura pasa por las grandes corporaciones que tienen margen para reducir costes por la alta mecanización. Las pequeñas parcelas serán solamente parte de un decorado, nada que ver con la realidad.