Mi columna de esta semana en Invertia se titula «Móviles, colegios… y la atrevida ignorancia» (pdf), y vuelve al tema de la prohibición de los smartphones en los centros educativos, a la luz de un estudio encargado por el propio medio a SocioMétrica que concluye que la medida genera una aprobación de nada menos que el 85% entre la población española.
Cuando una medida genera un acuerdo semejante, los que planteamos planes alternativos sabemos que caemos, de manera inmediata, en la más total impopularidad. El que el 85% de los españoles quiera prohibir los smartphones en los colegios es algo que evoca turbas con antorchas dispuestos a apedrear a todo aquel que les lleve la contraria… aunque no tengan razón. De hecho, lo que prueba ese nivel de consenso es que las razones son lo de menos: simplemente, la decisión está tomada, y todo político que se precie intentará abanderar ese movimiento y ponerse la medalla de haber sido «el que prohibió los móviles en los colegios».
A pesar de ello, no me cansaré de decirlo: ES UN TREMENDO ERROR, que solo conseguirá dar lugar a una generación de ignorantes susceptibles de ser manipulados, timados y engañados, además de ser menos competitivos que los jóvenes de otros países que no tomen ese tipo de decisión radical.
Solo usando las herramientas se aprende a usarlas. No haber introducido el smartphone como herramienta en los procesos educativos ya nos ha costado que varias generaciones de jóvenes crean ser «unos genios de la tecnología» cuando, por lo general, no tienen ni la más mínima noción ni de utilizar ninguna herramienta más allá de las tres que usan habitualmente, ni tampoco de ciberseguridad, de seguridad semántica (desinformación), ni de contraste de fuentes, ni de nada. No enseñarles solo ha servido para que, en primer lugar, se conviertan en adictos a una herramienta que no controlan, sino que les controla a ellos (siguiendo el clásico «si no programas, serás programado«, de Douglas Rushkoff), y en segundo, sean susceptibles de todo tipo de campañas de desinformación por informarse precisamente en las aplicaciones que son su medio natural.
Es un error tremendo, porque las cosas no mejoran con las prohibiciones, ni aislando artificialmente los entornos educativos del resto de la sociedad. Lo que la mayoría de la sociedad está haciendo es confundir la peligrosidad de un dispositivo – que existe, porque en muchos sentidos está desarrollado por empresas completamente irresponsables para generar adicción – con la supuesta necesidad de construir un muro a su alrededor, de privar de su acceso a los jóvenes. Y eso es una barbaridad. Porque si se hace, lo que se consigue es que ese acceso se dé de manera incontrolada, carente de criterio y sin ningún tipo de protección. No defiendo – en absoluto – a las compañías tecnológicas, ni a los fabricantes de dispositivos, ni a nadie más que a los jóvenes. No me paga nadie para que se vendan más dispositivos, ni para que se use más esta o aquella app. Simplemente, defiendo que los smartphones son una herramienta que va a estar en la vida de los jóvenes (y en la de todos nosotros) y que, por tanto, es FUNDAMENTAL aprender a utilizarlos adecuadamente. La educación nos protege, la prohibición nos desprotege.
Si un dispositivo es potencialmente nocivo, pero va a ser algo que vamos a utilizar durante toda nuestra vida, lo que hay que hacer no es prohibirlo a los jóvenes, sino precisamente lo contrario: educar en su uso. Enseñar a los jóvenes a controlarlo, a entender los mecanismos que fomentan su adicción, las estrategias en las que las compañías los convierten en esclavos o consiguen sus datos personales, la forma de buscar información de manera eficiente, o las herramientas con las que pueden contrastar fuentes. Básicamente, educar en el uso de una herramienta que, por mucho que la prohibamos, no va a desaparecer – y por tanto, lo único que logramos prohibiéndola es esconder el problema y trasladarlo a más adelante, a cuando creemos que ya no es nuestra responsabilidad.
Es. Un. Error. Hoy precisamente he tenido la oportunidad de comentarlo con alumnos y profesores en un Instituto de Secundaria: prohibir no arregla nada, y sí estropea muchas cosas. Y seguiré diciéndolo, aunque con ello lleve la contraria a todo el resto de la población. Si el resto de la población no tiene ni maldita idea de lo que dice ni de lo que quiere, es su problema.
This article is also available in English on my Medium page, «Why do we refuse to embrace the potential of smartphones?»
Juas, a mí me parece que los padres tienen la culpa. Si ese 85% tuviera los huevos de hacerlo ellos mismos, otro gallo cantaría. Ahora se escudarán todos los padres en «la ley» para que desde arriba digan lo ellos no se han atrevido a hacer en década y media.
De todas maneras, la frase solo conseguirá dar lugar a una generación de ignorantes susceptibles de ser manipulados, timados y engañados, además de ser menos competitivos me da la impresión que ya aplica al 85% de los jóvenes de hoy en día, con y sin móvil.
La ignorancia no es consecuencia del móvil, el móvil es la consecuencia de esa ignorancia. Esta gente jamás habrá leído los clásicos: El arte de la guerra de Sun Tzu, 1984, Rebelión en la Granja ni nada parecido.
Luego los libertarios como yo nos extrañamos del excesivo paternalismo del estado… pero es que el 85% de la gente lo pide a gritos.
Y sí, prohibirlo es tan terrible como dejarlo al criterio de mentes no plenamente desarrolladas como es la mente adolescente. Por eso no votan… ni conducen… ni puede comprar bebida.
En fin, tenemos lo que nos merecemos.
La libertad sin disciplina es caos. La disciplina sin libertad es tiranía.
Y siempre parece que vamos de un extremo a otro sin jamás usar el centro
¡Claro que es lo que hemos conseguido, porque aunque les hayamos dejado tener móviles, hemos renunciado a educarlos en su uso, a integrarlos como herramientas en su educación! Y ahora, con la prohibición, va a ser todavía peor…
con la prohibición, va a ser todavía peor
No lo creo, en la práctica ya están prohibidos en prácticamente todos los centros de enseñanza obligatoria, de hecho ya hay normas autonómicas que contemplan esta prohibición, permitiendo salvedades a discreción del profesor. Y donde no las hay, el centro e inlcuso el profesor tienen la potestad de prohibirlos y de hecho eso es lo que hacen la inmensa mayoría de ellos.
Así que esta normativa solo es una campaña de imagen del ministerio, que ha identificado que es algo con apoyo muy mayoritario y quiere subirse a la ola.
Lo de menos en esta cuestión es la norma, porque con ella o sin ella, la formación en el uso de la tecnología que recibirían los alumnos sería la misma: escasa y mala.
El Inglaterra metiendo programación como asignatura…. y nosotros como siempre, al rebufo de lo que haga Francia.
Llego súper mega tarde a este debate, pero Enrique, ya lo he dicho en muchas ocasiones en tu blog.
No se ha renunciado a la educación de su uso; es una falacia al nivel de “los nativos digitales” y me sorprende que caigas en un error tan mayúsculo.
El problema no son “los móviles”, porque a fin de cuentas, son navajas suizas digitales. Así que quizás el problema real sean los contenidos y las Apps que en esa navaja se pueden usar.
Que sí Enrique, que ya sé que has hablado en docenas de veces en este blog tuyo, del evidente problema que suponen los filtros parentales y herramientas similares y hasta estoy de acuerdo. Sin embargo y como he dicho al inicio (que ya he dicho muchas veces), el problema es que realmente no hay nadie que haya renunciado a la educación de estos dispositivos como tal.
Si mañana sale el nuevo TikTok o un sistema de comunicación revolucionario que supusiera la revolución que supuso las redes sociales… ¿habría un margen para el estudio y aprendizaje de la misma para poder educar a los que vienen por detrás?
La respuesta es que absolutamente, no.
Por lo tanto, es una carrera donde hay una zanahoria que no se consigue alcanzar, al menos para muchas personas. Dile a una madre o padre medio que a ver qué ha hecho mal en su casa para poder haber evitado que su hijo y grupo de amigos de unos 13 años, recopile fotos de su hermana y el resto de amigas del instituto, las editen mediante herramientas de inteligencia artificial, las desnuden digitalmente, las compilen por paquetes y las vendan en el instituto o barrio por paquetes a diversos precios.
El problema aquí no es el desistimiento de unos padres o tutores a conocer las herramientas que están al alcance de sus hijos, el problema es la velocidad de acceso. Esta tecnología llega a todos a la vez y de manera absolutamente democrática. Da igual si tienes 23 años, 45, 57 ó 14. No hay un tiempo de estudio. Sale, hace su daño y es observado en tiempo real. Cuando el daño ya está hecho es cuando se decide empezar a usar un método didáctico por gente que quizás ya tenga una edad, pero… que se pueda ver en dificultad de decirle a alguien 20 años más joven que no, que no use esa tecnología.
Y sí; que no use esa tecnología. Conozco un caso concreto, por ejemplo, en el que una cría de 12 años recién cumplidos espera al enero de 2025 para acceder ya con sus 13 años a redes sociales, porque así lo marca la ley (como le han indicado sus padres).
El problema está en que en este momento está muy lejos de usar de manera responsable esas herramientas o sufrirlas; todos sabemos el daño de los dislikes, comentarios poco amables, etc… y el peligro del onanismo digital.
Entiendo que para ello hay que saber educar correctamente en la vida no digital para cuando se asome uno a la digital, pero como digo, el problema empieza cuando toda la sabiduría de la experiencia de una no vale en absoluto en la otra.
Genial, esperaba una publicación cómo esta, la verdad. Tengo a mis hijos con móviles desde temprana edad (muy temprana), y realmente creo que les he enseñado a dominarlas, utilizarlas, verificar la información, etc. etc.
Hoy, veo cómo sobresalen en el dominio de la información en comparación con compañeros. Creo que les he educado para que dominen y no sean dominados. Y les hago tomar conciencia sobre ello y cómo les he educado.
Muy buena tu publicación, es para darle difusión. Gracias !
Hay una diferencia enorme entre utilizar una herramienta y entenderla. Cualquier analfabeto usa un «teléfono inteligente».
Los niños tienen la necesidad de aprender a usar el cerebro antes que los dedos.
Si además, podemos observar como se utilizan las redes sociales para difundir todo tipo de mensajes distorsionados y tácticas de manipulación, criptomonedas, mensajes políticos, crematomanía, y conductas antisociales, lo último que debe usar un niño es una conexión a internet sin ninguna tutela.
Ni es necesario usar un teléfono móvil para aprender tecnología, ni las bases de la programación te dotan de ninguna habilidad sobre la tecnología que te pueda ser útil dentro de 20 años.
Precisamente, forzar a usar un dispositivo, ya sea una televisión o un smartphone, crea más carencias de autonomía y desenvolvimiento social que habilidades tecnológicas.
Ser un usuario de un tractor no te convierte en ingeniero agrícola. Ni te da ningún control.
¿Alguien tiene la sensación de que cualquier experto ha aprendido lo que sabe de tecnología o programación y algoritmos sin leer libros en papel?
¿Crees que te vas a convertir en ingeniero o CEO de una empresa viendo videos en Youtube?
¿De qué sirve saber usar un video VHS?
–
Tengo que decir una cosa, que es llamativa y real, me estoy encontrando a personas de la «Generación Z» que ni siquiera saben usar una calculadora para realizar operaciones aritméticas básicas.
No saben cómo funcionan las operaciones básicas en una calculadora, porque están acostumbrados a buscar el resultado en Google.
O preguntarlo en Whatsapp.
De cálculo abstracto o ecuaciones diferenciales o «mirada matemática» ya, ni hablamos.
Lo de las relaciones personales con una educación, es multigeneracional.
–
Tal vez, Enrique debería contarnos su experiencia personal en la escuela. Para entender sus motivaciones.
¿Por qué necesitamos el móvil?
¿Sabes tu utilizar el ábaco?.- Yo, no
https://youtu.be/9iBuEG0SS6U
Sé usarlo desde niño. Y también un Quipu. Es una competencia digital básica, para entender conceptos como la base numérica en el cómputo binario. Y los «huesos de Napier».
O como funcionan las tarjetas de crédito o el blockchain, si lo traemos a algo más tangible.
Las operaciones de una calculadora son algo más actual y al alcance de cualquiera con una caja registradora.
Algunos no tenemos tierras y estudiamos, por impopular que parezca.
–
Me encantan esos videos de niños generación Alfa o Beta y que les dan un casette y un walkman… y ni las habilidades básicas de hacer un puzzle, vaya
Busca en Youtube los videos de «SuperGeografia» que ya he puesto por aqui en ocasiones… y veras a la «generacion que usa los moviles», hacer alardes de conocimientos… coje un aperitivo (y quizas una tila) y disfruta…
Y no, no tiene nada que ver con que «nadie» les haya enseñado asi o asa…
Jajajajaja, son demasiado. Siempre hay que ir a los médicos más viejos, que ya tengan recorrido.
O a ChatGPT, que sabe más que éstos seguro
Entonces…. estas de acuerdo en que la generacion «movil»… XDDDD
ps.- me he pasado horas viendolos y avergonzandome del Homo Sapiens… XDDD
Una calculadora es como un teclado, no como un puzzle. Si no conoces las operaciones aritméticas básicas, es como no saber escribir una frase o una palabra en la pizarra.
Es una muestra de que utilizar un teléfono móvil no te capacita para realizar ninguna tarea intelectual.
Es pasar del pensamiento simbólico, al pinta y colorea tu saldo bancario, o los mensajes voz.
–
>>>»Ni es necesario usar un teléfono móvil para aprender tecnología, ni las bases de la programación te dotan de ninguna habilidad sobre la tecnología que te pueda ser útil dentro de 20 años.»
Los de mi generacion (que es exactamente la misma de eDans) no hemos necesitado moviles para llegar donde hemos llegado… y de haberlos tenido, tampoco creo que hubieramos ido mucho mas alla… (mas facil si).
Voy a emplear otro ejemplo aún más claro. la base del razonamiento de Enrique Dans sobre los móviles, el fundamento teórico y didáctico, es el mismo que usa la NRA para promover el uso de las armas entre los niños o en los centros escolares.
Las armas van a estar ahí afuera y, para protegerse, es mejor saber usarlas y defenderse en los tiroteos de los colegios.
No hay más.
No podemos seguir subiendo en la pirámide conceptual, discursiva y pedagógica del uso de teléfonos móviles en la escuela.
¿Fomenta el pensamiento abstracto? No. Las operaciones formales. No. El pensamiento lógico o simbólico. No La capacidad de elaborar un sentido crítico. No. ¿A pilotar una minimoto? No.
¿Sabes lo que te ayuda a ser un buen programador, ingeniero o diseñador y una persona formada y atenta?
Faulkner.
–
Faulkner. Ya lo decían en «Amanece que no es poco»
“Y ahora, para rematar, me dicen estos amigos que ha escrito usted ‘Luz de agosto’, la novela de Faulkner, ¡de William Faulkner! y ¿no podía usted haber plagiado a otro? ¿es que no sabe que en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner?».
¿Y tú que crees que leía José Luis Cuerda?
En paz descansemos todos los que no estamos criando berzas.
–
La educación del móvil más básica empieza con la lección 1.
Y el tema es «Aquí si, Aqui no».
Y cuando vas a un centro es un «aqui no».
Así que la lección 1, es muy práctica, por descubrimiento natural. Aqui no.
Seguro que atienden mejor y no salen más tontos que los que van hasta cagar con el móvil.
Enrique, para los que estamos en esa tesitura con los hijos.
En tu opinión ¿a qué edad consideras que se puede comenzar con el uso del móvil, y qué significa para ti un buen uso?
¿Qué habría que enseñarles?
Me vale que me remitas a un enlace con el que estés de acuerdo para que no pierdas el tiempo extendiéndote.
Muchas de las cosas que estáis(estamos) dando por supuestas… son necesariamente achacables solo al uso del móvil ??
Igual que no veo la correlación de Enrique, (si el niño no usa el móvil van a ser lerdos tecnológicos)
Que no sepan usar una calculadora, escribir, etc, ¿realmente el culpable es el móvil?
porque si resulta que se prohiben en clase, y luego fuera no lo sueltan, o no estudian, estamos en las mismas… igual lo que hace falta es «el tío de la vara» para enderezar al holgazán (metafóricamente hablando)… venga vamos a ser modernos, motivarles, usar la gamificación, y demás sucedáneos…
O a la antigua… «la letra con sangre entra»… XDDD
La cultura del esfuerzo….
A veces, hablando con gente, y contandoles que uno de mis entretenimientos, fueron dos enciclopedias (una Sopena de 4 tomos y un Monitor de Salvat de 12) que tenian mis padres, no llegan a entender que me hicieran tanta ilusion (era muy muy joven, y de aquellas solo miraba las ilustraciones, lo reconozco, 5/6 añitos)
Lo que nunca ha alcanzado nadie a entender, es que tener las enciclopedias no me hacian mejor que al resto. Leermelas cada dia como hobbie, si. Que le voy a hacer, a mi lo de patear una pelota no me llamaba la atencion.
Era la diferencia de entregar un «trabajo de clase» de una pagina (el resto), o de 12 (si, era y soy, un poco repelente).
Yo me leía el Pueblo de arriba abajo y la Espasa(el diccionario)…
Cuando iba a casa de una vecina, los libros que tenía de adorno, de las mil y una noches,… ahora con los años creo que la mujer sufría ya que creo que era el único que se los pedía, y a ver si el niño va a joder el adorno
PS: la Espasa, la grande, la tenía un tío muyy lejano que tenía la grandota (creo que era de la obra), y alguna vez me dedicaba a quitar el plástico a alguna para ojearlo… otro que vivía para el adorno y figurar
Igual que ocurre con lo del certificado para prohibir el acceso a menores a la pornografía. ¿Qué tal si en lugar de prohibir educamos?
Claro que, luego dirán algunos que educar es adoctrinar -excepto si se trata de valores religiosos-.
Ahí está. ¿Si les enseñas a utilizarlos y a no tragarse los bulos cuánto tardaran ciertos partidos y sus fieles en hablar de adoctrinamiento?
Como presidente de CONFAPA Galicia, confederación de ANPAS de centros públicos, se nos ha mirado como auténticos terroristas por defender la postura que comenta @enriquedans. Un completo sinsentido y la prueba de la abdicación de la educación pública de sus obligaciones, mucho más cuanto la competencia digital es una competencia básica y troncal en el currículo educativo. Eso si, sin materia específica.
La administración se escuda en que es responsabilidad de los padres. Como si los padres tuvieran que saber matemáticas, historia del arte, filosofía o biología. Precisamente para eso creamos un sistema educativo. Para proporcionar los conocimientos que las familias no podemos aportar, de forma estructurada. Pero en vez de crear contenidos específicos para esa competencia, lo que hace la administración es trasladar esa responsabilidad a las familias.
Estoy seguro que pagaremos caro esta irresponsabilidad.
Me vas a perdonar porque te va a sentar mal mi comentario, estoy seguro. Que le vamos a hacer…
La responsabilidad de la escuela es «enseñar» las materias que en el futuro servirán y prepararán a los alumnos (conocimiento). Indiferentemente de la tecnología empleada.
La de las familias, es “educar” en todas sus facetas (que es bueno, que no, poner limites, etc). Tener hijos y esperar que otros “les eduquen…” o dicho de otra forma, esperar que los otros hagan el trabajo por ti… para eso ten un gato.
Los hijos son una responsabilidad de quien les ha parido. La educación les corresponde a ellos. La enseñanza, a la escuela/academia.
Que los hijos deben tener conocimientos en materias digitales, y mas hoy día, es innegable. Sea en su “buen” uso, como herramienta de trabajo, o como perfeccionamiento. Tarde o temprano, se enfrentarán o bien en el mundo universitario o bien en el laboral y mas vale que estén preparados.
Pero de lo que se esta hablando y no solo en este país (Francia, Finlandia, Suecia, etc) es que los chavales, no están usando esa tecnología para ese fin, sino que les esta sirviendo para evadirse y para su ocio (en horas lectivas, insisto), y eso es contraproducente para ellos.
Los padres tienen su parte de labor en ello, y deben enseñar a sus hijos, que una “herramienta”, no debe usarse únicamente para tiktoks. (de hecho, deberían educarles para no usar tiktoks y similares, a menos que no quieran futuros gilipollas) de la misma manera que en nuestros tiempos, nos enseñaban que lo de usar el tubito del boli para tirar granos de arroz, nos costaba reprimenda o colleja.
Estoy de acuerdo contigo es mas. Los padres, (hoy trabajan mucho los dos,). esperan que la escuela eduque a los hijos, y la escuela opina. que ellos enseñan, que la educación es cosa que deben aprender en casa.
Basta ver comer a mis hijos, ahora de 40 años, para ver que la educación que recibieron fue deficiente. Ni les enseñamos en casa, ni les enseñaron en el comedor del colegio.
Consecuencia los unos por los otros y la casa sin barrer,
Por curiosidad busque en Google y ¡Oh! sorpresa, el ministerio se llama «Ministerio de educación y formación profesional». En casa se educa y se enseña, por este orden y en el colegio se enseña y se educa, por este orden. Unos tendremos más responsabilidad que otros en esos aspectos pero ninguno podemos quitarnos de encima alguna de ellas. En cuanto al uso del móvil, como dicen más arriba ya está prohibido su uso actualmente en muchos centros de educación. Si es para darle un buen uso no debería estar prohibido pero si es para mal utilizarlo si debería estar prohibido.
Discúlpame, Rogelio, Soy una persona con una notable competencia digital en el sector privado y también versado en pedagogía.
Me puedes describir cuáles son las competencias digitales que adquiere un niño con el uso de un teléfono móvil.
Uso de Instagram, Tiktok, Whatsapp…
O es solo un concepto administrativo al que asignar una partida presupuestaria, calificándolo de formación troncal.
¿Con teléfonos de última generación?
La mayor parte de las plataformas educativas y la adquisición de buenas prácticas y conceptos digitales, no dependen de este tipo de dispositivos.
Más bien, al contrario, se crea una dependencia de una serie productos de consumo, y que fomentan el uso disfuncional de servicios digitales con graves problemas de seguridad, que exponen al menor a situaciones como el grooming sexting y ciberbullying. Y se normaliza ese uso por menores.
Precisamente lo contrario a lo que se debe enseñar. No participar en servicios digitales destinados a adultos. No utilizar Facebook, sino adquirir habilidades sociales y de relación saludables.
Las redes sociales no forman parte de la formación lectiva. Salvo para prevenir esos abusos. Y no se necesita un teléfono móvil para ello.
–
Si vamos a simplificar el argumento lo simplificamos al límite, como ha hecho la propia ley. El decreto de uso de móviles en Galicia lo limita en el aula incluso a mayores de edad en centros de FP y de ESO para adultos..
De un pedagogo espero algo más de profundidad en el análisis. Nadie dice que un niño tenga que tener un móvil con 10 años. Eso no es lo que se está diciendo. Pero que un alumno de 18 años de bachillerato que entra en la universidad no sepa como funciona internet, no conozca ninguna estrategia para crear contraseñas seguras y memorizarlas, no tenga ni idea de lo que es un certificado digital o ni entienda remotamente los peligros digitales no tiene ninguna excusa. Y eso es algo que las familias no pueden enseñar. Yo si, yo puedo. Igual que puedo enseñar ecuaciones diferenciales. Pero no puedo enseñar literatura.
A ver si dejamos de mirarnos el ombligo. Este tema es mucho más serio que el maniqueísmo de ¿Para qué quiere un niño un smartphone?
competencia digital != móviles
Mi primer ordenador, bueno, de mi padre pero que usaba yo, fue un IBM PS/2 50Z. Un 286 con procesador matemático. Con 16 años. Durante otros 36 años he tenido un ordenador delante de los ojos más horas al día de las que puedo contar. Y si algo tengo claro es que la única tecnología que todos vamos a usar los próximos años para acceder al mundo digital es el móvil. Muchas capas de población no van a necesitar un ordenador en su vida, pero van a necesitar al móvil para pagar el café, pedir cita en el médico, recibir las notificaciones de la administración o darse de alta en cualquier servicio público. Por ejemplo, el cheque cultural, que ningún crío de 18 años sabe usar a través del móvil.
Así que, por supuestísimo. Es más que evidente que competencia digital = móviles. Y luego, añade lo que quieras.
Es un tremendo error prohibir la herramienta a la que van a estar (quieran o no) obligados a usar en su futuro.
Es más: yo obligaría al alumnado a tener altas competencias en todas las plataformas móviles (Android con todas sus variantes, Lineage, iOS, …), a reinstalarlo, migrar datos, programación a nivel básico,… para tener un conocimiento profundo de una herramienta que van a tener que usar el resto de sus vidas.
Estoy de acuerdo con esto y añadiendo Windows y MacOS. Hay que enseña a utilizar una herramienta que se va a utilizar mucho en la vida real y luego en la propia escuela. Pero, porque siempre hay un pero:
– Debería ser una asignatura propia.
– Igual que el ordenador, debería ser un móvil de la escuela, no el móvil propio.
– Y debería suceder esto en los primeros años, antes de tener móvil/ordenador propio (y sé que esto es complicado cuando los padres idiotizan a sus niños con móviles desde que son capaces de sostenerlo).
– Fuera de esta asignatura el móvil prohibido hasta cuando el móvil forme parte ya de la formación.
Como veis planteo casi un cambio social en los usos y costumbres, así que muy difícil lo veo. Más difícil aún en este país en el que la educación se ha ido a la porra a base de denostar la adquisición de conocimientos en favor de adquirir aptitudes.
De acuerdo en todo… sobretodo en el tercer punto.
Cuando veo a padres, que para que el niño/a no de por culo cuando estan tomando algo en una terraza, o mas simple, para que coman en casa, les enchufan el movil delante, mal asunto… de esos barros estos lodos…
¿Por qué van a estar obligados a utilizar un móvil en el futuro? ¿Cómo lo sabes?
¿Cómo lo sé? es la tendencia que observo diariamente: todo gira en torno al móvil: haces gestiones bancarias con él, lo usas de autentificación de doble factor para una amplia variedad de servicios, tienes tu carné de conducir, te relacionas con la administración pública a través de él…
En mi caso personal -vivo en Luxemburgo-, sin teléfono ya no puedo ni hacer gestiones bancarias (ya que el banco me obliga a usar 2FA con una aplicación del estado), ni hacer ni entregar la declaración de impuestos, ni alquilar vehículos… y esto no va a ir nada más que en aumento.
Llegará el momento que no puedas salir ni a tirar la basura sin el teléfono o poniendo el caso más extremo que prefieras perder un dedo a perder el móvil.
¿Positivo?… ¿negativo? no lo sé, pero creo que hay que reflexionar sobre a donde nos vamos a dirigir como sociedad.
Aquí tienes otro candidato para acompañarte en la pira, Yo también opino que la medida de no dejar entrar en el colegio a los móviles, es tan errónea, como la que yo padecí de no enseñarnos sexualidad en clase, porque no estábamos suficientemente desarrollados para saber de ciertas cosas. Así que terminamos por aprenderlas de los compañeros, a los que se la habían enseñado otros compañeros.
Si van a tener móviles, los sábados y domingos que no hay clase, digo yo, que mejor debía ser enseñar los peligros y las virtudes que tiene el chisme que tiene entre las manos. Pero acepto que puedo estar equivocado.
Pero aprovecha Edans para aprender la lección. Si tienes la suerte de opinar con la mayoría, en temas como el coche eléctrico o las placas en el tejado , no te presentes tan talibán ,como se presentan los de el no al teléfono y por lo menos oye con respeto las opiniones contrarias.
No entiendo qué tiene que ver prohibir algo en un lugar con educar sobre ello en ese mismo lugar. Por ejemplo, puedes educar en la sexualidad en el colegio y prohibir tener relaciones sexuales en el colegio.
¿Quién ha pedido que los niños se conecten a Tic Toc en el colegio?. Lo que se solicita, es que enseñen sobre el móvil, algo parecido a lo que enseñan sobre sexualidad y que no oculten su existencia como A MI me ocultaron la existencia de la sexualidad.
Enrique, me parece que en este momento tienes un verdadero problema de comunicación que tú mismo has generado. En tu columna en Invertia, contrapones lo que por lo visto sería la opinión irracional de un 85% de personas contra la de un luminoso 15% entre quienes estarías tú. Y para que quede clara la gravedad del asunto haces mención, según parece, a las elecciones federales de Alemania de noviembre de 1932 que le dieron el primer lugar al Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores con el 33,09% de los votos (mucho menos de lo que piensa la mayoría de gente), hecho que desembocaría finalmente en la elección de Hitler como canciller en enero de 1933 (no como presidente, según dices, pues este era Paul von Hindenburg).
Y cuando me refiero a un problema de comunicación no solo me refiero a la lamentable contraposición que haces, como si el error que le atribuyes al 85% fuera de naturaleza colosal, sino al hecho de que con tu actitud desvirtúas tú mismo aquellos argumentos en los que sí podrías tener razón.
Tu columna debió haberse sencillamente titulado «Los teléfonos móviles actuales son en realidad potentes ordenadores de bolsillo» y seguro que en ese momento como mínimo la mitad de ese 85% se hubiera puesto a considerar más detenidamente tus argumentos. Es más, si al artículo de Invertia le pusieras el título que yo propongo y le borraras los tres primeros párrafos ya sería digno de discutirse. Pero en el título has caído en el clickbait y en el planteamiento inicial te has dejado llevar por la descalificación gratuita.
Dicho todo esto, quizá podrías preguntarme: Mauricio, ¿estás de acuerdo en que los chicos y chicas lleven al colegio sus potentes ordenadores de bolsillo? Pues en ese caso te diría que revisaras algunas de las cosas que ya he expresado anteriormente y agregaría, además, que siguiendo la línea de tu artículo actual no creo que sea práctico que en las escuelas se utilicen ni los potentes ordenadores de pulsera (smartwatches) ni los potentes ordenadores de bolsillo (smartphones), entre otras cosas por el reducido tamaño de su pantalla que invita más a lo incidental que a lo profundo y estructurado (lo que no quiere decir que no se haga referencia a estos y otros dispositivos en algún momento del proceso educativo). En cuanto al uso en los colegios de otros potentes ordenadores como las tablets con stylus o las laptops creo que, por el contrario, hay mucho margen para una discusión interesante.
Sé que dirás que todos los colegiales tienen un smartphone, pero que no todos tienen una tablet o una laptop. Esto puede tener sentido en situaciones de emergencia, como la enorme cantidad de niños latinoamericanos que durante la pandemia tuvieron que seguir las clases virtuales a través de un smartphone y no de una laptop, pero es claro que, por ejemplo, para buscar información de diferentes fuentes, contrastarla y escribir un ensayo para luego presentarlo en una exposición oral no son de ninguna manera los aparatos más adecuados, pues se trata de dispositivos pensados para un uso eventual. Un smartphone bien puede servir para un cuestionario en kahoot, consultar un diccionario, tomar un par de fotos, pero otros aparatos de mayor tamaño pueden hacer esto y mucho más como apoyo para el aprendizaje escolar. Esto no quita, sin embargo, que el uso de las tablets y laptops en el aula también pueda ser cuestionado. Conozco el proyecto Ceibal de Uruguay, pues se relacionaba con mi tesis de doctorado, y he visto en vivo y en directo lo bueno y lo malo que tiene una clase donde los aparatos electrónicos tienen una presencia permanente.
Más allá de lo anterior, la verdad es que deberías darle una buena revisión al concepto de habitus y en particular a libros como La distinción y La reproducción de Pierre Bourdieu. Muy probablemente, el hecho de que seas una persona analítica se deba más a cómo contribuyeron a modelar tu razonamiento los seguidores de la Ratio Studiorum que al uso o no que hayan hecho tus profesores de las mejores tecnologías de su época. Por otro lado, en el campo de las ciencias de la educación el tema que planteas se enmarca dentro de lo que los alemanes denominan Medienpädagogik y tus argumentos ganarían peso si tuvieras también un buen soporte conceptual dentro de dicha área.
Es curioso pero a veces pienso que Mauricio deberías abrir un blog con los temas aqui tratados, para poder leerlos con la claridad y profundidad que los expones. Se nota que un uso adecuado del móvil no ha nublado tu intelecto.
En cuanto a los porcentajes de uso, se puede pensar lo que cada uno quiera, pero hay algo que podemos llamar inteligencia colectiva, y cada vez que se utiliza de una manera honesta sus resultados son más fidelignos que un pensamiento único. Ejemplos:
a) https://elpais.com/actualidad/newsletter-kiko-llaneras/2024-01-08/hace-un-ano-hicimos-sesenta-predicciones-para-2023-acertamos.html
b) Los modelos de lenguaje. Sus predicciones a nuestros prompts tienen más fidelidad que muchas personas (ejemplo el que ponía LUA de supergeografía)
Si atendemos a estos argumentos (los tuyos y esta propuesta) el que insiste en el error no es el 85% sino ese 15%.
Y recordando otro artículo de Enrique, el de las adicciones, siempre va a ver un porcentaje de la población que cae gravemente en casos de ludopatía, alcoholismo, etc recuerdo que suele ser un 5%. En esta sociedad hasta lo evidente rara vez suma el 100% (ejemplo el cambio de término disminuido)
Si miramos las opiniones de los comentaristas esos porcentajes se aproximan a la realidad que nos cuenta Enrique. Pero curiosamente su argumentación suele ser el consabido «estoy de acuerdo», como si el ad-hominem aportara algo al 85%
Totalmente de acuerdo con usted.
Supongo que esas posturas tan intransigentes vienen asociadas a la edad -a mi también me pasa ¯\_(ツ)_/¯-, pero como alguna vez él mismo ha dicho: mi blog, mis reglas. En X -antes Twitter- ya estaríamos bloqueados ;-)
De ahí que cada vez veamos más artículos pontificadores y menos analíticos pero bueno, es su blog… Y es una pena porque yo aquí venía a aprender, de él y de sus lectores, que para discutir del sexo de los ángeles ya tengo otros sitios.
¿Podemos cambiar ‘smartphone’ por «cuchillo»?
¿Quien tiene que enseñar a usar un cuchillo? Muchos niños comen en el comedor escolar. ¿Pelarán la manzana? ¿O se lo hace el monitor? ¿O tienen que venir de casa aprendidos? (yo no sé pelar una naranja)
¿Tiene que estar el cuchillo romo o afilado? Si el cuchillo es romo hay más accidentes; pero … ¿y si el niño le clava a otro el cuchillo (o el tenedor, o el lápiz)?
IMHO: se tiene que utilizar cuchillo afilado y entre todos *enseñar* a usar lo que viene en un smartphone.
PD: también enseño a mis hijos donde, cuando y como pasar como peaton un semáforo en rojo.
No estoy de acuerdo, los móviles, simplemente por su diseño, no están hechos para el estudio profundo, ya que son especialmente malos para leer o escribir textos largos.
Para mi un móvil es una herramienta de conectividad, que te permite en un momento dado consultar información de forma rápida.
¿Hay que contar a los niños la dinámica perversa en la que se han instaurado fabricantes y desarrolladores? Evidentemente. Para eso, en primera instancia estarían los padres y luego, si llegamos a un acuerdo, se puede poner una asignatura de buenas prácticas de los teléfonos móviles. El resto del tiempo, directamente no se debería usar un móvil. Espero que nadie pretenda que los chavales se pongan a consultar la bibliografía de la asignatura de Historia en el móvil.
Y hasta ahí el protagonismo de los móviles. Por supuesto que hay que educar en tecnología, pero ¿en qué momento se han hecho equivalentes móviles y tecnología?
Todo depende de los costes/beneficios.
No dejar usar el móvil en chavales que no están maduros para ello les puede conllevar unos enormes beneficios desde punto de vista educativo, social, evitar adicciones, enfermedades mentales, etc.
Que no puedan aprender a usarlo y todo eso… tienen toda su vida para aprender. Igual que los que nacimos sin móvil, hemos aprendido a usarlo de mayores, con más madurez.
Estoy totalmente a favor de limitar la tecnología en los chavales. En cualquier caso, con libertad educativa todo el mundo podría escoger el colegio que quiera para sus hijos. Y en eso deberíamos estar de acuerdo todos. Hoy en día, libertad la tienen solo la gente con dinero.
OFF TOPIC
¿Cómo puede ser que mi Ad Blok Plus señale que ha parado DOS anuncios en esta página?.
Empiezo a pensar que Ad Blok Plus exagera su eficacia.
No, anuncios ya sabes que no hay (ni habrá). Pero puede ser que te informe de que ha parado dos trackers, que serían, supongo, los correspondientes a Google Analytics y a StatCounter. Estoy pensando seriamente en quitarlas (la verdad es que llevo muchísimo tiempo sin siquiera mirarlas, además) y simplemente utilizar las analíticas de mi servidor…
A mi me para 6 rastreadores:
cdn.flipboard.com
secure.statcounter.com
google-analytics.com
googletagmanager.com
googletagservices.com
enriquedans.app.teenvio.com
Flipboard y teenvio no son rastreadores… uno es la revista electronica y el otro es para envio de emails (si no voy errado)
No, no vas errado. Pero creo que me los cargaré también. Aspiro a dejar la página sin ninguna cookie (y eliminar de paso el aviso de cookies)…
Deja el aviso de Cookies… cosa legal… XDDD
Lo de Flipbord no molesta (yo lo tengo bloqueado) pero solo es un widget…
Cosa legal… si usas cookies. Si no las usas, obviamente, no.
WP deja al menos una y no la puedes evitar. El aviso de cookies no es para nada molesto (el tuyo, digo)
google-analytics
google-tagmanager
google-tagservices
gstatic
statcounter
Es tonteria. Todos los servidores tienen al menos AWstas/webalizer y de ahi puedes sacar las estadisticas.
Por eso me ha llamado la atención, estaba seguro que, (ahora), no pones ningún anuncio, como para encima, poner anuncios molestos.
Bueno, pues lo dicho, Ad Blok Pro exagera un poquito su beneficiosa labor.
Por principio, en los sitios que me piden que quite s Block, simplemente no entro. Como ya he dicho, donde no soy bien recibido,… pues no entro. Un motón de periódicos nacionales se quedan con un clik menos, salvo que ya cuenten como clik, mi entrada y retirada, Son muy libres de engañarse como les parezca oportuno.
Otra cortina de humo tóxico para NO abordar en serio y con rigor todo el sistema educativo.
«dar lugar a una generación de ignorantes susceptibles de ser manipulados, timados y engañados, además de ser menos competitivos que los jóvenes de otros países que no tomen ese tipo de decisión radical.»
Creo que te equivocas Enrique. Usar un móvil es de lo más obvio y sencillo del mundo. En 20 horas en total un chaval puede aprender todo lo que hay que aprender. La mayoría nos pasamos 20 horas a la semana. Es como el televisor, hay cosas educativas pero la mayoría es basura.
si solo se precisan 20 horas, mas razón para darlas en una enseñanza escolar o al menos extraescolar. Pero parece que aqui es mas importante que un niño aprenda escalada, que a usar el móvil,
Gorki, es mas importante que un niño aprenda lo que tiene que aprender… matematicas, naturales, fisica…. historia (para no repetir errores).
Hay cosas, que hay que aprender en la escuela y hay cosas, que se deben aprender en casa, como el comportamiento o la «buena educacion». Y entre esas cosas, responsabilidad de los padres es: desde enseñarte a parar en un semaforo en rojo, hasta protegerte del hombre de los caramelos del parque, pasando por los que lo haran via movil.
No son enseñanzas excluyentes, pero el trabajo empieza en casa. Si un padre decide comprarle un movil a su hijo, no puede esperar que sea la escuela quien le enseñe a utilizarlo.
Se llama responsabilidad paterna/materna.
Es que no hablo de «enseñar a usar el smartphone«, eso es obvio y evidente que es sencillísimo, está diseñado para que lo sea. Hablo de enseñar a buscar información, de contrastarla, de reconocer bulos y desinformación, y de recurrir a más fuentes que el maldito libro de texto. Mientras no uses dispositivos para acceder a información de múltiples fuentes, seguirás teniendo generaciones que no saben cómo tratar con la desinformación. Creer que se trata solo de «enseñar a usar el smartphone» es profundamente limitado.
No. Nosotros NO teniamos moviles y aprendimos a no solo el libro de texto o las explicaciones del profesor, sino el material que podia andar por casa, o como muchos hicimos, hacernos con el carnet de la biblioteca y sacarle partido.
En la mayoria de colegios ya tienen o tablets u ordenadores (a la sazon limitados por firewalls para no acceder a RRSS y similares) y es por ello que el movil, es innecesario, porque provoca mas distraccion que buen uso. Y por supuesto, esos dispositivos, pueden suplir a nuestra biblioteca.
Insisto en la demanda de los profesores: los niños se distraen. Y por mas que un profesor se ponga como se ponga, les enseñe que el movil en clase «no es para eso», sabes tan bien como todos los que te hemos rebatido, que se utiliza para otros usos, y de ahi la queja de los profes… No es un capricho.
Ponte como quieras, que solo me convenceras si me dices que en tus clases, tus alumnos son los unicos que emplean moviles y no otros dispositivos. (y tus alumnos se suponen adultos, no adolescentes).
«Solo usando las herramientas, se aprende usarlas», Enrique Dans.
Totalmente de acuerdo. Pongamos un ejemplo paralelo: el coche.
Solo conduciendo un coche, se aprende a usarlo. Para el aprendizaje en la conducción, se necesita un tutor, que proporciona la academia de conductores.
El movil es una herramienta como el coche, que puede ser peligrosa, como el coche, que proporciona gran beneficio a su usuario/propietario, como el coche. Que te puede distraer de lo que estás haciendo, como el coche.
Prescindir del uso del movil, acarrea n perjuicio, por eso se necesita de un aprendizaje que debe de ser tutelado. Esa tutela debe de venir de los padres, y de los profesores en el colegio o escuela, pues son los responsables de la educación y del aprendizaje de menores y adolescentes que es donde se sitúan los peligros del uso excesivo y del mal uso de los móviles, como en el caso del coche.
Si para el uso del coche tenemos asumida la necesidad del aprendizaje previo, no se que dificultad puede haber para hacer lo mismo con el móvil.
Tirar por la calle de en medio prohibiendo su uso no es la solución. La solución está en aprender a usar el movil correcta y adecuadamente, como con el coche, y esa es obligación de padres y profesores que son los que tienen que ejercer el control y la manera en que se usan los móviles y cual es su utilidad con los beneficios que su uso proporciona.
Estimado Enrique:
Sigo casi a diario tus comentarios en este blog.
Son muchos los temas de los que tratas que entran dentro de mis intereses pero, como maestro desde hace más de 40 años, los relacionados con la educación los leo con especial atención.
Por este y otros artículos, conozco sobradamente tu opinión, con la que estoy de acuerdo aunque con matices (la vida está llena de ellos).
He tenido muy claro, desde hace años, la diferencia entre el proceso de enseñanza-aprendizaje y los medios que utilizamos para ese proceso. Los medios no son ni buenos ni malos. Todos están a nuestra disposición para emplearlos de la forma más adecuada a los objetivos que queremos conseguir.
Y está claro que los recursos que nos ofrece en estos momentos la tecnología son de tal calibre (y de tal interés) que están de forma permanente en el debate social.
Y, como ocurre con otros temas también polémicos en la enseñanza reglada (educación para la ciudadanía, educación sexual y emocional,…) o cogemos el toro por los cuernos, o nos arrastra contra el burladero.
Las pantallas, y las tecnologías digitales que se encierran detrás de ellas, han irrumpido en las últimas décadas en nuestra sociedad con tal velocidad e intensidad que no nos ha dado tiempo a asimilarlas y a incluirlas en la enseñanza reglada de forma adecuada, progresiva y analizada con detalle. (Supongo que cuando irrumpió la imprenta de Gutenberg en la sociedad del siglo XVI la dimensión sería distinta pero los debates serían igual de acalorados.)
Las tecnologías que homo sapiens ha ideado a lo largo de su vida en el planeta Tierra se van acumulando y complementando. La escritura a mano no quedó sustituida por la imprenta o la máquina de escribir, la radio no quedó arrinconada por la televisión, el empleo de animales de tiro no desapareció con la llegada del automóvil… Y las pantallas no pueden ser el rey absoluto y único de la comunicación, de la información, de las interacciones sociales, de la lectura, de la expresión artística…
A raíz de investigaciones serias llevadas a cabo en los últimos años, hay entidades educativas e incluso países al completo que han decidido no introducir el uso de los recursos digitales con sus correspondientes pantallas hasta los 6, 7 u 8 años.
Es ineludible observar, analizar y reflexionar cómo el uso de las tecnologías digitales están incidiendo en el desarrollo, el aprendizaje y las conductas de nuestros niños y jóvenes. Y tomar las mejores decisiones para que su uso sea acorde con los objetivos que las familias, la escuela y la sociedad en general queremos que alcancen nuestros hijos o escolares.
Y esas investigaciones, con las decisiones que de ellas emanen, hay que darlas a conocer con claridad a toda la sociedad para que, como padres, como docentes o como responsables sociales, tomemos las mejores decisiones en beneficio de nuestros niños y jóvenes de hoy, hombres y mujeres del mañana.
Smartphone: el botón de mute para niños.
Muchos padres tienen un problema que han creado ellos mismos. Os acordáis de la frase del candidato Pahíño (Santiago Segura) a la Xunta de Galicia en la película Airbag cuando lo detienen por pederastia: «… la culpa es de los padres, si es que …»
Google y Apple ofrecen herramientas gratuitas de control parental para limitar el uso por tiempo y por apps a los menores. No es necesario buscar en las tiendas de apps, están a la vista gratis y de los grandes actores del mercado de smartphones.
Pero es más sencillo crear una cuenta sin limitaciones para el chaval, falseando la fecha de nacimiento para que le deje acceder a Youtube convencional en lugar de la versión Kids, y no complicarse con configuraciones.
Cuando se ha perdido totalmente el control, vienen los lloros, y entonces esos papás se asocian y piden que se prohiba el móvil a todos los menores, cuando el problema únicamente lo tienen los suyos. Trasladan un problema particular propio a la sociedad. Si no deseas que tu hijo tenga móvil, no se lo compres. Volvemos a las citas: ¡Fácil, rápido y para toda la familia!
Tengo 2 menores, 1 con móvil propio desde ¡¡los 9 años!! y el otro desde los 12, principalmente para estar localizados y poder contactar en cualquier momento. Bueno los 2 desde 2020, desgraciadamente como consecuencia de la crisis del covid, y que cada uno se ha tenido que arreglar en su casa como buenamente ha podido y en la mía se ha decidido así. Dispositivos limitados, configuraciones supervisadas, y hoy en día que son adolescentes hacen un uso que considero racional, ganando permisividad en el tiempo y uso de apps de manera progresiva. Lo que no veo razonable es dejar un móvil full libre y no tener el mínimo control sobre que apps utilizan y a que sitios acceden.
Caso aparte, pero íntimamente relacionado por las alusiones al sistema educativo, para muchos profesores es más sencillo seguir con libro tocho de papel y sus apuntes al dictado antes que reciclarse y aprovechar la tecnología, hay casos que no se sabe si reír o llorar. Es el miedo al cambio, mantener el statu quo. Que se puede esperar cuando ni hay un criterio unificado para la aceptación de calculadoras científicas, en unas regiones usan gráficas y en otras siguen con la Casio FX82, como para hablar de smartphones.