La Federal Trade Commission (FTC) comienza a tomar medidas cada vez más agresivas, como cerrar compañías o a prohibir que continúen con su actividad, contra algunos brokers de datos personales, señalando acciones más decididas contra una industria, la del data brokering, que no solo viola un derecho fundamental como el de preservación de la privacidad, sino que además, genera todo tipo de problemas, paranoias e incluso trastornos psicológicos a segmentos de la población tan sensibles como los jóvenes.
Cerrar una compañía que se dedicaba a la venta al mejor postor de datos de geolocalización de todo tipo de usuarios, menores o no, no es simplemente una cuestión de justicia: es el equivalente del sentido común, porque ese negocio nunca debió de poder existir. Debería haber sido declarado ilegal desde el primer momento, considerado una actividad nociva y contraria a los derechos más elementales de las personas.
Si la Cuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos y sus equivalentes en la mayoría los países democráticos protegen el derecho de los ciudadanos de que sus personas, domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias, el domicilio se considere inviolable, y no se expidan al efecto órdenes que no se apoyen en un motivo verosímil, ¿qué sentido tiene que compañías de todo pelaje puedan, sin ninguna restricción aparente, espiar injustificadamente todo lo que hacemos ya no solo en la red, sino cuando nos desplazamos, participamos o decimos que algo nos ha resultado interesante, y además, por un motivo tan absolutamente injustificado como el de pretender vendernos cualquier cosa?
En el futuro, cuando se estudie la evolución de las sociedades humanas, la época actual del libertinaje absoluto con respecto al tráfico de datos personales será vista como una auténtica aberración, como un salvaje oeste durante el cual se permitieron cosas que jamás deberían haber estado permitidas. Los directivos de las grandes compañías tecnológicas que se dedicaron a esa actividad serán los grandes villanos, los auténticos irresponsables que permitieron los abusos que provocaron daños no solo a los ciudadanos, sino a toda la sociedad, llegando a significar en algunos casos amenazas a la mismísima democracia.
Basta ya de hipocresía y de echarnos las manos a la cabeza en modo pánico moral con respecto a compañías como Meta, Google o TikTok, dedicadas a vender todos los detalles de nuestra actividad a todo aquel que quiera pagarlos: lo que hay que hacer es prohibir definitivamente todo tráfico de datos personales, considerarlo más dañino que el tráfico de drogas o de personas, y obligar a que toda la publicidad se lleve a cabo simplemente con arreglo a variables genéricas contextuales, sin que medie información de ningún tipo sobre el receptor de los mensajes.
¿Quieres alcanzar a un target formado por personas mayores? Pues pon tu anuncio al lado de contenidos que suelen consumir, en los lugares que suelen frecuentar o en los temas que presuntamente les interesan, pero no intentes identificarlos personalmente ni mucho menos adscribirles unos comportamientos concretos. Simplemente comerciar con esos datos, ya sea ofrecerlos o adquirirlos, debería pasar a ser completamente ilegal, y provocar tanto el cierre de las compañías dedicadas a ello, como el ejercicio de responsabilidades mercantiles y penales sobre los directivos responsables de tal actividad.
No hay otra manera de hacerlo. No hay medias tintas. No tiene sentido que alguien pueda comprar información sobre mis movimientos por la ciudad, con la excusa de servirme un anuncio determinado: no tiene ningún sentido, es algo completamente desproporcionado. No existe un tráfico de datos personales «bueno» o «aceptable», y uno que no lo es. Simplemente, hay una violación del derecho de los seres humanos a poder preservar de manera razonable su privacidad, y a no ser perseguidos constantemente por una legión de espías que registra todos sus comportamientos. Es necesario regular para proteger ese derecho, aunque eso suponga que caigan los imperios económicos que caigan. Es preciso volver a poner la publicidad en su sitio, y obligarla a abandonar un ámbito, el del espionaje constante y sistemático de los usuarios, en el que jamás debió siquiera plantearse entrar.
This article is also available in English on my Medium page, «How we can curtail surveillance capitalism in one move«
Hay que matizar una cosa; las paranoias y los trastornos psicológicos no los produce el tratamiento de datos.
Es al contrario, las personas con trastornos psicológicos elaboran delirios de persecución y todo tipo de conspiraciones y ataques a su intimidad, o conspiraciones, partir de una patología preexistente.
Se suelen racionalizar todos esos tipos de síntomas y justificarlos como el fruto de una conspiración de las grandes compañías o el gobierno.
Temor a ser envenenado, manía persecutoria, sentirse vigilado, etc. Todo eso y todos los argumentos para justificar esas percepciones e ideación de persecución, son síntomas, y la persona se esfuerza en demostrar y justificar la base de esas creencias.
¿Por qué se ha vuelto tan frecuente en nuestra epoca y se acepta como «normal» cierto grado de manía persecutoria?
Pues, probablemente, porque hay personas que integran mal los cambios acelerados que se producen en la sociedad y tienen una pobre vinculación con una estructura social que les es ajena.
Es lo mismo que con la fobia social, u otros trastornos.
Uno de los productos de mayor éxito y que se vende como churros en los medios de comunicación es el miedo, como las catástrofes, etc. porque, por nuestra naturaleza, estamos condicionados a darle una mayor prioridad y nuestra principal atención a lo que supone que es una amenaza para nuestra supervivencia, nuestro sistema simpático y cortico-adrenal se cortocircuita, y voila, ahí tenemos una neurosis de persecución.
Hubo una época en que se alimentaba el miedo a una guerra nuclear, a los raptos extraterrestres y los UFO, al flúor en el agua y muchos otros objetos de conspiraciones interminables.
Si a eso le añades la mayor difusión que se produce en Internet de todo ese tipo de conspiraciones, alentadas por gurús o creadores de opinión, y su cámara de eco en los medios tradicionales, ya tenemos el coctel perfecto.
La gente común no está preparada para esa avalancha de información y no puede filtrar lo que es real de lo que no.
Sale Edward Snowden diciendo que ha sido obligado por el gobierno a espiar a los ciudadanos; pues ya está, él obtiene su cuota de protagonismo y los medios «lo que todos sabíamos».
A eso le añades la inseguridad laboral o afectiva, el consumo de anfetaminas variadas, etc., y ya tenemos un caballo del apocalipsis sobre el que cabalgar.
¿Queréis que hablemos de partidos políticos que viven de eso?
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Por supuesto, lo que hay que hay que dejar también claro es, que lo ha hecho la Federal Trade Commission (FTC) es empezar a aplicar la normativa y criterio que ya rige en Europa sobre la cesión de datos de terceros, el RGPD, como canon, ya que en EE.UU. no existe una legislación federal que unifique criterios, sino que se va legislando estado por estado.
La GDPR mató mi negocio de venta de datos – Xataka (viven del aire)
En Europa no se pueden vender datos a terceros. Y la cesión y transmisión por causa justificada y no comercial está muy limitada y es revocable.
No estamos hablando de las cookies o de la publicidad basada en rastreo, la FTC no ha entrado en ello, sino de la venta de bases de datos personales y sin anonimizar con propósitos comerciales.
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Disclaimer
6 de cada 4 dentistas usan cepillo de dientes de otra marca. O algo así.
Ya que poca gente sabe cómo se hizo la encuesta de Colgate sobre que 9 de cada 10 dentistas recomendaban esa marca, lo voy a explicar.
En realidad fue muy fácil. Preguntaron si sería recomendable cepillarse los dientes para prevenir la caries. el 95% dijo sí. Podrían haber sido solo un grupo de 20 dentistas.
Luego les pusieron un listado de marcas de dentífricos, y les pidieron que seleccionaran 5 marcas que reconocían como efectivas para el cepillado. Podrían ser 6 marcas en total.
Ta-da!
Se asume que un dentista recomienda una marca, cuando en realidad, está recomendando cepillarse los dientes. Con cualquier marca.
Pero los datos no dejan lugar a dudas. Nos han manipulado con ellos.
Se llama Ley de los pequeños números, y consiste en obtener el resultado favorable a tu marca, acotando la variación muestral.
De esa forma, los datos dicen lo que tú quieres de tu marca. La metes en un saco y eliminas a todas las demás de la publicidad.
Y así obtenemos, el antifeminismo me da la razón a mí.
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Izquierda y derecha para analfabetos, en cómodas lecciones.
Completamente de acuerdo con Enrique. Pero ojo, porque si a este problema se le agarrara por sus cuernos y se les retorciese bien retorcidos (que, insisto, de acuerdo con Enrique, es muy de desear), terminas con el factor de monetización de muchos servicios. ¿GMail de pago sin otra opción posible? Pues esto es lo que habrá… o se acabará GMail y todos sus servicios anexos (Google Drive, Calendar, etcétera, etcétera).
No pasa nada: con tanta guerra contra la SGAE, hemos acabado pagando por la música (aunque servida como nosotros queremos, no como querían las discográficas y a un precio razonable, eso sí). Yo pagaría por un GMail que garantizara mi privacidad (y quien dice GMail dice cualquier otro servicio similar) y por algunos -no todos- de sus servicios adicionales, siempre que el precio fuera también razonable.
Todos hemos sabido desde siempre que, en los servicios gratuitos, pagábamos con nuestros datos. Si esta posibilidad se les cierra (e insisto de nuevo: lo aplaudo hasta con las orejas) con algo tendremos que pagar, eso está claro.
Supongo que lo sabes, pero si quieres privacidad con Google y Microsoft tienes:
– Cuenta Business Starter de Google Worskpace solo para 1 usuario por 5,75€/mes si pagas anualmente o 6,90€/mes si pagas mes a mes:
https://workspace.google.com/intl/en_ie/pricing.html
Y tienes Gmail sin publicidad y con tu propio dominio, 30 GB Google Drive, Calendar, etc.
– Cuenta Microsoft 365 Personal con email sin publicidad, 1TB de almacenamiento, etc. por 69€/año o 7€/mes.
https://www.microsoft.com/es-es/microsoft-365/buy/microsoft-365
Están bien porque no te obligan a contratar 10 usuarios para empezar cuando eres tú solo, como en otros sistemas.
PD: no tengo relación ni con Google ni con Microsoft, salvo ser usuario de pago de ambos
Faltaría por aclarar que no recibir publicidad no implica no que se guarden tus datos «por si acaso».
El colmo es pagar por un servicio y que además trafiquen con tus datos.
¿Alguien ha calculado cuanto nos costaría al mes estar suscritos a los servicios que hoy viven de nuestros datos? Google, Facebook, X, Youtuber, …
No, eso no es correcto. Esos servicios podrían seguir funcionando y financiándose mediante publicidad, simplemente tendrían que utilizar publicidad no segmentada en función de datos personales. Como la televisión, los periódicos, las revistas o la radio, que no funcionan mal. Vamos, la publicidad de toda la vida antes de que una panda de sinvergüenzas se arrogase el supuesto derecho a espiar todo lo que hacemos…
¿yu crees que podrían vivir de publicidad no segmentada? ¿Cuantos s ingresos por publicidad les supondría?.- ¿Un 10% de lo actual ?
Si dejaran elegir y pudiéramos pagar un abono, o decir espiemé, ¿Cuantos preferiríamos que nos espiaran a pagar? ¿Cuantos decimos si a las cookies o y cuantos echamos para atrás? Hasta este blog pide, (de forma mas cómoda) , que le permitas las cookies.
Tengo la opinión, que la intimidad se parece a la virginidad, solo se pierde una vez, la primera, si ya tienen todos mis datos, que pueden añadir espiandome día a día, ¿Añade algo que sepan que hoy he comido empanada y pollo asado de Mercadona?, (algo que es cómodo, pero no recomiendo), Lo dudo
Por el coreo gemail 5,75€, Cuenta Microsoft 365 Personal 5.75. ya llevamos 11,50 € al mes y no hemos hecho mas que empezar Nosfalya Google Google Maps, X, FacebookYoutube, TikTok, Instagram, Wahts App,…
No tengo ni idea de lo que puede subir la cuenta, pero no me extrañaría que fuera de 40 euros al mes contando solo los «imprescindible»
Igual no lo he entendido bien, pero me suenas un poco arcaico, como los que dicen “ es que antes todo era mejor “.
Igual se nos ha olvidado aquellas sesiones de televisión con publicidad, cada 15 minutos que duraba otros cinco minutos con todo tipo de anuncios que no te interesan, en los cuales muchas familias directamente se levantaban de la mesa o del sofá para hacer otras cosas esperando a que acabe los anuncios.no veo el problema en una publicidad, un poco más orientada a tus intereses, siempre que tu verdadera información sensible no esté en riesgo.
No, no es que antes todo fuera mejor. Pero claramente la publicidad nunca debió pasar de la información agregada a la información personalizada y detallada que incluye desde nuestros intereses a nuestras opiniones, pasando por nuestra geolocalización, si estamos enfermos o sanos, si nos gustan las mujeres, los hombres o los peces, si tenemos tal o cual religión o si esta tarde vengo de hacer deporte y soy más sensible a tal o cual anuncio. Eso es simplemente aberrante, no se justifica de ninguna manera siquiera por eficiencia, y tiene que terminarse lo antes posible. Cuando se estudie dentro de no muchos años, se verá como una de las eras más demenciales de toda la historia del marketing…
Como afirma Enrique Dans, » la venta al mejor postor de datos de geolocalización de todo tipo de usuarios, menores o no, no es simplemente una cuestión de justicia: es el equivalente del sentido común, porque ese negocio nunca debió de poder existir. Debería haber sido declarado ilegal desde el primer momento, considerado una actividad nociva y contraria a los derechos más elementales de las personas».
Aquí está el nudo gordiano del asunto, y lo demás es colateral.
Pienso que tanto en Europa como en los EEUU y otros países avanzados y con respeto por los derechos humanos, ya se ha tomado conciencia del problema y se está legislando para contener los daños que la tecnología y la desmesurada avaricia de algunas compañías nos pueda producir. Creo que en tres o cuatro años el panorama habrá cambiado y habrá mayor seguridad.
Totalmente de acuerdo. Pertenezco a una generacion que se conectaba por modem ( o sea, telefono) carisimo como puede suponer, lo usabamospara transmitir y recibir los abstract de publicaciones academicas, Tambien teniamos comando para «charlar» en tiempo real ( talk, por ejemplo), el consabido correo mailx, y sobre todo una norma de la Fundacion Nacional de Ciencias, propetaria de internet, que prohibia el uso comercial. Obviamente la quitaron y con ella se abrieron las puertas …. A todo. No es que fueramos santos los tipos de los 90, pero lo que entro ….. empezando por la pornografia, fuente de comercio numero uno entonces y posiblemente hoy.
Resultado de mi experiencia: Redes sociales cero. ABSOLUTAMENTE, navegacion por inet ventana privada/VPN, correo seguro. Si, me cuesta dinero pero no es para tanto. ¿Quiero expresar mis ideas sobre politca, sociedad etc. ? un VPS los hay pequeñitos y baratos. Tambien emule, Onion etc.
Bueno, reconozco que he estado trabajando 30 años en systemas y 8 en electronica, pero salvo por lo de tener tu propio servidor en inet ( Un VPS ) todo lo demas esta al alcance de cualquiera por muy poco dinero.. Y sentido comun al navegar y comunicarse. Y el telefono para hablar. A mi me viene muy bien para leer libros en medios de transporte, salas de espera del medico, a mi edad bastantes., trenes, aviones (bueno esto poco, el corazon tiene la culpa). Y recuerden NO HAY NADA GRATIS EN INTERNET, SI NO TE COBRAN ES PORQUE PAGAS CON TUS DATOS.
A mi no me molesta que una web recoja datos sobre qué hago yo en su web, incluso aunque la use para ofrecerme publicidad segmentada para mi.
Pero estoy totalmente en contra de que esa información viaje a otras empresa, incluso a otras empresas del grupo.
MENESTRO pone un enlace a Xataka y lo primero que aparece es esto:
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Eso es lo que debería prohibirse, ¿qué carajo hacen mis datos en esos 800 empresas? ¿Quién controla los datos en esas 800 empresas?
¡Artículo muy informativo! Apoyo la necesidad de una regulación para proteger el derecho a la privacidad. ¡Gracias!