Una nueva edición del estudio de Pew Research Center, convertido ya en el observatorio más certero y confiable de los hábitos de la sociedad norteamericana en el ámbito tecnológico, revela que YouTube, TikTok, Snapchat e Instagram se mantienen como las plataformas más utilizadas por los jóvenes de entre 13 y 17 años, y que afirman estar consultando esas plataformas de manera prácticamente constante.
YouTube se mantiene muy destacada con 93% de jóvenes que la usan y un 16% que afirman estar en ella constantemente reflejando un patrón de uso obsesivo o compulsivo, seguida por TikTok (63% y 17%), Snapchat (60% y 14%) e Instagram (59% y 8%). Facebook, para esa generación, se ha convertido en una red de uso prácticamente residual: únicamente el 33% afirma haberla usado, y un ínfimo 3% la uso de manera compulsiva u obsesiva.
¿Cómo debemos reaccionar a un cambio en la sociedad que lleva a que toda una generación se pase la vida agarrada a un smartphone y consultándolo constantemente, reflejando un patrón de uso claramente enfermizo? ¿No deberíamos reflexionar que, dado el resultado, es muy posible que todo lo que hayamos hecho con esa generación estuvo mal hecho? ¿No sería un buen momento para deducir que la decisión de no introducir la educación en tecnología y en este tipo de herramientas en la educación fue un soberano error?
Las redes que dominan el panorama son precisamente aquellas que han sido diseñadas de manera más agresiva para provocar esos patrones de uso: sus algoritmos de recomendación y su funcionamiento están pensados para favorecer el llamado doomscrolling, que aparece claramente vinculado con una amplia casuística de mala salud física y mental entre los jóvenes, y obtener así un tiempo de permanencia más elevado que redunda en una captura mayor de información del usuario y en una exposición muy superior a la publicidad.
Ante esta evidencia de comportamientos calificables como de adictivos, ¿cómo reacciona buena parte de la sociedad? Pues curiosamente, se lanzan a agruparse en plataformas y a exigir que se prohiba radicalmente el uso de smartphones en los colegios y que se marquen edades mínimas para poder utilizar esos dispositivos por considerarlos nocivos. De hecho, surgen numerosas comparaciones con el uso de muchas otras cosas, y frases lapidarias del tipo «también restringimos el uso del alcohol».
¿Dónde está el problema? Simplemente, en que ha sido precisamente esa aproximación, la de no educar, la que ha llevado a que esa generación sea ahora la víctima de esos patrones adictivos y de esas dependencias obsesivas. Si se quiere cambiar, la solución no es convertir el smartphone y las redes sociales en algo proscrito a lo que los niños no puede acceder y a lo que los jóvenes, en cuanto pueden, acceden sin preparación previa, como una especie de «señal de madurez». La solución está, precisamente, en lo contrario, no en más restricción y menos educación, sino en más educación: en proporcionarles mucho más contenido reglado sobre el funcionamiento de ese tipo de plataformas, sobre cómo son diseñadas, y sobre cómo los patrones que inducen son nocivos y deben ser evitados.
Además de, lógicamente, sancionar por la vía legal a quienes inducen esos usos con sus diseños, lo que realmente ayudará a los jóvenes es entender que cuando sus manos se van constantemente al smartphone por un problema de FOMO inducido, cuando sus perfiles son explotados hasta el límite o cuando son estafados porque las barreras de entrada para vender en determinadas plataformas son inexistentes, todo eso se debe, en realidad, a que la sociedad decidió que no era necesario educarles en su uso porque “era muy peligroso”. ¿Dónde están los verdaderos peligros? ¿De verdad alguien cree que se evitan mediante restricciones?
No reincidamos en el error: venimos de una época de privación y escasez en la educación tecnológica, y hay que modificarlo siendo capaces de integrar más y mejor educación tecnológica, con un componente horizontal (asociándola a otras asignaturas y contenidos) y que permita que los jóvenes sepan realmente lo que hacen en tecnología, porque como ya hemos demostrado, y por mucho que algunos pretendiesen con ese absurdo mito de los nativos digitales, nadie nace sabiendo.
Enderecemos ese error, que ya ha hecho bastante daño.
This article is also available in English on my Medium page, «All the evidence shows that we need to teach young people how to use new technologies, not ban them«
Por el mismo motivo deberíamos legalizar TODAS las drogas. Y lo digo en serio.
Cuando algo está creado con el objetivo de Sr adictivo es una droga. Y @edans dice en su artículo que algunas aplicaciones están diseñadas con ese objetivo por lo tanto se pueden considerar drogas.
Hablo de memoria. Creo que Suiza realizó ese movimiento en los 70. Todas las drogas se podían obtener legalmente en la farmacia del barrio.
A. Quita el incentivo de pagar el doble en la disco
B. Se acaban las adulteraciones
C. Hay un registro de cuanto has tomado o no
D. Los médicos que te tratan saben lo que hay
Las drogas perdieron su baza de ser prohibidas, tentadoras y signo de rebeldía para ser una cocacola más del super.
Sin embargo, no pierden sus propiedades adictivas, así que sigue habiendo campañas de concienciacion y organizaciones para ayudar a toxicómanos.
Lo que no sé es si tienen todo el catálogo o si solo tienen drogas naturales
https://www.admin.ch/gov/de/start/dokumentation/medienmitteilungen.msg-id-93452.html
Ahora de hecho se ha simplificado la dispensación de heroina (no metadona), de hecho en una de las frases dice:
«Quienes reciben tratamiento asistido por heroína han envejecido y enfrentan diversos problemas de salud»
«Hasta ahora el tratamiento sólo podía realizarse en un centro especializado. Los pacientes ahora seguirán siendo acompañados por un centro especializado, pero también podrán obtener el medicamento en una farmacia u otro centro adecuado. Esto satisface las necesidades de las personas que no pueden visitar un centro especializado dos o tres veces al día, por ejemplo debido a su edad, enfermedad o distancia geográfica. Sin embargo, la responsabilidad del tratamiento sigue siendo del centro especializado.»
La situación se descontroló en los 70s en ciudades como Zürich, y tomaron medidas para que dejarlo en un problema personal, en vez de social.
https://www.youtube.com/watch?v=swUTsXakosQ
¡Gracias C3PO!
Maravillosa explicación de cómo unos datos que aparentemente son contrarios a la tesis de dotar a los niños de móviles, refuerzan la tesis de que lo que se necesitan son claves sobré como usarlos
.Espero que valga para aplicarlo mas adelante a las armas de fuego
¡Mantenello y no enmendallo!
Realmente los jóvenes siempre se han enganchado a algo. Mi sobrina al móvil, yo al PC, mi padre a la TV, mi abuelo a la radio, mi bisabuelo al periodico y mi tatarabuelo a los libros de la biblioteca y seguro que algún antepasado mío fue adicto a los juglares, al juego de azar o a las apuestas de carreras de carrozas romanas.
Al final es natural, y nos preocupamos como toda generación anterior se preocupó por nosotros
Bueno, tú no te llevabas el móvil a la calle, ni tu padre se llevaba el móvil a la calle, ni tu abuelo la radio …
El PC. Edición ya.
Y otro tanto ocurre con el porno, las cocacolas, la cerveza, los medicamentos, la masturbación, el poliamor, el hedonismo, las raves, etc etc
Hasta que se encuentran en una situación que su país es invadido por una potencia extranjera, que se carga a su familia, que destruye sus hogares, su entorno, todo…. y son reclutados para servir en las picadoras de carne… en ese momento de un plumazo la tontería se acaba…
Se me olvidaba lo peor: que sean conscientes de la mayor tragedia que nos asola a la humanidad: la COP28
Europa pegándose un tiro en el pie para ahorrar emisiones de CO2 arruinando a su población, mientras China, EEUU e India incrementa cada tonelada que ahorra Europa multiplicada por 10. Asi producen a mejor precio lo que después les compramos desde Europa. Negocio redondo.
Enrique, sobre este tema ya he dado mi opinión en diversos momentos, por ejemplo aquí, aquí, aquí y, especialmente, aquí y aquí. Si le das un vistazo detenido a lo que he escrito, seguro que encontrarás algunas cosas interesantes, que además son fruto de mi experiencia como educador a ambos lados del Atlántico y como padre en Alemania. Ojalá algún día tengamos la oportunidad de hablar personalmente sobre esta temática.
No entiendo esos paralelismos con droga (incluyo alcohol):
– Utilidad final de las drogas: 0
– Utilidad real de las tecnologías digitales bien usadas: +100
Queremos ver lo que queremos ver. Que nos hacemos viejos y con nosotros se rompió el molde y todos los que vienen detrás son unos adictos (ay esos jóvenes que se enganchaban al walkman, los comics, la TV, los videojuegos, los comecocos … donde iban a acabar).
¿Has visto la película de Wall-e? En 2008 fueron unos visionarios. La humanidad vivía atontada por la tecnología que hacía la vida tan cómoda y entretenida. No parece un futuro tan improbable. Riesgo hay.
No me extraña que, con esa idea de que las drogas no tienen ninguna utilidad, luego de que lleven con nosotros miles de años, o sea, han tenido, tienen y tendrán excelsas y fundamentales utilidades para los seres y las comunidades humanas, se diga que algo que lleva poco más de la miseria de 50 años (Tecnología Digital), tenga más utilidad… ¿En serio? Esto es lo que tiene el mundo moderno, que le importa un pito la historia y luego pasa lo que pasa…
Por cierto, la droga que droga, no es la droga… Ahí lo dejo.
Saludos.
Educar y regular el acceso, no hay otra…
Señor Dans, no sé cuándo ha sido la última vez que ha intentado convencer a un adolescente de que lo que hace o le gusta es dañino para él. Yo he intentado razonar y argumentar con mis hijos adolescentes y ya jóvenes sobre estos temas y es imposible. Incluso cuando ven especialistas en esos mismos medios que a ellos les apasionan. Los tachan y nos tachan de boomers, de no entenderles, de….. Da igual. Por mucho que eduques, en edades tan inmaduras y con tanta falta de autocontrol es imposible que la mayoría pueda resistirse a algo tan atractivo y absorbente. Cuántos adultos ya están cayendo, como para que la mayoría de los jóvenes puedan resistir. No creo que educar sea suficiente. Es posible que tras una educación, con 30 años se den cuenta. Algo hay que hacer y no puede ser seguir viendo cómo nuestros hijos se van metiendo en este agujero. Mientras los políticos habituales miran para otro lado, los populistas se van dando cuenta y luego todo termina mal.
Es lo que señalo en mi comentario más abajo.
La democratización de uso de Apps y herramientas que llegan a todos al mismo tiempo, no da lugar a su estudio y propuesta de uso responsable mediante una experiencia previa. Eso hace que… el desconocimiento permita que eso llamado cigarrillos, pueda consumirlo una persona de cualquier edad sin que nadie vea nada malo en ello (siendo exagerado en este ejemplo tan visual).
Bueno, con esa idea que usted tiene de lo que son «los adolescentes», no me extraña nada que se haya encontrado con lo que se ha encontrado… Como si encima uno no lo hubiese sido, y no hubiese dado cuenta en aquellos momentos lo radicalmente diferente que era de sus colegas… Ya no digamos respecto del sexo «opuesto». Entonces, ¿adolescentes, qué adolescentes? ¿Inmadurez, qué cojones de inmadurez? ¿Falta de autocontrol, qué hostia de falta de autocontrol? ¿Qué es el fuck autocontrol, bro?
Saludos.
“ ¿Dónde está el problema? Simplemente, en que ha sido precisamente esa aproximación, la de no educar, la que ha llevado a que esa generación sea ahora la víctima de esos patrones adictivos y de esas dependencias obsesivas. Si se quiere cambiar, la solución no es convertir el smartphone y las redes sociales en algo proscrito a lo que los niños no puede acceder y a lo que los jóvenes, en cuanto pueden, acceden sin preparación previa, como una especie de «señal de madurez». La solución está, precisamente, en lo contrario, no en más restricción y menos educación, sino en más educación: en proporcionarles mucho más contenido reglado sobre el funcionamiento de ese tipo de plataformas, sobre cómo son diseñadas, y sobre cómo los patrones que inducen son nocivos y deben ser evitados”
Que sí, que sí. Que la teoría está muy bien.
El problema radica en la circunstancia en la que la educación a estas nuevas generaciones no existe no por falta de ganas, sino por otros motivos concretos a mi entender y que se generaliza al uso del Smartphone en sí y no exclusivamente a las redes sociales como tal.
Básicamente, cuando alguien descubría algo en medicina o ciencia, tendía a estudiarse de manera concienzuda por sus descubridores o desarrolladores y después de descubrir aplicaciones y beneficios, tendía a darse como materia a conocer y aprender para los médicos, doctores o científicos que quisieran serlo y pudieran aplicarlo en su oficio. Lo estudiaban en las aulas de sus universidades.
Ahora no.
Mañana puede salir un nuevo unicornio y poner en las tiendas de aplicaciones una nueva App, la que sea.
¿Hay algo tipo de filtro real para su utilización? No. El conocimiento de su existencia, así como la utilización de dicha App llega a las manos de gente de 45 años, de 87 y de 14 a la vez.
¿Realmente una persona de 14 años tiene las suficientes tablas como para conocer el peligro que supone X App, plataforma o modo de uso nuevo y qué como digo llega de manera democrática a todo el mundo a la vez?
No, en absoluto.
Pero aún así, se permite que esa nueva herramienta llegue a todo el mundo a la vez sin una experiencia de uso y un conocimiento derivado de la misma; sin poner sobre la mesa la confrontación de dicha App y su uso, con la experiencia vital que te da la vida, el sentido común, vaya.
E intentar educar sobre esto, está muy bien en la teoría, pero es intentar tapar los agujeros de un colador con los dedos de las manos. Y lo dice alguien que tiene controles parentales en los dispositivos de mis hijos. Que ya sabemos lo que piensa el señor Dans sobre ellos, pero a veces se hace harto complicado controlar que se pasen 10 minutos o más, de lo consensuado para la utilización de dichos dispositivos (más allá de los contenidos online, al menos en mi caso donde sí hacemos pedagogía de manera más efectiva).
Es difícil entender las implicaciones de nuevas herramientas y sus problemas derivados, si cualquiera, literalmente, pueda usarla inicialmente y de forma masiva. El estudio y aprendizaje sano de su utilización, tiende a llegar tarde frente a la viralización.
La teoría está muy bien, pero falla tremendamente en una de sus patas fundamentales.
Alguien ha dicho cómo han bajado las birras del informe PISA desde que se inventaron las redes sociales?
Las notas. Edición ya.
Pues no te digo nada cuando la IA acabe practicamente con los trabajos en los que intervenga información, y venga la RBU a darles un estipendio para tocarse las narices.
Por que a estos no les digas que trabajen de camareros , camioneros o fontaneros, por que no es muy cool para poner en su perfil.
En mis tiempos un «tortazo a tiempo» te reseteaba, sí o sí.
En sus tiempos, disculpe pero se enseñaba a que había que estudiar para tener un buen trabajo. JA JA JA.
Y me rio porque ya vemos de qué sirve eso de “tener un buen trabajo” ¿lo consultamos junto a los niveles de consumo de antidepresivos y demás fármacos parecidos? No parece que tener un buen trabajo terminara de ser algo que ayudara en general al grupo social que denominaríamos España.
Quizás estudiar para trabajar en aquello que tú decidas es otra cosa.
(Por favor, absténganse aquellos que fueran a responder con ejemplos de fuga de cerebros como ejemplo de que la mejoría ha sido absolutamente nula).
Su generación quizás creía que la letra con sangre entra, pero lo siento, los tortazos vienen bien para parar cuando uno está “desbocado” como método de freno en un momento concreto. Para espabilar la tontería, me parece bastante lamentable.
Si la raíz del mal está en la captura de datos del usuario ¿Sería posible ordenar por ley que los datos de cualquier usuario compulsivo.se mezclarán por el proveedor de Internet aleatoriamente con los datos de otros usuarios impulsivos,de modo que tal dato no sólo fuera inútil sino que contaminara la base de datos de la Red social de modo que fuera la propia Red social la que eliminará los atractivos de un uso enfermizo?
No se trata de prohibir los móviles a los jóvenes, dado que no se puede prohibir algo a quien no tiene la potestad de lograr por si mismo. La frase correcta debería ser «prohibir a los padres que proporcionen móviles a sus hijos menores».
Existen múltiples herramientas de control parental para smartphones, con diversas opciones y parámetros de configuración, que si bien no impiden totalmente un uso incorrecto del dispositivo por los jóvenes, sí ayuda a limitarlo en gran medida.
Sin embargo, parece que las opciones a discutir solo son 2: móvil sin limitaciones ni control o prohibición del dispositivo.
Al final alguien les va a enseñar a hacer lo mismo desde un portátil, con un navegador portable, con vpn, navegación privada, dns cifrados, Tor, …, y van a hacer lo que les dé la gana, y los confiados papis ni se van a enterar, mientras están en el salón viendo su serie con la tranquilidad de que su retoño no tiene móvil. No hay como prohibir para que el chaval se busque la vida, alguno hasta comprará una sim prepago en el mercado negro de locutorios y bazares sin que sus viejos se enteren.
Amen, Enrique Dans. Amen.
Qué ganas de ponerle puertas al campo… y que conste que el trumpismo degenerado lo va consiguiendo poco a poco. Se llama también coartar las libertades ciudadanas. Pero libertad made in revueltas antifranquistas, no by revueltas actuales prorosarianas de Ferranz.
Resulta que el acoso escolar se va a evitar con la supresión de pantallas, cuando siempre hubo hojas de libreta para escribir tonterías sobre una alumna d clase. Incluso en el encerado de clase, mientras no estaba el profe (y, en algún caso, hasta con él). O, ahora, ser suficientemente rápido en el manejo de la tableta, para mandar mensajes por el mundo mundial, sobre lo que carallo quiera el malandrín de turno. Y sin que el profe se entere.
Y como si el probelma no radicara en los adultos, sobre todo adultas, que manipulan a otras madres del grupo aula, par imponer sus caprichosas decisiones., cuando en «su» casa no son capaces de poner límites lógicos. Para colmo, hablando por unos hijos a los que no conocen ni por asomo.
Ahora mismo los están embarcando en cruceros mediterráneos, con precios astronómicos y dejando a varios compañeros sin excursión de fin de etapa, por problemas económicos. Vaya despedida de tus compañeros de curso. Demostrándole que son más pobres que vosotros!!!
Cuando leo algunos comentarios alucino sin pizca de LSD. Lo móviles (smart!) comparados con armas de fuego y drogas. ¿Serán de destrucción masiva?
Cuando en aa Primavera Árabe sirvieron como células solidarias. Claro que no valió de mucho, pero es que los adultos siguen teniendo la sartén por el mango. Que se lo pregunten a los políticos de la COP28, por ejemplo. O a los que gobiernan el neonazi estado de Israel.
Pero si hay patios donde el móvil puede servir para gravar a los acosadores de un alumna, para hacerle ver al profesorado «vigilante», que no sabe mirar para el alumnado. Sobre todo para el propenso a ser acosado.
Pero la culpa siempre será de los adolescentes, que no se saben adaptar a las normas impuestas por los adultos (que ellos mismos se pasan por las ingles). Que malos son!!!
Es que manda carallo!!!