Mi columna de esta semana en Invertia se titula «La aritmética del trabajo» (pdf), e intenta aclarar, en un momento en el que surgen estudios de todo tipo sobre ello, el futuro del trabajo en la era de los algoritmos generativos y la inteligencia artificial.
El reciente estudio de la International Labor Organization (ILO), de Naciones Unidas, sobre el futuro del trabajo predice que aunque parece poco probable que los algoritmos y la inteligencia artificial destruyan la gran mayoría de los trabajos, los trabajos de tipo administrativo serán los que estén más expuestos al riesgo.
En realidad, estamos ante un caso más de lo que suelo llamar análisis estático: analizar el impacto de una tecnología sin tener en cuenta su más que previsible avance en el tiempo. Es evidente que lo que hay es una amenaza para los trabajadores administrativos que será muy pronto una amenaza para todo tipo de trabajadores en cuanto la algoritmia generativa se incorpore a la robótica. Un paso que estamos ya a punto de dar de manera generalizada, o que estamos dando ya en determinados casos puntuales de sustitución de trabajadores por robots. Estamos, a todos los efectos, ante el eclipse del trabajador humano.
La idea de que la automatización avanzada no va a perjudicar a los trabajadores, sino que los liberará de determinadas tareas para permitirles concentrarse en otras resulta, cuando menos, candorosa: en clave empresarial, es completamente evidente que esto no va a traducirse en empleados más relajados o con más tiempo para sí mismos, sino en un «hacer más con menos» que, por necesidades de la dinámica competitiva, se traduce en empleados que llevan a cabo más funciones que antes hacían otros, y por tanto, en menos empleados. Pura aritmética, ya completamente probada tras las reducciones de plantilla de las big tech. Si hay algo claro, es que incorporar la tecnología para las empresas no es opcional. Por el momento, las empresas están hablando muchísimo de la incorporación de IA en todas partes, pero sus informes de resultados prueban que aún no lo están haciendo: mucho ruido, pero por el momento, pocas nueces. Juzgar lo que va a ocurrir en función de lo que ha ocurrido hasta el momento no parece la mejor de las ideas.
Además, es importante tener en cuenta que por mucho que escuchemos acerca de los puestos de trabajo que se generan con la tecnología, hablamos de puestos muy diferentes: por cada ingeniero que se contrata para el desarrollo de algoritmia generativa, se quedan sin trabajo cientos o miles de trabajadores administrativos o de otros tipos al final de la cadena. Pensar que, de la noche a la mañana, van a hacer falta tantos ingenieros y desarrolladores como trabajadores en niveles inferiores es, cuando menos, ingenuo.
Otro estudio, este del World Economic Forum, predice que la IA va a provocar la disrupción de más de 85 millones de puestos de trabajo, pero va a crear 97 millones de nuevas responsabilidades o tareas. Esta distinción entre puestos de trabajo y tareas es crucial: cada puesto lleva a cabo, por lo general, múltiples tareas, y en el futuro, muchas de esas tareas no podrán ser desempeñadas por los trabajadores que tenemos hoy. Es decir, no solo vamos a ver la pérdida de muchos puestos, sino que muchos de los trabajadores que ocupan los actuales van a necesitar importantes cantidades del llamado reskilling, desarrollar nuevas actividades que hoy no saben hacer. Según otro estudio, de IBM, la algoritmia generativa y la IA va a provocar una brecha global de habilidades durante los próximos tres años que obligará a un 40% de los trabajadores actuales a capacitarse.
Para algunas universidades y escuelas de negocio, grandes noticias, pero solo si son de las que están dispuestas a incorporar esas habilidades a todas las materias que enseñan y hacer que sus alumnos aprendan a utilizarlas para todo. Si, por el contrario, están más preocupadas de que los alumnos no copien y se dedican a intentar restringir el acceso a ChatGPT y herramientas similares, es seguramente una buena idea alejarse de ellas lo más posible.
Las compañías, por tanto, pasarán a buscar otro perfil de trabajador, uno que de verdad entienda la gestión de la algoritmia generativa y la IA como parte de sus funciones, que no sea extraño a lo que se puede llegar a hacer con esas herramientas, y que las vea como una forma natural de incrementar los resultados de su trabajo. Cada uno de esos trabajadores «aumentados» eliminará varios puestos de trabajo «de los de antes», simplemente porque son más eficientes y productivos.
La cuestión es tan sencilla como echar cuentas: una tecnología que posibilita niveles de automatización cada vez más sofisticados permite hacer más con menos, y eso implica lo que implica: o redefinimos el concepto de trabajo y replanteamos el equilibrio social, o tendremos muchos y muy importantes problemas.
This article is also available in English on my Medium page, «The augmented worker»
Estimado Enrique,
Imaginemos un departamento con 20 trabajadores y que pasa a necesitar sólo 1 trabajador. Pongo este caso extremo para evidenciar el argumento.
La empresa reduce el coste de ese departamento en 19 trabajadores, cabe 2 posibilidades que la empresa absorba todo el ahorro de personal (extremadamente poco probable) o que el ahorro, al menos en parte redunde en el trabajador, supongamos que ahora este «supertrabajador» cobra 3 sueldos ¿No consumirá más?
Quizás este «supertrabajador», nunca pensó en tener un dietista personal o un medico que optimice su envejecimiento o un entrenador o un masajista…Pienso que consumirá más de acuerdo con sus preferencias.
Nuevas profesiones y nuevos trabajos que hoy no existen se crearán.
La parte que absorve la empresa ¿No le llevará esta mayor rentabilidad ha hacer nuevas inversiones? ¿No repartirá más dividendos a sus accionistas?
En definitiva y más allá de esta aproximación intuitiva. Hasta la fecha ningún incremento de productividad ha llevado al fin del trabajo y no termino de ver porqué este caso sería distinto.
A mi entender lo que se va a producir es un incremento de la frontera de posibilidades de producción que redundará en un mayor beneficio para todos.
Y esto, con independencia que quizás sea bueno plantear una unificación de todas las ayudas clientelares que ofrece el estado en una renta básica que no permita su utilización política. Pero esto es un tema más complicado y como se suele decir, el diablo está en los detalles.
Un saludo.
Estimadísimo Ignacio,
Estoy completamente de acuerdo contigo: la tecnología nunca suele provocar un empobrecimiento global. Pero sí suele provocar un empobrecimiento coyuntural de muchas personas que no son capaces de adaptarse a ella con la velocidad suficiente. Lo que digo es que tengamos cuidado con esta oleada tecnológica, porque viene fuerte y puede dejar a mucha gente en la calle, a los que la perspectiva de que sus problemas no sean más que una parte coyuntural de una mayor generación de riqueza «para otros» no va a consolarles mucho. Y eso, si no lo impedimos con algún tipo de cambio en el significado del trabajo en forma de renta básica incondicional, tiene muy mal arreglo. El «que se j…» no parece muy adecuado en este caso.
Estimado Enrique,
Cuando uso la formula «Estimado» al dirigirme a usted, lo hago con sincero aprecio, nadie que lea y comente tan a menudo su blog, lo haría por castigarse a sí mismo, lo hago porque valoro el contenido, quiero pensar que no hay ironía y que usted valora mis intervenciones, en ocasiones disidentes.
No pretendo j… a nadie, muy al contrario me preocupan todas las personas y en especial las más vulnerables.
Totalmente de acuerdo en que puede haber desequilibrios coyunturales que requieran de una intervención pública, aunque no daría por seguro que se vayan a producir, sobre todo en los países que incorporen más rápida y eficazmente la inteligencia artificial, aunque suene contra intuitivo.
Viviremos y veremos.
Gracias por su contenido.
Un saludo.
Por aclarar, yo cuando uso la fórmula «Estimadísimo» tampoco lo hago con ironía en absoluto, es que estimo mucho sus comentarios.
Es casi seguro que a medio plazo la AI y la robótica serán capaces de hacer todo tipo de trabajo repetitivo tanto mecánico, como intelectual, y que en consecuencia los empleados ayudados de tales herramientas elevarán mucho su productividad, con lo que inevitablemente para hacer el mismo trabajo se necesitarán menos empleados, lo que supondrá que muchos empleados o se trasladan a ejercer otros trabajos, con lo que supone reciclado de sus habilidades y conocimientos, o irán al paro.
Sin embargo esto mismo ha pasado con la informática. Si hace tan solo treinta años preguntaras a un pequeño empresario si a él, le iba a afectar la informática, hubiera dicho que eso afectaría a los grandes negocios, pero que a su bar, o a su mercería, eso no le iba a afectar.
Pero hoy no hay empresa que no tenga una caja registradora TPV, que a la vez que calcula los pagos, descarga los importes en la contabilidad del negocio y a veces elabora los pedidos a los proveedores. El mas modesto bar, tiene una pagina web etiquetas QR para leer el menú, y le preocupa y le angustia las opiniones de los clientes escritas en TRIPADVISOR.
Igualmente nuevos negocios inexistentes anteriormente como el alquiler tipo AirBNB, la entrega a domicilio, netflx, el turismo rural,… etc na sido posibles gracias a la existencia de la digitalizacion e internet y dan trabajo a muchísima gente.
Análogamente la Robótica le parecía que no le iba a a afectar, pero hoy son normales los establecimientos en que las puertas no se abren con un sensor de proximidad, tienen una rumba para limpiar el suelo, y por supuesto el aire acondicionado se regula con un termostato.
Mi opinión, es que Robótica y AI entraran suavemente y por la puerta de atrás en todos los negocios, grandes y pequeños, pero que paralelamente, se producirá el cambio de trabajo en los empleados desplazados por ella, como pasó con la introducción de la informática e internet, y que incluso, estas nuevas herramientas, ayudarán a paliar la reducción de mano de obra por falta de natalidad e incluso, a reducir la jornada laboral, como ha venido ocurriendo desde los años 60.
A parte que, claro está, aparecerán nuevos negocios basados en la AI y la robótica que hoy son imposibles de realizar.
La IA y la robotica seran capaces de hacer todo tipo de trabajo pero no habrá problemas de paro porque se crearan millones y millones y millones de empleos … que por arte de magia, no podran hacer esa ia y esa robotica capaces de hacer todo tipo de trabajo.
Entendido.
¿Has pensado la cantidad de cosas que hoy no se pueden hacer porque no está suficientemente desarrollada la AI y la robótica?. Te indico algunas
Reciclado integral de la basura urbana.
Reforestación
Acuicultura a media profundidad hoy solo se hace en aguas someras
Cuidado de ancianos y enfermos
Construcción de viviendas sociales
…
Colonizar la Luna
….
El proceso va a ser:
1º.- En una primera fase reducción de mano de obra e incremento de la productividad. Es decir gente al paro , pero mayor riqueza producida.
2º.- Incorporación de la IA a la robótica. De nuevo, gente al paro y mayor riqueza producida, solo que en este caso a un nivel estratosférico en los dos aspectos.
Robots trabajando mucho mas rapido que un humano durante 24 horas al dia.
Está claro que vamos a una sociedad de tres niveles: Propietarios de medios de producción, trabajadores cualificados, y la masa mayoritaria (recordemos que con derecho a voto) que conseguirá ser subvencionada con un salario universal.
De acuerdo con todo menos con:
conseguirá ser subvencionada con un salario universal
+1
¿Por qué eso no pasó en el pasado?, El aumento de productividad es una constante en la historia, el fuego, la agricultura, la imprenta, el motor de vapor, la electricidad, la digitalización, internet,…
Todo ha aumentado la productividad de una forma impresionante, Sin embargo le paro se ha mantenido mas o menos constante desde el principio de la historia.
Como dices (muchas veces), la cosa es bien sencilla : o te modernizas, subiéndote a la rueda, o la rueda te dejará atrás en poco tiempo. Aquí no vale ser la tortuga de Aquiles, porque en la vida real no vale la filosofía griega, casi para nada. Los algoritmos no obedecen las leyes del Aquiles y los filósofos griegos NPI tenían de Mecánica Cuántica.
La FG solo vale, como la meditación oriental, para ejercitar el cerebro en la búsqueda de ser mejor, que cualquier algoritmo artificial.
Tomemos un ejemplo de la práctica profesional. Porque el uso de la rueda, como la máquina de vapor, a estas alturas del XXI, queda algo anquilosado.
Llegan la diapositivas al centro escolar y se va mostrando un nuevo enfoque en la explicación de cualquier tema curricular. Pero exige ponerse al día en interpretación visual (lectura de imágenes), algo que no está sembrado precisamente en el profesorado medio. Tampoco tiene la cultura mental necesaria, para manejar positivamente (didácticamente) el montón de información que muestra una (1) simple diapositiva, Porque, a diferencia del libro de texto, promoverá en el alumnado un sinfín de preguntas.¡A cuál más interesante!
Por supuesto la simple mecánica del uso de un proyector (ya no digamos retrop.), resulta un monte que ni el Everest. Para un profesorado muy rácano a la hora de «modernizarse». Sobre todo en esta sociedad «de la subvención», ya que la responsabilidad, para este profesorado, será exclusivamente de la Administración. La conciencia profesional no está, ni se le espera (por el aula).
La falsa solución, que adopta este tipo de profesorado (trabajador a fin de cuentas), es convertir la proyección de diapositivas en un nuevo libro de texto, que solo resulta animoso en las primeras veces. Después del desvirgue, ya el alumnado sabe aprovechar la situación de oscuridad relativa, para «hacer de las suyas». Lo de usar poco texto y poca imagen (comentada ad hoc, en función del clima de clase), es trabajo de «tontos útiles» para el sistema educativo/domesticador. El profe exquisito no tiene porque mancharse las manos, en ese tipo de faena «casi agrícola». Aprender a sembrar algo nuevo, como hicieron los primeros pobladores de la Tierra.
Lógicamente no habíamos llegado al mundo de las presentaciones virtuales y demás. En este caso simplemente, como con la LOGSE (no sustentada económicamente), llegó con poner «palos en la rueda» y mantenerlas fuera del aula. ¿Cómo se iba uno a meter (interactuar) con un maldito ordenador?
Es decir, que la metodología expresiva no se domina y , como bien dice en la entrada, la «nueva tarea» no logra ser operativa, quedando en una mera exposición más o menos de clase cuasimagistral. Siempre recordaré aquel famosos cátedro universitario, que conseguía hacer de la diaposotiva artística, una especie de exposición faraónica del arte, por lo de la imagen plana, tal que la creatividad expositiva se quedaba siempre perdida en algún rincón de su Departamento.
Así que lo de trabajador «aumentado» no te lo compro.
Siempre le llamé trabajador «cumplidor» con su función profesional, capaz de resolver las tareas que le nacen en su operativa diaria. Ni hay que hablar de tareas varias diferentes o así. Simplemente es adecuar tus capacidades (que las tienes, como IH medianamente desarrollada, si no hay grandes dificultades en el ADN), a las nuevas situaciones (nuevas tareas?) que plantea tu «trabajo» (sea eso lo que sea).
Si se quiere usar un símil biológico, es como la adaptación imprescindible al ecosistema donde vas a vivir. Pero siempre contando con la necesaria capacidad individual, para readaptarse a los cambios que, inexorablemente (si hay evolución), sufrirá ese mismo ecosistema.
Si lo hacen los animales irracionales (incluso los vegetales) ,¿por qué le tiene que costar tanto a una IH, medianamente madurada? Y luego dicen que el problema se llama IA…
Y sí, ya no doy clase a preadolescentes…
El biólogo Francisco Varela apuntaba que, para la oruga, la metamorfosis es catastrófica pero que para la mariposa, es milagrosa.
La cuestión en el tema de la I.A. es si, como trabajador, somos orugas o mariposas. Porque para las primeras, sigue siendo un drama.
Que dice Open-AI en The Verge (vaya nombrecito…) que podría cesar de operar en la UE, si no puede cumplir con la futura regulación, por otro lado laxa a más no poder…
¿A ver como es esto, el niño Sam se harta de pedir regulación y a la primera de cambio empieza a lloriquear? ¡¡¡ Será hipócrita !!!
GRACIAS EU !!!
No todo está dicho porque haya «herramientas que sepan hacer las Oes con un canuto», también esas herramientas tienen que cumplir NUESTRA regulación, e igual si son perjudiciales para los ciudadanos de la UE, pues simplemente aqui no vais a entrar. Y entraran las herramientas que éticamente sean dignas y se emplearán con lo que digamos en este país y si hay que cerrar el mercado a los mamporreros del todo vale: Bienvenido sea
«La idea de que la automatización avanzada no va a perjudicar a los trabajadores, sino que los liberará de determinadas tareas para permitirles concentrarse en otras resulta, cuando menos, candorosa»
Yo creo que habrá un periodo de transición en el que la gente se quedará sin trabajo. Si no consiguen hacer «reskilling», como dices, se quedarán en el paro para siempre. En cuanto a la RBU, estoy totalmente en contra: yo a seguir trabajando y tú a rascarte los huevos. Creo que la gente está moralmente obligada a renovar sus conocimientos para ser útil a la sociedad que le viste y da de comer, y no me parece tan difícil (p.ej. para programar una AI no hace falta casi entender las matemáticas que hay por detrás, es bastante simplón).
De nuevo, me imagino un futuro en 100 años donde la mitad de la población se dedica a genera contenido de ocio, y la otra mitad es científica. El camino entre medias, claro, podría desembocar en un auge del fascismo y una tercera guerra mundial si no conseguimos arrastrar a toda esa masa de gente que no quiere ponerse a estudiar.
Hola: Cuando leí el título pensé en un trabajador aumentado mediante tecnologías (la idea cyberpunk) del trabajador cyborg.