¿A quién pertenece un estilo?

IMAGE: Stable Diffusion

Esta noticia me ha resultado fascinante: hace ya algún tiempo, un artista gráfico polaco muy conocido, Greg Rutkowski, pidió a los gestores del algoritmo generativo Stable Diffusion que excluyesen su nombre de los posibles prompts con los que los usuarios podían pedir imágenes.

¿La razón? Su popularidad era tal, que su estilo de arte clásico aplicado a entornos futuristas o de ciencia-ficción se había convertido en uno de los estilos más solicitados por los usuarios, por encima de artistas tan universalmente consagrados como Picasso, Dalí o Van Gogh. Esto generaba para Rutkowski un problema importante: por un lado, empezaba a encontrarse creaciones por la red en las que realmente le resultaba difícil saber si eran suyas o no. Y por otro, posiblemente más preocupante, estaba presenciando la comoditización de su estilo, su conversión en algo que no solo cualquiera podía hacer, sino que simplemente, dejaba de pertenecerle.

Stable Diffusion reaccionó a la demanda de Rutkowski y abrió la posibilidad de que otros artistas pudiesen solicitar exclusiones semejantes. A partir de ese momento, dejó de ser posible legar a Stable Diffusion, describir una determinada imagen y solicitar que se generase en el estilo de Rutkowski. ¿Cómo reaccionaron los usuarios? Simplemente, tomando una LoRA, una adaptación de bajo rango, una técnica utilizada para ajustar modelos de manera eficiente que permite introducir elementos estilísticos, caras u otras variaciones y que se superpone al modelo genérico, y entrenándola con obras de Rutkowski para poder seguir generando imágenes con su estilo.

La adaptación ha sido hecha únicamente por los usuarios y completamente al margen de la voluntad del artista, lo cual genera todo tipo de discusiones y dilemas éticos, pero también una evidencia clara: la inevitabilidad de la tecnología. De tener un estilo propio, a que este pueda ser incorporado a una creación utilizando un algoritmo determinado, de ahí a que lo puedas hacer con prácticamente cualquier algoritmo, y de ahí… a un filtro en Instagram o en Snapchat que te saque con una estética que parezca creada por el artista. Es lo que hay.

Es exactamente lo mismo que pasó, en su momento, con la música: de tener que ir a adquirirla a una tienda, a que cualquiera pudiese simplemente abrir una aplicación y obtenerla automáticamente, sin que prácticamente nadie pudiera hacer nada más que intentar inútilmente perseguirla y, finalmente, ofrecer la posibilidad de que eso mismo pudiese hacerse tan fácilmente, que compensase pagar una tarifa plana por ello.

Con algoritmos generativos he hecho ya pruebas de todo tipo, y son impresionantes: basta con alimentar a uno de ellos con varios de mis artículos, para que escriba artículos similares sobre cualquier temática, que realmente parezcan escritos por mí. No lo utilizo más que de vez en cuando para hacer revisiones de textos traducidos por mí, pero funcionar, funciona. Y eso en mi caso, escritor más bien discreto, utilitarista y carente de un estilo muy característico… ¡qué no ocurrirá si eres un escritor con un estilo sumamente propio y reconocible! ¿A quién pertenece un estilo? Si tengo la habilidad para ello, podría pasarme un tiempo viendo obras de un pintor determinado, y reproducir posteriormente su estilo con diferentes temáticas. En el mundo de la música, ese tipo de demandas se han vuelto habituales, incluso llegando al absurdo por parte habitualmente de herederos que quieren pasarse toda su vida viviendo de la sopa boba, pero en la pintura o en la escritura son menos habituales.

¿Cómo debe tratar un artista el hecho de que un algoritmo generativo sea capaz de imitar su estilo hasta convertirlo en indiscernible de una creación suya? ¿No estaremos llegando al momento en que eso que llamamos «propiedad intelectual» precisa de algún tipo de redefinición o de adaptación a los tiempos?


This article is also available in English on my Medium page, «Imitation may be the sincerest form of flattery, but there are limits»

23 comentarios

  • #001
    Guillermo - 1 agosto 2023 - 16:44

    Es como poner puertas al campo.
    En fotografía y edición digital siempre ha habido gente que ha marcado estilo.
    Esos estilos han servido como base para que muchos artistas generasen en suyo propio, a veces con grandes modificaciones y otras menos.
    Youtube está lleno de tutoriales de como conseguir paso a paso determinados «estilos».
    Lo que hacen esos algoritmos son automatizar aquello que llevaba tiempo conseguir.
    Ser completamente original está al alcance de muy pocos, el resto en mayor o menor medida copia, mejora, modifica. etc…… pero la idea original es de otro.

  • #002
    Lua - 1 agosto 2023 - 18:09

    UTBH me cae como el culo, pero tuvo una interesante charla con Francis Diaz Fontan al respecto…

    ¿AVANCE o ROBO? DEBATE IAS en el MUNDO del ARTE

  • #003
    menestro - 1 agosto 2023 - 20:11

    Desde el momento en que se alimenta un algoritmo con obras de Rutkowski, se están infringiendo los derechos de autor, ya que el mismo hecho de procesar imágenes sin autorización es una infracción y, generar obras derivadas, otra más, que se suma al tratamiento digital de la obra.

    El mismo hecho de tomar trazos o elementos diferenciados y caracteristicos de la obra de Rutkowski, ya supone igualmente una infracción de la propiedad intelectual, porque se protege la autoría en su conjunto. Mucho más, si se utiliza para producir copias no originales del trabajo de ese autor.

    Aunque ponga «Lewis Buiton», sigue siendo una falsificación.

    Lo dicen los libros de la biblioteca de la facultad de derecho sobre propiedad intelectual, no ChatGPT.

    Disclaimer

    No podemos redefinir la realidad, se hace para que funcione.

  • #004
    JM - 1 agosto 2023 - 20:50

    De acuerdo, pero también el uso de DRM para cualquier obra digital es poner puertas al campo ya que hacer copias es prácticamente gratis.

    Sin embargo los lobbies de la industria han conseguido que se modifiquen las leyes a su gusto y que incluso se quite a los jueces de enmedio porque la mayoría de las veces no juzgan «correctamente».

    ¿Como le ponemos el cascabel a ese gato?

    Auguro que los autores individuales están j…..s pero las grandes empresas se las apañarán para que se nuevo se legisle a su conveniencia.

    • Javier - 1 agosto 2023 - 21:50

      Ese era, básicamente, mi argumento en esta respuesta:

      Worldcoin y la unicidad del usuario

      Los derechos y obligaciones, parecen afectar a «unos» más que a «otros», pero con una diferencia no menor:

      En el caso del DRM los derechos de las empresas a generar ingresos se trataban con premura y con no pocos lobbies a todo nivel, incluido el institucional: OMC, SGAE y demás. Y vaya que sí presionaron…

      Ahora que son las fuentes de ingresos de «simples» seres humanos que no tienen representación de ningún lobbie, los mismos que muy eficientemente crean tecnología para eliminar la capacidad de generar ingresos de las personas, nada hacen por el problema que causan. Ellos crean el problema, que otro lo arregle. O como dice Sam Altman:

      …and eventually show a potential path to AI-funded UBI…

      (…hdp…)

      Y lo que más me desespera de todo esto es que parece que todos (gobiernos, empresas, inclusive gran parte del propio periodismo) actúan como vulcanólogos en un congreso de vulcanólogos celebrado en la cima de un volcán a punto de estallar.

      Aunque la situación puede ser crítica y su vida estár en juego, hacen todo lo posible para recopilar datos cruciales, compartir información, hablar en jerga científica, hablar entre ellos de las catastróficas consecuencias de la inminente explosión… pero nadie hace nada…

      ¿Soy yo el que tiene una visión tan errada de la situación? o_O

  • #006
    Gorki - 1 agosto 2023 - 22:39

    Hubo un movimiento pictórico al final del Renacimiento que se llamó Manierismo, porque los pintores pintaban «a la maniera» de los grandes maestros, Miguel Angel, Tiziano, Leonardo, … Copiaban sus composiciones, sus escorzos, su colorido, sus iluminación,…

    La historia les ha considerado algo repipis y pasada la moda, costó mucho que se les valorara como grandes pintores, pero nunca los consideró plagiadores de los maestros.

    Hoy la IA hace algo parecido, pinta «a la maniera» de un maestro conocido. Su pintura será buena, o mala, pero no es un plagio. Si hay un pintor que duda si una pintura es suya o de una IA, es que se está auto copiando, pinta «a la maniera» de si mismo.

  • #007
    Gorki - 1 agosto 2023 - 22:47

    ¿No estaremos llegando al momento en que eso que llamamos «propiedad intelectual» precisa de algún tipo de redefinición o de adaptación a los tiempos?

    Yo creo que es tarde, desde el momento que hay máquinas que «generan» arte, la propiedad intelectual ha dejado de tener sentido. Antonio López puede si quiere seguir pintando realismo, pero no puede prohibir que la cámara fotográfica fotografíe el amanecer en el el inicio de la Gran Vía un día sin tráfico.

    • GOUDA MAN - 2 agosto 2023 - 14:38

      Gorki

      ¿Que tipo de argumentación es esa? ¿Desde cuando tiene PI una foto de un lugar público como una calle o la naturaleza?

      ¿Le cuesta trabajo entender que el trabajo de las personas tiene unos derechos de PI?

      Se imagina que tomara un best-seller de éxito, y una máquina o yo, cambiara con un algoritmo algún trozo y me convertiera en la nueva Ana Rosa plagiando libros… pero sin ser tan «brain-less» como para poner párrafos enteros… ¿para eso hay que cambiar la ley para adaptarla a la economía neo-choricera?

      No se da cuenta que están usando una obra para procesarla sin permiso, y sacar de forma automática «copias como churros», eso si churros inspirados, al estilo de…

      No hay que reparar la ley PI, hay que solucionar el problema Gorki y su conciencia laxa con el compadreo choricero.

      • Gorki - 2 agosto 2023 - 21:48

        Quien teóricamente tiene los derechos sobre una vista de la Gran Via es Antonio López, lo que afirmo es que no puede ekercerlos.

        Es legal, o no, plantarte en el comienzo el edificio DOLAR un día sin trafico y fotografiar la Gran Via al estilo de Antonio López

        Puedes vender esa fotografía enmarcada y ampliada a tamaño grande, indicando que es «inspirada en el cuadro de Antonio López», incluso que hay quien lo hace con un tratamiento de óleo a pincel.-

        Art Transfer utiliza un modelo algorítmico creado por Google AI, de manera que no se limita a mezclar tu fotografía y el cuadro ni a superponer tu imagen, sino que, en su lugar, inicia una **recreación algorítmica de la foto inspirada en el estilo artístico seleccionado. **

        Esta aplicación transforma tu foto en una obra de arte

        Si puedo hacerlo legalmente, puede Antonio Lopez guardar sus derechos Pl en un cajón de cosas inútiles

  • #010
    Juan T. - 1 agosto 2023 - 23:17

    ¿Y si en lugar de redefinir o adaptar la propiedad intelectual surgen artistas que redefinen el arte adaptandose a la nueva situación?.

    ¿O no es eso lo que han hecho los artistas con el arte en epocas sucesivas?

  • #011
    Javier Cuchí - 2 agosto 2023 - 01:32

    Nada del otro jueves. Los estilos siempre han sido imitados en cualquier arte; en plan elegante, se le llama a eso influencia pero, en el fondo, no es más que imitación. Cuando, pongo por caso, Hamilton fotografió «Bilitis» (en 1977, creo que fue) todas las publicaciones se llenaron de flous con jovencitas efébicas; las fotos sobresalientes de la guerra de Vietnam llenaron la prensa de fotografías realizadas en 400 ASA y más para arriba y con teleobjetivos de largo alcance (a veces, de 1.000 mm), bien granuladitas y con claroscuros notorios. Hace treinta años me dio por leer a Tom Wolfe a tope (casi me merendé sus obras completas) y todavía hoy escribo utilizando algunas de sus expresiones (aunque en un lenguaje tan coloquial como el suyo nunca sabes si imitas a Wolfe o reflejas el lenguaje común). Es -como en mi caso- incluso subconsciente.

    Y podemos encontrar casos así en todas las artes: la pintura, la arquitectura… La arquitectura, mira… En Barcelona, hay un edificio en la Diagonal confluencia con Balmes, realizado por Santiago Balcells en 1969, que es casi clavadito al edificio Pirelli de Milán (Gio Ponti, 1960). ¿Plagio? ¿Imitación? ¿Inspiración?

    Vamos, si hasta los peluqueros/as imitan estilos que se las pelan y lo han hecho toda la vida.

    Y ahora me salen con que la inteligencia artificial (que está empezando a parecerse al hongo aquel que se usó en los años 40 a modo de triste antibiótico casero) trabaja con estilos de otros autores.

    Si es que con esto de la tal inteligencia me parece que en muchos casos se está inventando la sopa de ajo…

    PS: Gorki, te doy la razón en tu comentario #006, aunque yo matizaría las diferencias -nada sutiles- entre la propiedad intelectual o copyright y los derechos de autor. Pero entendiendo tu comentario por el canal ancho, es totalmente cierto: o se redefine el concepto de autoría y sus derechos o ellos mismos se lo encontrarán, como, efectivamente, y tal como dice Enrique, les pasó con la música.

    • JacoboSota - 2 agosto 2023 - 09:22

      … En Barcelona hay un edificio en Diagonal / Balmes realizado por Francisco Mitjans…

      • Javier Cuchí - 2 agosto 2023 - 12:23

        Cierto, se me escapó Mitjans, pero tampoco él fue el único arquitecto: el edificio se proyectó y edificó ex aequo Balcells/Mitjans

      • Javier Cuchí - 2 agosto 2023 - 12:35

        También acabo de darme cuenta de otra imprecisión… que no lo es mucho. He dicho que David Hamilton fotografió «Bilitis». Bueno, es cierto y no lo es: nominalmente, el fotógrafo de la película fue Bernard Daillencourt, y Hamilton fue el director de la peli. Dicho esto, me da que Daillencourt fue como un banderillero de Arruza, es decir, con Hamilton llevando la batuta, la fotografía tuvo más de éste que de aquél.

        No puede uno escribir de madrugada, no.

  • #015
    Dorado Comandante - 2 agosto 2023 - 08:50

    «Es exactamente lo mismo que pasó, en su momento, con la música: de tener que ir a adquirirla a una tienda, a que cualquiera pudiese simplemente abrir una aplicación y obtenerla automáticamente, sin que prácticamente nadie pudiera hacer nada más que intentar inútilmente perseguirla y, finalmente, ofrecer la posibilidad de que eso mismo pudiese hacerse tan fácilmente, que compensase pagar una tarifa plana por ello»

    Hay una diferencia bastante significativa entre abrir una aplicación y escuchar/descargar música para tu disfrute personal, y abrir una aplicación, teclear dos frases y obtener un plagio de la obra de un artista que luego vas a utilizar para tu propio beneficio económico, ahorrándote tener que pagarle para ilustrar tu producto.

    Porque a fin de cuentas este es el fondo del asunto, que cada vez más productos editoriales, publicidad, etc… están aprovechando esa IA entrenada con las obras de otros, para evitarse unos gastos y aumentar sus beneficios en su producto comercial.

    A un artista, que el mediocre fulanito, incapaz de hacer dos líneas paralelas, se crea un artista aporreando un teclado, no le preocupa. Pero que se esté quedando sin trabajo mientras el mediocre fulanito se gana un sueldo o vende un producto con el apoyo de esas imágenes, sí.

    Por supuesto, no vamos a entrar en esa maravillosa cosa de pagar una tarifa plana por escuchar música y la carcel con barrotes de oro que supone, o la ridícula generación de ingresos que ofrece a un artista que no sea una megaestrella. Unida a la endogamia musical que está produciendo.

    Pero bueno, es lo de siempre. Los mediocres y los tecnomantes están encantados de conocerse, hasta que les llegue el turno y entonces llegarán los lloros y los pataleos mientras le llevan las manos a la cabeza. Tiempo al tiempo.

    • Gorki - 2 agosto 2023 - 11:38

      obtener un plagio de la obra de un artista No exageremos, como mucho la inspiración.

      Hoy la IA escribe programas y posiblemente sustituyan pronto a los programadores, pero no he visto a los “tecnólogos” ponerse como se ponen los “artistas”

      • Dorado Comandante - 3 agosto 2023 - 00:34

        La inspiración es un proceso emocional subjetivo, generado por la observación, estudio, interpretación de otras obras y su influencia en uno mismo. No es un escaneo de imágenes para generarlas con un algoritmo.

        No has visto a los «tecnólogos» ponerse de ninguna manera porque estás jubilado y no te enteras de donde viene el aire que te da. Pero sí, los programadores ya están empezando a ponerse nerviosos.

        En cualquier caso, los «artistas» son los del aporrear el teclado para sentirse lo que no son, artistas. Y de paso ahorrarse/ganar pasta con el trabajo de otros.

    • Javier Cuchí - 2 agosto 2023 - 12:42

      Solamente es una pregunta que responde a una inquietud cultural (que no, que es sarcasmo): ¿en qué época -relativamente reciente, pongamos desde 1960- un artista que no fuera una megaestrella percibió ingresos que no fueran ridículos?

      Me refiero, claro, a los derechos económicos por música en conserva. Las actuaciones en directo ya serían otra cosa. ¿O…no?

      • Dorado Comandante - 3 agosto 2023 - 00:46

        Entiendo que quieras ser otro todólogo, como el jefe de aquí, pero al menos él te lleva muchos años de adelanto y tiene tablas.

        Los ratios desde que llegó la maravillosa Spotify han sido reducidos hasta el ridículo. Antes se negociaba en la discográfica, porque eras su fichaje y los ingresos eran una pequeña parte más del pago de tu trabajo. Diluidos por los intermediarios y royalties, sí, pero ahí estaban, pequeños, pero estaba. Luego te tocaba salir a la carretera, por supuesto.

        Ahora se negocia en la tecnológica de turno y ahí no estás en plantilla, así que no importas si no estás dentro de sus golden.

  • #020
    C3PO - 2 agosto 2023 - 11:24

    Al final llegaremos a la policía del pensamiento digital… y a querellas de una IA: que esta IA se expresa con un estilo parecido al mío.

    Juzgados por una IA de la misma corporación del querellado o del querellante(remedando lo de conservadores o progresistas), que «fallaran» de acuerdo a un algoritmo hecho en una factoría de IAs.

  • #021
    Xaquín - 2 agosto 2023 - 11:35

    Yo pienso, aunque no sé realmente si existo, pero tengo claro que la única entidad que puede presumir de creativa y tener derechos de copia es la Madre Naturaleza (sea lo que eso sea). Hay muchísimo trabajo creativo, en seleccionar mutaciones, que puedan resultar realmente importantes para la evolución de los seres vivos.

    Pero, como tenemos harto comprobado, las normas sociales no van con ella. Así que me sumo al hecho de que, solo por nacer todos somos un poco artistas, al intentar sobrevivir en un ecosistema, que puede ser todo, menos acogedor. Hasta que somos capaces (más o menos «creativamente») de acondicionarlo «para formar parte de él».

    ¿Pero, quién fue el guapo (o poderoso) que decidió, que la creación humana no es de todos los humanos?

    Los considerados artistas, como los políticos, son una especie de seres humanos, que se han autoconsiderado tales (o los encumbra la sociedad), para goce y disfrute de su ego (y su bolsillo). De hecho si por algo se caracterizan es por su egoísmo acérrimo.

    Y, por cierto, si es «tu» bot, quien escribe las entradas seguiré leyéndolas, mientras me interesen. Con perdón (de tu posible egoísmo).

  • #022
    Michel Henric-Coll - 2 agosto 2023 - 11:55

    Algoritmos generativos para gobernar «a la manera de».

    Sustituyendo la grandísima mayoría de los diputados por software, nos ahorraríamos un pastón en costos de diputados, senadores y ministros.

    Y por una vez, podríamos afirmar que tenemos un gobierno inteligente, aunque fuera de tipo artificial.

  • #023
    Javier Lux - 2 agosto 2023 - 13:21

    Tangencialmente off the topic.

    No estáis empezando a estar un poco hartos de la judicialización de TODO. Al final todos vamos a tener que contratar un abogado para absolutamente TODO!

    Entiendo que a los jueces y abogados este asunto les interesa. Es dinero y poder gastado en ellos. Lo hemos visto en política, urbanismo, laboral..etc todo va por medio de abogados. Tenemos una inflación de pleitos que creo que nos amarga la vida.

    Va un artista, y por que un software produce algo a que se parece a su obra, y no tiene otra ocurrencia que pleitear. Dinero, tiempo y recursos que podrían dedicarse a I+D, dedicados a minutas de abogados…

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