Ford ha decidido dar un plazo de seis semanas a sus concesionarios norteamericanos para que decidan si quieren vender sus vehículos eléctricos, o quieren quedarse al margen de la tendencia más significativa de la historia en el mercado de la automoción.
La decisión para los concesionarios, que ofrece dos niveles de certificación con costes que se calculan entre el medio millón y los 1,2 millones de dólares, implica no solo instalar cargadores de alta velocidad y ofrecer al menos uno disponible de manera permanente al público, sino también un cambio más importante para la cultura de la venta de automóviles: precios fijados transparentes, sin negociación alguna, y disponibles en su página web para que puedan ser consultados y comparados directamente por los usuarios. La adquisición de un automóvil deberá poder ser llevada a cabo íntegramente a través de la página web, aunque las leyes de muchos estados aún exigen, por el momento, que deban realizarla los concesionarios, y no directamente la propia marca.
En caso de decidir no certificarse, los concesionarios quedarán relegados a la venta de vehículos de combustión e híbridos, una línea en declive que la compañía ha anunciado que dejará de existir antes del año 2030 en Europa y del 2040 en el resto del mundo.
La compañía, que ha ido llevando a cabo recortes significativos en su plantilla a lo largo de los últimos años, confía en la transición al vehículo eléctrico para ser capaz de remontar sus resultados, y en el desarrollo de nuevas tecnologías en baterías y fábricas para poder vender en torno a los 600,000 vehículos completamente eléctricos anuales, convirtiéndose así en el segundo fabricante más importante de cara al futuro. Con desarrollos de electrificación en sus modelos más significativos como el F-150 en el area de los camiones ligeros, el Mustang o la furgoneta Transit, la marca trata de actualizar sus prestaciones y ser competitiva en el segmento que define en todos los sentidos el futuro de la automoción, aunque la fortísima cultura en torno al motor de explosión de la marca le lleve aún a especular con conceptos como el perfume que evoca el olor que desprenden los motores de gasolina.
Al final, las reglas del futuro de la automoción van estando cada vez más claras: los concesionarios van perdiendo su papel en un entorno en el que las necesidades de mantenimiento de los vehículos pasan a un nivel muy inferior, la mecánica prácticamente desaparece, y las nuevas lineas de negocio se conforman en torno a muchos de los estándares que el pionero, Tesla, adoptó hace ya años: ventas directas sin concesionarios, servicio directo provisto desde la marca, y nada de negociación de precios ni de todos los clichés casposos que solían estar vinculados a la adquisición de un automóvil. Más tarde o más temprano, las leyes que en países como los Estados Unidos protegían a los concesionarios, habitualmente muy activos en la financiación de las campañas de los políticos locales, irán cambiando para reflejar la evolución de la industria y sus características de cara al futuro.
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Si no hay concesionarios ni almacenes de repuesto de la marca, ¿Dónde arreglo un coche que ha sufrido un accidente.?
De acuerdo, ¿Qué sentido tiene un concesionario en un coche que teóricamente no tiene averías ni precisa mantenimiento en su periodo de garantía?. Lo lógico es que muchos de los los concesionarios se transformaran sencillamente en «Showroom» y punto de entrega del coche comprado por el cliente al fabricante directamente vía on-line.
Sin embargo un coche, eléctrico o no, tiene partes que son especificas del modelo, por tanto es preciso mantener una tienda de repuestos de la marca, tanto de la parte eléctrica, (baterías, motores y tarjetas de control), como de la parte mecánica, suspensión, carrocería, aire acondicionado, vidrios, faros, …) Yo creo que tenderán a reducir los concesionarios con taller, (se esperan menos averías), pero se mantendrán los puntos, mono, o multimarca, donde puedas ver físicamente el «coche de tus sueños».
Yo creo que el cambio se basa en el paso de concesionarios – que como su nombre indica, son concesiones de la marca a un tercero a cambio de una parte importante del margen comercial – a showrooms o exposiciones en las que el cliente potencial puede ver el coche, tocarlo, sentarse en él o acordar una prueba, pero que no tienen funcionalidad mecánica, ni de chapa ni de pintura. Algunas de esas cuestiones – chapa, pintura, etc. – se podrán hacer en cualquier sitio que sepa hacerlas o que reciba formación para ello, como hoy en día arreglas un golpe en un Tesla en cualquier taller que sepa manejar carrocerías de aluminio, y otras, seré la marca quien te envíe al taller a casa o te diga a dónde ir. Pero el juego fundamental es quién gestiona la relación con el usuario, y la marca tiene que hacerlo porque te venderá servicios, actualizaciones, etc.
Según olvidar que el uso privado por una persona o familia está bajando y la tendencia es a flotas de coches compartidos y uso del coche como servicio, no como producto. Se reducirá el número de concesionarios necesarios.
Yo no noto la tendencia al coche compartido. Las empresas de Car sharing, (al menos en España), se mantienen en números rojos, y el número de coches en circulación se mantiene, pero eso si son mas viejos.
No hay que confundir los deseos personales con las tendencias generales.
ningún concesionario, pagaría el canon de entrada si no tuviera el chollo del servicio posventa es es su beneficio por encima del margen de la venta de coches, mientras el coche esta en garantía obligación de pasar por caja cada tantos kilómetros a niveles de mafia, como la marca Mitsubishi revisión obligatoria cada 7000 km en el año 2005
Creo que los concesionarios, deberían de pensar en cambiar la estrategia de mantenimiento de los vehículos hacia un modelo preventivo. Ya que los sensores (conectados a la red) de los vehículos que ya hay y que vendrán a futuro, permitirán anticiparse a las averías y en su caso poder pedir los repuestos incluso antes de que el usuario vaya al taller. Reduciendo la necesidad de stock y disminuyendo los tiempos de estancia del vehículo en el taller.
Ya es así. Mi coche, y lo he visto en otros, simplemente te avisa en la pantalla cuando le pasa algo, y te ofrece directamente en la app establecer una cita o que te visiten en casa. Las pastillas de freno se desgastan muy poco porque casi no las usas, pero te avisan cuando van a necesitar un cambio, las ruedas te avisan si la presión es baja, etc.
Enrique, a mí esto de que muchos autos en Europa (no sólo eléctricos) no lleven un neumático de repuesto no termina de convencerme. Esto es algo que nunca había visto al otro lado del Atlántico. Que un sensor me diga que la presión de una rueda es baja no me suena a ventaja tecnológica sino a crónica de una avería anunciada. ¿No te causa ningún estrés el no llevar una rueda de repuesto? El kit antipinchazos, ¿sirve realmente para algo que no sea alargar la agonía? ¿O es que ahora el pinchazo se ha sumado a los desperfectos para los cuales hay que llamar una grúa?
En eso estoy con usted.
Saber que solo dispongo del kit de espuma (me compre aparte un kit reparador por mi cuenta), no me da mucha seguridad. La espuma da para unos 100km y caduca en dos años. Ademas, deja la rueda inservible tengo entendido.
El concesionario aludio a evitar costes y peso en el vehiculo.
Tendre que llamar si o si a la grua para que reparen ellos, que para eso pago el seguro. :)
A mí también me gusta más llevar rueda de repuesto, la verdad…
¿Cuándo fue la última vez que pinchaste?. Por ejemplo yo me he dejado el coche con alguna luz puesta y no he podido arrancarlo con mas frecuencia que he pinchado, ¿Seria sensato llevar una batería de repuesto para por si acaso?
Ojalá otras marcas sigan la tendencia. Ahora mismo sigue ocurriendo que si compras el coche al precio de la web es que no has negociado. Esa negociación que además tiene mucho de engaño muchas veces (te bajo el precio pero te cuelo una financiación abusiva), debería dejar de existir.
Siempre he dicho lo mismo…
No me gasto 30, 40 o 50mil euros en un coche comprado por internet si no he podido sentame en el (como minimo) y probarlo…
Ni tiene sentido que lo hagas. Nadie dice que «te compres un coche por internet», sino que te vayas a un showroom, te sientes en él, lo pruebes si quieres, y después te vayas a la web a configurarlo con todas sus opciones y a encargarlo…
No solo está pasando con los coches, también con la ropa y yo diría que en todos los sectores. La marca de bicicletas Canyon, no tiene distribuidor ni concesiones, sólo online. Y son unas de las que mas ha crecido en los últimos años de ventas. El «tocar un producto» es más bien una costumbre de otra época, ¿no?
Me encanta la frase final, por lo concisa. Me ha llevado, sin querer, a la experiencia esclavista de mirarle los dientes al esclavo, antes de comprar. Como si la realidad fuera tan fácil de percibir.
Y además que ni puñetera idea de medicina, tenían los compradores. Menos mal que aún no se inventara el photoshop analógico. ¿O sí?
Enrique, siempre comentas que los coches eléctricos se averían menos porque son más sencillos. Sin embargo, la OCU saca una encuesta europea anual de fiabilidad por marcas (respecto a averías) y Tesla siempre queda muy mal. De hecho en 2022, la peor. ¿Qué sentido tiene? Algo no cuadra. https://www.autobild.es/noticias/estos-son-coches-menos-averian-marcas-menos-visitan-taller-1073257?amp
Siempre me pareció muy romántico ese dicho por algunos amantes lectores, de «como huele el papel del libro analógico». Lo que me parece más antediluviano, es eso de «que bien huele la gasolina del motor».
Todo muy propio del señoritismo de la Quinta Avenida, que mantienen a un portero , que ni necesidad tiene, de abrirles la puerta de su mansión, con vistas al CP. Son los restos del medioevo y de una burguesía, que asumió el resbalón de la nobleza, pero que es incapaz de asumir que la historia continúa.
En ese sentido (romántico) entiendo lo de mantener la rueda de repuesto, sobre todo para que muchos grandes conductores la desgasten, como si fuera cava y provoquen algún que otro accidente. Y tengo muy claro que no es comparable con el portero que no abre puertas (salvo las del coche).
Y que quede bien claro, que no te veo para nada un medieval en el Reino Independiente de Madrid. La nostalgia va en nuestro ADN.
Simplemente me gustaría resaltar el espíritu burgués de mucho trabajador, que, como buen «empresario fallido», sigue teniendo anhelos de sentarse en un despacho ejecutivo, para hacerlas pasar putas a sus antiguos compañeros. Más incluso que a sus antiguos jefecillos.
Porque las Harvad crean engendros empresariales (y abogaciles protopolíticos), pero las calles de los Madriles, tampoco enseñan precisamente muy buenos modales.
Así que pensemos, por un momento, que la Ford está sacando su nuevo coche T, con un aire más avanzado que su famosa cadena de producción. Que no solo los porteros, son un síntoma de épocas históricas pasadas. El capitalismo hará el resto (o lo intentará, por lo menos). En este caso, hacer que moribundeen estructuras socioeconómicas anquilosadas.
Xaquín, más burgués me parece el hecho de llamar por teléfono para que venga una grúa o un mecánico porque no sabes/puedes cambiar una rueda o solucionar alguna pequeña avería. En cuanto a la nostalgia, a veces es absurda y otras veces no.
Indudablemente el futuros es del automóvil eléctrico. De momento excesivamente caros dada su simplicidad mecánica. El día que pueda adquirir un automóvil alimentado con paneles solares a precios competitivos, será el momento de disfrutar del silencio en la conducción.