La noticia de que el nuevo iPhone 14 había sido lanzado en los Estados Unidos sin bandeja para tarjeta SIM y que, por tanto, convertía el estándar eSIM, o tarjeta SIM electrónica, en la única opción para sus propietarios dio lugar a algunas protestas, particularmente entre personas que viajan habitualmente y que encontraban la posibilidad de llegar a un país y cambiar la SIM de su operador por una local la mejor opción para mantener un acceso a datos a un precio razonable, sin pasar por el absurdo impuesto revolucionario que supone pagar por un concepto tan desfasado y del siglo pasado como el roaming.
Para las operadoras, el roaming es como el maná caído del cielo. Que una persona, por el hecho de encender su teléfono más allá de las fronteras de su país, tenga que aceptar una serie de acuerdos absurdos de interconexión que le hacen pagar cantidades que carecen de todo tipo de sentido si quiere acceder a servicios como llamadas, mensajes o datos es, además de completamente anacrónico, un abuso que debería ser convertido en ilegal. Desde que la adopción de los teléfonos móviles se convirtió en algo razonablemente generalizado, los usuarios hemos tratado de huir de todas las formas posibles del indecente abuso que supone el roaming, sea adquiriendo una SIM local – cuando nos dejaron hacerlo, porque recordemos que al principio, los terminales venían bloqueados para un operador determinado – o contratando una tarifa de datos razonable y llevando una MiFi o hotspot WiFi móvil encima para asegurarnos la conectividad (que suele ser la solución que elijo yo desde hace mucho tiempo).
¿Pero realmente necesitamos tanto los datos cuando viajamos? Hoy en día, viajar sin datos es un absoluto dolor de cabeza: desde utilizar un simple mapa para llegar de un sitio a otro en una ciudad con la que tenemos poca familiaridad, hasta llamar a un Uber o similar, pasando por algo tan sencillo como pagar con nuestro smartphone o smartwatch, son todas ellas operaciones que requieren que nuestro terminal esté conectado, algo que no siempre es fácil en muchos países en los que la práctica de ofrecer una red inalámbrica abierta a los clientes de un servicio determinado no es habitual. En algunos países, por ejemplo, ofrecer una WiFi abierta es algo complicado por requisitos de identificación de los usuarios. En otros, obtener una SIM local es imposible o muy complejo, o simplemente requiere una operativa relativamente farragosa de firma de contrato por la que muchas personas no están dispuestas a pasar.
Al final, el problema se reduce a algo muy sencillo: unas operadoras intentando de todas las maneras posibles seguir estafando a los usuarios, generando barreras de entrada para que la SIM electrónica no se popularice. Porque, pensemos: ¿qué ocurriría si la SIM de nuestro teléfono fuese directamente electrónica? Algo muy sencillo: podríamos, con unos cuantos clics, contratar el servicio de telecomunicaciones con cualquier operadora en cualquier momento, y cambiarnos en función de nuestros intereses.
¿Qué ocurriría cuando bajásemos del avión en un país determinado? Lógicamente, que las operadoras competirían por ofrecernos sus servicios, y podríamos elegir aquella que nos interesase más en función de nuestros patrones de uso o de nuestro consumo esperado. La competencia siempre es buena para el usuario. Barreras administrativas y complicaciones, fuera: deja de ser necesario acudir a una tienda de un operador para firmar un contrato en papel con un bolígrafo y que nos entreguen una tarjeta SIM física que meter en nuestro terminal. En su lugar, nos identificamos si es legalmente obligatorio, hacemos toda la operativa online, obtenemos los datos necesarios, pagamos, y empezamos a comunicarnos. ¿Complejo? En absoluto: ya se encargarán las compañías interesadas de convertirlo en un proceso con poca fricción.
Por supuesto, lo último que quieren las operadoras es un mercado tan sencillo y tan líquido en el que podamos cambiarnos de una a otra como quien hace cuatro clics, razón por la cual han estado tratando de dificultar la llegada de la eSIM desde hace tiempo inmemorial, e incluso llegaron, en los Estados Unidos, a ser objeto de investigación por parte del Departamento de Justicia por presionar a la GSMA para que ralentizase la llegada del estándar eSIM. Ahora, es Apple la que ataca, ofreciendo su iPhone 14 directamente sin bandeja para SIM, y ofreciendo posibilidades como, por ejemplo, transferir nuestra eSIM de un terminal a otro mediante Bluetooth.
Las protestas de algunos usuarios acostumbrados a una operativa determinada como utilizar tarjetas SIM locales son, simplemente, un problema temporal, una resistencia a la innovación basada en los hábitos y en el hecho de que, por el momento, puede ser complicado obtener una SIM electrónica en otros países diferentes de los Estados Unidos, lo que podría obligarles a obtener esos servicios de mano de su proveedor doméstico, lo que podría perpetuar los abusos habituales. Pero la dirección de la tecnología es evidente: la tarjeta SIM física es una herencia del pasado, algo completamente innecesario y prescindible, y una forma de que las operadoras mantuviesen el control de una pequeña, pero vital parcela de nuestros dispositivos.
En el futuro, una SIM será simplemente un conjunto de bits, algo que obtenemos con total flexibilidad del proveedor que nos lo quiera ofrecer en las condiciones que más nos interesen. Y de ahí que el movimiento de Apple hacia la eSIM haya que interpretarlo como lo que es: a medio plazo, una victoria para los usuarios, que ganarán muchísimas posibilidades con respecto a las que conocían en los tiempos de la SIM física. Ahora, cada vez son más las operadoras que soportan el estándar eSIM en todo el mundo, y cabe esperar que, en breve, sean todas ellas. Cualquier cosa que haga avanzar la transición a la eSIM como estándar global es algo que tenemos que agradecer y que interpretar como positivo.
A ver cuanto tarda Apple en conseguir que el terminal sin bandeja para SIM física se convierta en una realidad en todo el mundo.
This article is also available in English on my Medium page, «At last! The new iPhone is driving the transition to the eSIM»
Con Apple hemos topado amigo… pero cuántos Sanchos están preparados para adaptarse a la dirección (y sentido) del avance tecnológico que parece tan evidente (para algunos)… la internet libre es un póker contra el poder, pero este no está dispuesto jugar con cartas no marcadas… y él sabe, que evitar «las señas» entre sus contrincantes, es una baza de vital importancia
Y yo que pensaba que eso del roaming ya no existía :-(
En la Unión Europea no, pero vete a otros países – o incluso a UK, donde se han apresurado a volverlo a poner – y ya verás qué divertido!
He estado este verano en Marruecos, y cuando vi las tarifas antes de irme, casi me quedo en el sitio: 10,89€/MB… Si, por megabyte. El propio agente de mi compañía de móvil, cuando llame para preguntar el precio, me dijo que me las iba a decir, pero que aconsejaba deshabilitar los datos móviles al subir al.avion.
Lo que más espero de la eSim es que dejen de llamarte operadores para ofrecerte cosas. Si te puedes cambiar a golpe de click, sería dinero desperdiciado para ellos :-)
Si tienes un terminal con SIM física el «Sancho» de turno tiene que ir a una tienda del operador local y comprar una SIM para cambiarla
Si tienes un terminal sin SIM física el «Sancho» de turno tiene que ir a una tienda del operador local y solicitar una eSIM para cambiarla. El proceso es el siguiente, te entregan un código QR, vas a Configuración y en la opción “Datos celulares”. Das clic en “Agregar plan de datos” y se escanea el código. Y puede alojar hasta 8 eSIM al mismo tiempo.
La mayoría de las operadoras grandes admiten eSIM
¡Oye!… y te ahorras el roaming.
El problema es que en España los operadores solo ponen trabas a la eSIM.
No puedes tener una eSIM con una tarjeta prepago, por ejemplo, y mover una eSIM de un terminal a otro es misión imposible.
Esto hace que, si se te estropea el terminal o, simplemente, lo renuevas, no tengas forma de mover fácilmente la eSIM a otro dispositivo sin ir a una tienda de tu operadora.
Vendo troqueladora universal de SIM. Un solo uso.
– Que me ha llamado ese tio?
– Anticuado
– Sujetame el Nokia…
En Holafly lanzamos eSIMs para turistas ya en 2019, cuando Apple estrenó los primeros móviles compatibles (el XR y el XS).
Entiendo que la implementación en Estados Unidos es un aviso de los planes que tiene Apple de generalizar la eliminación de la SIM física en el próximo lanzamiento.
Las grandes operadoras implementaron la eSIM hace un par de años, sin mucho interés, y no lo han publicitado mucho. Los operadores pequeños y muchos operadores en América Latina son los más afectados, porque tienen pocos meses para actuar. También es cierto que la base de clientes de algunos de estos operadores es casi en su totalidad de dispositivos más asequibles no compatibles con eSIM.
Pedro