El caso Kiwi Farms y la pérdida de la cobertura que tenía contratada con Cloudflare, aparte de una desgracia por las asquerosas connotaciones que conlleva, ofrece algunas interesantes oportunidades para el análisis.
Empecemos por el contexto: ¿qué es Kiwi Farms? Simplemente, un foro online ultraconservador norteamericano creado para perseguir y acosar a figuras públicas, generalmente del ámbito LGTBIQ+, en el que sus participantes no se limitan a hacer chistes, a decir barbaridades o a hacer difamación, sino que habitualmente escalaban sus acciones a cuestiones como la divulgación de datos personales, de la dirección, etc. de algunas de sus víctimas (doxxing), o las falsas denuncias de acciones violentas para lograr provocar misiones de emergencia de unidades especiales de la policía (swatting). Algunas investigaciones vinculan la presión ejercida por este foro con al menos tres suicidios de víctimas que habían experimentado su persecución.
Como toda página polémica expuesta a las acciones de quienes se oponen a ella, Kiwi Farms estaba obligada a tener contratados los servicios de mitigación de ataques de denegación de servicio de Cloudflare, sin los cuales, simplemente, no podría mantenerse activa en la red. La posición de Cloudflare en este sentido es bien conocida: aunque tiene la capacidad por omisión, simplemente dejando de prestar sus servicios, de censurar de manera prácticamente inmediata cualquier página de la red, su cofundador y CEO, Matthew Prince, rechaza la toma de esas decisiones aunque ello le suponga hacer frente a la presión de quienes reclaman el cierre de determinadas páginas, y trata de plantear que la decisión nunca debería ser suya, sino de la justicia. Así lo afirmó en casos previos como el del panfleto neonazi The Daily Stormer o el del foro 8chan, , en los que dejaba claro que «nadie debería tener el poder de despertarse un día de mal humor y decidir que la presencia de alguien no debería estar permitida en internet», por repugnante o asquerosa que le pareciese dicha presencia.
¿Qué diferencia el caso de Kiwi Farms? ¿Va a ser la historia de Cloudflare una constante retahíla de excepciones presuntamente justificadas? En este caso, según afirma la compañía en su página corporativa, de lo que se trata es de lo inminente de un posible problema de seguridad para las personas: la página, tras el «salto a la fama» que ha supuesto la elevada visibilidad reciente de sus acciones, estaba escalando sus ataques y poniendo en peligro a otras posibles víctimas. Por tanto, y ante la creciente presión social recibida, Cloudflare se ve obligada a considerar a Kiwi Farms como el cliente más peligroso de su historia, y a tomar la decisión de terminar su prestación de servicios sin esperar a recibir una orden judicial, que requiere una cuidadosa y potencialmente larga reflexión sobre la libertad de expresión y los límites de la misma.
¿Dónde está el problema? Sencillamente, que Cloudflare no quiere tener que estar sometida a un escrutinio y presión pública y a tener que desencadenar una reflexión interna cada vez que aparece el imbécil de turno y la lía parda en la red. Su papel es un servicio tecnológico que trata de mitigar los posibles ataques que pueda sufrir un servicio en internet, no el de convertirse en juez que otorga o retira permisos. Y lógicamente, exige que las autoridades desempeñen el papel que manifiestamente les toca, el de hacer cumplir las leyes y no relajar esa responsabilidad en proveedores de servicios tecnológicos. Un papel que, además, tiene que ser desempeñado con velocidad, dado que en muchos casos podemos estar hablando de servicios que pueden implicar el daño a terceros si no son interrumpidos a tiempo.
¿Queremos unas autoridades capaces de echar de la red a determinadas páginas a patadas y en un tiempo récord? ¿Preferimos ser más garantistas y dejar que las autoridades procedan con sus necesarias reflexiones y tiempos? La respuesta es, sin duda, compleja. Sin embargo, surge una duda muy interesante: ¿por qué cuando hablamos, por ejemplo, de un servicio de descargas irregulares o de streaming denunciado por un productor de contenidos, casos que únicamente provocan pérdidas económicas, la justicia suele actuar a toda velocidad y con toda premura, mientras que cuando hablamos de casos flagrantes que ponen en peligro la vida de personas, la justicia decide que necesita tomarse sus tiempos? ¿Tiene razón Cloudflare reclamando una acción más rápida e implicada de las autoridades, a pesar de las posibles consecuencias que ello podría tener en manos de según qué autoridades? ¿Al servicio de quién parece estar, en muchas ocasiones, la justicia?
This article is also available in English on my Medium page, «What the Kiwi Farms case tells us about the justice system»
Pues aquí ya le han caido 10 años de carcel a un acosador digital que terminó en suicidio de la víctima.
Yo creo que cada vez mas se va a diluir la diferencia entre los delitos que se produzcan en el mundo fisico y en el virtual, mas aun cuando el Metaverso comience a funcionar.
La Justicia tendrá que adaptarse.
A su primera pregunta, Sr. Dans, la respuesta la creo sencilla, y está implícita en su propia acotación:… casos que únicamente provocan pérdidas económicas… . Los conflictos que surgen de la defensa de la libre expresión requieren un análisis más profundo, porque tratan con consideraciones que son más difíciles de objetivar. Creo que tiene todo el sentido que se resuelvan mucho más lentamente que otros que están claramente regulados.
Los argumentos que han utilizado siempre las gestoras de contenidos sobre «lucro cesante» no dejan de ser algo muy discutible como poco y sin embargo se han terminado admitiendo por los diferentes gobiernos (más que por los jueces que han tendido siempre a desestimar las peticiones de las gestoras).
Diría que el razonamiento es diferente: las cosas que le supongan una perdida economica a grandes compañias se resuelven ipso facto que para eso sus lobbys financian a los que hacen las leyes y quienes las ejecutan (la de cursillos y charlas que dan nuestros queridos jueces financiadas por grandes compañias y bancos …). Que unos nazis se dedican a acosar y arruinarle la vida a otras personas … pues bueno, ya lo miraremos cuando tengamos tiempo un año de estos.
Me da la sensación de que Cloudflare ha actuado -como ya lo hizo en el caso del Stormer- por simple presión popular y sin esperanza alguna de que ningún juez yanki fuese a ordenar semejante cierre (Primera Enmienda).
La decisión es grave y reitera un precedente muy peligroso. Pero Kiwifarms no es el tipo de cliente que nadie se quiera ver obligado a tener.
Y ésta es la segunda clave del debate. Y no, la respuesta no es fácil. No es nada sencillo decirle a un consumidor que no tiene derecho a servicios de la sociedad de la información.
Más grave -y quizá más claro- es el borrado del histórico de Kiwifarms de webs tales como archive.org, que se asemeja demasiado para mi gusto a las quemas de libros medievales.
A ver cuándo, por variar un poco, se os ocurre una analogía diferente a la de la quema de los libros para justificar o hacer la vista gorda ante los nazis que si quemaban libros de verdad.
Si fuera presidente de España o Ministro de Justicia intentaría tener una justicia exprés a mano para internet, pero bajo las leyes actuales. Al menos que se puedan presentar cautelarísimas.
Lo mismo pasa con los dominios que envían spam, phishing, SMS, acrotardores de URL fraudulentos, etc.
El mayor problema, que ya se ha comentado aquí:
Foro AntiLGTBIQ+: Ilegal el occidente. Legal en liga árabe.
Foro Pornográfico: Legal en occidente. Ilegal en liga árabe
Foro ProKurdistán: Legal en medio mundo. Ilegal en Rusia, Turquía, Irán, Irak
Partido independendista Catalán: Legal en España, ilegal en Francia.
Mientras tengamos 200+ sets de leyes no se va a poder cumplir nada en ninguna parte. Hace falta una entidad global superior.
Benji, sólo una matización. En Francia los partidos independentistas no son ilegales. Existe Corsica Libera, que tienen representantes públicos en la isla y que ni siquiera condena la violencia. Siempre se dice que en Alemania o Francia los partidos independentistas son ilegales, pero una simple búsqueda permitirá ver que eso no es cierto.
Pienso que en la repuesta de la última pregunta está el meollo de la cuestión… y como, todo lo referido a la libertad de expresión (diferente de la libertad de actuación), tiene que ver con la excesiva flexibilidad que sele dá a la palabra uso/prohibición, para que va seguido abuso/seguridad.
Como en el equilibrio natural del ecosistema, se trata de buscar interacciones positivas.
Como estamos cansados de repetir se confunde mucho la adaptación social negativa con la adaptación social positiva.
Y tanto el nacionalsocialismo como el nacional sovietismo, empiezan por exigir libertad. Primero para decir y luego para hacer. Luego ya es el líder supremo quien decide lo que se debe liberar y lo que se debe matar. Los demás a joderse. Incluidos sus compañeros de viaje.
Claro que luego aún están en una liga «superior», los desneuronados parciales, que usan al García Márquez, para mostrar su disidencia política. Pobriños, ¡como si supieran leer
La última frase, dicha desde España en estos momentos, hace sonreir
No veo el dilema, entre las condiciones de Cloudflare o cualquier servicio debería estar en de no permitirse el acoso. En KiwiFarms no es que no hubiera una moderación que lo preveniera, sino que era página dedicada a ello.
Luego aparte está el tema de la justicia que como bien dices debería perseguir estos ataques a la integridad física y moral de las personas tanto como lo hace con los derechos autor o más. Nos hemos acostumbrado al barra libre y eso debería cambiar completamente.
Yo no creo que en los casos de propiedad intelectual la Justicia sea más rápida que en otros, en términos generales. Lo que sí ocurre -me refiero, en todo caso, al de España- es que nos hemos dejado colar no sé cuántas comisiones a las que se ha entregado -inconstitucionalmente, a mi modo de ver- la capacidad de cerrar páginas por vía ejecutiva y prácticamente sin posibilidad de defensa y se ha obligado a los prestadores de servicios a obedecer legionariamente las órdenes de esos organismos siniestros.
En fin, mientras haya VPN, que vayan cerrando lo que les dé la gana.
«¿Al servicio de quién parece estar, en muchas ocasiones, la justicia?» ¿Cooooomo que al servicio de quiénes parace estar? ¿Cooooomo que «parece» estar? Lo está, lo está de siempre, de ayer, de hoy y de manñana, y por supuesto, de pasado mañana… «Tu voluntad de clase (dominante) erigida en Ley», ni más ni menos.