Epson se une a la lista de fabricantes de impresoras que han sucumbido a la tentación de tratar a sus usuarios como si fueran imbéciles y engañarlos mediante técnicas fraudulentas de obsolescencia programada para que jubilen sus impresoras antes de tiempo, un modelo de estafa recurrente sobre el que hablé por primera vez allá por el año 2008 y más tarde, en el 2016.
En este caso, varios usuarios descubrieron que sus impresoras estaban programadas para dejar de funcionar tras un cierto nivel de uso, generando mensajes de error, negándose a imprimir y, en último término, obligando a su reemplazo. El fraude, documentado por Fight to Repair, consiste en un mensaje de error informando de que «una pieza dentro de su impresora está al final de su vida útil. Se requiere servicio», referido a las esponjas que acumulan los restos de tinta, un componente que puede ser fácilmente reemplazado incluso por el propio usuario, pero que, además, no representaba por lo general problema alguno, y simplemente tenía programado un cierto número de ciclos de uso. La compañía ofrece un arreglo temporal que funciona durante un período de tiempo corto, pero recomienda llevar la impresora al servicio técnico y, probablemente, cambiarla dado que «cuando aparece este mensaje, los otros componentes de la impresora también pueden estar cerca del final de su vida útil».
El negocio de los fabricantes de impresoras hace mucho tiempo que se convirtió en un auténtico desastre consistente en engañar a los usuarios «innovando» mediante esquemas que van desde la obsolescencia programada, hasta poner precios absurdos a los cartuchos de tinta como si contuvieran sangre de unicornio, o incluso generar falsos mensajes de «cartucho vacío» cuando aún queda tinta en ellos. Un negocio en absoluta decadencia, que hace mucho tiempo que decidió que la ética era simplemente algo accesorio de lo que se podía prescindir.
En la práctica, de lo que debemos prescindir es de las impresoras. Yo tomé esa decisión en el año 2012, y no he tenido ningún problema. Ocasionalmente, si por alguna razón – generalmente burocrática. – necesitamos imprimir algo, simplemente nos acercamos a una tienda cercana y pagamos por ello, y dado el escaso número de ocasiones que nos vemos obligados a hacerlo, el beneficio es más que evidente. Los últimos años de tener impresora en casa eran un drama: se utilizaba ya tan poco, que prácticamente cada vez que pretendíamos imprimir algo, el cartucho afirmaba estar seco.
En mi trabajo en IE University, hace mucho tiempo que el papel se convirtió en algo prácticamente anacrónico. Su consumo lleva disminuyendo de manera muy pronunciada desde hace bastantes años, y desde la pandemia, de hecho, se tomó la decisión de retirar incluso las impresoras y fotocopiadoras que quedaban en los pasillos para uso de los alumnos, que fueron sustituidas con maceteros con plantas, y la cuestión no generó prácticamente protesta alguna.
¿Realmente necesitas imprimir algo? Si es así, ¿tienes la posibilidad de presionar para que ese uso de papel sea sustituido por medios electrónicos? En una era en la que incluso las facturas que se enviaban a los hogares han desaparecido, ¿qué nos obliga a mantener un dispositivo no solo caro en su adquisición y en su mantenimiento, sino que además fabricado por compañías que intentan engañarnos constantemente para que incrementemos el gasto de manera absolutamente superflua?
El caso de Epson revela una de esas prácticas que esperemos terminen siendo declaradas como ilegales, pero que simplemente se han convertido en un indicador interesante: la impresora se está convirtiendo en algo tan innecesario, que las compañías que las fabrican intentan técnicas desleales para extraer desesperadamente algunos ingresos adicionales engañando a sus usuarios. Cuando tu negocio se convierte en eso, ya sabes lo que te queda…
This article is also available in English on my Medium page, «Do you really need a paper copy of that document?«
Si tu modelo de negocio, es estafar a tu cliente…
En ese mercado, tanto doméstico cómo profesional, la máquina siempre ha sido el caballo de Troya. El verdadero negocio era venderte la tinta, y a precio de oro, p. ej. yo tengo una impresora cuyos botes de tinta cuestan 300€ el litro y llevan 6: CMYK+blanco+barniz, todo un «negocio», y sólo duran un año. (que asco da todo).
¿Imprimir? ¡Ah! Igual eso es para lo que está esa ranura que hay debajo del escáner. Perdón (y disculpad mi ignorancia): ¿para qué sirve eso de imprimir? ¿Necesita el güindous o con Linux también se puede?
Agradezco a los fabricantes de impresoras, Epson, HP, canon,… el haberme transformado de un nativo Gutemberg, en un habitante digital.
Si no hubiera sido por sus grandísimos abusos/timos, aun precisaría imprimir un documento para poder leer y trabajar sobre él. La carestía de la impresión, me llevaron en su día a imprimir sólo lo imprescindible, y poco a poco, me he acostumbrado a trabajar sobre la pantalla y ya hace muchos años, que la impresora ha desaparecido de mi mesa de trabajo. Es mas , han desaparecido los papeles, salvo lo que legalmente hay que tener en papel, todo lo demás lo archivo digitalizado.
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Yo por temas prácticos he tenido que imprimir estos últimos años bastantes documentos personales en una copistería y con todo lo que me he gastado no llega ni al precio de una impresoras de las baratas, sin todos los problemas relacionados con que la tinta se seque, el espacio que ocupa en casa, etc.
Tengo una HP Laser desde hace 12 años, todo OK. Lleva el mismo tóner desde hace 6 años y sin problemas.
La fotocopisteria del pueblo es monopolista y se nota…
Hola,
Si, tambien he llegado a esa conclusión.
Me acuerdo de aquella impresora de tinta con escanner que hacía limpieza de cabezales cada vez que escaneaba.
Llegó el día en que necesitaba imprimir y ohh sorpresa, ya no había tinta….eso fue hacia 2010 y fue mi última impresora.
Hasta que recuperé una vieja HP láser que solo uso 3 veces al año y funciona la mar de bien.
Puedo decir de primera mano que algunas empresas siguen imprimiendo como si no hubiera un mañana. Mi mujer vende material de oficina a empresas y puedo decir que la venta de papel no decae entre la pequeña y mediana empresa.
Hace tres días precisamente me entró un cabreo de pelotas al respecto de este tema y la pregunta que lo encabeza. Para cuatro envíos comerciales (tres a Reino Unido y uno a USA) tuve que imprimir 40 folios… 40.
En cada paquete:
– Cuatro copias de la DUA (dos folios por copia)
– Una copia de la factura comercial
– La etiqueta de envío
Multipliquemos eso por los millones de paquetes que circulan por el mundo cada día, para que un niño grande tenga su caprichito dentro de cuatro días en la puerta de casa. Es demencial. Luego nos llevamos la boca con sostenibilidad y demás soplapolleces.
Tantas iniciativas que hay para mejorar el planeta, reducir residuos etc por parte de la ONU, la UE etc ¿por qué nunca se dice nada de la obsolescencia programada de la tecnología en general y de las impresoras en particular?
Hombre, decir, se dice. Haz una búsqueda en la red y verás que se habla largo y tendido. Es más: contra la obsolescencia programada algo ha legislado la Unión Europea:
https://iunit.edu.es/noticias/nueva-normativa-europea-contra-la-obsolescencia-programada/
Otra cosa es que haya que hacer mucho más y mucho mejor, eso sí.
Un artículo ante el que sólo cabe mencionar un palabra: Amén.
Hace ya diez años se decía que la tinta de impresora era el líquido más caro sobre la superficie del planeta (entre 1000 y 4000 € el litro). La cosa era/es tan sangrante que la última que tuve fue a la basura con cables y todo, tanto por esos mensajes de malfuncionamiento fraudulentos como por simple indignación por mi parte.
Vivo feliz sin impresora desde entonces. Cuando necesito imprimir algo, que generalmente son diseños gráficos, me dirijo al impresor de al lado de casa que me los hace a mucho mayor tamaño y calidad de lo que podía hacer yo en casa. Los beneficios económicos, a la par que emocionales, superan de larguísimo las incomodidades.
En mi casa sólo hay papel en la librería (encuadernado, aunque es cierto que hace tiempo que los libros nuevos entran en formato electrónico) y en el cuarto de baño (donde seguirá siendo necesario por los siglos de los siglos).
;o)
Y el del cuarto de baño también puede tener los días contados, hasta que pruebes y luego, inevitablemente, te compres un WC japonés jaja
… o aprendamos a usar las tres conchas ;-)
Con la parte de lo caraduras que son los fabricantes de impresoras estoy de acuerdo. Pero tengo serias dudas de que el papel sea realmente menos ecológico que el almacenamiento en silicio y toda la energía que consume. El papel es un material muy fácilmente reciclable en la mayoría de sus formas, cosa que la electrónica no. ¿Alguien tiene algún dato al respecto?
El dato es que a la copia en papel hay que añadirle la copia en soporte informático, pues es rarísimo que hagas una impresión y que el respaldo digital no lo guarde en algún lugar. Así que tienes dos soportes cuando imprimes, el papel y la copia electrónica…
Dicho lo cual, he de decir que yo no puedo vivir sin copia de papel para trabajar en los documentos. Es algo imprescindible. Igual que los libros de texto vs libros literatura (novela, etc), y otros, que puedo leer perfectamente en e-reader, pero los libros de texto he tenerlos en papel para poder trabajar en ellos. Trabajarlos en pantalla es para mí un suplicio.
Saludos.
Qué interesante, a mí em pasa justo lo contrario: ya no puedo leer en papel, sobre todo cosas profesionales (desgraciadamente, el 90% de lo que leo). Primero, me resulta incómodo. Pero sobre todo, un subrayado o una banderita en un libro son un coñazo para el manejo posterior, y en cambio, el Kindle tiene una función de subrayado muy buena y muy cómoda, que además me pasa lo que he subrayado a un archivo en la web al que accedo desde donde esté trabajando, y puedo inmediatamente copiar y pegar la cita que subrayé en un texto o en una presentación. Hago eso todo el rato, y me resulta comodísimo, se ha convertido en algo fundamental en mi proceso de asimilación y de reutilización de lo que leo…
Es que depende de la «pantalla». No es lo mismo la de un ordenador que la de dispositivos como un libro electrónico o una tableta; y estos dos últimos tampoco son iguales entre sí. Una tableta con una buena app lectora (las hay excelentes, aunque la mayoría son de [poco] pago) permite trabajar mucho mejor -de largo mejor- que con el papel. Hay que molestarse, eso sí, en estudiar su funcionamiento y en cómo explotarlo adecuadamente, pero ninguna de ambas cosas representa un esfuerzo importante.
Y después, es como todo: habituarse. Yo, por ejemplo, jamás fui capaz de escribir -en el sentido de crear– un texto a máquina: tenía que redactarlo a mano y después mecanografiarlo. Con el ordenador ya me fue posible, aunque necesité de un corto período de adaptación. Hoy sólo escribo a mano por el placer de hacerlo y porque creo que la escritura manual proyecta también la personalidad del escritor (por ejemplo, unas memorias que estoy escribiendo para mis nietos, cuando los haya).
Por lo demás, para leer y escribir, siempre que ello sea materialmente posible, tecla y pantalla. Y tan bien.
Muchas veces te sale casi más barato una impresora nueva que comprar cartuchos nuevos para la vieja.
Trabajé en un servicio técnico oficial de EPSON hace muchos años, las impresoras se reparaban y tenían circuitería y chips. Luego llegaron las win impresoras, casi sin circuitería y sin chips, que se cambiaban directamente cuando se estropeaban. Gente que iba al taller nos dijo eso que tu dices, que cuando se le acababa la tinta le salía más barato coger una nueva que cambiar los cartuchos, hasta que Epson aprendió y a las impresoras nuevas no les ponían cartuchos enteros sino, lo que ellos llamaban cartuchos de servico que estaban llenos a la mitad o menos y asi ya no te salía una nueva más barata que comprar los cartuchos
Me veo obligado por cuestión de trabajo, a imprimir de vez en cuando. Pero cada vez más, acudo a la copistería (en realidad, les mando el archivo por email) para los “tochos” de 100, 200 y 300 paginas (y sus correspondientes tres copias).
Los últimos años, ya no compraba ni siquiera los “cartuchos compatibles”. Directamente, cambiaba la impresora cuando terminaba la vida de los cartuchos de cortesía que traen de nuevas. Ecológicamente, es una mierda de decisión, pero salía mas a cuenta que comprar un juego de cuatro colores, aunque fueran de Prink o similares.
En realidad lo que mas uso, es el modo escaneado.
Pero si me remonto a los tiempo en que lo hacia todo en casa, siempre encontré soluciones de todo tipo para saltarme las restricciones que venían impuestas por la marca (Normalmente Epson o HP)
Es, o debería ser, sancionable, que por acabar la tinta de un solo cartucho, te veas obligado a cambiar también el resto porque la impresora se niega a imprimir alegando “probables daños”.
«me pasa lo que he subrayado a un archivo en la web al que accedo desde donde esté trabajando, y puedo inmediatamente copiar y pegar la cita que subrayé en un texto o en una presentación» (Edans).
Este es un avance tecnológico, lo demás es pura tradición.
Y por supuesto, el móvil o la tableta son un hermano menor (muy menor, en pantalla) del ordenador… por mucho que se quiera vender lo contrario (auténtico humo) a los tiktokeros de turno…
Opino…
Yo compré una Canon de 50 pavos con scanner porque no tengo copistería cerca y no tuve más remedio. La sorpresa vino años después cuando acabada la tinta de uno de los cartuchos (según su software porque no recuerdo imprimir más de 10 folios con ella) el scanner dejó de funcionar.
Estas empresas (como Canon) son realmente ladrones psicópatas e (hay que decirlo más) hijas de puta. Te secuestran lo que te han vendido y te piden el rescate (tinta a precio de oro fundido). Pero lo peor no es eso, lo peor es que sea legal. Me alegro de que su negocio esté desapareciendo, aunque sea lentamente, y espero que si alguna re-orienta su negocio a otras cosas tengamos memoria y no levanten cabeza.
Lo he visto y leido, falta un cartucho y el escaner no funciona, ¿tiene algo que ver? no, pero hasta que no cambias el cartucho, no te deja escanear. Creo recordar que alguno hizo un apaño, le hizo creer a la impresora que había cambiado el cartucho y le dejó escanear. Como no dejarte imprimir en negro sino cambias el amarillo que se el dice que se ha acabado
Hace mucho también pensé en la idea No más papeles
Inercia paradigmática
https://ovcbosio.wordpress.com/2014/05/31/inercia-paradigmatica-y-el-darwinismo-tecnologico/
Mi querida impresora HP es una HdP de narices. Cada vez que la enciendo intenta imprimir una hoja de calibración a todo color, cada vez que la conectas por WiFi-direct imprime un folio con un pin… Si por ella fuera imprimiría más para ella que para mí. Es una desvergüenza que no sale a cuenta para un par de diseños de prueba y alguna partitura que imprimo al año. Vaya HdPs los de HP…
Sí, recuerdo aquello, hace un montón de años. Fue una de las razones por las que decidimos librarnos de la impresora. Eso, y que descubrimos que FotoScan en el móvil funcionaba mejor que el escáner que tenía…