Una muy buena noticia: la administración Biden, a través de su Oficina de Política de Ciencia y Tecnología (OSTP), acaba de anunciar una directiva y un memorandum que exigirá a todos los journals académicos que faciliten el acceso libre y gratuito, sin ningún tipo de muro de pago, en formatos legibles que permitan el uso y la reutilización, a toda investigación que haya sido financiada total o parcialmente mediante fondos públicos.
La nueva política, que sustituye a una anterior que permitía mantener este tipo de publicaciones tras un muro de pago durante un año, tendrá que estar completamente implementada antes del final del año 2025, y supondrá un acceso mucho más sencillo para una gran cantidad de recursos de investigación en una amplísima variedad de áreas, sobre todo para personas que no cuenten con ese acceso a través de las suscripciones de sus universidades o centros de investigación. Según la directora de la OSTP, Alondra Nelson,
«… los contribuyentes estadounidenses financian anualmente decenas de miles de millones de dólares en investigación de vanguardia. No debería haber demoras ni barreras entre el público estadounidense y los rendimientos de sus inversiones en investigación».
Las iniciativas para lograr este libre acceso a toda la investigación financiada con fondos públicos comenzaron hace más de treinta años cuando algunas bibliotecas universitarias se hartaron de pagar unas suscripciones a journals que no dejaban de subir y algunos investigadores en el área de las ciencias de la salud protestaron por tener que pagar para acceder a investigaciones que consideraban que podían salvar vidas, pero el lobby de las editoriales había conseguido ir retrasando las actuaciones definitivas hasta ahora. La iniciativa anterior, que había logrado reducir a un año el período en el que la investigación permanecía tras un muro de pago y, en algunos casos, obligaba a la publicación libre de los artículos previos a la revisión, había sido publicada durante la administración Obama, y precisamente Joe Biden, entonces vicepresidente, había manifestado su desacuerdo con su escaso alcance.
En las primeras reacciones al anuncio, algunas de esas editoriales han pedido a las agencias que financian la investigación que incrementen el soporte económico que dan a sus journals a cambio de que estos ofrezcan libre acceso a su investigación, pero el propósito de la directiva no deja lugar a dudas: no puede seguir permitiéndose que una persona que paga unos impuestos que hacen posible una investigación tenga que, posteriormente, volver a pagar para conseguir ver los resultados de la misma.
La directiva norteamericana sigue iniciativas similares en la Unión Europea y en otros países, pero es especialmente importante dada la fuerte actividad de financiación de investigación que se lleva a cabo con fondos públicos en el país. Se estima que en el año 2020, los distintos fondos federales dedicados a la financiación de investigación en todos los ámbitos generaron entre 195,000 y 263,000 artículos publicados, lo que supone entre el 7 % y el 9 % de los 2.9 millones de artículos publicados en todo el mundo ese año.
El libre acceso a la ciencia es una de las cuestiones más importantes que existen a la hora de favorecer precisamente a los investigadores que necesitan acceder a ella para seguir construyendo ciencia. Todo paso que nos permita acercarnos a un futuro con acceso abierto a la ciencia, en el que no existan instituciones capaces de poner la ciencia tras un muro de pago son, sin duda, positivos.
This article is also available in English on my Medium page, «Finally, taxpayers will be able to read the research they fund«
Como comenté en Twitter, eso es imposible de llevar a la realidad con un sistema donde las editoriales son empresas privadas. En el caso europeo, parece que se nos quiere obligar a publicar en revistas de acceso abierto, sin darse cuenta de que eso conlleva unos costes enormes (1000-4500 euros por artículo), que deberíamos sufragar los grupos de investigación (con dinero público). Todo lo que he leído con brindis al sol, nunca casos concretos de procedimiento a seguir. Me encantaría que alguien de dijera cómo se puede implementar esta política de ciencia abierta más allá de principios filosóficos en los que todos estamos de acuerdo.
Yo tengo mi propuesta por cierto, que pasa por editoriales científicas públicas (de la UE, por ejemplo).
Sencillo,
https://arxiv.org/
Imposible…
Yo tengo un par de artículos en arXiv.org pero el problema es que no puntúan en los currículos académicos por lo que no es una solución viable.
También puedes publicar en repositorios institucionales, de tu universidad, por ejemplo.
Y, en referencia a la puntuación en los currículos académicos, lo que nos hace falta (en España) es que la evaluación de los currículos académicos tenga en cuenta no sólo las publicaciones recogidas en bases de datos comerciales, o el factor de impacto. Cuando eso cambie (y hacia eso se dirigen las agencias evaluadoras) entonces habremos encontrado los incentivos (además de la obligación).
Saludos,
Publicar en repositorios universitarios es inútil porque, como en arXiv.org, no puntúa nada en el CV. De acuerdo con que sería deseable que las cosas cambiaran pero, mientras tanto, los investigadores necesitan hacer currículum hoy en las condiciones actuales y sigo sin ver cómo se puede obligar a publicar en abierto por decreto con los costes que eso conlleva. Saludos.
De lo que trata el artículo de Enrique es que haya acceso público a los trabajos de investigación con fondos públicos.
En arxiv o repositorio similar, ¿se pueden leer? La respuesta es si. Entonces la premisa que cualquier trabajo financiado con fondos públicos tenga libre acceso se cumple.
Por otro lado «las mafias» que haya montadas con que mi trabajo puntue o no, ¿qué problema hay que en paralelo lo publiquéis donde si puntue, sea el mundo today, nature o la hoja parroquial? Que luego nature o similar no vende, pues será su problema de no dar valor añadido a algo que no regalan precisamente…. ¿cual es la labor de esas revistas que cuatro universidades tengan su carrera de la rata de forma cómoda?, que incluso que como sabes esos trabajos tienen derecho de pernada…. si habéis aceptado que la investigación sea un quilombo… pues resolverlo vosotros, pero el acceso público
Sencillo,
La publicación en paralelo es un camino, en efecto, con el pequeño problema de que es ilegal porque las revistas tienen un (c) de lo que publican aunque los derechos de autor se mantengan. Respecto a mafias, quilombos y derechos de pernada, creo que son expresiones que sobran.
La solución que propongo es la formación de una editorial científica de la UE donde haya revistas de todas las áreas y que dependan exclusivamente de fondos públicos, donde se pague a los revisores y para las que se cree un factor de impacto específico que no dependa, como ahora, de una empresa privada. Ahí sí se puede obligar a publicar a todos los que usamos fondos públicos y evitaríamos muchos problemas operativos y legales.
Sería algo similar a lo que hizo PLoS (https://plos.org/) a nivel privado.
Una gran noticia para la ciencia y la tecnología.
Por un lado ayuda a los investigadores, porque reduce los gastos de investigación, pero por otro lado, los complica, porque les impide obtener un beneficio del fruto de su investigación.
Lo que yo no se, es valorar si lo primero, es mas importante que lo segundo, Supongo que si.
Les interesa. Donde más se investiga, es donde más provecho se puede sacar de investigaciones previas.
Estamos a años luz.
Que gran y terrible imagen inicial… la gran ilusión de todo gran ladrón! Y el consiguiente acelere de la tecnología…
Ecribes unas grandes entradas, pero a mi siempre me provocan unas pequeñas preguntas…
¿Quién es más ladrón en el mundo científico (o «paracientífico») de los decubrimientos y de su publicidad manifiesta (más o menos comprometida, más o menos corrupta)?
Si viene un Jesús de la Ciencia, ¿quién osaría tirar la primera piedra, para manifestar su rechazo de la prostitución que supone, por una banda trabajar «para el money,» por otra copiar/bloquear descubrimientos ajenos??
Si comparamos la avidez monetaria (o su paralelo poder) de las editoriales, con la avidez monetaria de los llamados científicos, ¿quién se queda por encima?
Realmente, como pasa con la ayudas financiera de Bruselas, ¿a los paganos españoles les vale la pena que las ayudas se repartan vía administración, vía gran editorial… e incluso, poniéndose algo «jodido»., vía ONG?
Menos lobos, que eso de «homo lupus homo» (o como coño se diga en latín), es un invento casi chino (y no de los de tiempos confucianos precisamente… más bien de los (post)maoistas).