Carmen Broncano, de COPE, me llamó para hablar sobre las aparentes intenciones de las grandes compañías tecnológicas de ralentizar o pausar la incorporación de trabajadores, y sobre si esto podía significar de alguna manera que hubiese un exceso de oferta en la industria, que las carreras tecnológicas pudiesen pasar a ser una opción más complicada de cara al futuro, o si esas compañías podrían dejar de ser objetos de deseo para los jóvenes graduados. Hoy a las 21:30 estaré en La Linterna hablando sobre ese tema.
¿Qué lleva a las grandes tecnológicas a plantear un parón en sus contrataciones? Las razones, desde mi punto de vista, son dos: la primera, una expectativa de crisis económica y de ralentización del crecimiento en general derivada de la situación macroeconómica y de las tensiones inflacionistas, que coincide además con un momento de fuerte madurez del mercado de muchas de ellas. Esta conjunción de circunstancias lleva a que sea más difícil crecer como se crecía antes, y consecuentemente, en unas big tech que ya no están dirigidas por sus entusiastas fundadores sino por directivos profesionales, a que se planteen estrategias más conservadoras.
En segundo lugar, los temores a un clima regulatorio mucho menos favorable, incluso en mercados que anteriormente lo habían permitido todo como el de los Estados Unidos. Las operaciones de adquisición o los planteamientos que puedan ser asimilados a esquemas monopolísticos son tratados con cada vez más hostilidad por los reguladores, lo que implica que tratar de seguir manteniendo el mismo ritmo de crecimiento es cada vez más complicado – como por otro lado resulta razonable.
¿Indica esto una sobresaturación de personal cualificado en la industria? En absoluto. De hecho, las grandes compañías tecnológicas siguen teniendo problemas para incorporar personas con las habilidades adecuadas para los puestos que demandan, y una carrera tecnológica sigue siendo prácticamente una garantía de elevada empleabilidad. De hecho, que las grandes tecnológicas estén más monitorizadas y vigiladas por el regulador puede desencadenar un efecto de mayor abundancia de compañías capaces de contratar personas con formación tecnológica, dado que ahora podrán posiblemente tener más oportunidades de crecer sin ser ahogadas, imitadas o adquiridas por las big tech, y demandarán trabajadores capaces de convertir sus ideas en productos y servicios. Hay muchas opiniones que apuntan que una mayor regulación de las big tech podría favorecer una apertura del mercado, más oportunidades para el emprendimiento, y el desarrollo de nuevas compañías en la industria.
Por otro lado, hablamos de compañías con una tasa de renovación elevada: aunque trabajar en ellas pueda parecer el sueño de muchos, no es habitual – o mucho menos que antes. – que sus trabajadores lleven a cabo en ellas unas trayectorias prolongadas en muchos años, y sí que, tras unos pocos y con una experiencia valiosa a nivel curricular, decidan salir de ellas buscando otros horizontes y ambiciones. Esto implica que aunque las big tech pausen en cierta medida sus contrataciones, seguirán necesitando trabajadores con los que cubrir las bajas que marque su habitualmente elevado attrition rate.
¿Siguen las carreras tecnológicas siendo una buena opción? Por supuesto, más que nunca. Por mucho que las big tech puedan estar teniendo resultados decepcionantes con respecto a su trayectoria habitual o que decidan ralentizar sus contrataciones, la tecnología sigue siendo el principal driver de progreso en la sociedad actual: vivimos cada vez más rodeados de productos y servicios tecnológicos que sustituyen a propuestas anteriores, y todas ellas demandan que los trabajadores tengan un mayor nivel de comprensión de ese entorno. Cada vez son más las tecnologías que redefinen escenarios, y aunque por supuesto no demanden únicamente personas procedentes de carreras tecnológicas (y de hecho, tiendan a buscar cada vez una mayor diversidad en el origen de muchos de sus trabajadores para evitar el inbreeding), sí lo hacen de manera predominante.
En el futuro veremos no solo crecer la popularidad de las carreras de ámbito tecnológico, sino también cómo muchas de las habilidades que enseñan se incorporan a otros niveles, a otros planes de estudio de carreras no vinculadas a la tecnología, y también, como ya lleva tiempo ocurriendo, a otros niveles de la educación, desde los más elementales. Pensar que simplemente por una coyuntura relativamente más desfavorable para las grandes tecnológicas vayamos a ver una desaceleración en la incorporación de la tecnología a la sociedad y a nuestra vida en general es atribuir a esas empresas mucha más relevancia de la que realmente tienen. Ni esa coyuntura ni ninguna otra son capaces de ralentizar el ritmo de la innovación. Y esa innovación necesita y seguirá necesitando personas con unas habilidades determinadas, lo que sigue convirtiendo las carreras tecnológicas en una opción muy segura de cara a la empleabilidad.
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Mi opinión es que podemos hablar por un lado de saturación, Cuando en el bar de la esquina, tienes sobre la mesa un código QR, el camarero toma el pedido en una tablet, que pasa automáticamente el pedido a cocina y la caja, y a la hora de pagar o lo haces por «contacless» o meten el dinero en un aparto que devuelve el cambio, te das cuenta que poco queda ya por digitalizar.
Pero,… Mi experiencia es, que en informática todo cambia muy deprisa, El menú será una holografía que aparezca dando a un botón, la tablet será sustituida, por dictar l pedido en un micrófono que lo transforme en comanda y se aceptara el pago en Bitcoins, o serán otra cosa que ni siquiera imagino, pero que alguien tendrá que implementar, corregir, mantener y ampliar. (aun buscan informáticos en COBOL para mantener y actualizar las aplicaciones)
Por otra parte hay sectores que están levantando el vuelo, por ejemplo el ordenador cuántico, a aplicación a los procesos empresariales de una IA «General purpose», La explotación de la BIg Data, La generación de contenidos mediante la GPT-3, ( o quizá sea con la GPT-5) y de imágenes en movimiento con la a DALL-E 2, (o quizá sea la DALL-E 6). (¿Qué tal videos de dibujos animados con una mezcla de las dos?)
Por no hablar de lo que aun está a medias, como es el vehículo autónomo, el transporte mediante drones/dirigibles, el control exhaustivo, (a la china) de la ciudadanía, para, (según dicen), prevenir el crimen antes que se cometa, …
Yo creo que aun queda mucho tiempo antes que se sature el mercado informático, Otra cosa es que puntualmente pase por crisis de trabajo.
¿Cuánto es el empleo tecnológico de las Bigtec en España y Europa? ¿Un 1 por mil? Si llega. El gran grueso de los estudiantes y trabajadores tecnológicos jamás tendrían opción de trabajar allí. Si va a haber o no empleabilidad en el sector hay que mirarlo en otro lado. Desde luego, ahora mismo en las empresas y consultoras faltan miles y miles de profesionales tecnológicos con experiencia y conocimientos. A corto no tiene pinta de cambiar la situación. Y a medio plazo, nadie tiene una bola de cristal, pero viendo cómo el sector a superado la crisis del 2008 y luego la pandemia…. puede que en algún momento frene la incorporación de gente nueva pero será muy temporalmente para continuar después crecimiento continuo y en algunos años espectacular.
Nada que objetar al texto, pero como siempre se puede buscar un fleco para tirar del.
Parafraseando al Almodóvar podía preguntar(me/le) : ¿qué hace un algoritmo como tú en un sitio como este?
Y es que un mundo de frikis made in MIT, que desconozcan la mitología griega o la esencia de la narrtirva homérica… ¿qué puede hacer con un algoritmo, que no sea desgraciarlo, hasta parecer una versión mucho más que mediocre del homo sapiens?
Y ya no digamos de los escritos prebiblícos, como puede ser el pensamiento de Confucio. ¿Con qué piensan «atacar» al Gran Dragón Chino Popular?
Llamadme «peliagudo», pero…