Una compañía finlandesa, Polar Night Energy (PNE), ha desarrollado una enorme batería térmica de arena, literalmente un gran silo de cien toneladas lleno de arena normal de construcción, que es calentada a temperaturas cercanas a los 500ºC mediante resistencias alimentadas por los excedentes de energía renovable, que generan aire caliente que se hace circular en la arena mediante un intercambiador de calor.
La arena es un medio muy eficiente para almacenar calor y lo pierde muy lentamente, lo que permite que el silo se mantenga a temperaturas cercanas a esos 500ºC durante varios meses. En el caso de la batería calorífica construida por PNE, el sistema se alimenta también del calor excedente evacuado por un data center cercano.
Cuando los precios de la energía son más elevados o cuando no es posible la generación de energía renovable, como en el largo invierno nórdico, la batería puede descargar el aire caliente, que es utilizado para calentar agua destinada a la calefacción de viviendas en la ciudad de Kankaanpää, en la que se encuentra situada la compañía, o incluso para climatizar la piscina local. La eficiencia disminuye sensiblemente cuando se utiliza ese calor para volver a generar energía eléctrica, pero dado que el calor es una de las necesidades energéticas fundamentales, la solución tiene una aplicabilidad muy elevada.
Este tipo de soluciones, diseñadas originalmente por una fábrica de pulpa de papel en la también finlandesa ciudad de Tampere, están recibiendo ahora mucha más atención en Finlandia debido a la guerra de Ucrania y a la reciente decisión del país de unirse a la OTAN. Finlandia recibía tradicionalmente la mayoría de su gas natural desde Rusia, pero ahora Moscú ha interrumpido el suministro como represalia por unirse a la alianza, lo que genera preocupaciones acerca de cómo van a calentar sus hogares los finlandeses este próximo invierno.
Una batería térmica de este tipo ofrece una potencia nominal de más de 100MW, una capacidad de 20GWh, una eficiencia del 99% y una duración estimada en decenas de años, además de no utilizar ningún tipo de material peligroso ni generar residuos, y de tener un coste de funcionamiento mínimo.
Otro país con fuerte dependencia del gas ruso, Alemania, está preparando soluciones similares de cara al invierno, en forma de enormes termos de 45 metros de altura y capacidad para 56 millones de litros de agua que se calienta también mediante los excedentes de energías renovables, y que se inyecta en los sistemas de calefacción de las ciudades para mantener los hogares calientes cuando se interrumpan los suministros de gas ruso.
El invierno de este año se presenta como un verdadero desafío para los países que dependían tradicionalmente de este suministro: las instalaciones de aerotermia, que funcionan de manera muy eficiente en tiempo frío, se están disparando, y son varios los países que se plantean ofrecer ayudas a los usuarios que opten por ellas. Ha tenido que llegar nada menos que una guerra en las fronteras de Europa para que algunos países comiencen a plantearse la reducción del uso de combustibles fósiles procedentes de Rusia, algo que deberíamos habernos planteado mucho tiempo antes y por otras razones. A ver si vamos aplicando ese razonamiento a cada vez más cosas…
This article is also available in English on my Medium page, «Winter is coming: time to start using carbon-free technology»
Lo más triste de todas estas buenas noticias, es lo que afirmas , ha hecho falta una guerra y una amenaza de desabastecimiento, para tomar las decisiones correctas. Que con tanta palabrería se han difundido como emergencia climática sin la más mínima intención de hacer algo.
Siempre he pensado que las guerras son motores de innovación y ésta parece ir por ese camino.
¿Guerras=mal necesario??? Esos proyectos téctinos ya existían antes del bloqueo económico-energético a Rusia, muchas personas pensamos sin necesidad de que nos metan palos…., pero si que es cierto que la precarización es el mayor motor del capitalismo, por tanto, muchos proyectos energeticos de dudosa rentabilidad, ahora pueden obtener inversiones que luego las economías de escala se encarguen generalizar.
Un buen avance para el futuro, Hoy, si hace mucho sol y mucho viento se produce solo un 40% de la energía consumida como energía renovable. Por tanto de momento, otra cosa será el futuro, no hace falta almacenarla, pues la red consume todo lo que se produzca y mas.
Después de tantos inventos, resulta que una batería de arena puede ser la solución, Mi abuela utilizaba para calentar la cama el Kaneko, una batería de arena, que se calentaba con electricidad, que sustituía a otro clásico, la botella de agua caliente. Tanto darlo vueltas para volver a inventar la rueda.
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¡Cualquier día de estos inventan la manta!
Tengo la aplicación de la red eléctrica instalada en el móvil y observo algo interesante que ocurre todos los días y no acabo de comprender. Durante las horas de sol evidentemente la «solar fotovoltaica» es la mayor generadora de electricidad en España. En esas horas la eólica suele bajar mucho su producción, producción que aumenta bastante cuando se esconde el sol. Esto parecería razonable si la producción fotovoltaica fuese suficiente para abastecer de electricidad a hogares y empresas. En cambio observas que los ciclos combinados producen una cantidad parecida a todas las horas del día. ¿No parece más razonable que durante el día gracias a la solar y la fotovoltaica no se necesitasen los ciclos combinados? ¿Es qué durante las horas de sol no hay viento?
Gestionar la producción y distribución de una red eléctrica es un asunto muy, muy complejo, claramente fuera de nuestras capacidad mentales o, al menos de la mía.
Como ejemplo un botón:
https://elperiodicodelaenergia.com/aerogeneradores-parados-estos-son-todos-los-motivos-que-hay-detras-de-este-mito/
Gracias. Ya lo había leído pero ahí no se tratan posibles causas, o eso creo yo, acerca de lo que comento.
A ver, si la memoria no me falla, en esto del almacenamiento de la energía hemos pasado por diversas fases: unas imposibles baterías a la australiana, unas improbables pirámides de bloques de hormigón, una fase de “en realidad no hace falta almacenamiento” y, finalmente, unos simples acumuladores térmicos.
Que me parece bien, ¿eh? que aquéllos acumuladores eléctricos siempre fueron muy eficaces con la electricidad barata.
A ver si esta vez la idea funciona y no se convierte en otra ideica.
Probablemente no exista «la opción». Es tal la complejidad del problema que habrá que utilizar múltiples tecnologías combinadas entre sí.
Sólo hay que leer los comentarios de este artículo para ver el mucho camino que nos queda por recorrer.
¿Energías verdes?
Siempre está bien que se aproveche lo que hacen las playas por nosotros, especialmente al atardecer, para intentar recuperar algo del equilibrio energético terrestre.
Pero basta con leer el artículo mencionado por ALQUIMISTA (con sus comentarios), para darse cuenta que estamos lejos de buscar un equilibrio dialéctico entre las posturas enfrentadas… la ciencia y la ideología, no hacen buenas migas en asuntos sociales.
Aprovechando el apodo que se da, digamos que sigue más gente cerca de la Alquimia que de la Química. Nada que no pueda explicar la situación política mundial, por ejemplo. Aunque realmente, es despreciar el espíritu rompedor de los alquimistas, si lo igualamos con el anquilosado trabajo mental de los actuales evangelistas (anglosajones, brasileños… ¡o rusos!)
También se está trabajando mucho un concepto similar, pero que se basa en el almacenamiento de la energía renovable «sobrante» en sal. Hay diferentes empresas que ya lo están trabajando, con diferentes grados de avance.
No conozco cómo compara con la opción de la arena.