Mi columna en Invertia de esta semana se titula «Los QR de los bares y otras reminiscencias de la pandemia» (pdf), y trata de reflexionar sobre la persistencia de los inútiles e incómodos QR en la hostelería, una solución que se impuso en modo emergencia durante la pandemia pero que, en la práctica, nunca sirvió para nada.
Cuando aún no sabíamos nada sobre la transmisión del virus, hubo muchas precauciones que tomamos simplemente por desconocimiento. La invasión del gel hidroalcohólico en todas partes fue una de ellas, y aún es hoy cuando se siguen viendo con profusión, a pesar de que sabemos perfectamente y está completamente comprobado que la transmisión del virus no tiene nada que ver con nuestras manos ni con las cosas que tocamos. Los menús en QR fueron otra de esas medidas desesperadas: nunca nadie se ha infectado por tocar un menú, y todas esas estadísticas que hablaban de la supuesta persistencia del virus en una superficie de papel o cartón eran completamente falsas. Sin embargo, el menú en QR para ser escaneado y visualizado en el smartphone se impuso rápidamente, y aún sigue ahí en muchísimos sitios pese a que sabemos de su completa inutilidad a la hora de prevenir infecciones, y que la experiencia que genera es infinitamente peor que la de un menú de papel.
Con un menú tradicional en papel, podemos verlo tranquilamente a un tamaño razonable, pasarlo o compartirlo o señalar. El momento de elegir lo que vamos a comer o beber se convierte, con un menú en papel, en un momento social, en el que todos comentamos y consensuamos las diferentes opciones. Pero cuando llevamos esa experiencia al smartphone, un dispositivo de uso completamente individual, lo convertimos en un acto privado, además de discriminar a quienes simplemente no saben utilizarlo para leer un QR.
La única ventaja que tendría el que los menús fuesen electrónicos es la de poder eliminar de él las opciones que no están disponibles ese día o la de actualizar los precios en función del mercado o de la demanda, son precisamente las que la hostelería, habitualmente bastante poco proactiva en su uso de la tecnología salvo excepciones, no alcanza a utilizar.
Visto así, y considerando que la mayoría de los establecimientos no ha prescindido de os menús en papel sino que simplemente los ha guardado en un cajón, ¿qué hacemos aún, con la pandemia en fase de recesión o, cuando menos, de «gripalización», teniendo que escanear un maldito QR para poder saber qué pedir? ¿No es el momento de volver a reclamar menús en condiciones siempre que ello sea posible, y de ejercer presión para librarnos de una solución que nunca sirvió para absolutamente nada y que, además, no es en absoluto buena? ¿Por qué perpetuar, tras la pandemia, precisamente sus aspectos más incómodos?
Por otro lado, la costumbre de escanear códigos QR es una mala idea: dado que no podemos leerlos co nuestros ojos, siempre existe la posibilidad de que nos envíen a páginas que no son las que realmente queríamos visitar. Obviamente, eso no nos va a pasar en un restaurante, pero aún así, ¿dónde está la necesidad de seguir utilizándolos?
This article is also available in English on my Medium page, «It’s time for restaurants to stop forcing us to use QR codes to read the menu»
Puese parecen ventajosos:
– Mejor para el medio ambiente
– Actualizable
– Evitas el «pasamelo»
– Traducir algo es más sencillo si viajas
Deventajas
– Los que no tengan móvil o datos
– Los que no saben manejarlos
– En android, las apps de QR con publi o que te envían a otro lado
– El tamaño de algunos PDF con 20 megas
Estoy de acuerdo contigo. Yo sólo veo ventajas, incluida la de que puedes ver las fotografías de todas las tapas o platos o la de que puedes filtrar por ingredientes (gente diabética, vegana, celíaca, etc). El problema de todo lo que ha explicado Enrique es, en mi opinión, el mal diseño del menú QR que han hecho la mayoría de los bares. Sueles encontarte el menú de papel como escaneado para que lo puedas ver en el smartphone y, claro, la experiencia de usuario deja mucho que desear. Por otro lado, creo que sería bueno tener un par de menús físicos guardados en un cajón por si alguien no tiene smartphone, no sabe usar el QR o, simplemente, se le ha olvidado en casa. Nuestra mente pronto asociará un menú de papel como algo obsoleto, poco funcional y, perdón por la expresión, asqueroso, ya que pensaremos que antes de nosotros lo han sobado cientos de personas, y a ningún camarero se le ha ocurrido pasarle un mísero trapito con desinfectante. Un saludo.
Estoy completamente de acuerdo, un menú es más práctica que un QR.
Sobre los QR, siempre me pregunta cómo es que nuestros móviles con todo su potencia y resolución aún no tienen la función de simplemente escanear un URL.
Canastos !!
Usas un móvil de abuela o tu gtd-workflow para capturar conocimiento hace aguas…
Aplicamos la regla del pis-pas ( antecesora de la regla de los 2 minutos):
No lse apunta en tu SOMEDAY, simplemente buscas en google …
La app se llama «URL scanner» en Android, y «WebSite scanner en IOS
De nadas
Caramba, pues casi me sorprende este alegato anti-QR y la opción en favor del papel tras tu fuerte tendencia mediambientalista de estos últimos años.
Por mi parte, suscribo las ventajas que indica #BENJI y muy pocos de sus inconvenientes.
Por otro lado, esta opción hostelera ha potenciado el uso del QR, prácticamente desconocido para la gran mayoría antes de la pandemia, lo que me ha permitido, al fin -entre otras muchas utilidades-, el uso prácticamente exclusivo de la tarjeta electrónica después de varios años tratando de prescindir de la dichosa cartulina, con la ventaja de que, además, puedes hacer tarjetas a medida de cada circunstancia: con dirección postal o sin ella, con el buzón de correo-e activo o con uno de los dos o tres que tengo destinados a basura y que no abro prácticamente nunca, con el móvil de los dos -mi esposa y yo- o sólo con el mío…
…Y muchísimas aplicaciones más que tiene el QR y que yo uso intensivamente… en tanto sea posible. La asignatura pendiente que hay ahora es que, una vez la mayoría de la gente sabe ya recibir QR, aprenda a crearlos y a utilizarlos como costumbre habitual.
Coincido en tu primer párrafo: Me ha sorprendido el alegato en defensa del papel impreso.
En cualquier caso, hay sitios y sitios, y no es lo mismo:
Un restaurante de cierto nivel (que por diversos motivos no frecuento, el principal económico), dónde quizás esperas una carta detallada con tipografías cuidadas, encuadernado en piel o incluso en metal o algún otro material llamativo.
Un restaurante de menú del día, donde la carta es un folio impreso(con suerte), o directamente una pizarra, donde no tiene sentido añadir la complicación de descargar un archivo que habría que actualizar a diario.
Cadenas de comida rápida tipo hamburguesería, pizzería, para público juvenil o familiar: Los menús están visibles en paneles, y desde la web o app se pueden configurar fácilmente los platos añadiendo o quitando ingredientes (éste sin cebolla, aquella con extra de ketchup, etc.), realmente ahí si tiene sentido un configurador.
Por otra parte, debería permitir mantener los menús actualizados: es más sencillo actualizar un pdf, que pedir a la imprenta una serie nueva de menús encuadernados y/o plastificados (según tipo de local) cada vez que se quiere retocar. Queda un poco cutre llenar los menús de correcciones de Tippex y boli, tachar la mitad de los postres por falta de disponibilidad, tenerlos engrasados o sobados, etc…
Lavarse las manos antes de comer y de vez en cuando es una medida higiénica que sí evita la transmisión de muchas enfermedades. El COVID no es la única enfermedad contagiosa (leve o grave) con la que convivimos. El tema del gel hidroalcohólico es una buena costumbre, beneficiosa para todos, no la perdamos. Con el tema de los menús estoy totalmente de acuerdo. Además, para una vez que te juntas con otras personas para hacer algo en que el móvil no es necesario (y más bien mal visto), que te obliguen a sacarlo y caer en todas esas notificaciones que nos hacen abstraernos del resto de personas con las que estamos…. Entiendo que muchos restaurantes ven una forma de ahorrar tiempo el que puedas acceder al menú on line.
Quizá por influencia de mi mujer -enfermera- desde bastantes años antes de la pandemia, en casa siempre ha habido un dispensador de gel hidroalcohólico y en mi mochila urbana siempre -también desde hace años- llevo un frasquito de plástico. Es un desinfectante muy práctico, sobre todo si no tienes a mano agua corriente y jabón (pienso, por ejemplo, en el rasponazo que te haces en una caída en la calle) y es útil llevar siempre encima unos pocos centímetros cúbicos.
Sobre lo que dices del QR, discrepo, pero sobre eso ya he dado mi opinión en otro comentario.
Enrique, por favor, comparte algún enlace que respalde esto que dices «está completamente comprobado que la transmisión del virus no tiene nada que ver con nuestras manos ni con las cosas que tocamos»
De momento la OMS sigue diciendo esto: También es posible infectarse al tocar superficies contaminadas por el virus y posteriormente tocarse los ojos, la nariz o la boca sin haberse lavado las manos.»
Los que quieras. Este de The Lancet, uno de los mejores journals de Medicina, es muy claro al respecto, https://www.thelancet.com/journals/laninf/article/PIIS1473-3099(20)30561-2/fulltext . Pero si quieres algo más legible, este de Time, https://time.com/5883081/covid-19-transmitted-aerosols/
Cuestionar la higiene de manos a estas alturas de la película es algo cuya definición no está siquiera en ningún diccionario. Ojo, me refiero a contacto mano-mano. No mano-objetos.Y si se la cuestiona de la forma en la que lo hace el segundo artículo (al primero no puedo acceder), ya es de juzgado de guardia: va citando casos que entran en plena contradicción con la experiencia que aquí hemos tenido: Conciertos como los festivales de Vida, Canet Rock y Cruïlla, (al aire libre y con mascarillas, etc.), arrojaron más de 2.000 y pico de contagios, etc. Y lo grave de dicho artículo, lo muy grave, es que es excluyente: unos canales de transmisión excluyen los otros. Es más, si la vía de los fuck aerosoles fuese la fundamental, yo ya me habría contagiado así como unas 100 veces de Covid, porque no voy a decir, ni de coña, lo que llegué a hacer en pleno confinamiento, después del confinamiento, y después de después del confinamiento, ni mucho menos dónde he estado, ni cómo he estado. Y como yo, un montón de gente más que ha realizado actividades de menos riesgos que las mías, y otros de mucho más riesgo.
Dicho esto, todo el tema loco de los guantes, de que la Administración NO admitía (y en algunos sitios sigue sin admitir), la entrega de papeles, etc., etc., incluido los códigos QR, es el contrapunto loco también, a la barbaridad de decir que las manos no tienen nada que ver en todo este asunto, tal y como reza el más que lamentable artículo de referencia.
Las cosas en materia de virus, suelen ser más retorcidas de lo que parecen.
Saludos.
Del enlace de Time:
The CDC now says fomites are a possible means of transmission, but likely not one that is major . For example, an intensive handwashing program in the UK led to only a 16% reduction in transmission. Significantly, other viruses that, like SARS-CoV-2 (the one that causes COVID-19), have a lipid envelope, do not survive long on human hands. That means someone would need to touch their eyes, nostrils, or mouth a short time after touching a contaminated surface in order to contract the novel coronavirus.
Está claro que pasar de ser considerado el casi único medio de transmisión al inicio de la pandemia a ser el menos relevante hay una gran diferencia. Pero sigue siendo un mecanismo de transmisión
Yo prefiero los menús tradicionales, que pido y me dan en todas partes, pero no me molesta que en la mesa haya un código QR, que si quiero lo uso y si no no.
Creo que ha sido bueno que la pandemia haya «resucitado» los códigos QR, porque es una tecnología muy practica para asociar algo físico con el mundo digital.
Por ejemplo, un uso que estoy pidiendo a los museos es que pongan un código QR en vez de las cartelas típicas de las obras, porque como soy corto de vista y las cartelas las ponen muy cerca de la obra, no ne atrevo a acercarme a leerlas, mientras que si fuera un código QR de suficiente tamaño, la enfocaría a cierta distancia con el móvil y me llevaría a una página de la obra, que podría explicar mucho mas que que el título y fecha de la obra y quién es autor.
Por favor, me pone una de QR.
Subscribo la sorpresa de #006 (Enrique) sobre el anti-QR de Enrique Dans en los restaurantes. Estoy también de acuerdo en el análisis de #001 (Beni), incluida la necesidad de buscar soluciones para aquellos que no quieran o no puedan utilizarlos, pero el mundo de los QR o algún camino paralelo digital ofrece infinidad de posibilidades que creo la pandemia ha ayudado a aumentar su adopción y porque no, tratar de explorar y explotar. Algunas que se han dicho ya y se me ocurren:
IDIOMAS: Con la posibilidad de ir más mucho más allá de un segundo idioma y ayudando a conocer la palabra en un idioma local o incluso en uno extranjero para una persona local.
INGREDIENTES: especialmente para aquellos que por enfermedad (celiaco), religión, etc.
HISTORIA: pudiendo hacer además de amena, didáctica la espera del plato.
ORIGEN Y ELABORACIÓN: Aquí por ejemplo ver dónde y cómo se ha hecho el producto (e.g. vino) que estás consumiendo, incluso el lugar (e.g. la viña) de dónde viene.
EQUILIBRIO ALIMENTARIO: Ayudando a combinar platos que resulten en una comida saludable y calculando el número de calorías, hidratos, grasas, etc.
COMANDA / PAGO: Posibilidad de no esperar al camarero para hacer la comanda ni el pago si así lo estima oportuno el cliente. Y así contribuyendo a que los restaurantes ganen en eficiencia y puedan también combatir esa falta de personal existente.
HOME DELIVERY: Dicha plataforma (lo que está detrás del QR) sería útil para alguien que quiera que se lo envíen a casa / oficina y entonces la dimensión digital entra en un estado hibrido que puede ser complejo, pero muy interesante (e.g. comanda y pago antes de llegar al restaurante).
Estoy de acuerdo que el sector necesita ayuda externa para implementar soluciones de valor añadido que supongan una buena experiencia para el comensal, pero también creo que bien a través del QR o de algún otro formato digital, las opciones son muchas y diversas.
Marchando una de QR.
Y mientras en la nueva ESO tras la reforma educativa, a muchos alumnos que han solicitado la asignatura de Digitalización le piden adquirir un libro físico en papel en lugar de proporcionar contenidos digitales consultables mediante portátil/tablet/smartphone, el mundo al revés.
Estas metiendo aquí al lobby de las editoriales (y los colegios que muchas veces te venden los libros) que se lucran con los libros de texto que no tienen nada que ver.
Discrepo. El QR en la hostelería tiene muchas más aplicaciones que las de mero enlace a un menú en PDF.
Que determinadas empresas apliquen mal la utilidad, no quiere decir que la herramienta sea mala.
Además…¿qué me dices de los QR en las tiendas físicas de Amazon de ropa que han abierto en los USA? ¿O Inditex?
Que un hostelero tenga enlazado un PDF cutre y arrugado como carta de menú, no quiere decir que el QR sea una mala aplicación.
Saludos
Hola:
Soy ciego y simplemente desde que hay QR puedo consultar la carta de los sitios donde voy de manera independiente.
Esa ventaja me parece más que suficiente para justificar algo que no hace daño a nadie.
De todos modos la insensibilidad social hacia las personas ciegas, que es generalizada, es muy triste en espacios como este.
Sorprendido con el alegato anti-QR. Pues, según en qué sitios, prefiero escanear un QR y leer en el móvil, que me pasen un folio plastificado lleno de lamparones, la verdad. Hombre, si algún dia voy a Arzak, ya pediré el de papel.
La pandemia no está en fase de «gripalización», de igual manera que se sabía desde abril-junio de 2020 que no había transmisión de contacto.
Más de 200 expertos contradicen a la OMS y alertan de que el covid-19 sí puede transmitirse por el aire
El problema aquí ha sido el enorme cúmulo de desinformación que se ha vertido desde casi cualquier medio de comunicación, redes sociales y opinólogos varios, que han visto una oportunidad de convertir la pandemia en una forma de protagonismo personal.
Que informativamente se haya «gripalizado» y restado importancia a su gravedad, cuando actualmente se está volviendo a cifras pandémicas, solo es otro ejemplo. Se convive con la enfermedad, pero se deja de lado y se mira a otra parte, hasta que hay que tomar medidas, como mascarillas y confinamiento.
Año de elecciones.
En este momento, solo están funcionando las vacunas como freno de otra ola, no la inmunidad natural o de grupo o la «gripalización». Es un virus activo en expansión.
Esa es una de las razones de que dejase de comentar en el blog y redes sociales, cuando cualquiera parecía haber cursado un doctorado en epidemiología, e incluso personas con formación médica lanzaban todo tipo de teorías con el único propósito de colocarse la etiqueta de «Experto en» a través de las redes sociales.
Los ‘expertos’ en los medios sociales se han convertido en un nuevo fenómeno mediático, que solo tienen el único propósito de obtener relevancia y convertirse en ‘chamanes sociales’ e influencers, con ‘información privilegiada’, con las profesiones reales de lo más variopintas, profesores de secundaria, directores de marketing, periodistas, y ‘Fack Checkers’, que no dejan de repetir mantras y consignas, que nada tienen que ver con la realidad.
Y lo mismo sucede con la Tecnología; siempre hay alguien que te explica como funciona Amazon, el futuro del blockchain, o las inversiones en criptomonedas, propagando todo tipo de desinformación. Sin tener ni idea de lo que hablan.
El ‘opinólogo’ en redes sociales: opinología sin criterio
«Yo no soy un experto, pero… mi opinión vale tanto o más, que me lo ha dicho mi terapeuta/mamá/hermano»
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Disclaimer
Opine en la línea de puntos sobre mí, o mi comentario, para discutir amigablemente sobre mis referentes, filiación política o teoría queer.
No me enfado ni voy a herir su autoestima. meñiques.
Por lo pronto, ni a favor ni en contra.
Un código QR siempre te puede llevar a una web maliciosa enmascarada tras un acortador, pero presupongo, que existiendo una “marca” detrás (sea un restaurante o una tienda de modas) eso es bastante imposible.
Sin embargo, si pueden haber otro tipo de prácticas como la vivida por mí en un restaurante de ”tapeo” en Torrejón esta semana santa…
El código QR de la carta, estaba en los servilleteros. Bien.
Escaneamos. Vamos al enlace, y lo primero la paginita de aceptación de uso y privacidad… sino aceptas, no vas mas allá. Me leo las siete paginas de “relato” y llego al párrafo que andaba buscando: “al aceptar, da su consentimiento para que nuestros asociados y blablablá”
Bueno, piensas, solo voy a ver una carta, a menos que no me metas una cookie de rastreo, no veo mas problema… Acepto.
Una página de propaganda de cupones de descuento en varios comercios de la zona, de la que es imposible salir a menos que no introduzcas tu email. Pregunto a la camarera y contesta que ella solo sirve platos. Pregunto por el encargado y no esta.
Pues vale, pongo mi email: spam@spam.com, ideal para estos casos.
Y por fin la carta.
A diferencia de Gorki, no soy corto de vista, aunque mis problemas tengo, así que hay que ir pellizcando la pantalla y zoom in y zoom out para poder ver los platos, y la minúscula letra de sus descripciones. No se vosotros, pero para mí, un incordio. En esa carta había 10 tipos de hamburguesas, casi 50 tapas y platos preparados… toda una enciclopedia.
Éramos ocho comensales y llevábamos ya 20 minutos así, cuando, a excepción de mí, que me había encabronado en comer hamburguesa (la peor pesadilla culinaria de mi vida), el resto tiró por la vía rápida, mandaron a tomar viento la carta y pidieron paella para todos (por hartazgo).
Es útil el código QR? Pues habrá gente que sí, que les parecerá “lo más”, pero habrá gente que no, y será igual de respetable…
Sobre la “carta grasienta”, en todas partes cuecen habas… ya he comentado por aquí, que, hasta la puta pandemia, además de mis trabajos informáticos o de formación, tenia el 50% de una hamburguesería (hoy cerrada, aun). Nunca, jamás, se entrego una carta (era plastificada) a una mesa, sin haber sido previamente limpiada, porque justo, encontrar un lamparon de kétchup o mostaza en ella, ya dice mucho de la limpieza del local. Y nuestro éxito estaba en ello. Calidad y limpieza (cerrábamos a las 00:30 y no nos íbamos del local hasta tenerlo impoluto, cartas incluidas)
En mi país Colombia varios restaurantes implementaron y mantienen aún esta práctica pero no por motivos de limpieza, ni por salvar al planeta, simplemente por tacaños o perezosos pues no desean invertir en la impresión y mantenimiento de los menús. Y sí me he topado con algunos menús cuyo PDF alcanza las 20 megas o también aquellos donde el menú principal no se accede con un gesto sino que toca refrescar totalmente la página.
Venía con intención de ponerme «antiQR», más que nada por defenderme de los ultratecnólogos, pero el comentario de LUA me evita darle caña al tema.
De forma casi inverosímil (es broma), y por ese motivo me permito usarlo de citado : «encontrar un lamparon de kétchup o mostaza en ella, ya dice mucho de la limpieza del local» (LUA).
Porque el QR no deja de ser la mostaza de la hamburguesa (de pasto o de laboratorio). Pero no te indica perfectamente si hay limpieza o no, porque el código de marras no te indica nada (real): es como un túnel que te lleva a los peores momentos de Stranger Things, pero como si estuvieras en la mansión tropical del poderosos de turno… o acaso tenemos idea, como muy bien explica (de nuevo, me va a salir en sueños) LUA ? Ahora resulta que la tecnología oculta no nos priva de privacidad, se nos hace asumir que preferible a un simple papel medio mal escrito (incluso), pero que muestra claramente la calidad global (posible) del chiringuito donde nos metimos a restaurar. Y lo de chiringuito vale para el mismísimo Arzak, ya que si no nos fiáramos de él, a saber lo que nos da como croquetas de artesanía cocinil (por ejemplo).
En mi caso, Xaquin, hablo de lo que conozco de primera mano, que era «nuestro» local. Teniamos una forma de hacer las cosas y hacer mas de 100 servicios diarios y 5 años de historia, nos daba la razon (y la caja).
El tema de limpieza de locales puede ser muy discutido, que he estado en tabernuchas de mala muerte en las que podrias comer en el mismo suelo, y en «casoplones» de 100€ el cubierto, en los que no te atreverias a poner tus posaderas en el retrete…
Pero para centrarnos en el tema, al menos en mis lares, el codigo QR existe o mejor dicho, co-existe con la carta tradicional. Al menos por aqui, es mas un tema de snobismo que de funcionalidad.
Y si he fijado la atencion en el posible peligro de un QR, del que nada vas a saber hasta clicar en el, es por la experiencia vivida… que para nada, pretendo elevar a la generalizacion.
ps.- Creeme, es mejor soñar con Scarlett Johanson que conmigo… XDD
Para mí, que soy ciego, poder acceder a una información que de otro modo me sería inaccesible, me ha venido fenomenal.
Espero que se mantenga y se amplíe.
Y si de paso al escribir algo se piensa en todos y no simplemente en la mayoría, mejor.
Si eres ciego…
Como apuntas el movil hacia el QR?
Curiosidad nada mas…
Pensar en invidentes no seria ningun problema, la efectividad seria puntear en Braile el menu, no?
Esto… ¿Cómo «lee» un ciego un menú en formato pdf?
Porque supongo que ya usáis algo que os «lee en voz alta» una página web.
Con la síntesis de voz que viene instalado en el iPhone que se llama VoiceOver.
No es ningún problema apuntar con la cámara, porque si enfocas más o menos, es suficiente.
El menú en Braille es difícil de imprimir y de mantener, de hecho poquísimos restaurantes lo tienen, y mucho más insalubre.
Los QR para las personas ciegas son una maravilla. Luego te tiene que llevar a un sitio accesible, claro, pero eso ya es otra historia.
…hombre… a menos que el restaurant te quiera vender ̶t̶u̶l̶i̶p̶a̶n̶e̶s̶ criptomonedas cuando escaneas el QR, siendo que tu querías solamente ver el menú…
Claro que hay un riesgo potencial en los QR, pero la palabra «marginal» no alcanza a describir, de momento, el riesgo actual que representan
Efectivamente, es algo «marginal»… XDD
Estafas mediante códigos QR: cómo funcionan y consejos para evitarlas
La última estafa con códigos QR: los ponen en los parquímetros y llevan a una web que simula ser el gestor del pago
Cómo nos estafan usando QR y qué podemos hacer para evitarlo
insisto… no creo que habiendo detras un restaurante, marca, tienda, etc pudiera darse el caso, pero al igual que con los parkimetros… ojo
Usar la falacia de generalización apresurada para invalidar mi argumento, no hace válido al tuyo.
Yo también te puedo poner tres, cien o mil links que afirmen lo contrario a lo que tu afirmas y eso no probaría nada.
¿Tienes datos de que idiquen que efectivamente hay un aumento en la tasa de peligro/criminalidad mediante códigos QR? ¿Los hackers o algún criminal le vaciaron la cuenta (o algún otro delito importante) a una cohorte estadísticamente significativa, usando ese método?
Generalización apresurada
la generalización apresurada, generalización indebida, Según quien o inducción indebida es una falacia informal que se comete al inferir una conclusión general a partir de una prueba insuficiente
Quieres decir, que no estas cometiendo el mismo error que pretendes achacarme a mi???
se comete al inferir una conclusión general a partir de una prueba insuficiente
Yo pongo pruebas… Tu hablas de trescientosmil enlaces, pero no pones ni uno que afirme lo contrario…
De haberte leido los articulos, tu solo te hubieras dado respuesta a tus ultimas preguntas…
Yo no ataco a nadie, que nada me reporta ni me engrandece… yo expongo una realidad…
Saber diferenciar (vaya, no encuentro ninguna entrada en la Wiki sobre el tema) XDDD
Si te sirve de «no generalización» he visto dos casos más de QR que son raros, raros, raros( por supuesto no los probé) y si los he visto, es que hay muchos dispersos…
a) Códigos en farolas
b) Pegatinas pegadas en sitios públicos del mismo tamaño de lo que supongo había un QR legítimo en la impresión real
No es estadística pero las meigas haberlas hailas
Y también hay USB(dead drops) en lugares públicos que la gente deja con cemento se supone que para transferir archivos a gente que sabe que hay ( esto lo he leído no lo he visto)
https://www.20minutos.es/noticia/2705956/0/usb-escondidos-mundo-mapa/dead-drops/aram-bartholl/
Tocar una carta de los menús de un bar…??? Por favor. Sabe cuanta gente guarra no se las manos después de mear…Pues imagínese en el metro y en el autobús lo que se llevará en su mano .
Seguiré con el QR y el gel…
En mi país ya se usaban QR pre-pandemia y se popularizaron con la misma y coexisten con los menús tradicionales y quizá son usados como ejemplo de «modernidad». El problema no es el uso de QR sino que lo que se ha hecho es pasar lo mismo del papel a un PDF. Creo que debe rediseñarse el QR para dar una mejor experiencia: búsquedas, filtros, comanda sin camarero, etc..
Tiene muchas ventajas muy obvias.
Para empezar, el tema de higiene (no sólo por el COVID). Por supuesto, poder cambiar el menú fácilmente desde un sistema de administración. Incluir el menú del día, que en muchos sitios se escribe en una pizarra o se imprime en un A5 que se incluye en la carta. La posibilidad de poder tener el menú en múltiples idiomas. Y, lo más importante para mí, a accesibilidad para personas invidentes o con problemas de visión gracias a lectores de pantalla o ampliar la fuente/hacer zoom.
Antes de la pandemia desarrollé una solución de carta digital con QR. Se lo mostré a un amigo mío invidente, y casi se le caían las lágrimas de la alegría, y me dijo que sería alucinante que todos los locales tuvieran un menú digital (y accesible). Para él, sobre todo era la sensación de independencia de poner repasar la carta de un restaurante sin que nadie tuviera que ayudarle. Sólo por eso decidí desarrollarlo e intentar comercializarlo.
El gran problema fue que nadie quiso pagar por una solución adecuada, y la inmensa mayoría de QRs te llevan a un PDF o una foto del menú.
El proyecto fracasó por lo dicho, nadie quería pagar nada, pero estuve trabajando en una segunda fase donde el cliente podría hacer pedidos directamente desde el teléfono, y una tercera fase en la que el cliente podía pagar la cuenta desde el teléfono, incluso dividiendo qué ha comido cada uno para tener cuentas separadas. Todo iniciado por un QR.
Si alguien tiene curiosidad https://www.lacarta.app/
El QR sólo es el punto de entrada. Todo lo que viene detrás pueden ser servicios geniales si se hacen bien.
Pagar escaneando un código QR ya es posible. Y se puede dividir la cuenta entre comensales. Engancha con medio de pago y listo. Lo utilicé el otro día por primera vez y me dejó una experiencia estupenda. No hay que pedir la cuenta, ni esperar a que traigan el tpv, ni ir pagando uno a uno… y ellos saben si has pagado o no.
Podríamos sacar unas reflexiones, sobre el post
1. Si llevas años en un blog, contando las bondades de la tecnología, resulta que al final, por selección la mayoría de los comentaristas son afines a los principios que mueven el blog. Lo que viene siendo una cámara de eco mediática [ver *]
2. En otros artículos también existen comentarios disonantes sobre tecnología, pero si en esos artículos la opinión del postman es a favor de obra, entonces suele haber una caterva de opinadores en contra de la opinión disonante. Ejemplos no ir a favor de obra en temas como apple, tesla, criptos, clima, teletrabajo
3. Los juicios de valor sobre temas que rozan la tecnología están basado en emociones y no se suelen argumentar mediante datos contrastables. Y a veces lo que es peor esas opiniones son sustentadas en interpretaciones «partidistas» a favor de alguna tesis. Ejemplos donde ambas posturas tienen sus pros y sus contras. ( Defender teletrabajo vs. presencial, VE vs. VNE, Soluciones ineficaces pero supuestamente pro-clima)
Y volviendo al tema ¿QR si o QR no? Internet está lleno de falsos dilemas. Este es uno más. Si tu restaurante tiene menús grasientos, sucios, etc ¿por qué sigues yendo a ese antro?. Si tu restuarante tiene un QR menu y la usabilidad es nula ¿Qué haces siguiendo yendo a ese antro? Hacer de la anécdota una generalización apresurada, que decía Javier, es una loa a los estereotipos como menos. !
[*]
«Un proveedor de información emite una afirmación, que mucha gente de pensamientos similares repite, escucha a la pasada y luego repite otra vez (generalmente en una forma exagerada o distorsionada) hasta que más gente asume que una variación extrema de la historia es verdadera.»
Te iba a escribir una parrafada, pero de momento, me contengo con una sola pregunta…
Que nos vienes a decir? Que tenemos que decir SIEMPRE «amen» a todo lo que diga eDans?
Que no se puede discrepar? Que entre los extremismos tipicos en cualquier blog (no solo en este) no existen matices de grises infinitos? (es decir, estar de acuerdo pero con «peros»)
Es posible que no haya entendido bien tu comentario… :P