La FIFA anuncia el lanzamiento de FIFA+, una plataforma de streaming propia que incluye documentales, partidos en directo y un archivo de más de tres mil partidos históricos, por el momento accesibles de manera gratuita y con publicidad.
Algunos interpretan el movimiento como el inicio de un ensayo sobre la desintermediación del mercado de los derechos de emisión: internet y el progresivo incremento del ancho de banda han hecho que las barreras de entrada a la emisión de contenidos bajen hasta tal punto, que cualquier creador de contenidos pueda asumir por su cuenta la responsabilidad de emitirlos y comercializarlos por su cuenta.
Por el momento, los derechos de competiciones con derechos ya negociados anteriormente o del próximo Mundial de Qatar no aparecen en la plataforma, pero ya veremos qué decisiones toma la FIFA con respecto a los derechos de competiciones que aún no han sido comercializados. Los contenidos están disponibles ya en inglés, alemán, francés, español y portugués, con planes de agregar mandarín, bahasa, coreano, japonés, italiano, árabe e hindi dentro de unos meses. En el escenario previsto por la FIFA, llegarían a los doscientos millones de usuarios a finales de este 2022. Además, se plantean producir noticias, estadísticas o su propia liga fantástica. En el momento del lanzamiento, el servicio emitirá unos 1,400 partidos mensuales, pero el número subirá rápidamente hasta los 4,000.
¿Puede la FIFA plantearse obtener más ingresos gracias a los pagos individuales de los espectadores que vendiendo los derechos en bloque a los diversos canales de televisión en función de ventanas de explotación geográficas o de otros tipos? Hasta ahora, la emisión de contenidos de gran popularidad como el fútbol eran una de las formas que muchos canales de televisión utilizaban para incrementar su popularidad o para justificar un modelo de suscripción: las subastas de derechos de emisión eran la forma principal de hacer llegar ingresos a los clubes y mantener el negocio en marcha, un modelo que está en crisis derivado de los intentos de los clubes más importantes de negociar sus derechos por separado e incluso de organizar sus propias competiciones.
Mediante un modelo de emisión directa, la FIFA podría obtener un control no intermediado de los flujos económicos sin depender de las subastas de sus contenidos a los diferentes canales, y podría gestionar mejor las transferencias a los clubs. Un servicio de este tipo podría plantear modelos de monetización mediante publicidad, de pago de una suscripción por temporada o por competición, de tarifa plana completa o de pago por visión, con toda la flexibilidad en su mano a la hora de tomar decisiones sobre su posicionamiento en precio.
¿Estamos viendo el principio de un modelo de desintermediación? ¿Qué impacto podría tener algo así sobre los canales que más dependen del fútbol para obtener suscripciones, o incluso sobre aquellos especializados? Veremos cómo avanza el modelo y si la FIFA quiere simplemente ensayar la idea, o lanzarla con todas sus consecuencias.
This article is also available in English on my Medium page, «Is FIFA about to take over global soccer broadcasting?«
Si seguimos el ejemplo de la F1, que tras «privatizar» las diferentes opciones de emision, perdieron el 60% de (tele)videntes… pues no se yo…
Antes diferentes canales de TV lo emitian en abierto, desde entonces la cosa… «pa’bajo» Tengo mis dudas que Movistar (o cualquier otra) esten recuperando esa inversion…
Aquí puedes ver un informe de audiencias del Madrid-Barsa comparando espectadores en abierto y de pago. De media 6 millones menos.
Con respecto a lo segundo, Movistar recupera la inversión del fútbol porque la pagan todos sus clientes con tarifas ridículamente infladas, no solo los que pagan por paquetes con fútbol.
Si, es como imagino…
no se si el negocio les sale «redondo»… o se les va «rodando»…
El futbol, llamarme raro, pero me la pela bastante… la F1 si me gustaba… ahora me toca esperar una semana a que me caiga por torrent…
Lo que siempre me ha llamado la atención es que se considera al fútbol casi como el deporte único, cuando por lo que veo en mi entorno se sigue con bastante indiferencia en general.
Apoyo…. en el mio ocurre igual
Pues me sumo al grupo de los que ven el fútbol con bastante indiferencia. A mí me llamaba la atención la Fórmula 1, pero no lo suficiente como para pagar una suscripción. Supongo que mucha gente a la que le gusta el fútbol no está realmente dispuesta a pagar por ver los partidos en su pantalla.
Ídem. Además, si con ello se les termina a las telecos el chollo futbolero lo celebraría a lo grande, así se verían obligadas a desglosar paquetes. En Movistar, si quieres cine y series, tienes que apencar con el jodido fútbol -y, obviamente, pagarlo- sí o sí.
En cuanto a la fórmula 1, en principio hubiera sido algo que compensara un poco el oneroso pago del maldito paquete deportivo, pero con tanta táctica, tantas Qs y tanta mandanga, la verdad es que parece un wargame, en vez de una carrera. Las motos, al menos -aunque también tienen lo suyo-, siguen pareciendo carreras de verdad. Pero vaya, que no, que los paquetes deberían venir desglosados y, en lo que a mí respecta, los deportes pueden irse al guano.
Se ve que en este foro hay pocos futboleros. A día de hoy, en España, Europa y Sudamerica es un deporte con un seguimiento masivo. No hay más que ver cuando la selección española llegó a la final del mundial. Yo diría que medio país estaba muy pendiente del tema. No sé si habrá algo positivo que capte tanta atención y durante tantos días (salvo pandemias, desastres cercanos, etc)
Lo que puede ser un desastre es que tengas que subscribirte a distintas plataformas para ver distintos deportes o competiciones. A otras para ver series y películas. A este paso van a conseguir resucitar a las cadenas en abierto o las emisiones pirata. O incluso la pérdida de interés del público general.
El deporte televisado como entretenimiento está condenado a morir, y lo dice un fanático del deporte televisado. La mayoría de deportes populares que tenían cierta penetración en la sociedad, baloncesto, motociclismo, F1. etc han practicamente desaparecido como opción de ocio entre las nuevas generaciones. El futbol languidece y sobrevive gracias a los boomers que lo tenemos grabado en el ADN, y estamos dispuestos a pagar lo que haga falta por nuestro ocio. Pero en general me parece un suicidio a medio-largo plazo ir a plataformas cerradas con unas barreras de entrada tanto económicas como técnicas que colapsan la demanda.
La emisión de tus propios contenidos me parece un movimiento arriesgado. En definitiva, todas las plataformas de entretenimiento compiten por dos recursos finitos: la base de usuarios y el tiempo de los mismos. Lo segundo está directamente relacionado con el precio que el usuario está dispuesto a pagar.
Si empiezas a emitir por tu cuenta casi seguro que vas a perder base de usuarios, al no estar en una plataforma «omnibus». Puede que consigas mas margen al eliminar intermediarios, pero tendría que compensar la caida de ingresos.
También puede que consigas mas cuota de horas entre los usuarios que te quedan al aportar contenidos mas cualificados para esos usuarios mas especializados, y entonces puedas justificar un coste mas elevado.
Será interesante ver qué sucede.
Desde el arcén vamos a meternos , no con la FIFA sino con los fiferos.
Una sociedad como la nuestra tuvo que hacerse adicta al tunning, para tratar de entender un poco a los nativos africanos que se tatuaban a tope sin problema. Pero eso sí, sigue habiendo diferencias entre los tuneados europeos y los «pobres negritos», que además ahora ya no se tatúan tanto. En fin, hay que asumir a los que son buenos deportistas, porque a esos se les puede sacar un buen rendimiento.
Y lo mismo pasa con el «pan y circo» romano. Montamos los grandes cirios por un puto balón y luego queremos extrañarnos por una guerra entre Rusia y Ucrania. Con el agravante de los serbios, por poner un ejemplo, que se meten con los yankees, pero se olvidan intencionadamente de las putas invasiones rusas (como soviéticos o como neozares, directas o «indirectas» como en Siria). Y van hablar ellos, que montaron la que montaron en la antigua Yugoslavia (con genocidio incluído).
Así que no lo puedo evitar, me caerán mejor los algoritmo que use la FIFA que los fiferos que usen eses algoritmos.
No es por nada, pero una cierta evolución, en relación al mundo romano, no estaría de más. Seguro que le dábamos una alegría a la madre naturaleza.
El modelo de la NBA es lo que tenían que intentar copiar. Por un lado permiten que hagas y subas a YouTube jugadas o resúmenes amplios de partidos, pudiendo seguir la liga sin dificultad y sin coste. Por otro a través de su plataforma de streaming puedes contratar toda la temporada de todos los equipos a precios muy razonables. Convive con ello las emisiones en plataformas en cada país, como Movistar en España, y te hacen descuento si ya lo tienes contratado.
Esto parece ir bien. Todo el que quiere seguirlo puede hacerlo sin pagar un ojo de la cara, como puede ocurrir con la música y plataformas como Spotify. Y al permitir usar videos, hacer resúmenes etc. la afición se retroalimenta y es fácil captar y mantener aficionados.
El fútbol siempre ha seguido una política de precios muy altos y control de todo, incluso cobrando por poner videos en un telediario para informar. Se piratea como se hacía antigamente con la música. Me parece milagroso que en pleno 2022 aún queden aficionados.
Del interés que el futbol despierta fuera de nuestras fronteras, nos puede dar idea el hecho de que Arabia Saudí haya pagado creo que 45 millones de euros para que la super liga española se celebre en su país. Otra prueba de ello es que el Sr. Tebas se haya desplazado a Singapur para sondear la venta de los derechos de transmisión de la Liga a para países del lejano oriente.
O cuando el Real Madrid con Florentino Perez a la cabeza intentó crear una especie de Superliga europea formada por los grandes del futbol continental, la intención era la misma de la FIFA ahora: la desintermediación de los derechos de transmisión. Tebas desde la Liga, y a UEFA se lo impidieron presionando a los clubes que en principìo entraron al trapo de la idea, porque Florentino les tomó la delantera de lo que ellos también querían hacer y se quedarían sin el negocio
Dentro de ¿dos o tres años? caducan los derechos de transmisión actualmente vigentes de la Liga española, lo mismo que los de las competiciones europeas.
Cuando ese día llegue, sé que la cesión de los derechos de transmisión ya no se va a hacer de la misma manera que hasta ahora. Puede que ni se cedan, y que los clubes y los gestores deportivos quieran explotar esa fuente de dinero directamente.
Ellos saben que los intermediarios se apropian de buena arte de los ingresos que el deporte genera, solo por una gestión que a veces solo requirió de una llamada de teléfono. Siendo así, hacen muy bien en generar, producir y transmitir los contenidos que ellos mismos producen, en venderlos directamente al consumidor final quedándose con todo el dinero. La FIFA habla de 1.400 partidos por mes, lo que supone partidos para todos los gustos, para todas las aficiones, a todas las horas, en todos los países del mundo, lo que supone un montón de dinero.
A partir de ese momento, el que lo quiera ver, no le quedará otra que pagar. El que prefiera una buena peli romántica, tendrá su canal apropiado al que deberá abonarle su correspondiente precio.
El consumo de televisión, gracias al streaming, hoy ya es a la carta en su mayor parte, y lo será mucho mas muy pronto, y esto será así no solo para el futbol, sino para el baloncesto, para los deportes olímpicos, para la formula 1, para la Moto GP, para el tenis, para el beisbol, el futbol americano, el rugby, y para todo deporte con suficiente masa de seguidores, para toda competición con suficiente tirón que supongan un buen negocio: como la Copa América de Vela, o la Volvo Ocean´s Race, o para el Masters 1000 de tenis, o el Masters de Augusta de Golf, y así sucesivamente. Eco no solo reza para el deporte, sino para todo lo demás que tenga interés para un número suficiente de espectadores.
Veremos grandes cambios en un futuro cercano en este tema, cambios en los que habrá que pasar por caja de tal manera que para ver lo que te interese, tendrás que pagar para verlo. Hablamos del Entretenimiento a la carta por un precio.