Cada vez son más los artículos que resaltan el buen momento que experimenta el mercado de segunda mano de los vehículos eléctricos en algunos países como los Estados Unidos y el Reino Unido, poniendo de manifiesto que el proceso de sustitución, si bien puede parecer aún muy incipiente en otros mercados, está en marcha y goza de buena salud.
Varios factores influyen en el desarrollo de este mercado: por un lado, la longevidad de los vehículos eléctricos, alejado ya aquel interesado mito que pretendía hacer creer que era necesario «cambiarles la batería» al cabo de algunos años y que ha resultado ser, como tantas otras cosas, completamente falso. La idea de que las baterías se depreciaban supuestamente «a gran velocidad» es desmentida todos los días por los usuarios de vehículos eléctricos y, sobre todo, por la experiencia de las flotas, que en muchos casos plantean una utilización muy intensa de sus vehículos, y experimentan unos niveles de degradación mucho menores de lo que algunos pretendían.
¿Qué lleva a muchos propietarios de vehículos eléctricos a desprenderse de ellos en el mercado de segunda mano? Por un lado, una costumbre de décadas de considerar un automóvil como un bien de depreciación muy rápida que, en muchos casos además, es adquirido mediante instrumentos financieros como el leasing o el renting que plantean su primer ciclo en plazos de relativamente pocos años. Por otro, la evolución tecnológica y la innovación en los vehículos eléctricos es sumamente rápida, lo que lleva a sus propietarios, en muchos casos, a querer incorporarse a lo que perciben como una nueva generación de productos.
Por otro lado, los vehículos eléctricos se están demostrando, en muchos casos, como un gran negocio para sus propietarios: su menor desgaste derivado de su simplicidad mecánica y su bajo coste total de propiedad conlleva que, en muchos casos, su depreciación sea muchísimo menor que la de sus equivalentes de combustión interna, lo que posibilita desprenderse del vehículo habiendo conseguido un coste total de propiedad comparativamente ridículo, incomparable con respecto a lo que puede obtener el típico vehículo de combustión interna que suele depreciarse alrededor de un 20% o más nada más salir del concesionario. Si añadimos a este análisis el mucho menor coste de las recargas eléctricas frente al combustible y el escaso coste de mantenimiento, las matemáticas, lógicamente, tienden a salir.
A medida que más países van incorporándose a modelos como Noruega, donde la inmensa mayoría de los vehículos nuevos vendidos son eléctricos, y que más flotas de, por ejemplo, vehículos de alquiler apuestan por ellos, el número de vehículos que se ofrecen al mercado de segunda mano se incrementa, y facilita la entrada en la tecnología de usuarios que no se los planteaban debido a su mayor precio inicial.
Como todas las transiciones, cuestión de tiempo.
This article is also available in English on my Medium page, «What the buoyant second-hand EV market tells us about the future of the automotive industry«
Desde Alemania he vendido mi tesla model 3 de segunda mano a Dinamarca tras 10 meses y 23.000 km por 4000€ mas que el precio nuevo. El comprador no vio ni la fotos del coche.
¿Por qué vendiste esa joya?
Porque le han dado una ayuda de 9.000€ y lo ha vendido por 5.000€ menos del precio nuevo.
Y todo financiado por los pobres que ni pueden soñar con un Tesla.
Así me hago yo también ecologista.
Pues no lo dudes y hazte. Los menos espabilados, tenemos la suerte de que otros nos han indicado el camino.
El problema es que los vehículos eléctricos (100%, los hibridos es otra cosa), de segunda mano no resuelven los problemas de los de primera mano, Garaje en propiedad para recarga nocturno, escasa autonomía, lenta recarga, escaso numero de puntos de recarga,…
De momento, prefiero esperar a solventar esos problemas, con vehículos de combustión de segunda mano.
¿Algún día venderán un eléctrico que no sea tecnológicamente puntero y nos podamos permitir la mayoría de los mortales? No necesito que mi coche hable, ni conduzca solo, únicamente que gaste menos que el que tengo.
Esto no suele ocurrir nunca, ya que los fabricantes suelen incorporar sistemas, opciones, accesorios, etc … que realmente no te aportan nada (salvo raras excepciones) , o muy poco. ünicamente lo hacen para poder mantener el mismo precio vendiéndote unas mejoras que ni necesitas ni pides.
Eso suele ocurrir siempre, pero hay que esperar años. Mira lo que cuesta hoy en día una Smart TV de 55″ que no sea «puntera» (400€-500€) y lo que costaban hace 10 años (3.000€).
PD: curiosamente hoy en día no necesitarímos que las teles fueran «Smart», simplemente TVs planas. Para hacerlas «Smart» es mejor usar un Fire TV, Google Chromecast o un Apple TV.
Otra posible causa sería que algunos propietarios se hayan decepcionado con sus VE y hayan decidido librarse de ellos y esperar mejores tiempos.
Un tema que del que no se habla mucho, es que las averias de los eléctricos son menos frecuentes, pero pueden se mucho mas costosas, y no me refiero a las baterias.
El Renault Zoe es conocido por su tendencia a fallarle el motor eléctrico (que a la vez hace de cargador).
La sustitución de este es mas costosa que la sustitución de un motor de combustión de un Clio, y muchas veces no compensa.
La garantía que ofrece la marca en el motor es el mínimo legal exigido (3 años ahora, 2 antes).
Recomiendo solo coches eléctricos con garantía de batería y sistema de propulsión de 8 años a lo sumo.
El motor de mi Zoe falló al año y me lo cambiaron en garantía. Con 4 años y 100000 Km les pregunté que me ofrecian por él: 3000€
De momento aguanta sin problemas, pero lo de vender en mercado de segunda mano no es una opción en mi caso