Los drones son uno de esos temas a los que vuelvo con cierta recurrencia, pero no uno que siga de manera continua. Por eso me llamó la atención, cuando hace un par de días volví a hablar de ello, encontrarme con una gran cantidad de temáticas asociadas a la palabra clave: si alguien pensaba que los drones eran algo similar a los que se utilizan en el mercado de la electrónica de consumo o como los que se utilizan en logística para el envío de pequeñas cargas de hasta unos pocos kilogramos, la realidad es que las variaciones sobre el factor forma dron son cada vez más impresionantes, y cubren todo tipo de áreas de actividad, desde los ya tristemente conocidos utilizados en actividades bélicas, hasta aparatos minúsculos para, por ejemplo, vigilar el interior de una casa, pasando por el transporte de viajeros o de carga.
Los temas asociados con la medicina son sumamente interesantes por lo que tienen de criticidad, y uno de los teatros de operaciones más interesantes es África, en donde la escasez de infraestructuras los convierte en muy importantes y en donde se esta produciendo un fenómeno de leapfrogging muy interesante que, ademas, genera puestos de trabajo muy cualificados para ingenieros locales y tiene, en muchos casos, esquemas de funcionamiento muy distintos a los de los drones a los que estamos habituados (mediante lanzamiento, por ejemplo). Transporte de medicamentos, de bolsas de sangre, de desfibriladores o incluso de órganos para trasplantes son cuestiones que permiten entender la importancia de este tipo de aparatos en el futuro de la logística asociada con el cuidado de la salud.
En la parte militar es interesante reseñar, sobre todo al hilo de la actual invasión rusa de Ucrania, cómo Turquía ha logrado convertirse en una de las grandes potencias en el desarrollo de este tipo de armas, una de las que más importantes están siendo para que los ucranianos logren defenderse del ejército ruso. Los norteamericanos están también trabajando en el desarrollo de drones para la vigilancia permanente de determinadas regiones, planteando aparatos autosuficientes alimentados mediante láser que no necesiten aterrizar en ningún momento.
En el campo del transporte de personas, a la ya conocida Volocopter, que lleva trabajando desde el año 2011, se unen muchas otras, y en particular la compañía financiada por el cofundador de Google Larry Page, Kittyhawk, que ha conseguido reunir a buena parte de la comunidad creada en torno al tema en los Estados Unidos.
En el terreno logístico, se habla cada vez más de drones enormes, grandes como aviones, dedicados al transporte de mercancías con bajas emisiones, con varias compañías trabajando en el tema, y que algunos alcanzan a ver como el futuro de la industria.
Y de lo más grande, a lo más pequeño: un mini-dron doméstico de Ring que dejas en casa en su base, y que sale de ella cuando quieras y vuela para enseñarte con su cámara cualquier zona o rincón.
Como vemos, el concepto de dron tiene enormes variaciones, conectadas ya ni siquiera por un factor forma determinado – las variaciones son enormes – sino por un modelo de propulsión. Como tecnología, una gama de versatilidad que lleva a muchísimas posibilidades, y a que con casi total seguridad nos encontremos alguna de sus variaciones asociadas a prácticamente cualquier uso en un futuro.
This article is also available in English on my Medium page, «I hate to drone on about them, but…«
Que si… que avanzar… avanzan…
Pero en cuanto a «logistica ciudadana» (vamos, entregar paquetes) la cosa va cruda por simple legislacion… al menos en este pais… y si para entregar un paquete de 2Kg vas a tener problemas, no te cuento para usarlo «de taxi»… :P
Vease el mapa de ENAIRE que publique hace dos articulos…
Curioso… de hoy mismo XDDD
Un cuadricóptero que se lanza en paracaídas dispara sus propias hélices para acabar con otros drones
wrestling drone en 3, 2, 1…. XDDD
Para usos comerciales el mapa es irrelevante. Ya que puedes rellenar autorizaciones de para realizar los vuelos. Si haces el estudio de seguridad aerea, seguros y con la aprobación pertinente se puede realizar la actividad. Además ahora AESA no va a regular más porque la legislación ya es europea.
Por otro lado la última milla no significa que el que te entregue el paquete en la mano sea el dron. Imagino que un repartidor podría recoger varios paquetes vía dron en un parque o en algún área abierta en lugar de tener que ir a una «base» a por ellos.
Puesto a imaginar, imagino una cabina en el lugar de envío capaz de mandar por vía telemática el objeto a la cabina de recepción del destinatario, En las novelas de ciencia ficción eso se llama teletransportación.
La realidad es que no se pueden hacer envíos con drones, salvo en aquellos lugares donde no hay normas, o si existen son fácilmente burlables, por eso existen en África, pero no en Europa.
Yo tengo una idea más que interesante desde hace años, sin exagerar.
La cosa es la siguiente. No todos, pero así como en Estados Unidos, está el mito de los jardines en las casas, en España en muchos de los hogares cuentan con balcones.
Yo siempre imaginé un sistema en el que si bien, tendrías que comprarle el baúl a Amazon, podrías tener dicho baúl en el balcón.
De X tamaño (a elegir, entre los diversos modelos standar), y con algún tipo de conexión Online y/o Bluetooth.
Cuando un dron de reparto, se acercara y se posicionara sobre el baúl, esté tan solo debería de abrirse automáticamente al reconocer al Drone estando sobre él, para que este dejara caer el paquete dentro para después volver a cerrarse.
El interior del baúl podría estar acolchado para minimizar el daño de la caída (que podría ser inferior a un metro), no se necesitaría que el dueño estuviera en el hogar, se reduciría de manera absoluta los horarios de entrega, los problemas de reparto con los retrasos, que “te lo dejen en el ascensor”….
Mucha, mucha, mucha gente a la calle, pero los que salen por los que entran, que la agilidad se preparar esos paquetes necesitaría de más manos, más horas, sumando a gente que debería de monitorizar los drones.
A esto sumémosle un nuevo diseño de nuestra dirección. Es decir, no valdría con decir nuestro portal y nuestra puerta, ahora tocaría el balcón, pero y aunque es absolutamente utópico, sería que todas las administraciones se pusieran de acuerdo, para facilitar los datos de los balcones y la situación geográfica de los mismos. A ver…. Qué es todo increíblemente salvaje, sí. Pero cuéntale a alguien de hace 100 años, que podrían operar a distancia, que podríamos estar recibiendo datos de otro planeta, o que en nuestro bolsillo cabría toda la sabiduría de la humanidad.
No es tanto él cómo hacerlo, cómo llevarlo a cabo, claro. Pero la dirección podría ser esa. Es meramente un problema logístico y de entendimiento que los drones y todo lo que les rodea no lo suplen.
Aún.
El mapa de irrelevante no tiene nada, porque se basa precisamente en seguridad aerea, no en si te cae el paquete en la cabeza. Fijate que las zonas rojas parten de aeropuertos o aerodromos locales.
Que empresas «grandes» como pueda ser Amazon o similares, conseguiran aunque sea a golpe de talonario las excepciones, lo tengo claro. Al igual que asegurar el envio por si el paquete le cae a alguien (o el mismo dron). Se lo pueden permitir.
Sigo viendo que se le puede sacar mucho jugo al uso de drones, como ya se dijo en el articulo anterior, sobretodo en zonas rurales o de dificil acceso…
pero…
Por otro lado la última milla no significa que el que te entregue el paquete en la mano sea el dron. Imagino que un repartidor podría recoger varios paquetes vía dron en un parque o en algún área abierta en lugar de tener que ir a una «base» a por ellos
Eso si que es una tonteria… para eso ya sale la furgoneta desde el centro de logistica… no veo que ventaja podria tener… (minutos?)
Escribía Dans en este blog, el 15/12/18:
Lo mejor contra el escepticismo son los hechos. A muchos les seguirá costando imaginarse un futuro en el que aparatos de este tipo vuelen de manera habitual sobre nuestras cabezas llevando productos de un lado para otro, pero también muchos hace algunos años habrían asegurado que era completamente imposible circular a 310 km/h por una vía entre dos ciudades, o ir de un lado al otro del mundo volando en pocas horas. La diferencia es que antes el ciclo de desarrollo de estas tecnologías desde la idea a la viabilidad comercial era cuestión de varias décadas, y ahora, en estos tiempos exponenciales que vivimos, es cosa de muy pocos años.
Pues si los hechos es lo mejor contra el escepticismo, las hechos dicen dos cosas, El reparto con drones, sigue en mantillas y que el ciclo de desarrollo de estas tecnologías sigue siendo cuestión de décadas. Han pasado 3 décadas, (30 años), desde que fue posible circular a 310 km/h por una vía entre dos ciudades y aun no se obtienen ni los 100 Kmh, en tren de Madrid a Badajoz.
Las predicciones a largo plazo son sumamente arriesgadas, me recuerdan a lo que cuando era niño se profetizaba para el año 2000 y lo que nos reíamos entonces y ahora al recordarlo.
Los drones sin duda tienen ya un espacio propio y, desde luego, van a tenerlo corregido y aumentado, pero yo, antes que fantasear sobre paquetes de Amazon entregados vía dron, pienso en drones que ya hacen lo que hacen ahora, pero con mayores capacidades y a mucho menor coste, con mayor eficiencia, vamos: reconocimiento aéreo -civil y militar- inspección de instalaciones de difícil acceso (tendidos eléctricos) o en zonas catastróficas (o similares: vigilancia forestal o pesquera, por ejemplo), seguridad por carretera y ferroviaria (los gastos militares para vigilar permanentemente la red de alta velocidad son importantes) y así todo lo que podamos imaginar racionalmente.
Si hubiera que hacer profecías con cierto nivel de riesgo, pienso quizá en el dron aeroespacial a modo de satélites autolanzables y reutilizables… bueno, cosas que ya existen desde hace tiempo, pero que, con la filosofía del dron, podrían ser más comunes y accesibles.
Y quizá sea un buen pedazo de falta de imaginación entre dos lonchas de sentido del ridículo, pero de ahí no me atrevo a pasar.
Dos aportes parecen interesantes en este tema. Primero lo de África, que apunta el dueño del patio, en concreto las zonas desérticas del mundo. Por mucho cariño que se le tenga al camello, no podrá competir con un dron.
Y luego lo que dice ALRIK, sobre complementar la logística de aproximación en dron con la parte final en modo de reparto humano. Eso permite salvar zonas difíciles de llegar (volvemos a «los desiertos»), con un tramo final, donde se recupere la vieja figura del portero «para todo». En este caso, se simplifica mucho el tremendo lío que se puede montar con varios drones haciéndose pajas por el aire , encima de una urbanización, por ejemplo. Además así se podría asegurar la sacrosanta privacidad, al permitir «derribar» todo dron que vuele por encima de las casas con vecinos (por ejemplo).
En fin, el contexto lo decide todo (o debería).
Una aplicación que sería fantástica son drones pastores. Imaginad ganado en semilibertad, con collares que monitoricen su ritmo cardíaco y geolocalización. Si detecta un aumento de ritmo cardíaco u otro marcador de estrés por presencia de lobos, que se podría confirmar con cámara, el dron se lanza y hace de perro pastor, ahuyentando al lobo con ultrasonidos, por ejemplo.
El propio collar puede guiar también al ganado al establo, con pulsos eléctricos que guíen al animal, o llevarlo a otras áreas para explotar de manera adecuada los pastos, y delimitando áreas para que no las superen, o evitando carreteras, como un pastor eléctrico. El propio dron también puede actuar para este control.
¿Quién se anima a desarrollarlo?