Al principio de la invasión rusa de Ucrania, el Ministro de Transformación Digital, Mykhailo Fedorov, solicitó a Elon Musk el envío de equipos Starlink de transmisión satelital, a lo que Musk respondió de forma positiva comunicando ese envío y otros posteriores, y la apertura de la cobertura satelital en el país. Una petición fundamental para un gobierno ucraniano caracterizado por la presencia no solo del propio Fedorov, de 31 años y fundador de una startup de marketing digital, sino también de otros perfiles también jóvenes y muy versados en el uso de las tecnologías de comunicación.
A raíz de la instalación de esos equipos de comunicaciones, que como el propio Musk avisó, debe llevarse a cabo con múltiples precauciones para evitar que se conviertan en objetivo de ataques, la aplicación de Starlink que permite la conexión a esas antenas para obtener cobertura en dispositivos móviles se ha convertido en la app más descargada de Ucrania, dada la destrucción masiva de infraestructuras y la evidente dificultad de conseguir conectividad mediante otras alternativas.
Para alguien como yo, que pertenece a una generación y un país que no ha conocido una situación de conflicto bélico en toda su vida, la idea de verse sometido de la noche a la mañana a una dinámica que obligue a la instalación de nuevas apps para algo tan relacionado con la supervivencia me resultó muy llamativo. De hecho, la app de Starlink ha sustituido en las listas de aplicaciones más descargadas en Ucrania a otra, Air Alarm Ukraine, con la que los ucranianos no solo reciben las alertas de bombardeos, sino que pueden además ver la localización de los refugios sobre Google Maps y, además, conectar con los servicios de seguridad, el ministerio de defensa, la línea de ayuda y otros organismos de interés.
Otras aplicaciones populares en descargas en Ucrania en este momento son las relacionadas con noticias y alertas, mensajerías instantáneas como Signal y Telegram, la app de identificación digital personal, apps de videoconferencia como Zoom o Google Meet, Google Translate y otras, que van desde el entretenimiento (libros, juegos, etc.), hasta apps financieras, de pagos, o una VPN. En Rusia, por su parte, parece evidente que los ciudadanos están intenteando obtener como sea información de fuera del país, no filtrada por el fortísimo telón de acero implantado por Vladimir Putin: hasta doce de las veinte apps más descargadas en el país son VPNs.
Me resulta verdaderamente difícil imaginar una situación en la que me tenga que ver obligado, de un día para otro, a descargarme apps para recibir información de la que dependa nada menos que mi supervivencia o la de mi familia. De alguna manera, el panorama de apps descargadas en una zona de guerra cuyos ciudadanos están acostumbrados a utilizar smartphones de manera cotidiana y a mantenerse conectados en muchos aspectos habituales de su vida nos puede ayudar a tener algunas pistas sobre la trascendencia que tiene encontrarse en una situación así.
This article is also available in English on my Medium page, «What the apps Ukrainians are downloading tell us about their situation«
Los dos aceleradores del mundo digital, la guerra y el juego, a remolque los negocios.
El problema no son los jóvenes que seguramente saben bastante bien lo que se cuece fuera de Rusia.
El problema , como siempre en politica, es la gente mayor y las zonas rurales, que solo ven televisión y se tragan todo.
Ayer vi un vídeo en el que un paisano ruso se vanagloriaba de lo resilientes que son los rusos , comparados con los occidentales.
Vamos, que presumen de lo mal que les trata Putin, y que no hay nadie que les gane a pasarlo mal.
A ver como luchas contra el sistema con semejantes elementos.
Sinceramente, decir esto me parece una verdad muy a medias, debido a unas nuevas generaciones que tienden a empoderarse en sus creencias o dogmas que a menudo tienden a romper con lo establecido.
Y no, eso no necesariamente les hace estar en posesión de una verdad.
Resulta irónico que ciertas películas de Paco Martínez Soria donde el “paleto” acude a la gran ciudad a ayudar a descubrir a sus hijas y nietos, muy modernos ellos, algunas cosas que se pasaban por alto.
Hoy, cacé al vuelo un episodio de una serie de animación, Los Green en la gran ciudad creo que se llama, donde una analogía de supuestos Hípsters o milenials flipaban con el calzado y el pantalón vaquero ajado tan molones de un granjero de toda la vida.
Cuidado, porque la modernez a veces vuelve gilipollas y el sentido crítico tiende a desaparecer.
Para alguien como yo, que pertenece a una generación y un país que no ha conocido una situación de conflicto bélico en toda su vida
Como que no??? Y Perejil? XDDDD
Uy, tienes razón, cómo puedo haberme olvidado!!
Ifni y el Sahara y nos dieron «pal pelo».
Antes nos dimos entre nosotros pa’l pelo de lo lindo y base de bien… ¿O es que ya ni nos acordamos? Porque resulta que de aquellas pa’l pelo, vienen ahora estas que desde hace años vivimos en este fuck país pa’ la caspa casposa… (Véanse las cosas del día a día… Y ya no digamos en el parlamento…).
Saludos.
De poco van a servir los móviles y Starlink si les cortan la electricidad. Solo con generadores diésel aislados podrán cargar los smartphones y alimentar a la antena receptora de Starlink…
Triste, muy triste pero es que es una guerra en toda regla. En su día se decía que «la operación tormenta del desierto» era la primera guerra del siglo XXI (allá por 1991), pero la de Ucrania se parece más a un conflicto tradicional del siglo XX!
Vaya tomatazo. Lejos quedó el glamour de la Primavera Árabe… una mera «parodia» del movimiento legionario romano.
Aquí sí hay mucha chicha tecnológica. Y no porque los móviles no fueran de alta tecnología, pero su intervención los dejaba al nivel de las vietnamitas antifranquistas.
Esto marca además otro nivel : el Elon visionario de las baterías, el tío Google señalando refugios, todo el mundo (peor los viejos claro, es ley de vida, o acaso pensamos que esa ley solo actúa en las depredaciones por parte de animales irracionales?), buscando desesperados algún tipo de señal digital, que traspasara las lineas digitales enemigas… y aún no están los drones desplegados… ahí sigue el estilo vigesimonónico del «arte» de la guerra (es tremenda coña!). Y la Gan Hipocresía «Occidental», cuando manda drones como si fueran cachorros de lobo hambrientos, contra poblaciones civiles en cualquier lugar de África o Asia (por ahora se libra América Latina).
En fin, siempre dije que este blog tiene un punto tecnológico, que lo hace profundamente humano.
Graciñas.
Menos mal que a los soldados rusos les han quitado el móvil…. así no encuentran las reservas ucranias de Vodka.
PS: Los de RT estaban indignados con el programa de Iker, que un «experto» decía que lo que había que hacer es matar muchos rusos, para mejorar la posición en la negociación.
Sí, claro, obvio, así es como mejoras sensiblemente tu posición en las negociaciones: más matas, más mejoras. (Que te lo cuenten los japos y lo que les hizo las fuck bombas atómicas…).
Saludos