Un artículo en The Guardian, «Deserted stores, less choice … has shopping changed for ever?« , recoge los muchos cambios que nuestros hábitos de consumo están experimentando debido a una pandemia cuyos efectos se prolongan ya durante mucho tiempo, y que está dando lugar a enormes desplazamientos en las preferencias de consumo.
Muchos de los bienes que por lo general tendíamos a adquirir en el comercio tradicional están pasando a ser adquiridos a través de comercio electrónico, en un fenómeno que antes de la pandemia se restringía a determinadas franjas de edad, y que ahora se extiende de manera cada vez más ubicua.
El cambio fundamental se produjo en los primeros meses de la pandemia, con los primeros confinamientos, en un momento en que pensábamos que salir a la calle era poco menos que un peligro mortal. En esas primeras semanas, la evolución de crecimiento razonablemente constante que el comercio electrónico llevaba experimentando desde hace mas de diez años se multiplicó: si en los diez años anteriores habíamos pasado de un 5.6% hasta un 16%, en los dos primeros meses tras la declaración de pandemia alcanzamos un 27%.
Las razones eran obvias: la idea de acudir a un supermercado era percibida como un riesgo terrible. Recuerdo personas que iban a la compra como si fuesen al frente en una guerra químico-biológica, con mascarilla, guantes y pantalla; y que al llegar a su casa desinfectaban cuidadosamente cada una de las cosas que habían adquirido. Ahora sabemos que muchas de esas precauciones no tenían sentido y que la propagación del virus a través de superficies es prácticamente marginal, pero en aquel momento, y en función de lo poco que sabíamos, las precauciones parecían justificadas.
¿Que ocurre cuando nuestra forma de comprar cambia durante semanas? Sencillamente, que muchos de esos cambios se convierten en hábitos. Las compras a través de la red, que antes era vistas como un evento excepcional que nos obligaba a planificar el momento de la entrega, se convirtieron en algo habitual, ayudadas por el hecho de que pasamos a estar mucho más tiempo en casa. Las entregas a domicilio, antes relativamente excepcionales para muchos, pasaron a ser parte de nuestra vida cotidiana. Las grandes fábricas de papel en el norte de Europa reconvirtieron muchas de sus cadenas de producción para dejar de fabricar papel blanco para escritura y pasar a producir cartón corrugado para embalajes.
La compañía mejor posicionada para aprovechar el tirón del comercio electrónico se disparó completamente. En algunos momentos de la pandemia, pasó a facturar hasta $10,000 por segundo, vio dispararse sus beneficios en un 220$, mientras abría almacenes logísticos por todas partes y multiplicaba su plantilla prácticamente por dos. Gigantes del retail físico como Inditex continuaron con un proceso de cierre de tiendas físicas que ya había comenzado antes de la pandemia, pero consiguió rápidamente volver a llevar sus cuentas a números negros gracias precisamente al crecimiento del comercio electrónico.
¿Cuántos de esos hábitos persistirán a largo plazo? Si bien muchos consumidores estaban deseando ver el levantamiento de las restricciones para volver a ir de tiendas y a comprar como lo habían hecho anteriormente, la realidad es que muchas personas que empezaron a considerar el comercio electrónico como una opción habitual con la pandemia, han seguido recurriendo a ello como opción preferente para muchos productos. La llegada de las rebajas a finales de diciembre y primeros de enero dejarán claro hasta qué punto ha cambiado el mundo y se ha consolidado la tendencia o se trataba simplemente de una oscilación coyuntural.
This article is also available in English on my Medium page, «Online shopping: a cyclical blip?«
Porno o salir con tu chica?
Online no gracias
Menudo comentario.
Cada uno preferirá unas cosas u otras según sus preferencias, y todo es respetable, pero ser incapaz de ver que la tendencia hacia las compras onlines es absolutamente imparable, cuando además el propio ED lo pone en el artículo (pre-pandemia, del 5.6 al 16% en 10 años), me parece digno de estudio. Por no mencionar la comparación tan falaz.
Si algo tiene tu comentario es que en esencia es incoherente, por un lado manifiestas que cada uno tiene sus preferencias para terminar diciendo que mi comparación es falaz que si vas a la RAE te explica que es engañoso, mentiroso. Primer error tuyo no respetar mi opinión y que sea una loa a la necedad.
Lo único que es obvio en tu comentario es que la comparación no es de tu agrado. Lo cual en si ni es bueno ni es malo, me es indiferente. El que algo crezca en venta, tu insulto, de «ser incapaz de ver la tendencia» es tu segundo error por dos razones la primera que «no desconozco esa tendencia» y segundo colegir que porque se produzca una determinada tendencia en la economía signifique que eso sea algo intrínsecamente bueno per se, es de un pueril que raya la ineptitud.
Del mismo modo utilizando esa estructura mental, al hacer esa correlación, podría manifestar alegría por el aumento de la drogadicción mundial, ¿por? Déjame usar un eufemismo, usando tu forma de razonar:
«Según la ONU entre 2010-2019 el número de personas que consumen drogas aumentó un 22%»
Toma ya!! El dato de tu tendencia, de incremento del online en el mismo número de años sólo aumentó un 16%.
Si te quitaras esa falta de desconocimiento innata, podrías contra argumentar, con sentido, por ejemplo citando cuanto ha aumentado la población en una década. O yo podría rebatir una argumentación inteligente, con el obvio, si no aumenta cuando estamos confinados cuando va a aumentar. Pero tu no has querido realizar una argumentación inteligente, sino rastrera y soez.
Creo zanjado que la cuestión «de la imparabilidad» es una simpleza tuya que no conduce a nada. Ya que básicamente, la conocía sin ir más lejos la cita de Enrique. Y segundo es un dato que por mucho análisis simplista que hagas, es lo que es y en las circunstancias expecionales de la pandemia.
Por otro lado está la experiencia personal de la calidad percibida en online por cada uno, cuando por ejemplo en pleno confinamiento, resultaba una misión casi imposible, que los supermercados de fresco de este país sirvieran algo, que algunos pedidos no frescos se ralentizaron semanas. Esto es una experiencia personal que te crees o no. En todo caso es una opinión de lo que viví. Y lo que vi, cuando ibas en presencial a ECI, veías a los jefes de secciiones,trajeados, llenando carros para el online. Obviamente este Hiper no estuvo preparado para la avalancha online a pesar de su esfuerzo. No voy a citar a Amazon por razones obvias, a pesar de su propaganda, en fresco en España son no minoritarios, sino residuales
Así que en cuestión de calidad de servicio, en mi opinión, también estuvimos en un Online NO gracias. Y lo dicho me es indifernte concuerde con la tuya o no.
Dicho esto, y a pesar de la evidente falta de acervo cultural en tu comentario, siendo benevolente quiero creer que esa falta no esté en tí, si hubieras elogiado mi comentario llamándolo «esperpento» te lo hubiera agradecido, y es que a veces alejarse de la realidad con el objetivo de criticar ciertos aspectos es más útil que argumentar con profusión. El esperpento como género literario creció de la mano de Valle en una generación del 98, que sufrió lo que me atrevería a llamar un desastre generacional. Reconocerás que una parrafada como ésta no te «emociona», ya que te exije el esfuerzo de leerla, de entenderla y finalmente rebatir sin que se note que no hay argumentos como nos tienes acostumbrados.
Off Topic (o no)
La ‘tasa Google’ se desinfla: seis países europeos la abandonarán tras su fracaso en ingresos
https://www.eleconomista.es/economia/noticias/11517181/12/21/La-tasa-Google-se-desinfla-seis-paises-europeos-la-abandonaran-tras-su-fracaso-en-ingresos.html
He visto envainarla con mucha mas gracia. Sinceramente los UE somos el hazmerreir, se entiende el Brexit.
La compra on-Line se va a comer el comercio tradicional en un corto plazo de tiempo, Sólo se salvarán ciertos nichos de mercado. Es la evolución lógica por muchos motivos, como las economías de escala y grandes centrales logísticas.
Lo que me preocupa es la posición dominante de Amazon. Idealmente deberían existir de 3 a 5 grandes empresas cómo Amazon para evitar que abuse, cómo hace, de su posición prácticamente monopolista del mercado.
En la ciudad medianamente grande que tengo a cinco km de casa cada vez cierran más tiendas. Obviamente el COVID ha influido, pero creo que lo único que ha hecho es acelerar una tendencia lógica e imparable.
En los comercios, cómo en su momento la agricultura y en un futuro cines, cadenas de televisión tradicionales, etc, será “renovarse o morir”.
Más importante aún es en mi opinión el «Less choice» que avanza. Y the guardian lo nombra!
Yo ya compro una corta selección productos. Tengo mis marcas, mayoritariamente marcas blancas o generalistas reduciendo enormemente el descubrimiento de nuevos productos. Por ejemplo ya casi solo visto pantalones de dos marcas yankees generalistas y por eCommerce que sé cuales son las tallas y cortes que me quedan bien. En cambio los polos/jerseys los compro in-Situ en la marca generalista C&A. Para la comida sé que cosas me gustan y compro en Eroski, Mercadona y Carrefour principalmente. Curiosamente a Eroski voy andando y hago que me envíen el pedido a casa, a Mercadona voy en coche y lo lleno y Carrefour lo hago por internet. En mi barrio sólo uso el pan y algunos frescos. Y por supuesto para cosas que hay que buscar y son difíciles de encontrar, Amazon.
Soy la pesadilla de las campañas de márketing. Es como si me hubiesen inyectado un ARN mensajero que anula el deseo de «nuevas experiencias» al comprar. Y creo que somos bastantes los que adoptamos esa filosofía. Comprar poco, de pocas cosas y siempre buscando calidad/segmento generalista. Intento comprar con razón, no con impulso/sensación.
El comportamiento que describes me parece cercano a lo ideal, pero debemos siempre ser capaces de darnos cuenta que nosotros mismos no somos una fiel representación del mercado.
¿Adivina adivinanza a quien le han puesto un multazo por abuso de mercado en Italia?
No, no ha sifo a la tienda de la esquina.
Online tiende a monopolizar el comercio. Los monopolios no bajan precios por falta de competitividad. Es lo que tienen las hienas que no te puedes fiar de ellos, no son perros que se rien
¿Todavía está en Amazon el jefe de markting? ¿Alguien comprará en un comercio cuyo anuncio es repugnante?¿Ese es el espíritu de Bezos que vuelve a casa por Navidad?
Las tendencias están claras y el comercio electrónico cogera un determinado peso pero no acbara con el comercio tradicional pues la conveniencia es clave precisamente para el consumidor.
Se acabará llegando a un equilibrio, Ni todo es on ni todo es off, la clave es la mezcla.
El consumidor decidirá lo que pesa cada parte dependiendo de cada sector.
Este pensamienro apocalíptico de que algo acabara con lo otro cuando sale una nueva tecnología es cansino.
El Retail está más vivo que nunca y nunca desaparecera , simplemente se reorganizara.
El ser humano es social y nunca hará al 100% sus compras online.
Jose, tus palabras son muy sensatas y ciertas, no puedo estar más de acuerdo con lo que dices en general, en todo.
Pero la cuota que va a llevarse la compra on-Line va a ser muy grande, desde luego más del 50% del total, por lo que el retail va a sufrir una contracción muy bestia.
Siempre quedará un porcentaje y algunos nichos de mercado que difícilmente llegarán a ser online, pero para mí la tendencia es clara. Y respecto a la conveniencia, los que viven en Madrid y Barcelona ya pueden hacer pedidos a Amazon un domingo por la mañana y tener lo que necesitan por la tarde.
Por eso, gran parte del retail tendrá que renovarse o morir (sin ir más lejos, abrir los festivos).
Creo que simplemente el comercio evoluciona, como lo ha hecho siempre, En Madrid, por la zona comercial de mi barrio, Principe de Vergara con Colombia, no hay un local cerrado, pero si es verdad que muchas tiendas cerraron y se abrieron otras dedicadas a otra actividad,
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Cerro un cine y se abrio ensu local, «Todo a 100» chino y un gimnasio de boxeo, Cerraron dos ferreterias y se abrieron una tienda de «Tiger», (caprichos) y una tienda de Moviestar, Cerro una tienda de cámaras fotograficas, una de venta de Lana, una juguetería,…, Pero se han abierto bares, tiendas de comida proparada, tiendas de ropa de mujer, opticas, manicuras, inmobiliarias, seguros,….
¿Puede Amazon competir con una tienda de manicura, o con una optica? – Lo veo muy dificil.
Los negocios simplemente evolucionan y están en constante lucha Darwiniana, o evolucionan o perecen, pero la cosa no es de ahora. En el barrio donde yo vivia de soltero habia tiendas como una cacharreria, una lechería, un broncista, una carbonería, una tienda de repuestos indutriales, una droguería … todas han caido, pero mucho antes de que existiera Amazon
A una tienda física se le pide que aporte sólo 2 cosas respecto a una online: Asesoramiento para la compra y disponibilidad inmediata de producto.
Cuando estos 2 aspectos no se cumplen, y cuando pides ayuda sobre un artículo el vendedor amistosamente te remite a la ficha de producto de la web del fabricante, y al tratar de cerrar la venta no tiene stock, tienes que anticipar el dinero para que haga un pedido exclusivo para ti, esperar más días que comprando directamente online, pasar por segunda vez a recogerlo, y limitando la posibilidad de desistimiento «porque lo ha pedido exclusivamente para mi» y en el mejor de los casos aceptando la devolución a cambio de un «vale» que a lo mejor sólo me «vale» para limpiarme el xxxx, porque quizás no me interesa a corto o medio plazo ningún otro producto de su tienda.
¿Qué hacer cuando una tienda presencial no asesora, no dispone de stock, tarda más en servir el producto, y en caso de desistir no lo acepta o pone trabas? Comprar online, está claro.