Mi columna de esta semana en Invertia se titula «La obsesión con el anonimato» (pdf), y habla precisamente de eso, de la irracional obsesión que algunos políticos tienen con la persecución de algo tan natural como el anonimato en la red.
Esto es muy sencillo: cada vez que un político presenta una proposición de ley para intentar restringir el anonimato en la red, está en realidad demostrando que no entiende en absoluto su funcionamiento, ni los derechos más elementales de los ciudadanos. Un político que cree que el anonimato en la red es como algún tipo de capa de invisibilidad que permite todo tipo de desmanes es como un niño pequeño que levanta el puño hacia el cielo porque le molesta que le tire gotas de agua cuando llueve.
El pasado lunes, el Partido Popular presentó en el Senado una proposición de ley para obligar a las plataformas que sustentan las redes sociales a identificar a todos los que se den de alta mediante el documento nacional de identidad. Una propuesta tan profundamente absurda y sin sentido, que es digna de quienes ven la red como un lugar en el que les acosan e insultan, y no son capaces de plantearse que la mala educación, la falta de gusto o la crítica expresada con más o menos estilo no son delitos, y que no solo forman parte del juego, sino que plantearse eliminarlos o perseguirlos es una actitud claramente liberticida.
Sobre el anonimato como derecho he escrito en numerosas ocasiones, y siempre en el mismo sentido. Para entender el balance entre anonimato y participación en la red, lo mejor es pasarse por la Electronic Frontier Foundation (EFF), una de las instituciones de referencia en los Estados unidos en cuanto a derechos civiles, y leer las páginas que tiene dedicadas al tema. Básicamente, viene a decir que el anonimato es un escudo contra la tiranía de la mayoría, y por lo tanto, ejemplifica el propósito que hay detrás de la Declaración de Derechos Humanos o de la Primera Enmienda de su Constitución: proteger a las personas impopulares de las represalias que pudieran surgir de la mano de una sociedad intolerante. Una crítica expresada en tono hiriente, una contestación mal educada o hecha con clara falta de gusto, y muchas otras reacciones relacionadas son, por mucho que nos puedan molestar o doler, parte de los derechos de una persona, siempre que no incurra en conductas tipificadas como delito como podrían ser la injuria, la calumnia, la divulgación de información personal, las amenazas, etc.
Lo que algunos políticos tienen que entender es que cuando una innovación como internet permite que cualquiera en la sociedad tenga voz, en esa sociedad va a haber necesariamente personas con escaso gusto, con poca educación, con mal carácter o con baja tolerancia, y eso no nos legitima para pretender eliminar su derecho a expresarse. Si esas personas no se comportan como al político le gustaría, lo que tiene que hacer ese político es aguantarse y desarrollar una piel más gruesa, porque tratar de acudir a un juez para decir «Fulanito me ha insultado» como si estuviéramos en el colegio solo va a generar como resultado que el juez pierda su valioso tiempo, que estaría mucho mejor utilizado si se dedicase a enjuiciar delitos de verdad, y solo podrá confirmarle lo que es evidente: que esos comportamientos no son delito.
Por el contrario, si el político se siente claramente injuriado, amenazado, calumniado, etc., lo que el juez dirá es que, en efecto, el comportamiento es constitutivo de delito, y solicitará al prestador de servicios la identificación del usuario, que por lo general, será relativamente trivial. Para que un usuario logre de verdad esconder su identidad en internet de manera que no pueda ser trazada, hace falta unos conocimientos y unas herramientas que no están, por lo general, al alcance del usuario medio, y que exigen tomarse un trabajo bastante fuera de lo común.
Por más que le moleste a algunos políticos, lo que define cuando un comportamiento es constitutivo de delito y cuando no lo es no es su sensibilidad personal de ofendiditos, sino la ley. Por tanto, pretender que, porque su sensibilidad se ha visto perturbada, todos pasemos a tener que utilizar la red con las manos en la nuca y el carnet en la boca es, simplemente, una barbaridad digna de alguien que no ha entendido ni como funciona la red, ni como funciona ni siquiera el juego democrático. No, que te insulten o te contesten desabridamente no es delito, sino que va en el cargo. No puedes aspirar a desempeñarte en política sin molestar a nadie, ni pretender que esos a los que han molestado te miren comprensivamente y eviten asignarte algún calificativo más o menos hiriente. ¿Sería mejor que no hubiera insultos? Seguramente, pero es lo que hay, y posiblemente la mejor manera de evitar que se elevase el tono es no hacerlo en los propios círculos políticos.
El anonimato es un derecho, y va a seguir siéndolo, diga lo que diga ningún partido, salvo que la dinámica política gire hasta el punto de que España, en vez de asemejarse en materia de derechos a otros países de Europa o a los Estados Unidos, empiece a parecerse a China – que por cierto, sí prohibe el anonimato. A lo mejor es que ese es el modelo en el que el partido que presenta la proposición de ley pretende inspirarse, pero lo dudo. Y por tanto, vamos a dejarnos de estupideces inmaduras, y vamos a dejar el anonimato en paz.
This post is also available in English in my Medium page, «Ending online anonymity vs. understanding the internet«
Bueno, creo que todos nos volveríamos fans de Generador DNI o similares. Creo que mi 2º o 3er programa en C fue precisamente crear un generador/calculador de letras de DNI, xD
Ni hablar luego de VPNs, Thor, Dark Web, Proxies, domain fronting y un sinfín de maneras de saltarse todo tipo de censuras/prohibiciones.
Además, si solo España lo aplicase, entonces un alemán como yo no podría darse de alta en webs españolas. Pero Prime Video alemania no me deja conectarme porque detecta que lo hago desde España. Igual que Netflix.
Como dices, Enrique, 100% contigo. Es una supina estupidez y espero que decaiga como propuesta. Menuda metida de pata de parte un partido que aspira a gobernar tras las próximas elecciones. ¿No tienen asesores?
Es una propuesta comunista, claramente (además de estúpida)
No podías haber dicho más en una línea:
Se deduce que piensas que hay propuestas comunistas que normalmente no son estúpidas, de ahí tu matización
Y además que piensas que las propuestas del PP en el Senado son estúpidas y pro comunistas.
Pienso que el conjunto de propuestas estúpidas es tan inmenso que puede interesectar fácilmente con propuestas comunistas y de muchos otros tipos. Lo que no sabría decirte es si el grado de interesección con las propuestas comunistas está por encima de la media.
Exacto. Si alguien, cualquier persona cree que ha sido sometida a un acto ilícito en la red, tiene que presentar la denuncia correspondiente y es relativamente sencillo para las redes sociales, ISP y otros involucrados de identificar al usuario. Como vimos recientemente en el caso de protonmail que tuvieron que entregar los datos de los activistas medioambientales a las autoridades francesas.
La legislación para eso existe y en el peor de los casos necesita ajustes.
Obligar a las empresas online a requerir identificación es dejar a los usuarios aun mas vulnerables frente a los continuos abusos de privacidad de empresas como facebook, twitter, google, microsoft y otras. Ahora no solo van a tener excelentes datos del comportamiento online de los usuarios sino también confirmación de quienes son offline, gracias a politicos con muy poca capacidad de previsión.
¡¡¡ ANONIMATO EN LA RED !!!,…
¡¡¡ Pero si lo que hay en la red es nula privacidad !!!.
Eso, Félix. Todos sabemos que eres jubilado y madrileño :-)
Y que:
– Tiene un SEAT
– A gasolina
– Que no planea cambiar
– Hasta que los eléctricos bajen
…el sistema sabe todo de ti… estás rodeado…
De Gorki también sabemos que trabajaba en Corning, que tiene dudas sobre el cambio climático, que le gusta la horticultura y que ha vuelto a escribir en su blog.
Y viaja a Rueda y compra(ba) en Alcampo XDD
Y cuando era señorito tuvo una criada de la provincia de Guadalajara, que le pagaban una miseria
Jajajaja
Se os ha olvidado que fue productor en TVE de la Fórmula 1 y de telenovelas.
Lo dicho, Es absurdo, quejarse del anonimato en la red.
Lo peor es que, por chulear, al dar el nombre de la inmobiliaria que tenía en Asturias, mostró su nombre, apellidos, y la diección en Madrid de sus hijos y su mujer. En fin, un desastre.
(⊙.⊙)
Se nota que Casado es el sucesor del fascista que decía «La calle es mía»…
Ahora resulta que nos dice el master-enchufe-express «Las RRSS son mías»
Pocas cosas cambian….
Para lo que le queda en el convento… Le están segando la hierba y ni se entera.
Me parece que olvidas que los países comunistas son los que ejercen un control más férreo, ¿verdad? Escrito lo anterior, sí, la propuesta es una idiotez.
El fascismo y el comunismo son hijos de un mismo padre: el autoritarismo. La frasecita de Fraga sobraba, por cierto.
Fuente: John Carlin (La Vanguardia)
“Hay una solución. Abandonar las redes sociales; condenarlas a los basureros de la historia. Saka dijo en su tuit del viernes que tras fallar el penalti supo “instantáneamente” el tipo de insultos que iba a recibir. No se equivocó. Vio “odio” y sintió “dolor”. ¿Entonces por qué los miró? ¿Es un masoquista? Yo dejé Twitter hace unos cinco años precisamente porque no lo soy, y porque la vida es demasiado corta y la indignación demasiado corrosiva para dedicarle un minuto de mi vida a tanta estupidez.
Vale. Sí. Lo sé. Pretender que las redes sociales van a dejar de existir, que miles de millones serán capaces de superar su adicción, es ilusorio. Es seguir el ejemplo de Canuto, el rey danés de Inglaterra del siglo XI, que se sentó en una silla a la orilla del mar y ordenó a las olas que se detuvieran. No hubo manera.
Pero sospecho que es igual de inútil pretender que los genios que administran las redes sociales sean capaces de eliminar toda ofensa – sea esta racista, sexista, gordista, feísta– del inconmensurable universo digital. Aparte, ¿quiénes son estos nerds californianos para determinar qué opiniones o qué personas representan un daño moral para la humanidad? Cuando me enteré de que habían borrado la cuenta de Twitter de un expresidente de Estados Unidos que consiguió los votos de 74 millones de personas, mi primera reacción fue aplaudir, pero, pensándolo mejor, veo que no es una buena cosa. Primero (y lo más importante, claro) nos priva a los periodistas de un inagotable tesoro. Segundo, si medio Estados Unidos quiere leer lo que tuitea una vaca naranja con retraso emocional, negárselo es atentar contra la libertad de expresión.
Además, a diferencia de la enorme mayoría de los suscritos a Twitter, @realDonaldTrump no se escondía. Y he aquí una solución factible, quizá, al problema de las barbaridades que se dicen en las redes. ¡Acaben de una vez por todas con el anonimato!
En los viejos tiempos antes de la era digital, los que escribían a los diarios para dar sus opiniones tenían que proporcionar sus nombres reales (verificados con su dirección y número de teléfono) antes de que se publicaran sus cartas. La tradición se mantiene aún hoy en La Vanguardia . Que hagan lo mismo ahora en las redes sociales y con los comentarios que publican los diarios debajo de los artículos en la web. Incluso que pongan fotos de las personas que pretenden compartir sus ideas con el gran público.
Así, de golpe, se eliminaría un altísimo porcentaje de la mierda que prolifera hoy por internet. La gran mayoría de los cobardes que se refugian en el anonimato se callarían. Los audaces más tontos, bueno, se sabría quiénes son. Harían el ridículo frente a sus familiares y vecinos, recibirían el oprobio de la sociedad y, en casos de incitación extrema al odio, se las tendrían que ver con la ley.
Al reducir drásticamente la cantidad de sandeces que dan la vuelta al mundo se mejorará también la salud social. Ganaremos perspectiva, objetivo tan deseable como inusual”.
“Hay un poderoso argumento, eso sí, en contra de acabar con el anonimato. Que menos personas acudirían a Twitter y la empresa perdería dinero. Pero sospecho que muchos podríamos convivir con semejante tragedia, especialmente si como consecuencia se reduce el mundanal ruido y se deja de crear la percepción de que la especie se vuelve cada día más bestia cuando lo más probable, especialmente en el caso del racismo, es que lo opuesto sea verdad”.
Otra opcion, es que todo nos importe un huevo XDDD
No va el link :-(
https://www.lavanguardia.com/opinion/20210718/7608018/idiotas-anonimos.html
A ver ahora… :P
me sigue importando un huevo
Hoy por hoy, se puede vivir sin Twitter y sin Facebook (et alter): me fui de ambas hace algunos años y mi vida no cambió nada. No sé si en el futuro esto podrá seguir siendo así, pero hoy por hoy, repito, sin problemas.
De hecho, el problema de las redes no es el anonimato sino la idiotez pero, como dijo un viejo cátedro mío, la idiotez es como el agua: por muchos obstáculos que le pongas, por muchas vueltas que le obligues a dar, o encuentra una vía de escape o la provoca ella misma (gutta cavat lapidem…) para llegar a la inundación.
Suprimir el anonimato -que yo encuentro despreciable, pero es una mera actitud personal- sólo llevaría a enmudecer a la gente interesante y a que los idiotas encontraran otros medios para manifestarse con impunidad
En el fondo, lo del anonimato, es una estupidez… Aqui tienes un ejemplo, con nombres y apellidos:
El bolso de Irene Montero
(todo el hilo)
ps.- Aviso a navegantes, que a mi la Montero me la pela (mas quisiera en lo literal), y Podemos y yo, un huevo y una castaña… :P
Esto es lo que habitualmente se dice ponerle puertas al campo.
¿Quién creen que se va a identificar con el DNI? Precisamente todos los pardillos, gente sin cultura de privacidad, con vidas y opiniones completamente irrelevantes fuera de su círculo familiar y de amistades. Quizás también algunos famosos, que ya tienen cuenta «oficial» y que nada tienen que esconder u ocultar: ¿La cuenta oficial de Alonso, Nadal, Pedro Sánchez, Iglesias o Abascal?
Los verdaderos y genuinos generadores de cuentas fake, perfiles falsos, trolls y demás perturbadores de la red se las ingeniarán como se ha hecho toda la vida para crear perfiles en otros países, utilizar datos falsos de fallecidos, ancianos o personas que en general no sean usuarios activos de rrss,…
Existen muchas más formas de saltarse esa hipotética ley que de hacerla cumplir.
Anonimato y privacidad, vaya par de gamberros/as/es. Parecen el dúo Bud Spencer and Terence Hill, emulando al Gordo y el Flaco.
Empezar diciendo que suena raro tanto desprecio por las redes sociales, pero el gusto racional/emocional es libre.
Y el amigo Paco me evita explayarme sobre el asunto. Por otro lado Edans también me ayuda de sobra : «Una crítica expresada en tono hiriente, una contestación mal educada o hecha con clara falta de gusto, y muchas otras reacciones relacionadas son, por mucho que nos puedan molestar o doler, parte de los derechos de una persona, siempre que no incurra en conductas tipificadas como delito».
Porque ya lo dijeron muchos pensadores antes. Un ser humano inculto (supuestamente) tiene el mismo derecho a expresarse que el culto (supuestamente). Y hay que respetar esa falta de cultura, para que sea más ácido, asqueroso y, como no, mentiroso (inconscientemente o no). Porque quien lo mantiene inculto, bien hace por evitarle que conozca datos reales importantes.
Y el miedo a que te maltraten por dar una simple opinión, es totalmente libre, y s halla perfectamente fundamentado a lo largo desta puta historia del mediocre homo sapiens.
La proxima vez, que decidas «cagarte» en la mediocridad de la cria del homo sapiens, te recomiendo una vuelta por el canal de este compatriota tuyo… que sin ser catedratico, no le llegas a la suela… :P
Pule mas tu sarcasmo… y sobretodo, tu mensaje… XDDD
Minorías intransigentes y mayorías tolerantes
ps.- consejo ampliable al resto de comentaristas… XDD
(se ha roto el corta y pega…)
Digo todo esto, por lo de las minorias, que desde su anonimato, infunden el «trayecto» de otras mayorias, y sin duda, las RRSS, tienen mucho a ver en ello…
Ps.- ni a favor, ni en contra del anonimato. Mi posicion es clara: NO a la RRSS. Directamente.
Me remito para ello al comentario de Javi Cuchi. Se puede vivir sin RRSS. Yo lo hago…