Tras muchos años hablando de psicología o mentalidad hacker como un elemento clave para la innovación, explicando en clase que un hacker no es un delincuente dedicado a robar datos o a entrar sin autorización en sistemas ajenos, retrotrayéndome al sentido del término en la interpretación del MIT e incluso poniendo vídeos sobre lock picking para trazar paralelismos con la necesidad de conocer muy bien un sistema (o un proceso, o una industria, o lo que sea) para poder hackearlo, una entrevista de March Violante en la revista Entrepreneur sobre innovación me llevó a hablar del tema con cierta comodidad, y a invitar a cualquiera, aunque no tenga nada que ver con la tecnología, a adoptar una mentalidad de ese tipo y convertirse en hacker. Después de todo, ya son unos cuantos años en los que creo que lo que me dedico a hacer es precisamente eso: hackear la enseñanza. Y donde estoy, no soy para nada el único.
En esta edición de mi curso de innovación, de hecho, he podido llevarme a clase a un crack como Mårten Mickos, CEO de HackerOne, para que les hablase precisamente de esos temas, de la cultura hacker y de cómo hacer funcionar una compañía que coordina a más de un millón de hackers en el mundo para intentar encontrar vulnerabilidades en sus clientes. Tras el entrenamiento que ha supuesto pasar una pandemia, ahora el concepto de llevarse un invitado a clase se sublima, y se convierte en sesiones interactivas con quien quieras, esté en el lugar del mundo que esté.
La entrevista se titula «Por qué hay que tener mentalidad de hacker para innovar«, y la grabamos en Zoom, así que está en vídeo:
Hablamos sobre innovación, sobre el isomorfismo como fenómeno habitual en las sociedades humanas, sobre cómo la pandemia ha generado efectos de reinvención muy interesantes que no deberíamos olvidar cuando salimos de ella, sobre la transformación digital y sobre la posibilidad de convertirte en un hacker en tu industria, desde las distintas ópticas posibles que existen para ello.
La última de hackers es divertida. Hace un par de días un hacker si hizo con unos 300K USD en crypto que los ha devuelto. No se sabe muy bien si los ha devuelto porque esa era su intención inicial, o si realmente está intentando evitar problemas legales.
Lo divertido del caso es que el hacker en cuestión tiene 17 años y está en High School. Mientras hablaba en Discord en video conf con otros hackers reconociendo su autoría, el chaval en mitad de la videoconf dijo «Me tengo que ir porque ahora tengo que ir a clase y el profesor me ha amenazado con suspenderme si llego tarde a clase….»
Lo siento, tengo que mencionar un hecho que… bueno. Me ha llamado poderosamente la atención el primerísimo plano de ella, algo que considero nada conveniente porque resulta agresivo.
No por nada en concreto, sino porque nadie (bueno, casi nadie…) se pone a hablar a su interlocutor, a pocos centímetros de la cara de este.
Me parece un fallo en la comunicación no verbal importante.
Excelente clase inicial para el primer curso de formación del profesorado. Pero siempre que se repita en el último curso del mismo proceso de formación. Acompañado de un buen rebumbio de comentarios sobre como la carrera sirvió para recibir inputs, o más bien para sestear en la historia de la educación pasada.
Me hace gracia que tanto se piense en el empresario como recibidor de inputs y casi no se piense en el trabajador asalariado, que también necesita estar receptivo a todo tipo de input, que actualice su capacidad de trabajo. Porque resulta que las aplicaciones informáticas se deben actualizar constantemente, pero el cerebro de un profesional puede estar vagando por las praderas del conformismo intelectual per secula seculorum.
Y así hasta su muerte. El último input, por cierto, al que aún no fuer capaz de asumir (el ser humano) como algo natural e irrefrenable.
La guerra provoca más innovación que la paz. El latrocinio lo mismo. Como fastidiar al vecino otro tanto. ¿Cómo no va a ser un hacker la fuente más cristalina de innovación tecnológica?
La versión mediocre de homo sapiens que padecemos, no permite darle la vuelta al proceso y llevarlo por la senda de reinventar (descubrir) a partir de procesos pacíficos. De los que favorecen una evolución naturoartificial positiva, es decir, libre. Pero libre para la mayoría de la humanidad, no para una minoría.
Después de todo, ya son unos cuantos años en los que creo que lo que me dedico a hacer es precisamente eso: hackear la enseñanza. Y donde estoy, no soy para nada el único.
Sin quitarte meritos, que los tienes… lo primero, es no desvirtuar el significado de la palabra, porque al final «hacker» sera cualquier fontanero que haga un bypass en una tuberia… XDD
En todo caso, serias un «innovador».
De la wiki:
Comúnmente el término es asociado a todo aquel experto de las tecnologías de comunicación e información que utiliza sus conocimientos técnicos en computación y programación para superar un problema, normalmente asociado a la seguridad. Habitualmente se les llama así a técnicos e ingenieros informáticos con conocimientos en seguridad y con la capacidad de detectar errores o fallos en sistemas informáticos para luego informar los fallos a los desarrolladores del software encontrado vulnerable o a todo el público.
Innovacion, si, por supuesto, pero a cada cual lo suyo…
ps.- aguante tres minutos de entrevista. Como han mencionado ese «primer plano» mata (problema mio es no soportar el acento», que tambien)