Alejandro González Luna, de Cinco Días – El País, me llamó hace unos días para hablar sobre el desarrollo del metaverso, al hilo de algunas declaraciones de Mark Zuckerberg en una entrevista en The Verge en las que comentó que lo veía como una de las áreas de desarrollo de su compañía, que dejaría de ser una empresa de redes sociales para convertirse en una empresa de metaverso, e incluyó algunos de mis comentarios en su artículo titulado «Una economía virtual en 3D asoma en el horizonte» (pdf).
Con el desarrollo del metaverso, término utilizado típicamente para describir el concepto de una iteración futura de Internet compuesta por espacios virtuales tridimensionales compartidos y persistentes vinculados a un universo virtual percibido, me pasa como con muchas otras ideas provenientes de Facebook: me parece un concepto interesante y digno de ser explorado, salvo por el detalle de que quien pueda estar detrás de su creación sea la empresa de Mark Zuckerberg. ¿Vale la pena explorar el desarrollo de actividades que puedan ir desde la interacción con otras personas, el juego, las reuniones, etc. en un entorno virtual persistente? Sin duda, y el concepto, obviamente, no es nuevo: en su momento tuvo su cierto desarrollo con Second Life, entorno en el que llegué incluso a dar una conferencia allá por el año 2007, y podemos asimilarlo también, sobre todo en función de la interfaz utilizada, a entornos como Fortnite o Roblox en los que un jugador puede pasarse horas, jugar, asistir a un concierto e interactuar con otras personas.
¿Es interesante el metaverso como algo más que una idea lúdica? Sí, pero siempre que detrás de él no esté una compañía dispuesta, sin ninguna duda, a acechar todo lo que haces y vender todas tus actividades y comportamientos. Si la actividad de Facebook ya me ha impulsado personalmente no solo a abandonar su uso, sino a desinstalar su aplicación de mi smartphone y a entrar tan solo un par de veces al día para publicar mis artículos, la idea de entrar en un entorno gestionado por esa misma compañía para desarrollar otras actividades en un entorno virtual inmersivo me resulta simplemente repulsiva, y me lleva a pensar, como otros han dicho ya, que el metaverso no funcionará si está dominado por una sola compañía (y menos aún si es esa).
El lanzamiento de Workrooms, un primer intento de interfaz virtual para mantener reuniones de trabajo llevado a cabo por Facebook, me reafirma en mis impresiones. Por el momento, la perspectiva de convertirme en un avatar e interactuar con mis compañeros de trabajo en una sala de reuniones virtual para mantener una reunión me parece simplemente ridícula, y está lejos de aportarme nada que haga que pueda valer la pena con respecto a una reunión en una simple videoconferencia, más que complicaciones y situaciones absurdas. No veo que los posibles factores positivos justifiquen su uso, ni siquiera que existan como tales, y menos aún que justifiquen, como ocurre con otra creación de Facebook, Workplace, el hecho de desarrollar esas posibles interacciones en un escenario creado por la empresa más fisgona, predatoria y carente de ética que ha visto el mundo de la tecnología en muchos años. ¿Es posible que, como ocurre con la ubicua red social creada por la compañía, un entorno así llegue a funcionar? Posiblemente, pero como analista, decididamente no apuesto por ello, y tampoco me gustaría personalmente que así fuera.
En cualquier caso, un metaverso creado en base a estándares abiertos, con múltiples compañías ofreciendo servicios y posibilidades en él, y con un desarrollo de software y hardware que permita la interacción de los usuarios, y en la que se aleje la idea de que una compañía me monitorice constantemente con la única intención de tratar de venderme cosas sí me puede llegar a parecer una posibilidad digna de ser explorada. Básicamente, las preguntas sobre el metaverso son exactamente las mismas que nos hacíamos en 2007, solo que ahora, además, añadiendo la complejidad de que uno de los actores que primero se mueven en ese sentido es, seguramente, uno de los menos apetecibles y con más posibles efectos secundarios perniciosos que podríamos imaginar. Así que ya veremos qué nos trae el futuro…
This article is also available in English on my Medium page, «I’m not averse to the metaverse, but not in the hands of Facebook«
El metaverso, como la metafísica, tiene más sombras que claridades.
Resulta muy curioso que, con los problemas que tiene el diferenciar entre la realidad virtual y la realidad que realmente existe (o parece existir), se nos pueda vender inmersiones mentales, tipo «fornite» o realidad aumentada, como soluciones reales para problemas, que se basan en la hipercaotización del comportamiento humano.
Sea para vender una lavadora o para hacernos adictos al uso de una ropa determinada, tanto si es uniforme como si es totalmente informe. Vaya peligro. Sea de quien sea, la mente que nos invita a jugar.
La metafísica solo es uno de los posibles universos habitados por el pensamiento filosófico.
Por lo que me parece eso del metaverso es lo descrito en «Ready Player One«:
– El libro: https://es.wikipedia.org/wiki/Ready_Player_One
– La película: https://es.wikipedia.org/wiki/Ready_Player_One_(pel%C3%ADcula)
El concepto se desarrolla probablemente por primera vez en el clásico cyberpunk de W. Gibson, Neuromante:
https://es.wikipedia.org/wiki/Neuromante
FUENTE: texto extraído de la página de la UNED.
“El hombre lleva más de un millón de años utilizando el tipo de comunicación no verbal. Este tipo de comunicación no se ha empezado a estudiar nada más que hace sólo unas décadas. El investigador Albert Mehrabian descompuso en porcentajes el impacto de un mensaje: 7% es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos. El componente verbal se utiliza para comunicar información y el no verbal para comunicar estados y actitudes personales. Este investigador, Albert Mehrabian, afirma que en una conversación cara a cara el componente verbal es un 35% y más del 65% es comunicación no verbal”.
Personalmente creo que estos números hay que cogerlos con pinzas, porque, para empezar, corresponden a destrezas dificilísimas de medir con un mínimo de veracidad. Si la comunicación no verbal fuese realmente tan importante (hasta un 65%), ¿cómo explicamos, por ejemplo, el éxito de la radio como medio de comunicación social masivo? Ya sabemos que vía radio o teléfono hay cosas que se pierden y que no son comunicables, pero eso siempre se ha solucionado sencillamente adaptando el mensaje al medio.
La conclusión lógica es que cuanto más completo y menos limitado sea el medio (y de eso va esto del metaverso), menos esfuerzos de adaptación del mensaje serán necesarios por parte de los interlocutores.
Es sin duda una tecnología a la que se le adivinan infinidad de potencialidades y aplicaciones interesantes (videojuegos, idiomas, reuniones…).
Por cierto, Enrique, cuando defines metaverso, lo haces como “iteración futura de Internet compuesta por espacios virtuales”. ¿Me equivoco al imaginar que es una errata de interacción?
Pues nada , si ya los jovenes de hoy son medio autistas por su adicción al movil, nos viene encima una plaga de hikikomoris de metaverso….Y encima con padres superrespetuosos y supercomprensivos, no como aquellos que nos daban dos hostias cuando nos entraba la tontería.
El ser humano ha emprendido el viaje en busca de otros mundos, otras civilizaciones, sin haber conocido a fondo sus propios escondrijos, sus callejones sin salida, sus pozos, o sus oscuras puertas atrancadas.
– Solaris, Stanislaw Lem
Hola Enrique, normalmente estoy deacuerdo con tus puntos de vista, pero hoy discrepo totalmente, porque si a los clientes les gusta el metaverso, a los empresarios nos guste mas o menos, tendremos que estar donde estén los clientes.
Fui usuario de SecondLife cuando empezó, aunque por aquella época el internet no era como el que tenemos ahora y me iba a saltos, por lo que no lo seguí usando, pero hoy en día mi hija juega a roblox y es super interesante ver como interactúa con sus amigos mientras juega… y eso aplicado a la empresa, va a generar una experiencia de usuario extraordinaria, pregunta por una prenda de ropa y la dependienta te puede decir su al lavar encoje o no, o cualquier duda que tengas la puedes plantear en vivo y en directo… y las mil y una aplicaciones que se le puede dar cada uno en su negocio, el futuro va en esa línea, nos guste mas o menos el metaverso, (y todo esperamos que no sea de la mano de Facebook) ;-)
Siempre es positivo la inversión en metaverso. Lugar no solo de esparcimiento, sino también lugar de trabajo.
Entiendo las reticencias de que FB lo lidere, pero eso será solo al principio. Una vez que los «deep pockets» de FB se hayan gastado la intemerata en gafas de VR y sonidos envolventes, una ingente cantidad de desarrolladores vendrá con software libre creando metaversos mas amigables con la privacidad.
Que FB sea al metaverso hoy lo que Apple fue al smartPhone o IBM al PC. Al final todos tendremos un PC con Ubuntu, una android o unas gafas VR de TLC o Huawei.