De las múltiples compañías que intentan progresar en el mundo de la automoción eléctrica y que no provienen de un pasado fósil, Rivian es, sin duda, una de las más solventes: fundada en 2009 y con el respaldo financiero tanto de Ford como sobre todo de Amazon, que se ha comprometido a adquirir cien mil de sus furgonetas eléctricas para el reparto de sus pedidos, la compañía acaba de solicitar confidencialmente su salida a bolsa, algo menos de dos meses después de una ronda de inversión de 2,500 millones de dólares. Rivian, además, escoge la ruta de la salida a bolsa tradicional frente a la moda de los SPAC por la que han optado algunos de sus competidores.
La proliferación de salidas al mercado de compañías en el ámbito del coche eléctrico asegura un suministro de dinero fresco para una transición tecnológica en la industria de la automoción que contribuye también a espolear a las compañías clásicas del mundo del motor de explosión, la mayoría de las cuales están comprometiéndose a tener únicamente vehículos eléctricos a partir del año 2030. Si no apuran en su transformación, podrán perfectamente verse adelantadas tecnológicamente por unas compañías nativas en el mundo eléctrico con cada vez más recursos para crecer. Estamos viviendo la transformación de la automoción exactamente al revés de lo que ocurrió a finales del siglo XIX, cuando el que fue seguramente uno de los errores más importantes del mundo de la tecnología hizo que los vehículos de combustibles fósiles se impusieran a los eléctricos. De no haber perdido miserablemente el tiempo durante más de un siglo desarrollando vehículos que nos han envenenado progresivamente a nosotros, nuestras ciudades y el mundo en que vivimos, estaríamos ahora en una situación muchísimo mejor.
Con tan solo dos vehículos disponibles, una pickup y un SUV, y ofrecidos aún únicamente en los Estados Unidos, la probabilidad de ver un vehículo con su logotipo por la calle es mucho más elevada si vamos fijándonos en las furgonetas de reparto de mercancía en ciudades como Los Angeles y San Francisco, en las que llevan desplegándose progresivamente desde el primer trimestre de este año. La compañía vende sin concesionarios, lleva directamente los vehículos al domicilio del comprador, y tiene equipos de desarrollo en seis localizaciones en Estados Unidos, además de otra en el Reino Unido y otra en Canadá.
Pero más allá de su oferta al cliente final, todo indica que la oferta de Rivian va a ser mucho más relevante, al menos por el momento, en el ámbito B2B, en la comercialización de sus vehículos para flotas de reparto. En ese entorno, las ventajas del menor coste total de propiedad de los vehículos eléctricos son mucho más evidentes: además de sustituir el gasto en carburante por una alimentación muchísimo más barata a base de electricidad, su mecánica mucho más sencilla conlleva gastos de mantenimiento muy inferiores. Esto ha llevado a que un número creciente de compañías empiecen a plantearse el posicionamiento en ese segmento: además de Rivian, que cuenta con la ventaja de un despliegue vinculado a la cada vez más importante flota de Amazon, empresas como Tesla, GM y algunas otras pugnan por un espacio en el que, muy posiblemente, van a tener que competir también con otras opciones, como las bicicletas eléctricas adaptadas para carga.
Con más y más ciudades planteándose cada vez mayores restricciones para los vehículos de combustión en un número creciente de zonas, y con el incremento progresivo del peso de la logística de reparto en la generación de emisiones derivada de la popularización cada vez mayor del comercio electrónico, la idea de presionar a las compañías de reparto para obligarlas a descarbonizarse en un plazo rápido puede cobrar cada vez más sentido y ser un quick win interesante para los equipos de gestión municipal. La descarbonización de la logística, junto con la de vehículos de transporte público como autobuses, taxis o VTCs, resultan fundamentales de cara a conseguir ciudades habitables, y son palancas sobre las que resulta mucho más fácil y más rápido actuar que sobre la de los usuarios finales.
This article is also available in English on my Medium page, «How companies like Rivian could speed up the transformation to electric vehicles«
Por cierto, llama la atención que Tesla aun no disponga de una furgoneta (Van en USA) que pudiera ser configurable como:
Furgoneta de reparto
Mini-microbus
Limousina pequeña o despacho rodante.
Ya aquí en Brasil, BYD va a centrarse en la fabricación de autobuses, camiones, furgonetas, baterías y paneles solares. Ni rastro de vehículos particulares. Observando eso, uno ya vislumbra por dónde van los tiros.
Por lo menos en esta fase inicial, van a centrarse en el mercado de vehículos eléctricos que circulan solamente en ambientes urbanos. Circular todo el día, estacionar y cargar a la noche.
Para un país de dimensiones continentales como este, parece la única estrategia posible (falta de puestos para recarga y altísimos impuestos).
Si, resulta curioso que existiendo un mercado seguro para furgonetas de reparto ciudadanas, (que hacen cortos kilometrajes diarios), estas marcas, incluida Rivian, no hagan la tipica furgoneta de reparto. El pickup, me parece un vehiculo con menos mercado, (al menos en Europa)
Un amigable saludo, Señor Gorki, en su regreso a este foro. Sigo esperando sus comentarios.
Mientras la electricidad que consume el coche eléctrico provenga de quemar carbón o gas, las emisiones de CO2 no bajarán, dando igual donde se generen. No paramos de hacernos trampas al solitario, con Alemania a la cabeza.
https://blogs.elconfidencial.com/motor/automaniacos/2021-08-09/coche-electrico-emisiones-co2-energia-renovable_3222243/
No, hombre, no, no digas barbaridades, por mucho que se hayan repetido hasta la extenuación por parte del lobby petrolífero. Eso es FALSO, COMPLETAMENTE FALSO, y hay cientos de artículos que lo demuestran. Ni siquiera en Polonia, el país europeo con un grid mas cerdo y que más carbón utiliza, es cierto eso. Un vehículo eléctrico SIEMPRE es más limpio que uno de combustión, venga de donde venga la electricidad. No te engañes, y menos aún difundas esas falsedades en público.
Enrique
Para estar de acuerdo con tu comentario me falta una premisa de veracidad. Es decir que Enric o el artículo que cita hubieran afirmado la barbaridad que un VE consume más energia, y por ende tuviera más huella de CO2, que uno diesel
Lo que se afirma en ELCONFIDENCIAL es muy simple
«Sin duda el coche eléctrico es una buena solución para el futuro más sostenible de nuestro planeta, quizá la mejor. Pero no hay que olvidar que es un tipo de vehículo que ofrece cero emisiones solo cuando la producción de la electricidad que utiliza sea realmente cero emisiones. De lo contrario, si conducimos un coche eléctrico pero su electricidad se produce quemando carbón o gas, lo único que haremos es trasladar esas emisiones desde la ciudad hasta la central térmica.»
Salvo que la barbaridad sea de otra índole, que ignoro cual es, porque no logro encontrarla
La barbaridad viene de que quemar combustibles en una central eléctrica es SIEMPRE más eficiente, muchísimo más eficiente, que quemarlos en el motor de un vehículo. Repito: no digo que un vehículo eléctrico genere cero emisiones, eso es completamente imposible. Lo que digo es que SIEMPRE, EN TODOS LOS CASOS, SEA EN EL PAÍS QUE SEA, un vehículo eléctrico tiene menos emisiones que uno equivalente de combustión. Y que ese mito ha sido alimentado por el lobby del petróleo desde hace mucho tiempo, y hay ya muchísimos artículos, incluyendo alguno mío, que lo desmonta completamente.
El vehículo és más límpio pero la electricidad no. No te engañes, si para hacer electricidad hay que quemar carbón, esa electricidad no es limpia, ni aquí, ni en Polonia ni en ninguna parte y China es un ejemplo, quemando carbón a manos llenas. El vehículo eléctrico es una parte de la ayuda pero no podemos quedarnos ahí, porque sinó tendremos unas ciudades más limpias pero no un medio ambiente mejor. La gente se piensa que cambiará su coche de combustión por uno eléctrico y todo arreglado. No me canso de recomendar el blog de Antonio Turiel, un científico español con mucho prestigio, que desmonta todas esas falacias que rodena el coche eléctrico.
PAM….!!!!
Pues Antonio Turiel se equivoca.
Yo lo veo muy claro, cómo Enrique Dans.
Me podría extender mucho pero, para empezar sólo diré dos cosas:
A) que en España, el mix electrico en más de un 50% no emite ni un gramo de CO2
B) Aunque la contaminación fuese la misma, se salvarían muchas vidas por la mejor calidad del aire donde más población hay: en las grandes ciudades.
Me hace gracia pensar en el caso Betamax al hacerme pensar en la elección del combustible fósil frente al eléctrico.
Algo que tiene mucho que ver con las ganas que se tengan de invertir tiempo y dinero en investigar con una orientación más humanista o más «maquinal» (en busca del mantenimiento de un cierto grado de poder).