Mmhmm es sin ninguna duda una de las aplicaciones a las que más partido he sacado a la hora de pasar mis clases y conferencias desde el aula a la red cuando tuve que hacerlo debido a las restricciones de la pandemia. Su fundador, Phil Libin, decidió lanzar la compañía tras comprobar cómo, al comenzar esas restricciones, las constantes videoconferencias se tornaban en un aburrimiento insoportable, y trató de hacerlas algo más entretenidas.
Al leer eso, sintonicé inmediatamente con la idea: al principio de la pandemia, cuando vi cómo la mayoría de las clases se convertían en insoportables períodos de hora y media con un profesor «agazapado» en una esquina de la pantalla mientras una presentación iba pasando monótonamente, empecé a exportar mis presentaciones a imágenes para poder utilizarlas como fondos virtuales en Zoom y en otros programas, me compré una pantalla verde de chroma y unos focos para mejorar el resultado, y al menos, conseguí poder seguir dando clase en unas condiciones más razonables, con mayores posibilidades comunicativas, y sobre todo, con menos aburrimiento. Cuando, a mediados del año pasado, probé Mmhmm, me pareció un auténtico soplo de aire fresco, y me permitió mejorar mi comunicación online mucho más. Mi impresión, tras muchos meses de uso, es que Phil se quedó muy corto: lo que hizo no fue crear simplemente una herramienta para hacer las cosas más entretenidas, sino una forma de redefinir el vídeo online como género comunicativo, dotándolo de muchas más posibilidades que, además, son muy potentes, pero muy sencillas de utilizar, literalmente al alcance de cualquiera.
Considerando que, en muchos casos, la transición de las clases de presenciales a online se convirtió en un auténtico suplicio para muchos alumnos, que no solo no aprendieron sino que incluso olvidaron cosas que ya sabían, y que, sin embargo, las evaluaciones de mis alumnos no solo se mantuvieron elevadas, sino que incluso mejoraron durante este período, con numerosos comentarios haciendo referencia a la calidad de mis clases online, estoy francamente satisfecho del resultado, que además me ha permitido mantener una cierta actividad de conferencias durante un período muy complicado, en todo tipo de foros, e incluso abrir mercados en países a los que, habitualmente, me resultaba difícil llegar. Las clases mediante videoconferencia online no tienen por qué ser pobres sustitutos de las clases presenciales: de hecho, pueden ser mejores que estas, mejorar sustancialmente la bidireccionalidad con respecto a lo que es la interacción cara a cara en un aula, y utilizarse además para mejorar las capacidades de los alumnos en un entorno que, por mucho que termine la pandemia, estoy convencido de que no va a desaparecer de nuestras vidas.
Antes de empezar la pandemia, yo no hacía vídeo online: aunque nunca he tenido ningún problema para hablar delante de una cámara, cuando era yo el que la gestionaba, el resultado nunca me gustaba lo suficiente, y terminaba borrándolo todo y desistiendo. Ahora, hago vídeos sobre lo fácil que es :-) y en cada videoconferencia me encuentro con que mi nivel de comunicación está sistemáticamente por encima del de todo el resto de mis interlocutores.
Como es habitual en mí, lo comenté en varios artículos, y a partir de ellos tuve la oportunidad no solo de conocer al fundador de la compañía, a quien seguía desde sus tiempos de Evernote, sino también de iniciar una pequeña colaboración con ellos que finalmente se ha plasmado en el desarrollo de dos master classes sobre ese tema, cómo utilizar el vídeo para comunicar mejor online, como auténticos «superpoderes» del profesor. La interacción con la compañía ha sido una auténtica delicia: por primera vez desde que empecé a utilizar este tipo de herramientas, tenía al otro lado a auténticos expertos en el tema, y eso me ha permitido mejorarlos bastante, probar versiones aún no disponibles de la herramienta, y subir el listón un poquito más. Lo he grabado tanto en inglés como en español, y se publicaron ayer.
Espero que os parezcan interesantes.
This article is also available in English on my Medium page, «Turn video into your teaching superpower«
Puedo contar en (creo) miles de horas de enseñaza en video creadas por mí, lo clásico: screencasting. Y antes de eso, miles de horas de enseñanza presencial.
Pero hay algo que me doy cuenta que hago mal, después cuando lo reviso, y que odio hacer, y es el uso de ciertas palabras que ni soy conciente de usarlas al momento, como por ejemplo estar haciendo una afirmación sobre un tema e inmediatamente al final de hacerla, preguntar «¿Sí?».
¡Fuck!, como odio hacer eso, por citar solo una. Imagino que es cuestión de poner más atención, y más práctica.
Fantastica aplicación de video. Próxima adopción. Gracias
Mucho peor son quienes empiezan su respuesta con obviedades redundantes, como «yo», o «no».
Ja ja, yo me he revisado esta tarde la grabación de una charla técnica de 2h que he dado esta mañana a mis compañeros de trabajo para ver qué podía mejorar y me he dado cuenta de que digo «¿vale?» al final de cada frase varias veces por minuto, arggghhhhh
Bienvenido al club, ponte en la fila que yo llegué primero.
Por eso, hago guiones de todo. ¿Más trabajo? Sí, muchísimo, pero más estructurado, y a juzgar por la críticas, más valioso para mi audiencia.
Yo aconsejo a todos mis alumnos de grado, máster y doctorado que para preparar una presentación se graben en cada ensayo.
No hay nadie más crítico que uno mismo con los errores en la exposición de un tema en directo.
Venga , a ver quien se anima a crear una aplicación que sea al porno lo que Mmhmm al video online….que ya me empiezo a aburrir.
Creo que mmhmm es, probablemente, una buena alternativa a otras formas de screencasting. Aunque tampoco me parece que sea la «octava maravilla».
A su favor que es muy fácil de manejar y que el profesor/a puede estar presente o ausente de diferentes formas. Hay muchos profesores de Secundaria que no quieren «salir» en los vídeos.
Creo que es muy fácil grabar una lección, sobre todo si ya tienes preparadas las diapositivas, vídeos y demás. No veo muy claro que sea una gran ventaja frente a zoom o similares en las que dispones de una pantalla compartida en la que puedes ir poniendo cosas. Frente a OBS tiene la ventaja de que es mucho más fácil de usar.
No he probado a subir una room propia. A lo mejor sería un decubrimiento. En cuanto a los efectos me parecen un poco «chorradas», pero bueno, hay gustos para todos.
Yo la recomiendo en los cursos para profesores que imparto, aunque, de momento, no soy tan fan como Enrique Dans. Es cierto que la idea de que la usen para presentarse, o presentar a los demás su trabajo, me parece que tiene recorrido…
Yo no lo uso para grabar. Jamás. La uso siempre en directo (salvo para grabar esos dos vídeos, claro :-) y es ahí, en el directo, donde creo que su facilidad de uso es crucial. Para mí es ideal poder poner mis presentaciones sin necesidad de compartir pantalla. Compartir pantalla es una basura que salvo para algunos usos muy concretos, debería desinventarse, porque quita el protagonismo al profesor, lo deja arrinconado en una esquina, y se lo da a la presentación, lo que lleva a la conocida «muerte por PowerPoint». Por algo los llaman «bullet points» :-)
En su lugar, poner la presentación sin compartir pantalla es muchísimo más versátil, permite mucha más expresividad y recursos comunicativos, y lo que a ti te parece chorradas son pequeñas formas de mantener el interés, como hacer un chistecito cuando estás en una clase presencial o como tener alguna diapositiva que llama la atención, para levantar el tono de la clase. Creo que son recursos fundamentales en comunicación eficiente, para evitar la monotonía. Por otro lado, el asunto de la reciprocidad es total: cuando los alumnos se lo instalan también, y un alumno dice algo bueno y ve cómo la pantalla se llena de pulgares hacia arriba, ese feedback instantáneo es un momentazo. No debemos olvidar que el vídeo limita mucho la interacción, y que, por tanto, cualquier posibilidad que tengamos de recuperarla es fantástica. Mis alumnos incluso daban feedback con GIFs animados, que son ideales porque son en muchísimos casos un lenguaje trans-cultural…
Y de acuerdo, OBS es infumablemente complejo.
Muchas gracias por responder a mi opinión.
Evidentemente el directo parece ser el lugar natural de mmhmm.
Simplemente que el profesorado al que yo me dirijo, Secundaria principalmente, no es muy proclive a las videoconferencias y sólo un poco más a grabar lecciones, y me ha parecido que también funciona bien ahí.
Agradezco mucho tu opinión sobre las pantallas compartidas, aunque yo las he utilizado para explicar a alguien cómo hacer algo en una hoja de cálculo, por ejemplo. De hecho me interesan mucho tus opiniones, todas, sobre la enseñanza a distancia, aunque soy muy consciente de que lo que vale en una escuela de negocios, es difícilmente trasladable a enseñanza secundaria.
Pues me ha parecido bien e instructiva la charla…
Pero eDans… controla un poco esa gesticulizacion, que despista sobre el «fondo» :P
Muy interesante Enrique.
Tras un año dando mis clases universitarias de forma online usando TEAMS he echado en falta algunas de esas características de mmhmm, pero no he dejado de usar los superpoderes.
Por ejemplo, el uso de FORMS en vivo y en directo, ha hecho que los debates sean mucho más participativos al conocer las respuestas de todos los alumnos al instante y poder jugar con ellas.
O gamificar con Kahoot, o hacer búsquedas del tesoro que yo les llamo, poniéndoles en competencia.
El simple hecho de tener los nombres de cada alumno en su cuadrícula, ayuda mucho pues los vas nombrando desde el primer día y ellos saben que aleatoriamente en cualquier momento pueden tener mi llamada a la participación.
En definitiva, en realidad los recursos tecnológicos que puedes usar cuando todos los alumnos de tu clase están conectados a una buena internet son mucho mayores que los que puedes usar en clases presenciales en la que están todos conectados a una red wifi pública deficitaria o simplemente no tienen la costumbre todos de llevar ordenadores o tabletas a clase.
Lo que yo veo más complicado es hacer una clase online cálida, cercana, de confianza, que anime a todos los alumnos a poner sus cámaras y a participar sin temor.
Si consigues lo anterior, me ha pasado que las clases pueden durar lo que sea con casi todos los alumnos que se mantienen ahí hipnotizados y voluntariamente al otro lado con el único interés de aprender (me pasaba en la última clase del día). Eso en presencial lo veo imposible!
Pues prueba a utilizar Teams con Mmhmm como cámara, así tienes toda la gama de posibilidades…
Yo también lo probaré pues en mi universidad TEAMS se ha convertido en el servicio oficial al tener licencia de campus con OFFICE 365.
Gracias!
Enrique L (no Dans), sobre el tema de las cámaras hay que tener en cuenta que una inmensa cantidad de gente no tenía ninguna experiencia previa con las videoconferencias, por lo que aún hoy siguen viendo la cámara con desconfianza.
He comprobado que si como forma de crear un buen ambiente de clase y de tratar de crear vínculos entre los participantes quieres que todos tengan encendida su cámara durante una clase virtual es necesario tener en cuenta lo siguiente:
1) Hay que usar un sistema de videoconferencia que se mantenga estable incluso con todas las cámaras prendidas. Por lo visto, esto en muchos sitios es posible hasta el momento solamente con Zoom, especialmente cuando se trata de zonas rurales.
2) Mientras más grande es el grupo es más difícil crear un sentido de comunidad. He tenido grupos de hasta 22 alumnos donde ha sido posible encender todas las cámaras y con el uso preferencial de la vista de galería, la alternancia entre trabajos en grupos armados por el docente y los elegidos por los estudiantes y las preguntas directas del docente a cada estudiante es posible crear al menos un ambiente participativo.
3) Finalmente, algo imprescindible si quieres que todos enciendan la cámara es que sea un requisito para poder participar en el curso, que debe ser plenamente establecido en el plan del curso y en los mensajes previos a la realización de la primera videoconferencia. Aún así, es necesario tomar lista al inicio de cada videoconferencia y pedir de manera directa la activación de la cámara a quien la tenga apagada. Naturalmente, hay excepciones (personas con planes de datos limitados, amamantamiento, personas que aunque han contraído una enfermedad quieren participar, etc.), pero estos casos deben manejarse de manera individual.
Gracias Mauricio por tus apreciaciones a mi comentario.
Al dar clase en una Universidad Pública sobre un proyecto docente ya montado no me vi con la fuerza para «obligar» a poner las cámaras a todos los alumnos.
Sobre unos 80 alumnos que seguían la evaluación continua, unos 30-35 ponían la cámara voluntariamente.
En la primera clase dedico unos 30-40 minutos a explicar la aplicación TEAMS y a «convencer» de lo bueno que es poner las cámara, de que nos viéramos, que pudiéramos interactuar etcétera.
Evidentemente les «prometí» que a la hora de la nota los 30-35 «magníficos» (como yo les llamo) serían recompensados.
También ayuda tener códigos en el lenguaje y el comportamiento que ayudarán a crear el ambiente. Por ejemplo, el apoyo de un buen delegado de clase con el que interactuar para hablar de cualquier tema no relacionado con la docencia. El dar los buenos días o buenas tardes a todos los que van poniendo cámaras por su nombre teniendo un comentario positivo para casi todos ellos. Tener momentos de distracción tras un bostezo monumental de un alumno o un perro o gato paseando delante de las cámaras o hasta hijos o padres de alumnos rondando.
Es verdad que una galería de 30-35 se hace demasiado, pero es posible manejarlo con cierta soltura si tienes los superpoderes!
Yo no lo he hecho nunca, pero tiene sentido que haya cosas que me funcionen a mí que no funcionen a otros niveles. Me explico: en teoría, el IE dice a sus alumnos que en las clases online, tener conectada la cámara es obligatorio. A mí me parece que cuando tus alumnos son adultos y responsables, decirles eso es absurdo, y que como adultos y responsables que son, ellos saben si quieren tener la cámara encendida o apagada, y yo no soy quién para obligarles, Así que en la primera clase les digo que hagan lo que quieran, que yo únicamente les pido – pero por mera cordialidad, no como obligación – que cuando quieran hablar, que la conecten para así verles la cara, y lo dejo ahí. Al final, si alguien está en su casa en pijama (o sin él :-) y no le apetece conectar la cámara, no la conecta, y no pasa nada. La gran mayoría de la clase sigue conectándola, y aunque haya tres o cuatro que no, no me molesta, le digo a Zoom que oculte a los que no tienen cámara conectada y ya está. Supongo que si eso mismo lo planteas igual en un grupo de alumnos de bachillerato o menores, no la conecta nadie y te encuentras como ti estuvieras todo el tiempo hablando solo…
Lo que sucede, Enrique, es que depende también de la materia y de la cantidad de alumnos. En los cursos de lengua extranjera, la cámara resulta totalmente necesaria por la propia naturaleza comunicativa de la asignatura. Esto es aplicable también a los seminarios, pues en ellos el debate en torno a las lecturas propuestas y a las posiciones que los alumnos adoptan ante ellas tiene un papel central en el desarrollo de la clase.
Por el contrario, en materias impartidas en formato de lecture (Vorlesung), que generalmente tienen un número elevado de participantes, la cámara sería deseable pero no absolutamente imprescindible.
Yo estoy encantado con https://streamyard.com/ para las presentaciones
Pendiente de ver el vídeo, pero ya tomando nota.
La «videoclase» ha venido para quedarse y habrá que incorporar herramientas como Mmhmm. Una nueva competencia que debemos aprender y dominar los docentes, no del siglo XXI, sinó los docentes «postpandemicos».
Yo hacía mucho tiempo que me lo preguntaba: Qué sentido tenía dar una misma clase, año tras año, con las mismas «cuñas de chistes» especialmente cuando la mayoría de los alumnos suele tener una actitud pasiva con pocas preguntas? Con una clase grabada, en la que cuidas cada detalle, tienes una «masterclass» que, tras su visualización por parte de los alumnos, puede ser completada con una sesión «síncrona» de dudas, debate, críticas, etc.. Pero el grueso de información ya se habría entregado en condiciones óptimas!
No, yo no concibo dar una clase grabada. Para mí, la interacción de los alumnos es fundamental. Y constante, quiera yo o no. Si tomas a unos alumnos extraordinariamente bien seleccionados entre un pool procedente literalmente de todos los países del mundo y les dices que un tercio de su nota depende de la participación, hablan sin parar!!!
He hecho cosas grabadas como forma de crear repositorios de contenido sobre algunos temas que luego se usan en algunos cursos, pero no considero eso como dar clase.
Gracias por los comentarios. Y las sugerencias!
Sólo comentarte que cuando aplico una estrategia parecida a la tuya, interactúan, justo como tú dices.
Pero tu audiencia y la mía es diferente. Yo, sobretodo, doy clases en un grado, universidad pública y de ingeniería.
Yo creo que por eso fomentar la participación no es tan crucial en ingeniería. De hecho yo me planteo estratégicas más del tipo «flipped classroom» y, sobretodo, «Learning by Projects» , donde se aplican las píldoras de información que creo que sí se pueden generar grabadas asíncronamente.
Es decir, no existe una aproximación universal , puedes depende del tipo de audiencia, temática y estrategia de aprendizaje.
He dicho cien veces que la digitalización de una tarea pasa por tres fases, 1º Generar un sucedaneo,.2º Potenciar el sucedaneo con tecnología y 3º Crear un producto netgrafico, es decie que no es copia de algo real porque en la realidad no podriamos hacer lo que hacemos en la red..
1º El sucedaneo de una clase presencial, es grabar y repartir por Internet una clase presencial, Si alguien cree que enseñar online es simplemente poner la cámara y contar lo mismo que contabas en clase, o subir una presentación y un documento sin más, para después «poner deberes» a los alumnos, tiene un problema y la razón es siempre la misma, el sucedaneo no llega nunca a la calidad de el original.. Anuque es (mas o menos), lo fácil de hacer. y por tanto lo primero que se intenta
2º Poner tecnología, ( y preparación para manejarla), tanto del lado del profesor, buen ordenador con una tarjeta gráfica potente, croma,… pantallas auxiliares, una conexión con buen ancho de banda y un monitor externo en la que situar determinadas ventanas de la clase . y por parte del alumno, hogares con un ordenador moderno y buena conexión, y bastante nivel de usuario en el manejo de todo es hardware por parte de ambos profesor y alumnos,
En eso estás, has superado el nivel zoom para entrar en el nivel Mmhmm tecnológicamente mas rico
3º Y todo para llegar a la clase netgrafica, que yo aun no tengo claro lo que es, pero que supone el uso de herramientas que como resultdo dan un producto con unas posibilidades que no tiene la conferencia física y que posiblemente precisen del concurso de un equipo técnico que libere al profesor del peso de la realización. ¿Un Mmhmm asistido por un relizador virtual con IA?
Algo que te libere de el manejo de la tecnología para centrarte en lo fundamental de un profesor la comunicacion y persuasion con las mentes de los alumnos.
Para mí eso de centrarme en el contenido y no preocuparme de la herramienta era clave, por eso me gustó mucho Mmhmm. Es radicalmente sencillo: si quiero hacerme transparente, muevo dos dedos sobre el trackpad. Si quiero reducir o aumentar mi tamaño, hago el mismo gesto que en el iPhone. Poner la diapositiva a toda pantalla o en el hombro, un botón. Y es todo así: a los tres usos se hace completamente intuitivo.
Enrique, creo que mmhmm es una aplicación interesante y lo es más aún en clases con formato de lecture (Vorlesung), como me parece que son las tuyas. Por otro lado, veo lo que opinan tus alumnos de tus clases y es evidente que lo que valoran son tus conocimientos y habilidades docentes y no tanto las herramientas que usas, lo cual es un mérito tuyo indudable. Un buen docente puede hacer maravillas con cualquier tecnología a la que decida sacarle provecho. Uno malo, no.
En cuanto a lo que podríamos denominar herramientas superpoderosas para profesores, estaba pensando ayer que la ganadora absoluta durante esta pandemia es sin lugar a dudas Zoom, gracias a la cual millones de niños y jóvenes han podido continuar de alguna manera con su proceso formativo escolar, incluso con conexiones de internet de velocidad relativamente baja.
Una pregunta para Enrique Dans: Sabes si mmmhmmm saldrá para iPad??
No, ni idea. En la (escasa) visibilidad que tengo de su hoja de ruta de desarrollo no está, pero eso no quiere decir mucho…
Gracias por la respuesta.
Es que para mi, sobre todo en ingenieria, el iPad (con su lapiz) ha sido una herramienta fundamental, sobre todo para las clases de problemas.
Servía, literalmente, como clase de pizarra para resolver problemas y dudas.
Sin duda una gran herramienta para los tiempos de confinamiento en este tipo de asignaturas.
No sólo me ha salvado la vida si no que la respuesta de los alumnos ha sido tan positiva que en las encuestas me han puesto por las nubes, el mejor año!
De hecho, si tienes algún momento libre y puedes contactarme, te queria pedir opinión sobre un proyecto que tengo en mente disruptor.
Es sobre el tema de publicaciones cientificas. Creo que bien implementado podria ser un elemento disruptor en como se reportan los resultados cientificos.
En fin, si te interesa el tema y tienes un momento, te puedo comentar la idea y ver si te puede interesar hacer de consultor como pasar de idea mental a un producto exitoso.
Se que das muchas conferencias y tu reputación es intachable pero es que no se hasta que punto publicas en revistas cientificas y si te interesa el tema, pero creo que es un tema maduro a punto de reventar los esquemas actuales totalmente desfasados.
Un abrazo!
Chipiron, aunque seguramente ya lo has visto, en el siguiente enlace puedes encontrar lo que ha publicado Enrique sobre el tema que mencionas:
https://www.enriquedans.com/tag/journals
Todas las nuevas ideas en este campo son, sin duda, bienvenidas y es claro que hay que cambiar el modelo, pero, como se ha visto durante esta pandemia, los estudios publicados en revistas consolidadas tienden a ser vistos como más confiables que los que aparecen en otros sitios.
Muchas gracias por el enlace, Mauricio.
Estamos totalmente de acuerdo, el sistema de publicación científica de revisión por pares (leer revise) en Journals debe cambiar radicalmente por el bien de la ciencia (abierta).
«No debemos olvidar que el vídeo limita mucho la interacción, y que, por tanto, cualquier posibilidad que tengamos de recuperarla es fantástica.» (EDans).
Puede decirse sin miedo, que esta afirmación contiene una verdad como un templo. Incluyendo su grandeza estética, por cuanto relaciona el arte de educar (incluyendo su relación con seducir), con cualquiera de las demás artes que la humanidad gusta de practicar.
Pasaba con las diapositivas y pasó con el vídeo. Un auténtico muermo si quien dirige la sesión educativa no pasa de ser un mero apéndice humano del mecanismo tecnológico de aprendizaje. Se necesita un ser humano, para poder descifrar los misteriosos mensajes que pueden dimanar de la mente de una cría humana (ou un adulto), con dificultades de comunicación, ante la recepción de imágenes reales o virtuales.
Como sucede con toda interpretación de signos, no llega con tener una buena recepción técnica de las señales recibidas. Y mirar a los ojos de la gente no es precisamente una virtud, de la versión mediocre de homo sapiens que padecemos.
Mientras no exista el algoritmo capaz de sustituir totalmente al maestro que dirige el proceso, no será posible completar al 100% un auténtico proceso de aprendizaje realmente humano. Por algo, ni siquiera una mente tan preclara como la del Asimov osó imaginar tal situación.
¡Y luego ya se verá!
Hola Enrique. Muchas gracias por compartir la presentación. Te he leído varias veces hablando sobre tus clases por videoconferencia, pero me faltaba verlo en directo.
Sencillamente excepcional. Es un gusto ver a alguien tan implicado como profesor y haciendo disfrutar a sus alumnos.
Enhorabuena de corazón!
Tu vídeo lo calificaría de DIDÁCTICO, así, en mayúsculas.
Y para intentar emularte te pido dos cosas: saber qué webcam y qué focos utilizas.
He usado Epoccam con el iPhone para aumentar la calidad pero, para mí, no acaba de compensar el fácil uso de la mi Logitech 920.
Una pequeña autocrítica: Sólo lo he podido ver durante unos pocos minutos, y es que se me hace muy incómodo, (con lo fácil y sencillo que es), que alguien del otro lado, no mire directamente a la altura de mis ojos… Lo siento, no lo entiendo y me incomoda. No digo que todo el rato tenga que estar mirando a mi altura: puede mirar arriba, abajo, a un lado a otro, pero el eje de la mirada ha de estar «centrado», si no… (desastre).
Obviamente, estoy dando por supuesto que el del otro lado, no tiene dificultad alguna para mantener ese eje, dificultad de tipo personal, física o cualquier otra, of course!
Gracias de todas formas.