Desempolvo la vieja chapa del sol sonriente para hablar de cómo las percepciones sobre energía nuclear están evolucionando de forma cada vez más negativa en todo el mundo, hasta el punto de que, salvo unos pocos entusiastas, se empiece a considerar una tecnología con cada vez menos papel en el futuro energético del mundo.
Durante la década de los ’50 se utilizó de manera bastante habitual el término «era atómica» par definir un hipotético futuro en el que todas las fuentes de energía se basarían en la fisión del átomo, un futuro en el que la energía sería tan barata e inagotable que ni siquiera compensaría el esfuerzo derivado de medir su consumo, hasta el punto de que eso conllevaría que se utilizase no sólo para fabricar explosivos o para el abastecimiento de energía, sino incluso para mover automóviles como el Ford Nucleon, para calentar el agua de las piscinas, para alimentar corazones artificiales y hasta para el mecanismo de un bolígrafo.
¿Que pasó? Por un lado, el evidente problema de la seguridad: en un mundo con un clima cada vez más inestable y con más fenómenos meteorológicos extremos, las centrales nucleares son, como nos recordaba el décimo aniversario del accidente de Fukushima el pasado 11 de marzo, una opción cada vez más temeraria. Alemania se convirtió en la primera gran economía en comprometerse a jubilar sus centrales nucleares antes del final de 2022, pero China parece también perder su interés en la tecnología debido a preocupaciones sobre su coste y seguridad, y en el proyecto de nuevas adiciones al mapa energético de los Estados Unidos, la energía nuclear aparece relegada a un papel meramente testimonial.
Los grandes reactores sufren de manera cada vez más evidente debido a los bajos precios de las energías renovables. Muchos de ellos ya han cerrado, y además, debido a su gran costo, complejidad y complicaciones, parece muy poco probable que se construyan nuevas plantas grandes en las próximas décadas. La fusión nuclear parece convertida en una especie de promesa permanente que jamás se materializa, y se ve cada vez más alejada en términos realistas, lo que la desacredita cada vez más como posible respuesta a la emergencia climática. Algunos apuntan a los reactores modulares pequeños (SMR) como la única opción que podría implementarse a una escala significativa en el período crítico para el clima de las próximas décadas, pero son bastantes los análisis que apuntan a que cada vez parece menos probable que sea así.
No siempre la opción que en principio parecía la más obvia lo sigue siendo a medida que otras tecnologías se desarrollan y se someten a sus propias economías de escala. La energía nuclear, que aún genera en torno a un 10% de la energía total en el mundo, se ve cada vez más como demasiado lenta, demasiado cara y demasiado peligrosa, algo que nadie quiere ver construyéndose cerca de su casa o de su ciudad. Al margen de lo que la propia industria nuclear pretenda difundir, todo indica que las energías renovables podrían estar definiéndose no solo como la más barata, sino también como la única propuesta de futuro con sentido.
This article was also published in English on Forbes, «Let’s leave nuclear power in the past«
Ni limpia, ni segura, ni barata. El mantra de los pro-nuclear ya no cuela. Las centrales nucleares activas seguirán en funcionamiento hasta que termine la vida útil para la que fueron planificadas, siempre y cuando no se comprometa la seguridad de las mismas o el precio de la electricidad no se desplome en el mercado (debido al empuje de las renovables) convirtiéndose en una actividad ruinosa desde un punto de vista económico. Una vez que el «roto» (de las nucleares) ya está hecho, hay que exprimirlas hasta el máximo razonable y después desinstalarlas de una manera ordenada y segura. Es una tecnología que no hemos llegado a controlar y conlleva unas contrapartidas medioambientales y riesgos inasumibles a día de hoy, sobre todo comparándola con otras alternativas actuales menos tóxicas, más seguras y baratas.
A partir de ahí, en mi opinión, quedarán de energías primarias la solar (fotovoltaica, termosolar), la eólica (terrestre y marina), la hidráulica (donde sea posible), alguna renovable más según las circunstancias de cada lugar (biomasa, geotérmica, mareomotriz, etc) y algo de gas para casos de EXTREMA NECESIDAD en los que haya que poner en marcha alguna de las centrales de ciclo combinado ya construidas, bien para suministrar electricidad directamente, bien para producir hidrógeno. Ni carbón, ni petróleo, ni nucleares, si acaso algo de gas como último recurso estratégico a usar en MUY contadas ocasiones. De los males, el menor.
Como respaldo para balancear el consumo de energía, entre las horas de máxima producción y cuando esta es menor (de noche), habrá que instalar centrales de baterías (muuuuchas, junto con sus respectivos centros de reciclado) a las que se añadirán las baterías de los vehículos; habrá que montar circuitos cerrados de bombeo de líquidos con los que alimentar la generación hidráulica; tendremos que producir todo el hidrógeno que podamos conseguir almacenar, aprovechando el superávit de energía resultado del sobredimensionado redundante de instalaciones de energía renovable; y por supuesto cualquier solución creativa que funcione (sales fundidas, acumuladores de calor, movimientos mecánicos por gravedad, etc.) hasta que la fusión nuclear sea viable y «se acabe la miseria».
Las centrales nucleares, en España, aunque ahora mismo aportan el 20-25% de la electricidad que consumimos, apenas son 6-7 GW (sobre los alrededor de 30 GW que gastamos diariamente). Hay un plan nacional (PNIEC), de cara a 2030, en el que se espera tener instalados unos 90 GW de potencia entre la solar y la eólica. En diciembre de 2020 ya había 130 GW (de solar + eólica) con derechos de acceso a la red concedidos, más otros 45 GW tramitándose. Es decir: 175 GW, el triple de lo planeado. Estamos como quien dice empezando, sobre todo con la fotovoltaica, y desde «Red Eléctrica» ya están denegando permisos de instalaciones renovables porque los nudos de evacuación de la red están saturados, no dan abasto. ¿Realmente es necesaria la energía nuclear?.
El corolario de todo lo dicho anteriormente es la factura de la luz. Es donde ves que a pesar de que cada vez hay más energía renovable barata, en abundancia, el precio de la electricidad no para de subir. Ahí es donde se te rompen los esquemas y no entiendes un carajo. Alguien se lo está llevando crudo.
No enterremos antes de tiempo la energía nuclear. Puede depararnos sorpresas:
Hay ya mini reactores nucleares en proyecto que pueden ser baratos y muy manejables donde la seguridad se multiplique comparado con los actuales. No olvidemos que los portaviones y submarinos llevan esos mini-reactores y están evolucionando desde hace tiempo.
Y por ultimo, la sempiterna fallida fusión termonuclear es también energía nuclear, y un día, nos dará una grata sorpresa a todos. ¿Cuándo? No sabemos, pero quizás estamos a 30 años solamente.
Estoy totalmente a favor de las renovables, pero si se cuentan todas las externalidades de la solar y eólica mas los sistemas de almacenamiento que requerirían para ser una solución fiable, no me cabe duda de que la energía nuclear ha de tener una parte fundamental en en mix nuclear de las próximas décadas. No hay más que comparar a Francia y Alemania para ver dos escenarios a corto plazo. Política energética de estado hecha con cabeza frente a ecologismo Nimby que va a retrasar muchísimo la descarbonización en europa.
La energía nuclear tine dos tremendos fallos, la seguridad y los residuos.
Cuando se comenzaron a construr las centrales nucleares , (alla por el año 1970), se hablo mucho de su extrema seguridad, habria que tirar de hemeroteca, pero creo recordar que se afirmaba que en 25,000 años solo habria un accidente grave, pues se hacian teniendo en cuenta sobre todo la seguridad.
Sin embargo lo cierto es que en solo 50 años hemos recolectado un importante regitro de fallos graves como el de Three Mile Island, Vandellós, y sobre todo Fukusima y Chrenobil, que demostraron que aquellos niveles de seguridad eran de un optimista espantoso, y por ello hoy la opinión publica se niega a que se creen nuevas centrales.
El otro problema son los residuos radiactivos, los «subproductos»· de la actividad atómica, estos residuos algunos con 20.000 años de vida útil, se acumulan poco a poco sin que nadie tenga claro que hacer con ellos. Pongo un ejemplo, hace unos años se dudó de la seguridad de los pararayos radiactivos que tenían una pastilla de Cesio, en vista de ello se retiraron de los tejados, La actividad de una pastilla de cesio a 20 metros de la vida humana, es casi inapreciable, pero miles de pastillas de cesio amontonadas si son un grave problema, pues en su momento se optó por dedicar una nave industrial comun y corriente a guardarlas a medida que se retiraban, porque ya no cabian en el Cabril y he perdido la pista, pero doble contra sencillo que por ahi seguiran amontonadas todas ellas..
Si no se resuelven estos dos problemas la energía nueclear es imposible. Lo malo es que la solución es montar las centrales nucleares en barcos, de modo que no estén en ningun pais y asi nadie proteste
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2021-06-16/centrales-nucleares-flotantes-barcos-seaborg_3133907/
Si tengo prevencion a centrales nucleares en tierra firme, esta es menor que la que me producen esas mismas centrales flotando en aguas extraterritoriales, fuera de cualquier control estatal.
Gorki
Grfacias por recordar lo de los pararrayos, el cesio y lo que ocasionó. pero hay más
«El 30 de mayo de 1998 hubo un grave incidente radioactivo en España. La planta de chatarra de Acerinox en Los Barrios (Cádiz) tuvo un fallo. A derretir el material, el cesio-137 ardió y causó una nube radiactiva que fue detectada en Europa, pero no en Algeciras. La nube era 1.000 veces más potente de lo normal. Las cenizas radiactivas de aquel accidente están en El Cabril.»
Y más…
El accidente de Madrid. En la JEN de Moncloa cuando virtió en el Manzanares agua contaminada(1970). Y lo contentos que se pusieron los portugueses cuando les «compramos» las lechugas y los tomates regados por el Tajo.
Por cierto en 2015 firmó un acuerdo García Margallo con USA para descontaminar Palomares… claro que no pasó nada. Además del espectáculo bochornoso del 66 de Fraga en calzones…por eso descontaminan en 2015…
Y las minas de Uranio de Andújar con tanto cáncer entre los mineros. Inaguradas en 1960, y el proyecto de la central de Zorita comenzó en 1962, y se inauguró en 1968…
Alemania con su política de cerrar sus centrales nucleares no ha hecho otra cosa que multiplicar sus emisiones de CO2 al tener que quemar más carbón para suplir la pérdida de estas centrales. Por culpa de la demonización de la energía nuclear estamos castigando aún más al planeta quemando más combustible fósil.
Daniel, no mientas. Las emisiones de CO2 de Alemania llevan bajando muchos años.
https://ourworldindata.org/co2/country/germany
«Todo apunta a que las centrales hidroeléctricas están jugando a sustituir al gas y al carbón ofertando a ese precio, con la gran diferencia de que las centrales hidroeléctricas tienen un coste inferior y desde luego y no se han visto afectadas por la subida de precio de las materias primas»
Mercado eléctrico: agua a precio de gas natural
Por si fueramos pocos, parió la abuela. ¿Quién dijo que estábamos en el ocaso de la energía nuclear?
Centrales nucleares en contenedores.
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2021-06-30/las-baterias-nucleares-portatiles-que-pueden-dar-energia-a-un-barrio-entero_3159443/
Resulta curioso que aún se siga usando términos como «demonización» de la energía nuclear… parece que explicar los efectos nocivos de la bomba atómica fuese un ejemplo de «demonización», en vez de una simple explicación científica!!
La verdad es que no resulta (el logo) tan sintético como los de Apple o Nike, pero tiene una carga energética de mucho cuidado.
@OperadorNuclear
Enrique Dans: Tanto en el artículo como en los comentarios, se olvida mencionar una posible solución a los problemas de las nucleares actuales:
Las centrales de fisión por Torio!
No soy un experto pero tengo entendido que generan pocos residuos y de baja intensidad/vida media, son reactores inherementemente estables (la fusión del core es imposible) y no genera como «by-products» plutonio susceptible de ser utilizado en bombas atómicas, por lo que podría permitirse a naciones relativamente inestables instalar este tipo de reactores.
El problema es que no todos los problemas técnicos estan resueltos, en parte por la falta de financiación para investigar y perfeccionar los equipos.
La industria nuclear se basa en el uranio por su interés militar (al generar plutonio), pero las centrales de Torio son una posibilidad real a medio plazo si se invierte lo suficiente en ellas.
Hasta creo que podria ser el topic de un articulo por tu parte. Lógicamente es una sugerencia hecha con toda la humildad del mundo y sin estar informado a fondo de la tecnología subyacente, pero parece que, a parte de las dificultades técnicas que quedan por resolver, todo son ventajas frente a las centrales de fisión de uranio.
Un saludo!
Yo creo que se debería rentabilizar las centrales ya construidas porque la inversión está hecha y no cerrarlas antes de tiempo. Tenemos que evitar que llegue más CO2 a la atmósfera.
En cuanto a construir nuevas me parece que el problema tiene varias patas sobre las que habría que reflexionar en profundidad:
– El precio. Las últimas construidas son tremendamente caras.
– La seguridad, que debe ser a prueba de recortes empresariales, directivos negligentes y presiones políticas.
– Los residuos, que deberían ser mínimos y de la menor duración posible.
En 2008 opinaba todo lo contrario…
https://www.enriquedans.com/2008/02/replanteando-la-energia-nuclear.html
«Replanteando la energía nuclear
nuclearValiente entrada de JJ en su Atalaya, «Nuclear sí, por supuesto«, defendiendo el uso de la tecnología nuclear como única manera de plantear estrategias energéticas sostenibles a medio/largo plazo. El debate nuclear sigue heredando la misma impopularidad desde hace más de cincuenta años, cuando la realidad es que hoy en día se trata de una tecnología profundamente probada, madura, por cuyo despliegue están apostando países de todo el mundo y, sobre todo, que supone la única alternativa viable tanto ecológicamente como en términos de coste. A día de hoy, existen 439 centrales nucleares en operación en el mundo, y en algunos países como la vecina Francia, el 80% de la energía eléctrica proviene de ellas.
Mientras, en España, la cuestión nuclear sigue planteándose en base a tópicos y actitudes inmaduras, intentando evitar un debate serio con el fin de no incurrir en costes electorales. El mapa de generación de energía en España no deja lugar a dudas: las energías renovables no llegan a cubrir una parte mínima de las necesidades reales del país, una gran mayoría de la energía se está generando en centrales térmicas con un coste elevado tanto económico como ecológico, sólo existen ocho centrales nucleares en funcionamiento (Garoña, Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Trillo y Vandellós II), y las que se proyectaron en su momento o bien no se terminaron (Lemóniz, Valdecaballeros, Trillo II, Escatrón, Santillán, Regodola y Sayago) por aplicación de la carísima y electoralista moratoria nuclear, o se empiezan a cerrar (Vandellós I y Zorita) a medida que llegan al final de su vida útil sin que existan nuevos proyectos en este sentido.»
Todo apunta a que en el futuro las centrales nucleares serán esenciales para cumplir los objetivos de CO2, tanto el gobierno europeo como el estadounidense ya han catalogado la energia nuclear como energía verde y refuerzan la importancia de esta para el futuro de la humanidad. El artículo está desfasado, la tecnología ha evolucionado mucho, las centrales de hoy en día son mucho más seguras y producen muchos menos residuos que las de los años 70.