Un artículo de formato largo en The Guardian, «The race to zero: can America reach net-zero emissions by 2050?« me ha parecido de lectura enormemente recomendable para todos aquellos que necesitan visualizar la magnitud del cambio que precisa un país tan grande y que genera tantas emisiones como los Estados Unidos para poder cumplir el Acuerdo de París.
Es, sin duda, el cambio tecnológico más importante de la historia: acabar con el uso de unos combustibles fósiles cuyos efectos conocíamos desde hace décadas y cuyo uso es, además, muchísimo más caro de lo que creíamos. Las energías renovables como la solar, la eólica y el almacenamiento en baterías son mucho más baratas de lo que se creía hace años, hasta el punto de superar ya no solo al carbón y el gas natural, sino también a la energía nuclear o la hidroeléctrica. Este hecho, enmascarado durante años debido al uso de métricas incorrectas, ha generado una gran burbuja financiera en torno a las energías convencionales, con la que es preciso acabar lo antes posible. El cambio en el mix de generación de energía debe ocurrir rápidamente, y la evolución de sus costes, además, lo convierte en viable: eliminación del carbón antes de 2030, reducción fuerte del uso del gas, reducción de la nuclear, y enorme incremento de eólica – tanto convencional, como offshore o mediante modelos innovadores – y de solar, hasta poner placas en casi todas partes.
En el transporte, la fuente de emisiones más importante del país, la electrificación del parque móvil se plantea con un incremento fortísimo de las ventas de vehículos eléctricos en todos los segmentos, y la construcción de una importante red de estaciones de carga. En el año 2050, el 96% de los vehículos serán eléctricos, unos 330 millones, y habrá infraestructuras públicas de carga en prácticamente todas partes.
Igualmente llamativo será el cambio en el ámbito residencial: toda la energía en los hogares, para calefacción, agua caliente o cocina, será eléctrica. El gas desaparecerá completamente de las cocinas, se convertirá en residual en los sistemas de agua caliente, y se reducirá muchísimo en los sistemas de calefacción.
Además, el país construirá una amplia red de 110,000 km de túneles para la inyección subterránea de dióxido de carbono, donde será atrapado en formaciones rocosas.
El artículo analiza también la evolución de los puestos de trabajo requeridos por el sector energético, así como la reducción en las muertes por contaminación. Un proyecto enormemente ambicioso, pero fundamental y necesario de cara al futuro. Si creías que toda la dialéctica en torno a estos temas era mera especulación, ya puedes ir preparándote.
This article was also published in English on Forbes, «We are entering the biggest technological transition in history«
En français, sur Forbes, «Énergies : nous entrons dans la plus grande transition technologique de l’histoire«
Hablando de pompetas
* Para los que tenéis vuestra residencia con paneles solares, y no sabéis que hacer con el excedente
* Para los que tenéis un Tesla + Mini Mac
* Para los que pensáis que es rentable minar Bitcoins
AQUI ESTA LA SOLUCION: Convertir ese ordenador (del Tesla) que cuando no está «evitando pillar gatitos» lo podéis dedicar a minar.
El código lo descargais, y nos contais si da para financiar la compra del Tesla :-)
https://github.com/llSourcell/tesla_bitcoin_miner
My Tesla can now mine bitcoin while on autopilot using this node.js app that i wrote. Every 24 hours, it reinvests its earnings into paying for its own electricity usage and 2 emerging altcoins based on the results of a 24/7 reinforcement learning agent. This code works but can be improved since its not nearly as efficient as it could be (ASIC usage), i will do so during the livestream. The architecture is basically using an M1 mac Mini powered by the Tesla via the chargeport that runs a custom Bitcoin miner, and runs this node app. The node app pays for Tesla charging by sending money to a BitPay account that issues a Visa Card to buy things with BTC earnings. The Visa card is connected to my Tesla account, which automatically charges it for supercharging. It mines bitcoin while on autopilot and im dancing to trance music hands-free, that’s the future i want to see.
PS: Creo que vale cualquier fuente para enchufar un ordenador, pero me ha hecho gracia que elijan un Tesla…
. El cambio en el mix de generación de energía debe ocurrir rápidamente, y la evolución de sus costes, además, lo convierte en viable: eliminación del carbón antes de 2030,
¡¡¡ En ocho años, a pesar de la crisis mundial posta pandemica !!!
¿Donde están cavando los 13750 km de túnel que corresponden a este año?
Y si vuelve a ganar (un) Trump?
No hace falta. No hay nadie mas optimista que un tecnólogo.
Estamos luchando por introducir el vehículo electrico y según ellos no deberiamos comprar coche, porque ya iríamos todos en carsharing autonomos,
Para quien quiera profundizar , aquí hay dos informes muy completos (en inglés) de prospectiva del sector de la energía para la década 2020-2030 realizados por Tony Seba y su equipo, que van mucho mas lejos en las previsiones de lo que viene en el articulo.
De hecho las previsiones que aparecen en el articulo para el año 2050 las estiman para el 2035 como muy tarde.
Además lo considero más fiable por el método que utilizan, en el que se tiene en cuenta los bucles de retroalimentación de otros factores que aceleran exponencialmente la transición al nuevo modelo energético, además del curioso e increíble concepto de lo que llama «superpower».
El peligro de todo ello es que precisamente por utilizar modelos lineales de estimación, hay un peligro muy real de que queden varada toda la infraestructura nuclear, de petróleo y carbón mucho antes de lo previsto y puede haber un colapso económico bursátil peor que la última crisis bancaria.
Es muy, muy interesante, merece la pena leerlo.
https://www.rethinkx.com/energy-reports
Gracias por la fuente JUAN T. Interesante!
Enrique, como sabes, para mí el cambio climático es algo muy real, pues se manifiesta con toda claridad desde hace muchos años en el progresivo retroceso de los glaciares andinos.
Además, estoy totalmente de acuerdo que, entre otras cosas, es necesario incentivar decididamente el diseño, fabricación y utilización de vehículos de muy bajos niveles de contaminación y parece que, en este sentido, los vehículos eléctricos son la mejor opción.
Creo, sin embargo, que la transición hacia dichos vehículos no va a ser tan rápida ni tan sencilla. A veces hay una gran discrepancia entre lo que los políticos dicen y lo que sucede en la realidad y aunque vivo en la desarrollada Alemania, me sorprende la ínfima cantidad de autos eléctricos que veo por las calles. Quizá después de la pandemia y con los nuevos modelos de Volkswagen y de otras marcas el mercado se reoriente definitivamente hacia lo eléctrico, pero por ahora las cosas en esa dirección andan lentamente.
Por otro lado, un buen análisis necesita también de una mirada hacia el sur global, donde el vehículo eléctrico sigue siendo un objeto curioso con casi nulas posibilidades de que sus ventas empiecen a crecer de manera exponencial en algún momento de esta década. Deberías darle un vistazo a las dos siguientes noticias para que veas como va el asunto en un país que conozco muy bien:
En los taxis eléctricos no todo es felicidad
La falta de electrolineras y los baches limitan al taxi eléctrico
En Latinoamérica es costumbre subvencionar el petróleo en vez de gravarlo por su contaminación. Que posibilidades ves de que eso cambie?.
Que puntualmente que una economía tan sujetada con
hilos como la Argentina haya intentado impulsar el desarrollo local de YPF no parece que se pueda corresponder con tu forma de colocar el comentario que «la costumbre es…»
Por simple lógica, las economías de LATAM no están para esas chuflas
https://elperiodicodelaenergia.com/argentina-no-puede-pagar-las-ayudas-a-los-productores-de-gas-y-petroleo-de-vaca-muerta/
https://www.reuters.com/article/us-repsol-argentina-idUSBREA1O1LJ20140225
Carlos Jerez, en realidad las políticas de fijación de precios de los combustibles fósiles en América Latina son muy diversas. Los subsidios a la gasolina, el diésel o el gas licuado de petróleo suelen tener más presencia en los países que los producen y los casos más representativos son los de Venezuela, Ecuador y Bolivia. En estos países el tema es tan sensible que incluso presidentes muy populares como Chávez, Correa o Morales no lograron cambios significativos en este aspecto, pues cualquier alteración importante en los precios suele ser el detonante de fuertes protestas. Por lo que he visto en el caso ecuatoriano, mucha gente considera que los subsidios a los combustibles deben permanecer para:
1) mantener bajo el precio del transporte público urbano, que durante muchos años ha sido de solo 25 centavos de dólar por trayecto;
2) evitar un incremento del precio de los alimentos que vienen en camiones desde otras regiones del país;
3) mantener bajos los costos de preparación de los alimentos, pues la mayoría de personas utiliza cocinas a gas.
Hay varios estudios que muestran que la entrega de bonos compensatorios a las familias más pobres le resultaría mucho más económico al estado que mantener estos subsidios, pero la aplicación de este tipo de soluciones no ha sido tan sencilla porque:
1) los subsidios a los combustibles han alcanzado una especie de dimensión simbólica que los ha transformado en algo así como un derecho;
2) gremios muy poderosos, como el de los taxistas, sienten que se vería afectada la demanda de sus servicios pues tendrían que incrementar sus tarifas;
3) en las clases media y alta se ha creado la percepción de que es mucho más seguro frente a la delincuencia el ir en un auto propio y de que, además, es una opción más rápida y cómoda que el transporte público, sin tener que pagar mucho más. Esto crea la absurda paradoja de que llenar el tanque de combustible de un VW Golf cueste más de 75 euros en Alemania y menos de 25 euros en Ecuador.
Como ves, el dilema que tiene mucha gente en América Latina no es entre «automóvil a gasolina contaminante» y «automóvil eléctrico limpio» sino entre gasolina/diésel/gas barato y cualquier otra alternativa cara. Cuando llegué a Alemania me quedé sorprendido por el enorme nivel de conciencia ambiental, lo cual me parece enormemente positivo. En el Ecuador, sin embargo, no es que no haya preocupación en este aspecto sino que no tiene el mismo nivel de prioridad porque hay toda una enorme cantidad de otros problemas por resolver.
Muchísimas gracias por la explicación, y si, generalice mucho ya que en cada país pueden haber políticas completamente diferente.
La «rueda» que muestras que hace tan difícil acabar con esas subvenciones parece difícil de romper pero según otras alternativas se hagan más competitivas a nivel económico y tecnológico más caro va a salir mantener el actual status quo y eso puede pasar en menos de una década. Crees que un dividendo verde para todos facilitaría políticamente ese cambio? alguna otra manera que veas posible?.
Carlos
Cuando vas a comprar un kg. de mangos en una zona productora como México te pueden salir por cts. y sin embargo vas al mercado bio de Nueva York y te soplan igual 3 usd por uno
¿Están subvencinando los mangos en esa remota aldea?
Creo que todos estaremos de acuerdo que no.
Con el precio del combustible pasa exactamente lo mismo. Un país productor adecua precios a su mercado. No hay subvención.
Si cuando te cobran 1.30€ por un litro de combustible, ves que el 50% son impuestos, resulta que el producto te lo podrían vender aquí a 50 cts con un buen margen, Pero estás pagando impuestos, márgenes y demás. Con un mercado tan consolidado como el del combustible perfectamente podriamos tener precios de 35cts si no hubiera tanto «ladrocinio» por medio…
Así que el problema no está en los paises del Sur de América, el problema lo tenemos en nuestro entorno, que además pagan muy poco a esos países productores y tienen economías maltrechas a costa de la ganancia de unos pocos, y evidentemente que la corrupción galopa a sus anchas
Carlos y Sin Censura, en varios países de América Latina sí sería válido el ejemplo del kilo de mangos, pero en realidad el mantener bajo el precio de los combustibles fósiles le cuesta al estado ecuatoriano más de 3.500 millones de dólares anuales y le costaba como 10.000 millones de dólares al venezolano antes de las modificaciones de precios del año pasado.
En el caso de Venezuela, estos subsidios estaban ya muy lejos de cualquier posible justificación. En el Ecuador es evidente que su supresión debería implicar adecuadas medidas compensatorias que impidan que se vean afectados los costos del transporte y los relacionados con los alimentos.
En cuanto a la transición hacia tecnologías más limpias, el panorama está lejos de tener la claridad que existe en Europa. En todo caso, hay bastante interés en el tema, más aún considerando que, por ejemplo, la contaminación del aire en Quito es superior a la que hay en Madrid, pero muchas soluciones llegarán con al menos una década de retraso.
Mauricio
De tu link: «Máster en Economía y PhD (c) por las universi-dades de Oregon y Texas en Austin, economista de la PUCE. Actualmente es asesor en temas de finan-ciamiento para enfrentar el cambio climático»
Y luego miras las cuentas del BCE y no cuadran
https://contenido.bce.fin.ec/documentos/Estadisticas/Hidrocarburos/cspe201155.pdf
Salen más ingresos que egresos de petróleo
Así que cuidado con lo que se lee, como productor Ecuador está ganando dinero, y el gobierno de Ecuador está siendo «menos ladrón» que otros ya que está poniendo un PVP que la gente puede pagar….
Si con el negocio de los te cuesta 3500 y obtienes 11000 igual no es tan disparatada la idea de tener precios bajos para desarrollar la economía…
Lo de las tecnologías limpias lo dejamos para otro debate… ahora estamos en que si es subsidio o no es subsidio, el tener en tu casa los precios que te puedes permitir ganando por otro lado dinero. También podemos llamar a la escuela de Chicago y hacer lo que hicieron en Chile en los 70s. Es otra opción que tampoco es el tema.
Curiosamente, si queremos visualizar de forma rápida el avance tecnológico, de lo que, cada vez más claramente, podemos llamar sociedad planetaria, no hay más que comparar las orteguianas circunstancias del ya anticuado informe del Club de Roma (by MIT), con el supermoderno Acuerdo de Paría., tardío parto de un demasiado protocolario Kioto.
Dejando en su seguimeiento, de paso, una conjunción clara entre el pasado y el presente tecnológico.
Porque, curiosamente , también podemos hacer un ejercicio de (pe)troleo tecnológico, comparando las grandes, enormes, dificultades que tuvieron aquellos «miserables» avances ecologistas (se pongan como se pongan los actuales troles) con las enormes dificultades que presenta recuperar (ahora ya no se trata de mantener) el equlibrio ecológico perdido.
Con estes dos puntos tan tan graves, por no ser bien comprendidos : que ya estamos en una era de sociedad planetaria (los nacionalismos son como auténtico forúnculos en el culo de la «ya» sociedad «terrestre, megainteractiva). Y por otro lado, el más terrible en cierto modo, es que cada vez los forúnculos estado cada vez más purulento de la reacción antiecologista. Caso gravísimo, por ejemplo, del trumpismo ideológico que no cesa.
Que lejos está el movimiento antiecologista de entender al rojo Hernández, y no digamos al verde Lorca . O ya, en modo muy global (planetario), al arcoiris Whitman.
Copio y pego…
Se volvió a editar el año pasado un libro clásico y básico sobre urbanismo. Se trata de Muerte y vida de las grandes ciudades, de Jane Jacobs. Mi ejemplar es de 1967 y durante un tiempo lo exprimí. Él fue el fundamento de mi estudio sobre las consecuencias del traslado del mercado central de frutas, verduras y otros alimentos, de su histórica instalación en el Born al actual Mercabarna, lo que provocó la degradación del barrio de la Ribera. Aquella parte de la ciudad perdió una actividad económica que atraía gente de lugares distantes, y su desaparición la convirtió en un slum central, porque la capacidad de la población residente estaba a años luz de poder compensar el mercado perdido.
Todo esto viene a cuenta del colapso de Barcelona causado por la covid, acentuado por la política del gobierno de Colau y Collboni, y que la violencia callejera empeora. Barcelona económicamente no puede vivir (como no podía el barrio de la Ribera) de su población de 1,664 millones de habitantes. Necesita de la gente de sus diversos entornos. Desde la comarca del Barcelonès hasta el ámbito internacional. El turismo y el Mobile World Congress son ejemplos mayores, pero no únicos, como lo es la vitalidad comercial del Portal de l’Àngel. Si no fuese por esta venda de bienes y servicios a compradores que viven fuera de la ciudad, la actividad se vería reducida de forma drástica, y no solo en los hoteles, hostelería y comercio, aunque ellos serían los más afectados. Entre una tercera parte y el 70% de la actividad económica de Barcelona es exportadora , no solo en el sentido habitual del término, sino en otra acepción más importante en nuestro caso: la de la población que reside en otro lugar y viene a la ciudad a comprar bienes y servicios. Desde un cine hasta una tienda o un médico. El turismo es un tipo importante de este flujo de compradores, y las áreas centrales, las principales beneficiarias. La llamada teoría de la base económica urbana fundamenta este tipo de análisis, que nos dice que hay dos clases de actividades. Unas, las básicas o exportadoras, tienen como destino actividades y personas que no viven en la ciudad, mientras que otras están dirigidas al consumo local. En la realidad ambas se mezclan como los clientes de un restaurante. Pero la que dota de dinamismo al conjunto es la capacidad exportadora , que impulsa al sector local, de evolución más lenta porque depende de la dinámica de población de la ciudad, de su estructura de edad y de su renta.
La política municipal no actúa para recomponer la relación entre movilidad y base económica, la empeora
La existencia de aquel flujo determina una correlación vital entre base económica exportadora y movilidad. La quintaesencia de todo está ahí, y si no se entiende, se produce la catástrofe. La pandemia y las limitaciones que impone en la movilidad, y la retahíla de tiendas y negocios cerrados, pérdida de ocupación y actividad, nos enseña lo que sucede cuando aquella relación se rompe. Esta es la crisis que vive ahora Barcelona.
FOTO: MANÉ ESPINOSA. COLOCACION A UN VEHICULO DEL DISTINTIVO AMARILLO DE AUTORIZACION PARA CIRCULAR EN ZONA DE BAJES EMISIONES DE LAS CIUDADES QUE APLICAN ESTA RESTRICCION AL VEHICULOS CONTAMINANTES
El problema, muy grave, radica en la política municipal, que, en lugar de actuar para recomponer aquella relación entre base económica y movilidad, lo que hace es empeorarla. Y aquí es donde se insertan el llamado urbanismo táctico y el tranvía. Su fin es puramente ideológico: trata de destruir la movilidad de Barcelona basada en el vehículo privado sin una alternativa de dimensión y capacidad equivalente. Simplemente van a impedir que circulen una parte de los coches. Primero –fase actual– con trabas, después con la prohibición de circular, lo que imposibilitará la recuperación económica de la ciudad.
El urbanismo táctico es el prólogo del modelo definitivo: las supermanzanas, que está implantando Colau, y que persigue que cubran todo el Eixample. Se trata de la conversión de su trama urbana en un sistema jerarquizado en el que se pretende que 25 calles (horizontales y verticales) recojan la mayor parte del tráfico de las 59 actuales, mientras 21 de estas se convertirían en ejes verdes y 13 más en vías limitadas al tráfico local, con el añadido del tranvía.
Se trata en realidad de un proyecto de decrecimiento económico camuflado. Para lograrlo deben liquidar literalmente una tercera parte de los vehículos privados que circulan por la ciudad, porque de lo contrario el modelo de las 25 calles principales se colapsa, no funciona. La estrategia para conseguirlo es presentarlo como una lucha épica contra la contaminación, y sus víctimas serán inexorablemente todos los coches con distintivo amarillo, cuya circulación será prohibida y que son aproximadamente un tercio del total.
La idea de las supermanzanas no es intrínsecamente mala, lo que sucede es que para que pueda aplicarse necesita de una revolución en la movilidad urbana, que supera la capacidad de la ciudad. Es en todo caso un proyecto para Catalunya y de rango metropolitano. Emprenderlo como si Barcelona fuera una pequeña población autosuficiente es una locura ideológica, sus consecuencias son catastróficas y constituye un problema nacional, que compete al Parlament y al Gobierno de la Generalitat evitar.
Lo he pegado porque poca aficion hay a seguir los links… XDD
El decrecimiento de Barcelona
Me temo que el Parlament y el Gobierno de la Generalitat van a seguir la estela del genio saliente.
Es su Barcelona y se la foll….
Pues que se foll.. solo al 40% de Barcelona, que es el porcentaje que ha elegido al sucesor del genio :))
Ya que te gusta meter la politica con calzador en los comentarios, al menos no mientas.
La ejecucion de obras y urbanismo tactico, es responsabilidad del Ayuntamiento, o lo que es lo mismo Comuns (Podemos) y PSC y aprovecharon los primeros tiempos de confinamiento para ejecutarlo…
Lo que necesita calzador es juntar partidos que nada tienen que ver en lo ideológico solo por ser indepes , para marginar completamente a media cataluña…..para seguir en el estancamiento y la confrontación…..y luego dicen querer ampliar la base social del independentismo.
Calzador es que en un comentario, que trata de como «no» hay que hacer las cosas, cuando pretendes ser «mas verde», no sea que te vayas a cargar la ciudad y sus negocios, saltes una vez mas con tus infulas politicas…
Mira, hay una cosa que se llama «votar en democracia», y eso significa que la gente, elige a sus gobernantes. Y de la misma manera, que si eres del Barça y le meten 0-5 a ti no te queda mas que el derecho al pataleo, en las elecciones, ocurre exactamente lo mismo… a llorar a la lloreria.
Ahora si quieres, volvemos a hablar del tema del articulo, que es buscar soluciones «Eficientes» a un problema global como es el cambio climatico. Para todo lo demas, olvidame.
La política es salsa rosa, por favor, evitemos las estupideces infantiles del «y tu más».
La tecnología para generar la energía ya está aquí y no necesita subvenciones. Ahora falta coordinar esfuerzos para almacenar energía sobrante y devolverla cuando la demanda supere la producción. Almacenamiento por bombeo inverso de agua? Hidrógeno verde? Smart gris con con coches eléctricos enchufados? Cual opinas que es la opción con más posibilidades de triunfar?
Road to zero? Who in their right mind is going to buy an idea that leads to ZERO?
I can hear Donald Trump laughing as he ridicules climate change and returns to the Whitehouse.
¡¡CLEAN COAL!! ¡¡THATS AND IDEA THE AMERICAN PUBLIC WANTS TO BUY!!
Es un placer leer tu blog enrique!