La regulación de las big tech es, sin duda, uno de esos temas candentes que la administración Biden tiene encima de la mesa, con unas consecuencias importantísimas de cara a cuestiones tan importantes como la competitividad de esas compañías, la innovación en su industria, o la privacidad, entre muchas otras. Pero además, es un tema en el que tiene grandes posibilidades de poner en práctica aquellas iniciativas que quiera proponer, dado que todo parece indicar que la oposición republicana está también bastante convencida de su necesidad.
Con estos elementos, el fuerte apoyo económico que Joe Biden recibió de las empresas tecnológicas y figuras representativas de Silicon Valley durante la campaña hacía presagiar lo peor: «ya que mi industria va a ser regulada, que lo haga al menos un candidato al que he hecho donaciones importantes, que posiblemente me trate mejor». Si bien Joe Biden había indicado que no estaba de acuerdo con el nivel de cercanía y complicidad que la administración Obama había alcanzado con Silicon Valley, el hecho de que esas compañías estuviesen entre sus donantes más importantes parecía dificultar posibles iniciativas agresivas de regulación.
Por el momento, sin embargo, todas las señales parecen apuntar a lo contrario: recientemente, por ejemplo, el propio Joe Biden y varios congresistas demócratas apoyaron de manera inequívoca a los trabajadores de Amazon frente a los intentos de la compañía de reprimir su sindicalización, sin duda uno de los temas candentes en la industria. El caso Google, iniciado por el Departamento de Justicia el pasado octubre, continuará su instrucción. La sección 230, que exime de responsabilidad a las compañías tecnológicas por los contenidos que sus usuarios comparten en ellas, será muy posiblemente revisada tal y como Donald Trump pretendía, y con un nivel de consenso previsiblemente elevado entre demócratas y republicanos.
Pero además, Joe Biden está incorporando a su equipo a algunos de los más reconocidos críticos con respecto al dominio de las Big Tech: el pasado día 5 de marzo, se anunció la incorporación de Tim Wu, el creador del término «neutralidad de la red» y uno de los expertos académicos más importantes en regulación, y el pasado lunes 8, la de Lina Khan, una prestigiosa experta en legislación antimonopolio con una visión también fuertemente crítica de las compañías tecnológicas, que formará parte de la Federal Trade Commission.
Estamos hablando, sin duda, de un replanteamiento del buenismo y de la suavidad con las que administraciones anteriores trataron invariablemente a las compañías de Silicon Valley, y que les sirvió no solo para crecer de manera desmesurada y conquistar el mundo, sino también para poder plantearse, por ejemplo, adquirir o copiar todo aquello que mostraba una cierta tracción en su adopción. Ahora, se encuentran no solo con una administración aparentemente dispuesta a aplicar principios regulatorios mucho más estrictos, sino también a una oposición que seguramente se lo permita.
Vienen cambios.
This article was also published in English on Forbes, «Stand by for the Biden administration vs Big Tech«
Tal como lo comentas, parece que es mas la oposición. que el partido en el Gobierno quien quiere que se regule la cosa.
Las señales que das son poco indicativas, El permitir sindicarse a unos trabajadores, es un derecho conquistado hace ya muchoa años en Norteamerica y que la acción de la Justicia no se paralice por el cambio de gobierno, es algo que debe ocurrir en los paises que supone que respetan la separacion de poderes.
No son horas, Enrique
Ante todo,, un disclaimer: soy un Apple Fanboy.
Dicho esto, creo que de las 4 grandes Apple no debe estar incluida. No tiene un poder típico de monopolista y, de las 4, es la que más esfuerzos está haciendo por la privacidad y el NO mercadeo con tus datos, aunque,lógicamente, le quede camino por recorrer.
A mí también me gusta Apple. Pero eso no implica que no tenga problemas derivados de su posición: fundamentalmente, porque opera una plataforma (la App Store) en la que, además, pone sus propios productos, y de ahí, por ejemplo, todo el asunto Epic, que ya veremos cómo termina. Además, ha entrado en colusión con Google en algunos acuerdos. Al final, si tienes el tamaño que tiene Apple, es siempre posible que al moverte, rompas algo, y de ahí su inclusión. En cualquier caso, tienes razón en que es sin duda la que menos líos ha hecho, como demuestra el hecho de que, en las comparecencias ante el Congreso, fuese la que recibió menos preguntas.
Aun me cuesta creer lo de ver a un presidente estadounidense atreviendose a meterle mano a sus empresas mas poderosas. Veremos.
Y al hilo de otros comentarios a mí tampoco me parece justo meter a Apple, aunque tambien tenga sus cositas, con las otras tres.
Para mi, por el contrario, Apple es el peor de los 4 de largo.
Lo único que los diferencia es que no mercadea con los datos pues ya lo cobra antes. El resto son gratuitos.
Por lo demás:
– Impide la instalación de cualquier cosa sin su aprobación Estamos hablando ya de dispositivos de propósito general no son teléfonos de los 90.¿a alguien se le ocurre que pasaría si lo hiciera Microsoft en Windows?.
– Diseña los dispositivos para que sean muy dificiles de arreglar.
– Si lo logras arreglar se inventan que tiene que ser en su servicio técnico o lo bloquean
-Se saltan las leyes europeas de los conectores universales
etc, etc.
«Las verdades siempre son a medias, las mentiras siempre son completas»
Ignatius Farray
A mí la que más me sorprende es Amazon.
Evidentemente Amazon no tiene competencia que esté a su altura. Su dominio en el eCommerce es tremendo, y pasará más de una década o más para ver algo parecido haciéndole frente. Implantar todo lo que tiene Amazon cuesta decenas, si no, centenares de miles de millones de USD y milenios/hombre de trabajo. Hacer algo así solo será posible una o dos veces como máximo, por lo que no debería de haber más de 3 gigantescos grupos de eCommerce. Un slot de esos ya está reservado para Amazon.
Lo curioso es como se financia ese eCommerce-Retail. ¿Sabíais que esas ventas no dan margen? Lo comido por servido. Todo lo que ingresa Amazon por eCommerce se lo gasta en eCommerce. Salvo la sección «Digital» (eBooks, Audiobooks, streaming…etc) que si tiene margen.
El grueso del margen de Amazon viene de AWS, los web services que pagan las empresas, tanto grandes como pymes. Y es con esos beneficios con los que Amazon gana tiempo en desplegar su monopolio de eCommerce.
La pregunta es:
¿Hay que regular un servicio al consumidor (ecommerce a casa) que lo pagan las empresas(beneficios AWS)?
En mi opinión NO. Los monopolios se regulan cuando el producto/servicio cuesta más caro a los consumidores o clientes, no cuando otros clientes subvencionan esos productos/servicios a consumidores.
Y eso es lo que pasa en Amazon. Si no fuera por AWS pagaríamos mucho más en «gastos de envío» de nuestros pedidos Amazon, y seguro que el «Prime» anual barra libre, no lo ofertarían
En el caso de Amazon el problema es de competencia desleal.
Tú, dueño de la empresa Lux Components, vendes productos a través de Amazon, aceptando sus leoninas condiciones.
Uno de tus productos alcanza cierto nivel de éxito y tú, lógicamente, más feliz que una perdiz.
Entonces Amazon copia tu producto y lo llama Amazon Basics. En las búsquedas ahora aparece su producto arriba mientras el tuyo se pierde al final de una larga lista de productos más o menos relacionados.
Y ahora tu producto ya no se vende y el de Amazon Basics sí.
¿Entiendes ahora el problema de competencia que tienes con Amazon?
Bueno, pero eso no es abuso de posición dominate. Es simplemente competencia. Si tu en Lux Components te estás llevando un margen excesivo, es normal que Amazon o cualquier otro cree un Basics con menos margen que te desplace.
En el estado español ha habido un caso así clarísimo con los perfumes. Una empresa de Zaragoza hace perfumes de alta calidad imitando, que los aromas no están copyrighted, de carísmos perfumes que gastan millones en publicidad con estrellas de cine.
Yo uso esos perfumes y estoy encantado que las grandes marcas no se lleven de margen el extra para que se lo gasten en 4 estrellas de cine
Parece un panorama inevitable, seguramente las regulaciones serán más flexibles de lo que podemos imaginar.
-Gustavo Woltmann.