Apple anuncia a los desarrolladores de aplicaciones que a partir del 8 de diciembre, sus apps tendrán que incorporar una etiqueta similar a la de los nutrition facts de los productos de alimentación, en la que se consignen de manera muy detallada todas las implicaciones para la privacidad del usuario que implica el uso de la aplicación: el tipo de datos recolectados, el uso que se hace de ellos, si permanecen vinculados al perfil del usuario, etc. y la obligación de actualizar esa etiqueta si las condiciones cambian.
La lucha de Apple por proteger la privacidad de sus usuarios choca con un problema que está en la propia cultura de los usuarios: si un proceso se convierte en excesivamente complejo, los usuarios, por lo general, lo pasan por alto y simplemente proceden sin leerlo. Anteriormente, Apple insistió a los desarrolladores, por ejemplo, para que cumplimentasen la información de detalle sobre lo que aporta la actualización de cada app en lugar de poner simplemente «corrección de errores y mejoras de rendimiento», algo que algunos desarrolladores siguen sin cumplir, y que parece tener muy escasa influencia sobre la decisión de los usuarios de actualizar la aplicación, que en muchos casos se convierte en un proceso automatizado y sin supervisión alguna.
Lo mismo ocurre, por ejemplo, con la GDPR europea: un año y medio después de su entrada en vigor, son muchas las páginas de compañías que siguen, de una manera u otra, al margen de la ley, presentando a los usuarios cookie walls que pretenden obligarles a leer acuerdos larguísimos, listas enormes de compañías que pretenden utilizar su información, y acuerdos con cláusulas que hay que objetar una por una, en un proceso completamente frustrante para los usuarios, las compañías y los reguladores. Al final, los usuarios terminan dividiéndose entre los que simplemente dicen «sí a todo» y aceptan lo que sea, y los que se instalan software especializado para que, al margen de lo que digan esas condiciones, puedan seguir gestionando las cookies y la privacidad como ellos decidan.
El balance de la privacidad es claro: no solo debe ofrecer libertad al usuario para decidir la información que quiere entregar a un prestador de servicios, sino que, además, debe hacerlo de manera clara, inequívoca, y sobre todo, concisa. De lo contrario, se está cometiendo un abuso, porque se explota el deseo de comodidad y el interés del usuario por acceder al servicio o contenido sin tener que detenerse en cada ocasión y estudiarse un largo acuerdo de términos de servicio. A lo largo del tiempo, las compañías han aprendido a sortear la ley y a convertirla en papel mojado: simplemente, incorporan las peticiones que están obligados a incorporar, pero las envuelven en complicadas cláusulas escritas en “legalés” y las convierten en un engorro tan grande, que nadie en su sano juicio se plantearía detenerse a leer.
La idea de Apple, desarrollar un etiquetado detallado sobre la privacidad de cada app, no tiene un mal fundamento: cuando se lanzaron, la mayoría de los usuarios las encontraban complicadas y difíciles de interpretar, pero a lo largo del tiempo, se han convertido en algo que muchos ya entienden, o cuando menos, que les ofrecen pistas que pueden guiar, aunque no siempre de manera acertada, una decisión de compra. Crear la herramienta, y proceder después a educar al usuario en cómo interpretarla y utilizarla.
Veremos en qué queda este nuevo esfuerzo.
This article was also published in English on Forbes, «Has Apple found a viable, meaningful way to protect our privacy when using apps?«
Lo veo complicado, más que nada porque muchos desarrolladores ponen anuncios en base a Google y similares, no tienen red propia de anunciantes. Al final es casi mejor que te digan cual es su proveedor.
Para mí el control sería que todas las apps me permitan ir anonimozado por la vida, con anuncios no intrusivos. He perdido cuenta de la cantidad de apps que prefiero poner el móvil en modo avión para que funcionen sin videos metidos entre cada paso de página o de nivel
Me da a mi que aunque tomen medidas seguiría sucediendo lo mismo.
Lo mas sensato seria legislar duramente las condiciones que tengan que cumplir las compañias para hacerse con tus datos, ponerles la pelota en su tejado.
La UE va a ponerse las pilas en ese sentido, harta de ir persiguiendo judicialmente a estas empresas con resultados desiguales ,aunque va mas dirigido a evitar los incumplimientos fiscales ,bien se puede ampliar a la protección de la privacidad.
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/09/20/companias/1600596970_130162.html
En un lineal de supermercado, acaba por ser inoperante la cantidad de etiquetas aclarativas que hay en los productos.
Se necesita tiempo y educación para pararse a pensar en lo que se compra. Y eso vale incluso para la «falta de etiquetado». Así que volvemos al rollo de siempre, sobre la cultura necesaria, para tener los filtros precisos, que nos dejen fuera la información anodina (o engañosa) y nos quedemos con la importante. Pero ahí no acaba el proceso, ya que luego se tiene que ser capaz de interpretar los datos ( a veces tan camaleónicos, que ni un técnico en la materia puede estar seguro al 90%).
Y el uso digital busca ser más rápido que el uso de un lineal. Volvemos a pensar que tener la etiqueta de latino, por ejemplo, es un seguro de pensar de una determinada forma? La educación real no da etiquetas (títulos), la educación real da la información suficiente, para no ser tragado por el lado oscuro de esta sociedad adulta dominante.
Sigo diciendo que, en pleno siglo XXI, la llamada privacidad está ya muy sobrevalorada.
Qué es mas molesto ¿La pérdida de privacidad, o que no cesen de avisarte que utilizan cookies ?
¿ Seria posible que si digo SI a que utilicen cookies en un periódico digital, guardaran esa información en la cookie y no me lo volvieran a preguntar en cada página?
¿Alguien conoce como se llama la autoridad europea que hizo el reglamento de la GDPR, para poder tranquilamente ciscarme en su padre?
Lo mas facil, seria legislar de forma que NADIE pudiera obtener esa informacion, es decir, la eliminacion total de las cookies. Se ha hablado desde hace ya mucho tiempo de ello.
Las que nos sirven, realmente, que serian las de inicios de sesion y similares, dejar su gestion en manos de los navegadores, que hoy dia, se sincronizan en diversos equipos.
Y a tomar aire todo lo demas.
He llegado a webs, donde a la pregunta de si quieres cookies, me han salido hasta 4 paginas de afiliados y las he tenido que rechazar todas una a una.
Ahora ya no lo hago. Si la informacion que busco me cuesta ese precio, me voy a otro lado…
Estoy contigo , las cookies son un a tontería increíble,
Existe lo que se llama, la «huella digital», una serie de datos que transmite el log, la IP. el procesador, el SO, el tamaño de la pantalla, el proveedor,…. que con un alta fiabilidad, utilizando estadísticas bayesianas. te permiten comprobar si quien te visita, ya lo ha hecho antes o no.
Si esa información la archivas, no necesitas cookie para saber que alguien repite visita.
Es como el Adblok, ¿Por qué se empeñan los periódicos digitales en poner anuncios que frena el AdBlok, si hay miles de formatos de anuncios que no los frenan?.
Yo creo que es cabezonería por parte de los propietarios de los periódicos el hacer cosas que odia sus lectores «PORQUE YO LO DIGO» simplemente,
El ideal sería que se prohibieran Apps que pretendan tener acceso autorizado o no a cualquier cosa que no fuera necesaria para el uso de la App.
Alternativamente debería existir una etiqueta que indicara que son Apps limpias, antes de instalarlas. El usuario puede elegir instalar solo aquellas que cuenten con esa etiqueta.
Falta explicar cual es la contrapartida,
Hoy viven de los datos que te «roban» , ¿Cómo deberían cobrar por el servicio?
a) Cobrarte al bajar la App una cantidad de dinero, equivalente a lo que ellos obtienen de tus datos
b) Subir la cuota de abonado a todos, dejar que no bajemos cualquier cosa gratis y repartir la diferencia entre las App que se solicitan, de una forma proporcional al uso que tengan.
c) Que el usuario `pueda elegir entre dejar que les vendan sus datos, o pagar una cantidad y no tomar su datos,
d) Otra que no se me haya ocurrido.
Que usen mis datos personales para venderlos está ya mas que aceptado, no hay discusión en eso.
Que pidan acceso a mis fotografías, contactos y mensajes es lo que considero inadmisible.
Si utilizas apps de f-droid, tienes detalles de lo que hacen, y un pequeño resumen, del tipo ‘Esta aplicación rastrea tu actividad’. Resulta muy útil.
Es bueno culturizar a los usuarios sobre las políticas de privacidad, para que conozcan sobre sus implicaciones y riesgos.
-Gustavo Woltmann