Shane Wighton, el ingeniero con vocación de maker que se hizo viral con su canasta robótica en la que es difícil fallar un tiro, ha construido ahora un robot para que le corte el pelo, con resultados todavía bastante irregulares. No es el primer intento de hacer algo así, pero me llamó la atención porque se suele utilizar el ejemplo del corte de pelo precisamente como actividad de muy compleja automatización. Mi peluquero siempre me comenta que una peluquería es un negocio muy interesante debido fundamentalmente a que el pelo nunca deja de crecer, pero sobre todo, a los reducidos costes de los suministros, al relativamente bajo precio de la mano de obra, y a la dificultad de su automatización. Adiestrar a un peluquero, aunque obviamente requiera su tiempo y dedicación, no es algo especialmente complejo: no hay un problema de escasez de peluqueros, aunque como ocurre en muchas otras profesiones, es posible que sí pueda haberlo de buenos peluqueros.
En cualquier caso, el bueno de Shane no pretendía dejar sin trabajo a los peluqueros del mundo, sino algo mucho más coyuntural: cortarse el pelo sin tener que acercarse a un peluquero, profesión convertida de repente en una actividad arriesgada por la necesidad de la proximidad a sus clientes y la dificultad, en muchos casos, de mantener las medidas de seguridad – sobre todo cuando hablamos de tareas como arreglar una barba.
En su caso, además, quería un corte clásico a tijera, no uno a base de maquinilla como en el resto de ejemplos que he encontrado, y consecuentemente, diseñó todo un sistema de aspiración que por un lado evitaban la caída al suelo de la mayoría de los restos del corte y, por otro, le permitía sujetar el pelo para accionar las tijeras mechón a mechón (de nuevo, con resultados no especialmente alentadores por el momento).
Su intento permite hacer una reflexión más sobre el futuro del trabajo ante la automatización avanzada: la máquina de Shane recurre a la visión computerizada y a varios sensores para saber dónde y cómo cortar, ofrece un menú en el que elegir el estilo del corte, y con los ajustes adecuados y lógicamente más iteraciones, no es difícil imaginarla como alternativa futura para una profesión que tradicionalmente se ha considerado alejada de las posibilidades de la automatización. Por otro lado, la perspectiva de que un robot mueva un objeto cortante en la proximidad de tu cara y tu cabeza no resulta precisamente tranquilizadora, al menos hasta que lo hayas probado ya unas cuantas veces.
¿Qué aspecto pesará más en el futuro? ¿El interés por eliminar el coste del peluquero? ¿La de minimizar la posibilidad de la transmisión de una enfermedad respiratoria? ¿La posible versatilidad, el ajuste más exacto o los cortes más precisos que la máquina pueda proporcionar? ¿O simplemente será una actividad que, como opina mi peluquero de toda la vida, resista a la automatización? ¿Te ves dejándote cortar el pelo por un robot?
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A mi edad no me fiaría de un algoritmo ni de coña. Tan poco, eso sí, como de la mayoría de peluqueros humanos.
Los que no seguimos modas ni recortes, podemos pasar con un clásico corte casero (más si hay poco pelo) y ya está.
Aporto mi opinión sobre todo, porque en cuestiones tecnológicas (y todo tiene una dosis de tecnología), hay mucha tendencia a despreciar los «off-standard».
Lo que, indudablemente, no le quita ni un ápice de importancia a la reflexión dansiana.
(impresionante el proyecto de la canasta robótica)
Opino como tu peluquero, no hay forma de que a corto-medio plazo los peluqueros puedan ser sustituidos. En general todas las profesiones que tienen que ver con el trato humano cercano (cuidados estéticos, atención médica, cuidado de personas mayores/niños/enfermos, educación…) tienen futuro.
Hay que felicitar al autor del invento éste por su trabajo pero sinceramente con sus conocimientos creo que hay mil proyectos más interesantes y prácticos a los que se podía haber dedicado en lugar de una máquina de cortar el pelo que de antemano sabemos que no va a ser útil (aunque siempre valga para aprender algo).
A mí lo que me sorprende, Enrique, es que te parezca todavía lejano el robot peluquero, pero que consideres que los taxis robóticos o, en general, los automóviles completamente autónomos inundarán nuestras calles, carreteras y autopistas en un par de años aunque sus desafíos técnicos sean igualmente enormes.
Noticias como la aparecida en Forbes a inicios de junio titulada Tesla In Taiwan Crashes Directly Into Overturned Truck me hacen pensar que la autonomía total de los vehículos está todavía bastante lejana, pues se esperaría que aun el sistema de piloto automático más básico que pueda llevar un Tesla sea capaz de detectar un camión volcado que está justo directamente delante de él.
Si tu lógica de pensamiento fuera la correcta, después de la explosión del Challenger (o cualquiera de las previas o actuales) deberíamos haber pensado que “la exploración espacial humana está todavía bastante lejana, pues se esperaría que desde el 12/04/61 que se lanzó el primer cohete espacial, pues se esperaría que dejen de explotar”.
Y fíjate tú que hasta hoy sigue pasando que explotan los cohetes antes, durante y después (sin pérdidas humanas por suerte). Lo que definitivamente no ocurre es que exploten dos veces por el mismo motivo.
Y lo mismo para la industria de la aeronavegación civil. Y otras (…loados sean los ingenieros…)
El proceso es muy simple:
Accidente > Aprendizaje > Corrección > Repetir
Lo que sucede, Javier, es que mi comentario hay que verlo en relación con otros que he escrito anteriormente. Solo dale un vistazo, por ejemplo, a lo que escribe Enrique el 27 de diciembre de 2014 y el 10 de agosto de 2015 y mira lo que yo comento en esas mismas fechas. En realidad, según Enrique, los vehículos autónomos ya iban a estar entre nosotros en este año 2020, comercializados por las principales marcas de autos, mientras que en mi opinión todavía faltan varios años para que esto ocurra.
Estoy en general bastante de acuerdo con lo que dices sobre el proceso accidente>aprendizaje>corrección>repetir, pero no hay que olvidar que mientras más complejos se vuelven los sistemas es más difícil descubrir dónde están los fallos. Por ejemplo, desde 2013 las baterías principales del Boeing 787 se han incendiado en un par de ocasiones y hasta ahora no se sabe la razón. La solución de Boeing fue ponerlas dentro de un contenedor ignífugo, pero el problema, sin embargo, no está ni diagnosticado ni solucionado desde hace siete años. Igualmente, se podría hablar largamente sobre el 737 MAX y sus fallos.
En cuanto a lo que dices sobre la exploración espacial, diría que no es el mejor ejemplo pues se trata de todo un mundo de avances y retrocesos donde no se ha aprovechado de manera adecuada lo aprendido en el pasado. Te invito más bien a que te des una vuelta por Eureka: El blog de Daniel Marín que va a ampliar tu perspectiva sobre los temas del espacio, en particular sobre aquellos que se refieren a la astronáutica. Se trata casi con total seguridad del mejor blog en español sobre dicha área.
Buen día Mauricio, leí lo que me propones y tienes razón. Pero en mi caso, no le paso factura a Enrique por lo que no se cumplió, porque a diferencia de (por ejemplo) Elon Musk, él no tiene a un montón de stakeholders a los que rendir cuentas. El nos señala y nos enseña el que, desde su punto de vista, será el futuro. Un futuro que por ni hace falta aclararlo, él no controla. Si tarda un año más o un año menos, se lo perdono por todo lo que a mi me ofrece.
Por otra parte, me alegra que menciones a Naukas, ya que desde el minuto cero es uno de mis blogs científicos de referencia.
Humildemente y más allá de todo lo que puedan pensar sobre ustedes como país o sociedad, creo que deberían tener en cuenta la genial producción que tienen en cuanto a difusión de la cultura, la ciencia y el conocimiento en internet.
Eso no ocurre en todos los países. Y más allá de buscar entrar en debates de por qué ocurre o no, creo que deberían de valorarlo. Saludos Mauricio.
Curioso me parece que Enrique en sus preguntas finales haya disparado solo en una dirección.
Pero como siempre, vaya. No me sorprende aunque me parezca curioso.
Ir a la peluquería puede resultar una actividad tan social como lo es las terrazas de los bares. Señoras que pasan todas las semanas, bodas, bautizos, nochebuenas y nocheviejas…, y muchas más.
Porque… llámame loco, pero de forma generalizada la estancia en la peluquería tiende a ser un rato en el que conversar suele ser un hábito recurrente. Si encima, recurrimos a dicho establecimiento todas las semanas o cada X momentos importantes, pero de forma habitual, seguramente los trabajadores nos conozcan y hasta temas personales, salgan para ser tratados (en la profundidad que cada uno desee, vamos al peluquero, no al psicologo, aunque los fanboys de la tecnología esperen el día).
Me refiero… ¿realmente va a ser un valor añadido que te corte de manera tan perfecta una máquina en el más estricto silencio?
Imagínate, llegamos, seleccionamos corte similar al de X Actriz o actor y la máquina hará lo que pueda dado el cabello del cliente.
Paga y se va. Y ya.
Que algunos vean esto como algo beneficioso seguro. Que se pierde un valor añadido que Enrique ha olvidado de incluir en sus preguntas finales es obvio ¿verdad? Si además a esto le añadimos una pirámide generacional en la que en occidente (no les veo a los pobres africanos preocupándose de esto precisamente) cada vez hay más ancianos y ancianas, que bien les gusta el palique peluqueril…. .
Lo dicho, un acto social en toda regla.
Esto que comentas es el defecto que veo en la robotización, que el robot puede llagar a hacer. incluso mejor que el hombre, una caso, pero el hombre hace muchas cosas mas que su trabajo principal,
Por ejemplo, un peluqueo te pone y quita y sacude, una «babero»· para que no te llenes de pelo, como dices te da conversáción, te cobra, afila la navaja,, te da loción, barre el local ….
Este robot no hace mas que una cosa, (y de momento mal), cortarte el pelo.
Igual pasa con el coche autónomo, ¿Quien abre y cierra la puerta del garaje? ¿Quien lo enchufara si es electrico?,
Hay muchas cosas de estas, que en efecto se pueden automatizar, pero entonces a una persona, no le sustituye una máquina, sino un centenar de complejos aparatos automatizados conectados entre si, y basta que no puedas automatizar una, para que siga siendo necesaria la persona. Yo creo que va a valer mas el collar que el galgo.
En estos tiempos de ransomware a tutiplén -Enrique lo complementaría con varias cosas y enlaces a noticias-, no es tontería pensar en que alguien hackee de alguna manera el robot con fines mortales… O simplemente para dejarte en ridículo con un corte de pelo…
El robot tendría que estar unido a Internet para ello y lo veo poco probable,
Puesto a hackear con mala leche, yo hackearía los alexas, para que te cambien de emisora cuando tu equipo están a punto de meter el gol.
Es la evolución del ser humano.
Cambiar disimuladamente el canal en la tv del bar lleno de gente viendo el partido, con aquellos famosos relojes.
Buen troleo Gorki, jajajaja
Hace años que no voy al peluquero. Me subieron el corte de pelo tanto, que me pareció un timo, Compré una maquinilla eléctrica y yo se lo cortaba a mis hijos y mi mujer a mi,
Lo peor para el gremio, es que mis hijos aprendieron y cortaban el pelo a los amigos de la clase. A uno que además era hijo de unos amigos nuestros, le escribieron, (a su petición), LIVE en el cogote.
Nunca los peluqueros pudieron llegar a pensar lo que les costaría esa subida de precio. Puede que lleve 25 años sin volver a una p3eluquería y creo que al menos dos de mis hijos se ssiguen sin volver por una peluquería y ya pasan de los 40 años.
Buenos días Gorki,
Pues me ha pasado algo parecido a lo tuyo, el confinamiento me cogió con el pelo muy largo, así que compré una maquinilla eléctrica por Amazon y la verdad que no tengo intención de volver por una peluquería.
El tema que comenta Enrique, siempre que sea algo bien testado me dejaría cortar el pelo por un robot sin problemas, siempre que fuese sustancialmente más barato que un peluquero y diese mucho mejor resultado que la maquinilla que uso ahora.
Un saludo.
Bueno a mi me sale bastante caro, porque el robot que mantiene la maquinilla es mi mujer, pero hay que reconocer que es un robot con muchas prestaciones adicionales muy interesantes, Incluso da conversación.mientras corta el pelo.
¿Hemos aprendido algo con COVID19? Parece que no, nos sigue llamando la atención «youtubers frikis» que cuelgan inventos irrealizables. Han visto, Cuando un par de chavales hacen un agujero en su casa y le llaman bunker antinuclear, pues lo del peluquero aficionado es lo mismo, no sirve para nada. Aprovechando que tiene acceso a esas manoz robotizadas hace una chorrada y lo cuelga en youtube para que le riamos las gracias. Puro entretenimiento, ni tecnología, ni nada de nada que destacar. Cualquier fricada que se hace no es ni investigación, ni desarrollo, y mucho menos innovación.
¿ponemos a barrer a un robot antropomorfo o hacemos un aparato para que vaya recorriendo nuestra casa dando vueltas y aspirando?
Se nota que es verano y que cuesta que el oxígeno llegar al cerebro, y no solo en la Casa Blanca…
No sé lo representativa que será la personalidad de Xaquín en la sociedad española, pero por poco que sea, teniendo en cuenta que ha despedido varios médicos de cabecera y algún que otro peluquero, lo van a tener difícil los robots.
Tengo familiares trabajando en peluquería y estetica.
Olvidaros de robots en estos asuntos, hay un gran porcentaje de usuarios que va a cortarse el pelo o darse un masaje para dar la chapa con sus asuntos, o para que se la den a ellos con los asuntos del peluquero o masajista, o las dos cosas…el servicio solo sirve de excusa, y dudo que se conformen con un robot que tambien les hable.
Diría mas….en el proceso de automatizacion de trabajos en el que el contacto humano sea un componente importante, nunca va a haber una sustitución total. Es más, se producirá una contrareacción y se valorará mucho más el contacto humano por su escasez ….
¡Vas a comparar un robot barman con el mesonero que te cuenta sus chascarrillos con un palillo en la boca¡
Pues yo creo que no.
Habrá un pequeño reducto que tendrá que ir a escondidas a garitos ilegales en los que todavía se sirve cerveza de verdad.
Igual que habrá concentraciones por carreteras de Teruel en las que se practicará la conducción «a la antigua» con, no sin alguna persecución con la autoridad porque será un práctica prohibidísima.
Y así con todo, un futuro controlado por las autoridades que controlan la «IA». ¡Qué gusto haber vivido en la era analógica!
Pues este es un tema que yo si esperaba encontrar en este blog. Efectivamente parece ciencia ficción, pero, ya saben lo que ha pasado con esas novelas que nos contaban inventos fantásticos: volar, navegar sumergido, etc. y, ya un poco en broma: El pelo es parecido al césped, y hace muchos años que existen «robots» cortadores del mismo. Saludos.
Arbeit macht frei.
El trabajo te hará libre.
Un robot no debería de ser un sustituo del ser humano. Deberían concebirse para realizar ciertas acciones para ayudar al humano y no a su sustitución.
El día que se plantee la ingeniería robótica como el sustituto de la persona estaremos en escenarios como Terminator y será el fin de la humanidad.
Robots sí, pero con limitaciones.