Jordi Benítez, director de Capital, me pidió una columna para el número especial que celebra los veinte años de la revista, con la que he colaborado en algunas ocasiones.
Mi columna se titula «Veinte intensos años» (pdf), y trata de rememorar mis experiencias de esos veinte años, que para mí comenzaron con mi vuelta de Los Angeles tras los cuatro años que pasé allí cursando mi doctorado, el comienzo de mi relación habitual con los medios de comunicación, y cómo experimenté esos años: la crisis de las puntocom y los agoreros que afirmaban entonces que todo se había acabado, el crecimiento de las tecnológicas hasta convertirse en las más valiosas del mundo, las consecuencias de la ausencia de regulación y de la irresponsabilidad de algunos…
Veinte intensos años en los que hemos visto muchísimos más cambios que en todo el resto de nuestras vidas, en los que la tecnología nos ha transformado, y que en gran medida, además, he ido tratando de reflejar en esta página.
Sentir
Que es un soplo la vida
Que veinte años no es nada
Cuanto dura la agonía de los kioskeros….
Cuando se tiene 77 años, no parece excesivo, pero para una revista en papel, debe hacerse larguísimos.
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