Mi columna en Invertia de esta semana se titula «No seas empresaurio» (pdf), y habla de la apertura al cambio, de la voluntad de innovar o de la percepción de la necesidad de adaptarse cuando el contexto a nuestro alrededor cambia.
Todo empresario que se quede sentado esperando simplemente a que los efectos de la pandemia pasen para volver a la normalidad que conocía antes de que esta comenzase se equivoca gravemente. La pandemia es el auténtico meteorito de nuestro tiempo, y provocará muchos cambios de cara a futuro. Quien no sepa utilizar el período de cambios intensos como una oportunidad para el aprendizaje personal y corporativo tendrá un problema, porque tras ese período de cambio intensos provocados por la percepción de emergencia, vendrá otro mucho más largo en el que la emergencia va desapareciendo de la ecuación, y es sustituida por cambios en los patrones de actuación, por hábitos que hemos consolidado durante esa etapa anterior.
La pandemia ha generado disrupciones muy graves que han afectado negativamente a casi todas las compañías. Quienes no sean capaces de entender que esas disrupciones demandan nuevas formas de gestión, menos micromanagement, más libertad y, sobre todo, más confianza, tendrán serios problemas de adaptación, y seguirán el triste destino de los dinosaurios. Si los cambios de la pandemia nos parecieron duros, los de la post-pandemia no van a serlo menos: algunos están proponiendo incluso que vayamos a trabajar cuatro días para después estar en nuestra casa diez, con el fin de adaptarnos al ciclo del virus y reducir los contagios. No sé si llegaremos a implantar ese tipo de medidas, pero sí tengo claro que las empresas que carezcan de la flexibilidad para planteárselas, sean esa u otras de otro tipo, estarán demostrando carecer de la mentalidad abierta que se precisa para sobrevivir en tiempos de cambio.
En estos tiempos es cuando se diferencia a los que saben adaptarse al cambio de los que son incapaces de hacerlo. Si eres empresaurio, ya puedes tener cuidado.
The column is available in English in my Medium page, «Don’t be a business dinosaur«
Como siempre pasa, matizo que el momento de «adaptarse» no tiene «un tiempo determinado» (ni de crises ni de vacas gordas). El proceso de adaptación a un ecosistema es imprescindible y es permanente, y si no que le pregunten (si los encuentran un día de estos) a los coetáneos con el invento de la rueda, por ejemplo.
Y llámame tiquismiquis, pero todo lo que estamos viviendo con la emergencia climática es algo mucho más desastroso que varias pandemia habidas, incluida la temida y famosa peste negra. Algo que bien haces recordar en el blog, de cuando en vez.
Hacer la vista gorda a la necesaria actualización de la ciencia terrestre en general (actualización y «hacerle casiño»), hace que sea pecata minuta la cerrazón en investigar, por ejemplo, la evolución vírica debida a la situación de emergencia ambiental.
Tiempos de cambio. Algunos decían que la parte física de internet no aguantaría el nuevo número de teletrabajadores que traía la pandemia. La realidad es tozuda y la red ha aguantado. Se están utilizado herramientas online, que ya estaban ahí, pero infrautilizadas. Los responsables de la económica en la compañía han «descubierto» que el teletrabajo ahorra costes. Ahora, mi sensación es que se volverá a lo mismo, a calentar el asiento. El empresaurio será empresaurio hasta su extinción. Afortunadamente esta pandemia acelerará el proceso.
Es que la «normalidad» es un cambio constante,
Quizá uno ha sido informático y ha vivido la vorágine de cambio continuo del sector, y tenga muy presente que el cambio es la norma.
Quien en esta profesión se quedo anclado a un equipo, por ejemplos un AS400, o un lenguaje, como el COBOL, o a una técnica, por ejemplo cliente/servidor y no sabe, o no puede saltar continuamente de una ola a la siguiente, desaparece entre la espuma que su ola hace cuando rompe al llegar a la playa.
El empresario, que no ha digitalizado su oficina, que no supo valorar la llegada de Amazon, que no supo externalizar sus procesos, aprovecharse de los nuevos medios de pago, ver que las tiendas de sus clientes cerraban y se transformaban en bares, que los jóvenes adquieren otros hábitos de compra y dejan los hipermercados, por las tiendas de cercanía, los productos «elaboorados» por los «naturales» y abarrotan tiendas como Primark, pero no compran en la Camerana, nilos hábitos de Peletier, pues tampoco entenderán que el COVID ha cambiado otras muchas cosas,
Pero que eso, no es revolucionario, sino simplemente lo normal. lo que en el siglo XIX llamaban, (en su lenguaje), el PROGRESO y ahora (eeeDans y muchos otros), llamamos INNOVACION
He leído el PDF, algo que hasta el momento no había hecho.
Seguir predicando que la prioridad en este momento es corregir el cambio climático, exige mas fe y persistencia, que las que tenían los ´Mormones, cuando iban en parejas vendiendo su fe en el «numerus clasus» de su paraíso
Edans no me seas dinosaurio y te «quede sentado esperando simplemente a que los efectos de la pandemia pasen para volver a la normalidad que conocía antes»
Convencete que «todo va a cambiar» y que hay muchas mas cosas, que pueden precipitar en este momento, el fin de la humanidad que le cambio climático. Como por ejemplo que la intranquilidad y el descontento genere una III Guerra Mundial, (¿No crees posible un enfrentamiento USA/China?)
Gorki, a propósito de mormones (aunque los que hablaban de los ungidos eran en realidad los testigos de Jehová), dale un vistazo a la portada de la revista argentina Orsai, pues parece que en estos tiempos hay quienes extrañan a los que predican de puerta en puerta :)
Cierto los Testigos de Jeova. Los mormones dicen cosas mas raras como que se puede ser feliz con cuatro esposas en casa..
Ya es difícil ser feliz con una. como para meter cuatro, Mucho mejor nuestra solución, de tener solo una mujer en cada casa y tener tantas casas como lo permita tu fortuna,
Casciari es un fuera de serie, así que no dudo en darme una vuelta por ahí
Predica su revista, Hacer como intenta Casciari una revista en papel es de kamikaces y una triste pérdida para la literatura,, porque lo que domina de maravilla es la literatura digital,
Lo que disfrute, con su blog de un Mujer Gorda. ;¡¡¡Madre mía!!!,
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Gorki, la revista Orsai es realmente buena. Yo compré cuatro ejemplares de la antigua serie y me gustaron mucho. Ahora, no puedo lamentablemente permitirme dicho gasto. Pero deberías comprar al menos un ejemplar. Vale la pena.
… y, hay empresarios, con minúsculas, que son de mucho antes de la Edad de Piedra…
Esos son los modernos, los que llevan la contabilidad con cálculos (piedrecitas)
Los dinosaurios son todavía mas antiguos, desean llevar la contabilidad en tablillas de cerámica,.pues la consideran mas segura que el blockchain, nadie puede modificar un apunte,