Cada vez más colegios y universidades están anunciando ya la cancelación de la enseñanza presencial para lo que queda de curso, y su continuación mediante enseñanza online. La circunstancia no tendría, en el panorama actual de la tecnología, que ser especialmente problemática, si no fuera porque, en la práctica, sí que lo es, e implica que, en muchos casos, casi demos el año académico 2020 por perdido.
En realidad, no tendría que ser así. Aprender en una clase online no es imposible, pero sí complicado si no planteamos una serie de cambios de perspectiva fundamentales. ¿Por qué es un problema plantear que la enseñanza continúe a través de la red? Las razones son múltiples, y no resulta nada sencillo plantear soluciones inmediatas – lo que no quiere decir que no resulte muy importante intentar hacerlo. Las razones fundamentales son las siguientes:
- Alfabetización digital de los profesores: por mucho que la tecnología haya disminuido enormemente las barreras de entrada a la tecnología, la gran verdad es que utilizar una aplicación para impartir una clase online no requiere simplemente saber utilizarla, sino tener un dominio de la misma bastante exhaustivo. Desgraciadamente, muchos profesores son, en este sentido, auténticos fósiles antediluvianos. Pero incluso si tienen voluntad de aprender, cualquier problema que, en circunstancias normales, resolveríamos tras unos minutos de atención detallada o una consulta, se convierte, en el medio de una clase con veinte o treinta alumnos al otro lado, en un problema aparentemente insoluble, y que puede provocar el fracaso de toda la sesión. ¿Es posible formar a tus profesores? La buena noticia es que sí lo es, que se puede hacer relativamente rápido, y además, que puede hacerse sobre la misma herramienta que pretendes que utilicen con sus alumnos.
- Compromiso de los profesores: no es únicamente una cuestión de conocimientos, sino también de dedicación. Una clase online requiere mucho más trabajo, más atención y más dedicación que una presencial. Si incluye herramientas como foros asíncronos o grupos de mensajería instantánea, muy recomendables, también requiere bastante más tiempo, tanto de preparación como de impartición. O has obtenido un buen nivel de compromiso de tus profesores y se lo retribuyes adecuadamente, o la transición será complicada: no todo puede basarse en la buena voluntad.
- Alfabetización digital de los alumnos: ¿nativos digitales? No, los nativos digitales no existen. Esos mismos alumnos que dominan completamente Instagram y TikTok son, en muchas ocasiones, incapaces de llevar a cabo tareas tan sencillas como adjuntar un archivo a un correo electrónico, localizar una opción en un campus virtual o guardar un archivo con otro nombre.
- El digital divide: por mucho que pensemos que hoy todo el mundo tiene un ordenador y un smartphone, según de qué niveles y de qué sitios hablemos, no debemos olvidar que hay hogares en los que no hay ordenador, en los que el ordenador es antediluviano, en el que no hay ni un mísero ADSL y se funciona con la conectividad de los móviles, o en donde los planes de datos se agotan el día diez de cada mes. Mantener sensibilidad con este tema es fundamental si no queremos generar exclusiones.
- Herramientas de software: para una clase online ideal, deberías tener acceso a herramientas que te permitan no solo generar un vídeo y compartir tu pantalla. Idealmente, deberías ver también las caras de tus alumnos, deberían poder «levantar la mano» virtualmente para participar, y deberían poder compartir también su pantalla o incluso, para algunas materias, darte temporalmente el control de su ordenador. Además, deberías complementarlas con herramientas de foros que posibiliten organizar en hilos una serie de preguntas, y que los alumnos puedan entrar a comentarlas, discutirlas o aportar información complementaria. Según cual sea tu materia, tienes que empezar planteándote cuál sería la metodología ideal para impartirla online, y después, buscar herramientas que te permitan acercarte lo más posible a ella. Nunca te plantees la educación online como un simple sustituto de la presencial en momento de crisis, sino como algo que puede incluso mejorar la experiencia y el aprendizaje.
- Hardware: un profesor que imparta clase online debería idealmente tener no solo un buen ordenador con una tarjeta gráfica potente que le permita mostrar múltiples ventanas de vídeo simultáneas, sino además, una conexión con buen ancho de banda y un monitor externo (o una televisión) en la que situar determinadas ventanas de la clase que está impartiendo. Si intentas situar en una sola pantalla una presentación, junto con las slides que vienen después, con las ventanas de tus alumnos, con otra de chat o de foro y con un guión de texto para organizarte, entenderás lo que quiero decir. Un monitor adicional grande es fundamental.
- Metodología de impartición: esta parte es importantísima. En muchas ocasiones, una clase presencial sigue siendo un profesor que llega a un aula y suelta un rollo para que sus alumnos tomen apuntes. Si la metodología es esa – que no debería serlo – es fundamental que no trates de replicarla en la red, porque no solo no funcionará, sino que pondrá claramente de manifiesto lo absurda que era. Una clase online no puede consistir en una persona soltando un rollo, porque los alumnos desconectarán en pocos minutos: si vas a hacer eso, pásales el documento, que lo lean ellos primero, y dedica el tiempo de clase a resolver las dudas que les hayan surgido, a profundizar a partir de lo que contaba el texto o a que presenten ellos lo que han aprendido. Pero sobre todo, plantéate otras metodologías más interactivas. Incluso aunque tu metodología en clases presenciales no sea especialmente interactiva, plantéate que en online, si quieres que tus alumnos aprendan, deberás esforzarte porque lo sea más, no menos.
- Experiencia del alumno: en los tiempos que vivimos, el alumno debería aprovechar este tipo de situaciones para desarrollar sus habilidades no solo en los temas que impartes, sino en el manejo de la interacción online (del mismo modo que una clase presencial debería servirle para desarrollar otras habilidades, como las de presentación, las de interacción, etc.) Como profesor, no tienes que ser más experto en el uso de las herramientas que tus alumnos, pero sí tienes que ser capaz de brindarles una experiencia de uso razonable y, sobre todo, conforme a sus expectativas. Eso no implica que no puedas buscar su colaboración o hacer experimentos – pero no todo puede ser un experimento constante. En un entorno nuevo, los alumnos necesitan referencias claras.
- Evaluación: si tu criterio principal de evaluación era un examen, la cuestión se volverá, como mínimo, compleja, y requerirá de herramientas especializadas que permitan controlar lo que el alumno hace o deja de hacer durante el mismo. Escribí sobre ese tema hace unos días, y hoy lo hace el Washington Post. Si puedes – según a qué niveles, no es sencillo – deberías plantearte otras metodologías de evaluación diferentes o adicionales: trabajos individuales, en grupo, evaluación por pares, valorar la participación, presentaciones, etc.
La enseñanza online está aquí para quedarse: incluso aunque las medidas de confinamiento terminasen pronto, veremos como, durante una larga temporada, cualquier alumno con un simple catarro o gripe se ve obligado a quedarse en casa, porque después de una pandemia, nadie se encontrará cómodo sentado al lado de alguien que moquea, que tose o que estornuda. Aunque aplanemos la curva, seguramente seguirá habiendo casos de infección durante bastante tiempo. Habrá que esforzarse para ofrecer a los alumnos formas alternativas de seguir las clases desde su casa.
Si alguien cree que enseñar online es simplemente poner la cámara y contar lo mismo que contabas en clase, o subir una presentación y un documento sin más para después «poner deberes» a los alumnos, tiene un problema. Pero sobre todo, el problema lo tendrán los alumnos, porque esa no es manera de aprender, y el que estemos en situación de confinamiento no debería justificar que la calidad de la educación cayese hasta ese punto. El 2020 no debería convertirse en «el año en que perdimos un curso», sino en «el año que aprendimos (por fuerza) a dar clase online«. Podemos hacer mucho más y mucho mejor. Y como instituciones educativas o como profesores, deberíamos sentirnos, además, obligados a hacerlo.
This article was also published in English on Forbes, «Want to teach online? Then change the way you think about it…«
Coño, se le puede dar más vueltas, pero no por eso saldrá mejor la tortilla. Me refiero a tamaño buen resumen que nos acabas de endilgar.
Tal cual, el momento crucial en que entró el audiovisual (hablamos de diapositivas, no de presentaciones, que poco llegaron a entrar) en el centro escolar. Y el alumnado se tuvo que acostumbrar a ver pasar páginas virtuales en vez de páginas de papel… pero el resto de la verborrea profesoral era el mismo tremendo tostón de siempre.
Y a esa práctica tan tremebunda se le llamó, con toda la santa jeta burocrática, introducción del audiovisual en el sistema educativo. Por supuesto la parte «audio» del audiovisual, solo la practicaron cuatro gatos escaldados a más no poder.
Yo veo dos problemas…
Uno ya lo has resaltado: una brecha digital en la que no todos disponen de medios (conexion decente, equipamiento, etc) y en ese decente, tengo la osadia de incluir a profesores «capacitados» para esa enseñanca on-line… parece una gilipollez, pero no… mas bien, sorprendente… la incapacidad…
La segunda, no la considero menor: uniformidad o estandarizacion… o todos con Moodle.. o todos con… lo que sea.. pero todos igual… (ojo, que estoy hablando de educacion reglada, hasta la ESO, lo que se haga en masters o escuelas no oficiales, alla ellos)
Dije y repetí, (y hoy creo que Dans me da la razón) que la digitalizacion de una tarea pasa por tres fases, 1º Generar un sucedaneo,.2º Potenciar el sucedaneo con tecnologñia y 3º Crear un producto netgrafico, es decie que no es copia de algo real porque en la realidad no podriamos hacer lo que hacemos en la red..
1º El sucedaneo; es lo que indicas , Si alguien cree que enseñar online es simplemente poner la cámara y contar lo mismo que contabas en clase, o subir una presentación y un documento sin más para después «poner deberes» a los alumnos, tiene un problema y la razón es siempre la misma, el sucedaneo no llega nunca a la calidad de el original.. Anuque es (mas o menos), lo fácil de hacer. y por tanto lo primero que se intenta
2º Poner tecnología, ( y preparacion para manejarla), en este caso tanto del lado del profesor, buen ordenador con una tarjeta gráfica potente …con … ventanas simultáneas, una conexión con buen ancho de banda y un monitor externo en la que situar determinadas ventanas de la clase . y por parte del alumno, hogares con un ordenador moderno y buena conexión, y bastante nivel de usuario en el manejo de todo es hardware por parte de ambos profesor y alumnos, todo ello para plantéate otras metodologías más interactivas. …, deberás esforzarte porque lo sea más, no menos. Lo que exige profesores especialmente preparados, a los que se paga no por la duración de la clase, sino poer la duración de la preparacion de la clase.que esomn mucho mas complejas, videos, presentaciones, multimedia, y mas medios operadores de videocámara, de sonido….
3º Y todo para llegar a la clase netgrafica, que yo aun no tenfgo clara lo que es, pero que vislumbro que va por lo que Dans supone deberías tener acceso a herramientas que te permitan no solo generar un vídeo y compartir tu pantalla. .. deberías ver las caras de tus alumnos, deberían poder «levantar la mano» virtualmente para participar, y deberían poder compartir también su pantalla o incluso, para algunas materias, darte temporalmente el control de su ordenador. Además, deberías complementarlas con herramientas de foros que posibiliten organizar en hilos una serie de preguntas, y que los alumnos puedan entrar a comentarlas, discutirlas o aportar información complementaria.
Para mi lo unico que ha alcanzado hasta la fecha el nivel Netgrafico son los videojuegos,
El 1º Nivel, son los típicos juegos de solitarios de MIcrosoft, un tapete verde y una barajam en el que se ha añadido algunas cosillas, , canbiar el envñes de las cartas, un ranking de puntuación, y musiquillas cuando mueves una carta y llegas al final del juego.
El 2º nivel son los juegos de marcianoitos, Mario Bross, Domm y el útimo, la Vii, cada generación añade mas tecnología, imagenes de mayor pixelado, musicas mas eaboradas, y la interactividad total de la VII
El 3º El nivel netgráfico, los juegos actuales en red, de todos contra todos, o contra una máquina inteligen te a elegir, o hacer grupos de colaboradores, donde es imposible acabar de explorar cada rincón y cada vez que abres el juego hay algo que es lo mismo pero es diferente, lo que te empuja a explorar y explorar. Con sistemas de monetizacion e incentivos, propios y exclusivos,
vidas adicionales, venta de espadas mágicas, …
Llegamos al mundo de Fornite, o de los Sim, que tiene todo lo que faltó a Second Life y por ello fracaso..
Es triste que se hay quedado la temática a un nivel muy infantil, los juegos de ordenador, porque pienso lo que seria esa tecnología los libros de Salgari, o la Iliada y la Odisea , hecha con la seriedad de el instituto Smitsoniano pero con la tecnologia de Fornite, donde tu no lees una historia y la representas en tu cerebro sino que tu participas en una historia que se representa en tu pantalla.
Siento ser tan viejo, porque me encantaria participar, que no leer, en esa literatu ra Netgrafica.
Si ya teníamos o tenemos problemas por la adicción al móvil, que evita el contacto físico y psíquico con extraños (en el autobús, en el metro nadie mira a nadie, vas tu solo sin necesidad de lo que te rodea, en coche provoca despiste y por tanto puede provocar accidentes graves. Los pasos de peatones se han convertido en cruzamientos de personar abstraídas por el teléfono, y etc, etc,etc)
Ahora, y cuando podemos permitirnos un respiro y contactar con el resto de los humanos en una clase presencial, van y nos la meten con video-conferencia o similar, es decir unas 6 horas de incomunicación física, pues en los descansos no te vas a ir a ver con tus compañeros.
En total, y si aburrir con más detalles, nos podemos pasar días enteros sin ver físicamente y en proximidad a nadie, solo te relacionas para tus dudas mediante el correo electrónico, etc, etc, etc.
En definitiva creo que las jornadas serán: 8 horas de sueño, 5 horas de manutención alimentaria, 1 hora de aseo, 6 horas como mínimo de clases, y siendo muy optimista 4 horas para atender el móvil, hacer reposo en casa y/o salir a hacer un poco de ejercicio.
Y… cuando nos pregunten por algún detalle de los profesores, compañeros, compañeras, el tráfico, los comercios, las cafeterías, la sociedad en general, etc, etc.
Total, que nos iremos a una sociedad de ASCETAS (Persona que pretende conseguir la perfección moral y espiritual a través del ascetismo.) ASCETISMO (Ejercicio y práctica de un estilo de vida austero y de renuncia a placeres materiales con el fin de adquirir unos hábitos que conduzcan a la perfección moral y espiritual.)
Si a todo lo anterior, añadimos que los ROBOTS, nos han quitado algunos trabajos que nos relacionaba con la Sociedad… pues, ¡vamos jodidos, la verdad!
lO ,
Lo que pasa es que tu no tienes vida familiar, de lo que se queja mucha gente es de la tabarra que le dfa la familia en casa. Claro si vives solo, debes e sentirte enclaustrado.
Dios da dientes a quien no tiene hambre.
:-DDD
Vivo solo y me la paso estudiando para la carrera. Estoy en el séptimo cielo
Génesis 2:18
Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo.
Tranquilo lo está, un rato largo, pero no sabe lo distraído que es tener una pelea, (dialectica, XD), de vez en cuando.
Jamás he estado solo, a veces, es cierto, mal acompañado. Soy un hombre de suerte.
En la situación actual, en algunos colegios de primaria, los profesores van tirando de enviar un pdf con unos deberes, enlaces a blogs ajenos con explicaciones del tema, enlaces a videos de youtube ajenos con más de lo mismo. La realidad, es que poca «producción propia» y mucho aprovecharse del trabajo de otros, que no digo que sea malo reutilizar, ni que haya que hacer 2 veces el mismo trabajo, pero en algunos casos no veo justificación a una preparación tan «poco currada» de las clases.
Quizás la primera semana pillase a muchos con el pie cambiado y se tirase de lo primero a mano para comenzar con algo, pero llevamos 3 semanas y conozco un par de casos que hasta los libros(casi pasatiempos) de vacaciones de verano tienen más chicha que lo que se pretende como trabajo diario.
¿Cómo se graban esos profesores unos contenidos de calidad sin conocer un mínimo de edición de vídeo? ¿Con qué medios? No es tarea fácil hacer un vídeo educativo en casa con un móvil y un portátil. Parece que los Youtubers hacen algo muy sencillo, pero generar un contenido con un poco de calidad, da mucho trabajo.
No tienes que grabarte. Grabarte intimida. Simplemente tienes que poner la cámara y hablar a tus alumnos como les hablas en clase. Eso es mucho más sencillo y accesible para cualquiera. Y además, tienes que tratar de conseguir que tu clase resulte interactiva, es decir, que ellos también puedan intervenir, levantar la mano, interrumpir, preguntar, etc. incluso aunque tus clases presenciales no fuesen así. En el formato online, la unidireccionalidad genera una interacción infumable.
Eso puede funcionar en algunas materias, pero en matemáticas no funciona. Tienes que mostrar al alumno como se hacen las cosas, que las vaya viendo explicando los pasos
Gracias por el artículo, pero creo que si se apuesta por la enseñanza online no debe depender absolutamente todo del voluntarismo del profesor. Quiero decir con ello que todo el hardware es el propio del profesor (la Universidad, a día de hoy, no se hace cargo del mismo) y se limita a poner diferentes alternativas para impartir la docencia (Skype Prof., Teams, etc.) sin decantarse por ninguna… por si una de las plataformas colapsa. Esto obliga al Profesor a investigar por su cuenta en un entorno de urgencia para cumplir con los problemas causados por la pandemia. No creo que en las empresas que fomenten el teletrabajo funcionen de esta forma, por poner una analogía simple. Un cordial saludo
Desde el punto de vista económico creo que se está siendo injusto con el elearning. Nosotros contamos el coste directo para el estudiante pero nunca el coste de la enseñanza en su totalidad. Con el dinero que se gasta en mantener infraestructuras farónicas, subvencionar comedores, transportes, etc. da de sobra para pagar un ordenador, licencias de software, «libros» y una conexión adsl para todos los estudios de un estudiante medio. Debemos ir un poco más allá y pensar a medio plazo. Esto ha venido para quedarse, como el teletrabajo.
Todo es más sencillo cuando se va a la base del problema.
¿Cuando vas a clase presencial que haces?
* Recibes una información que viene dada por un recurso. Recurso = profesor, libros, materiales
* Cuando el alumno no entiende algo pregunta
* El profesor evalúa con pruebas, si el grado de comprensión
* Se tiene en cuenta, la participación del alumno y su creatividad
Solución:
* A los recursos: libros, pdf, mp3, ni siquiera hace falta video…
* Al feedback pregunto: vale con «messenger», correos, y si eres super pijo, zooms
* Evaluación. Pones preguntas en una web, y que te contestes. Si hay «fraude» entre los alumnos allá ellos.
* Creatividad: Se admite trabajos, proyectos,…
Se pueden hacer las cosas muy bien desde la austeridad. pero hay que querer
Muy de acuerdo con tu opinion.
Hola Enrique. En el apartado Metodología de impartición tocas un tema sobre el que llevo muchos años preguntándome el por qué.
Las clases magistrales parecen la metodología preferida por la mayor parte de nuestro sistema educativo y, sin embargo, creo que somos muchos los que pensamos que son una pérdida de tiempo. Lo que comentas de hacer las clases más interactivas, suena muy cercano a la aplicación a la enseñanza del método socrático. Una metodología que ha demostrado ser muy eficaz, y tener capacidad de involucrar a los alumnos. Entre otras, porque enseña a pensar, no a memorizar. Además de ser activamente usada en las mejores universidades del mundo.
Por tanto, ante un método con tantos años de antigüedad, y de eficacia probada, la pregunta que me hago es: ¿por qué no se usa en muchos más centros de enseñanza?
De verdad me alegraría conocer tu punto de vista.
Saludos, y feliz confinamiento.
.. y… qué ocurre con el escándalo de privacidad de Zoom, que pone a disposición de cualquiera las caras de los niños de clase, etc, etc, . Ver este enlacehttps://www.mundodeportivo.com/elotromundo/tecnologia/20200405/48324015869/zoom-seguridad-videollamadas-publicas-web.html
Era un fallo de seguridad y ya está resuelto, aunque tendrás que responder de la demanda que les han puesto.
https://www.europapress.es/portaltic/ciberseguridad/noticia-vulnerabilidad-videollamadas-zoom-expuso-camaras-web-ordenadores-mac-ataques-dos-20190710132109.html
Pero es cierto que debemos tener precaución cuando hablamos de gratis y datos privados, especialmente de menores.
Desde una empresa que lleva más de 20 años dedicada a la teleformación, y como modesto autor de un curso online, es un placer escuchar a alguien de tu nivel reivindicar el valor pedagógico de herramientas como los foros.
Hay que sacarle el máximo partido a cada entorno educativo.
Hacer desplazarse a un alumno varios kms a una case presencial donde repartimos folios para que los alumnos lean en silencio.
Es tan absurdo, como un entorno multimedia e interactivo, donde la gente solo escucha como si estuviera delante de la televisión.
Hay que sacarle partido a cada entorno y eso requiere, herramientas, formación y esa palabra que a mi me gusta tanto que es «oficio».
Gracias al autor por el trabajo. Me parece un análisis razonable, pero poco realista. En el caso de que necesitemos volcarnos (más allá del periodo de alarma) en una educación completamente «on line» y generalizada, la primera consideración sensata es que esto sería, en términos educativos, catastrófico (y, seguramente, síntoma de otras catástrofes sociales y políticas): la socialización y la comunicación directa en entornos comunes que proporciona la educación presencial no es simulable a través de redes. En segundo lugar, y en los términos en los que los plantea el autor del artículo, sería una absoluta quimera: los cambios de hábitos en cientos de miles de profesores, alumnos y familias no se logran en unos meses (a veces, ni en años); las necesidades tecnológicas (equipos potentes y, sobre todo, acceso fácil y barato a anchos de banda que soporten comunicación a través de imágenes diaria y durante horas) es, hoy por hoy, completamente inasumible, más aún en un país como el nuestro, eminentemente rural, con gente que apenas tiene ni para comer o llegar a fin de mes, y todo ello sin contar con la presumible y enorme crisis económica que acompañaría a un periodo de cuarentena o semicuarentena prolongada como la que se supone que tendría que haber para justificar una educación on line generalizada. De otro lado, y pese al esfuerzo por crear software libre, buena parte de las herramientas de «e-learning» dependen hoy, directa o indirectamente, de grandes empresas tecnológicas, con lo que la educación pasaría a ser (del todo ya) parte del negocio de estas empresas. En tercer lugar, y en relación con lo anterior, la generalización de la educación «on line» produciría una pérdida casi absoluta de la (ya deteriorada) equidad educativa: habría (como ya empieza a haber) una élite de escuelas, mayormente privadas, con profesorado y alumnos de clases acomodadas, bien dotados y preparados tecnológicamente, que funcionarían a la perfección (a ese nivel), y otras muchas, mayormente públicas, con profesores y alumnos mal preparados y dotados tecnológicamente, que funcionarían muy mal, con lo que la brecha educativa se sumaría a la digital multiplicando las desigualdades. En conclusión: la educación «on line», a corto y seguramente medio plazo, no puede ser la solución (solo, a lo sumo, parte de ella).
Enrique, un resumen simplemente genial.
Solo añadiría un detalle que conocemos bien los que llevamos haciendo formación online varios años:
– Aprendizaje personalizado: Las herramientas digitales te van a permitir conocer mejor a tu alumnado y proponer mejoras adaptadas, personalizadas. Amén de las múltiples herramientas de aprendizaje colaborativo, en el que un compañero ayuda a otro y aprenden ambos.
– Impulso de resultados: Si se hace bien, los resultados del aprendizaje son mucho mayores.
Esta pandemia nos ha llevado al Siglo XXI. Pasamos de la era del conocimiento a la era del aprendizaje.
Ahora, más que nunca, puedes identificar qué es lo que no sabes y aprenderlo.
Elearning ¿pero qué es eso?
https://www.linkedin.com/pulse/elearning-pero-qu%C3%A9-es-eso-manu-mart%C3%ADn-
Totalmente de acuerdo , clases interactivas sin exceso de powerpoint, excepto para impartir determinadas materias, en mi caso imparto oratoria, talleres de hablar en público con eficacia y persuasión, la presencia de personas delante de cada práctica es absolutamente necesario, no solo la presencia sino el número de personas presentes, en grupos pequeños de personas, menos de 6 personas , no funciona o cuesta muchísimo lograr el objetivo, depende qué materias se quieran impartir, la energía interior de las personas influye en los resultados además de muchas razones como las neuronas espejo, el pnl al estar en grupo influye con el resultado, ojalá consiguiera poder ofrecer no line oratoria, llevo años intentando un método no line,,,,como decía Quintiliano “para aprender a hablar en público se necesita público”
Es como aprender a patinar, surf, paseo,,,,se necesita de forma real hacerlo , es imposible aprender a jugar al teñir sentado en una silla,,,,,