Aleix Ordeig, creador de la página «La Aventura Alternativa», me entrevistó hace alrededor de un mes en mi despacho para su página, y hoy publica una transcripción automática de la entrevista en su página, con el audio disponible en iTunes, en Spotify y en iVoox. La entrevista está en español, y dura aproximadamente tres cuartos de hora.
Hablamos sobre innovación y sobre mis orígenes, sobre la educación y su evolución en el tiempo, sobre el futuro del trabajo, sobre la innovación en las finanzas, y también sobre cosas como consejos, recomendaciones, o sobre mis referentes personales, personas a las que sigo o admiro, etc.
Yo creo que hay gente que efectivamente es especializada en algunos temas y que si escoge bien sus temas, será muy interesante. Pero también creo mucho en las disciplinas humanísticas y en entender a la persona. Entender desde los aspectos culturales hasta históricos, creo que es muy bueno entender lo que nos diferencia de las máquinas. …
… pero es importante que también tengan un espacio para disciplinas humanísticas, generalistas o con una visión de conjunto, una visión integradora;
Coincido. Me ha tocado vivir una época en la que se valora sobre todo la especializacion y yo nunca fui especialista en nada.
Me movía la curiosidad y mi deseo era saber, (poco, pero lo mas que pudiera), de todo.
He considerado que he nacido 4 siglos tarde. Hubiera deseado nacer en el Renacimiento, donde el ideal era llegar a ser un señor que igual escribía sonetos, que diseñaba catedrales, que guerreaba, o traducía a los clásicos.
A pesar de todo, he sido (algo) valorado en el siglo XX, porque con mis conocimientos generales y dispersos, servía de nexo de unión entre especialistas que eran incapaces de entenderse entre ellos.
Entré ya mayor en la informática, procedente de la gestión de empresas, y fui muy útil, porque me rodeé de expertos informáticos a los que explicaba en su lenguaje técnico, las necesidades que me había contado un gestor en su lenguaje empresarial.
Yo creo que en el próximo futuro, cuando el mundo esté «en manos» de las máquinas, que siempre carecerán de «comprensión del contexto», harán falta muchos «generalistas», para hacer entenderse las máquinas entre sí.
Cuando la gente desprecia a la naturaleza (madre a fin de cuentas) e idolatra a los megacientíficos o teratecnólogos, está sufriendo el gran lapsus sapientibus (?), simplemente por olvidar que no hai laboratorio humano (artificial), por ahora, ni mínimamente comparable con el laboratori de «nuestra madre».
Y no hay cerebro humano, por ahora, con la paciencia y el ansia experimental de esa «madre». Por eso hay un solo tipo d eevolución eficiente.
Cualquier logaritmo salido de una mente humana, por ahora, estará a años luz del modelo de circuitado neuronal que tiene un homo sapiens (sobre todo si es sapiens auténtico, que hay mucha copia «china»).
Así que, igual que los relojes, se necesita una revolución cultural, para que un Oxford, un MIT, e incluso un Stanford, forme parte de una red de conocimientos que tenga algo que ver, aunque sea por encima, con un sistema de pensamiento con raices renacentistas.
Y no se trata del cacareado «más filosofía». Porque si la filosofía se va a enseñar con clases magistrales, vamos cagados,. Ya acabo de decir que Oxford está obsoleto. La filosofía no se enseñaba en la Academia Griega, y nadie dá a los griegos por perfectos precisamente. En la Grecia Clásica, la filosofía se practicaba para sacar conclusiones, es decir nuevos conocimientos. Non eran meros transmisores de pensamientos ya hechos. Precisamente el Platón y el Aristóteles, pusieron la primera piedra del granitismo filósofico, al pretender solidificar demasiado el método de pensar socrático. Y el Renacimiento intentó licuarlo, pero con la Iglesia Católica se toparon.
Si algo define a la ciencia es su carácter de pensamiento en construcción permanente. Un algoritmo que se renueva por si mismo, ya está a meses luz de un cerebro humano altamente redundante, como tanto proliferó y prolifera