Un reciente estudio de NPD afirma que menos de un 10% de norteamericanos adquiere smartphones de alta gama, los denominados flagships de cada marca con precios habitualmente por encima de los mil dólares. El resto, la gran mayoría del mercado tiende a adquirir modelos más baratos, que además, han ido mejorando progresivamente en sus prestaciones hasta el punto de hacerse verdaderamente competitivos.
Independientemente de la lucha de las diferentes marcas de electrónica de consumo por posicionar sus terminales, que según los últimos datos apuntan a un dominio de Samsung (21%), seguida de Huawei (18%) y Apple (12%), seguidos de marcas como Oppo (9%), Xiaomi (8%) o Vivo (8%), la realidad es que la lucha es, cada vez más, no tanto por la cuota como por el margen: el smartphone comoditiza sus funciones hasta el punto que prácticamente cualquier modelo tiene unas prestaciones que responden con razonable dignidad a la inmensa mayoría de los usos que sus propietarios hacen de ellos de forma cotidiana, sea la navegación en la red, la consulta de correo o redes sociales, hacer fotografías, consultar un mapa o utilizar apps, lo que conlleva una pérdida progresiva del valor real de optar por un terminal de gama alta más allá de un hipotético valor de representación o como símbolo de estatus. El resultado es que el escenario competitivo más reñido pasa a ser no tanto la gama alta, en la que se compite en prestaciones con un valor práctico relativamente escaso, sino en las gamas medias o incluso bajas, en modelos que en muchos casos se sitúan en precios relativamente bajos, que tampoco permiten la captura de un margen elevado por parte de las marcas.
Los factores diferenciales son cada vez menores: la cámara puede situarse en un notch más o menos grande, en un simple círculo, en una gota o incluso desaparecer, en algunos casos se opta por liberar completamente la pantalla mediante cámaras frontales en formato pop-up, pero la realidad es que, desde hace ya mucho tiempo, se compite en factores casi cosméticos, en cuestiones de preferencias heredadas de interfaz, pero en muy poco más. Fidelidades de marca aparte, el mercado se ha comoditizado, y además de que sean menos los usuarios que optan por la gama superior, muchos tienden a conservar sus terminales durante más tiempo.
En un entorno así, virajes como el de Apple hacia los servicios pueden tener bastante sentido, pero no dejan de ocultar el factor principal: un nivel de comoditización propio de un mercado maduro en el que cada vez hay menos dinero que ganar. Tratar de convertir ese mercado en un puro servicio de alquiler de terminales que se renuevan al ritmo que marca la compañía puede tener, si funciona, más sentido que nunca. Cada presentación de un nuevo modelo de Apple genera un cierto impacto en sus ventas debido al reemplazo de terminales anteriores, pero la cuota de mercado permanece relativamente constante desde hace ya bastante tiempo y los saltos en número de unidades vendidas son cada vez menores: ya ni siquiera los más incondicionales de la marca cambian su terminal en el momento en que son presentados. Las colas, la expectación y la emoción son cosa de otros tiempos. Hoy, el adjetivo fundamental que define el mercado smartphone, como sucede en el de los ordenadores personales desde hace mucho tiempo, es el de «aburrido».
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Está muy bien lo del «SPaaS» (Smartphone as a Service), pero su impacto ambiental puede ser negativo, generando mucho más consumo de recursos que serían perfectamente evitables si agotáramos la vida útil del terminal. Que tenga sentido para la cuenta de resultados de los fabricantes no significa que sea deseable para el resto de la sociedad.
Yo creo que más que problema de las empresas es de los consumidores, Si tuviéramos una educación como la mía. de austeridad típica de labradores de Castilla la Vieja, el problema no existiria, pues solemos enterrarnos con el traje que nos hicimos para la boda,
Yo utilizo camisetas que mis hijos han desechado, hace poco me sorprendí con una camiseta que les regalaron en el intercambio que hicieron con un colegio americano, era fechada en 1994 La camiseta ha durado en mi poder 24 años y aun me la pongo de vez en cuando.
Estamos a un año o dos de que aparezca el «iphone» y lo revolucione todo de nuevo. Nos haga deshacernos de nuestros terminales de pantalla grande y pasemos a lo siguiente.
Que será?
Siempre pienso en la combinación airpods – watch. Eso debe matar a esta generación de terminales que ya son años tras año iguales.
Realmente se que no me afecta como a la mayoría la posesión de aparatos tecnológicos. Lo que no se, es que si la minoría de consumidores a la que pertenezco, es muy pequeña o es apreciable desde el punto de vista del marketing.
Mis principios siempre para todo tipo de artefactos tecnológicos ha sido:
1) Medir que uso voy a hacer del aparto y comprar una máquina que holgadamente cubra ese uso, pues tengo la seguridad que tendré en el futuro necesidades crecientes de utilizar el aparato.
Por ejemplo, a un smartphone no le pediré que lea bien los emails, y haga búsquedas en Google, porque se, que ese uso no lo voy a hacer, esas cosas las cubro con el ordenador de sobremesa, pero si, que maneje Google maps, con agilidad y tenga una buena pantalla para ver el mapa sin muchos problemas.
2) Si es posible, tratar de adquirir un aparato del año anterior, evitando las novedades. La razón, es que en el último modelo pagas un plus de precio, por la novedad y la necesidad de amortizar su desarrollo, mientras que en el modelo anterior ya esos pluses los han eliminado y solo desean reducir el stock que les queda en el almacén.
3) Sustituir un equipo cuando deje de darme las prestaciones que le pido, bien por haber escalado su uso, (por ejemplo se me quede escasa la memoria RAM, en el teléfono), bien porque nuevos usos para mi apetecibles, no se pueden hacer en un teléfono obsoleto, (por poner un ejemplo fotos con visión nocturna, o teleobjetivos de gran alcance), o simplemente porque la obsolescencia, (programada o no), les ha llegado como puede ser la «muerte» de la batería y que no haya recambio.
Por ejemplo hace poco sustituí el portátil, porque mi mala vista exige hoy una pantalla de mas de 17″ y volví a un sobremesa que ocupa lo que un libro de 500 páginas y un montóon de periféricos por USB y una pantalla HDMI que no es mas que la televisión que teníamos en la cocina
.
Centrándome en el smartphone, sigo con un BQ heredado de mi hermana que se compró otro al que ya la batería comienza a fallar (no dura dos dias) .
Aun está por que me compre el primero, pues me quedé con el que me dieron en la empresa y tiré con él hasta que me regaló el BQ mi hermana.
Me comprare un smarphone cuando este muera, sin dudarlo, pero seguro que no es ni el último modelo, ni de la gama alta.
¿Lo alquilaría? – Pienso que es muy improbable, mas fácil es que cogiera uno de esos que antes regalaban con la permanencia.
Repito que no se hasta que punto la minoría de usuarios que represento es pequeña o grande, pero de mi, desde luego los fabricantes de teléfonos no viven.
Estoy contigo, debo ser de esa minoria que no necesita el ultimo grito tecnologico…
En Pc ya me ocurria con mis colegas, siempre el ultimo procesador, la ultima grafica… yo tenia paciencia y en 6/12 meses pagaba la mitad.
A mi me prima el rendimiento, no la novedad.
Creo que la unica vez que he hecho una inversion «de locos», fue con el Samsung Note 4. Vi que le podria sacar un rendimiento notable y a largo plazo. Lo compre a poco de salir. Murio hace tres meses. Ahora voy con un Huawei que me regalo hace dos años la compañia (no dire cual) por fidelizacion.
Teniendo en cuenta que intento «desengancharme» y ser mas libre, me va de perlas. Si por mi fuera, volveria a mi antiguo Nokia 3310, el indestructible… :)
Lo que viene ocurriendo hace rato es el amesetamiento del ecosistema movil.
Vengo viendo hace rato que algunas marcas hacen énfasis en la imagen: fotografía y video de «alta calidad».
Y ese plus aplicado a un nicho epecífico.
Atención que {estaría} naciendo toda una nueva industra: críticos, premios, blogs, actores, apps, etc, etc, etc.. dedicadas a este new baby born.
No puedo estar más de acuerdo, con los comentarios de Gorki y Lua65. Me da mucha rabia cuando Enrique saca el típico artículo a favor de un iphone, o relojito que cuesta una pasta y su diferencial de funcionalidad es cero para la mayoría de las personas. Alquilar un producto que tiene un ROI de 2 años es del género «tonto» como el otro día me señalaba el otro Enrique con otro tema. Al fin y al cabo cuando un CAPEX le conviertes en OPEX es porque el que te alquila o hace renting del artículo está basando su modelo de negocio en un win to win «ficticio» aprovechando atajos… . Lo mismo que las grandes empresas que tienen alquilados sus edificios… pero esas ingenierías fiscales se producen por otras derivadas, que van en contra de la economía del mortal común.
He mantenido un móvil Android operativo durante más de 5 años gracias a que yo mismo le cambiaba la batería con un desembolso de 10€ por batería. El problema es que las apps de Android se iban «actualizando» y ralentizaban el uso del móvil. Lo mismo me pasa con MAC o LINUX. Las nuevas versiones no aportan como usuario nada útil pero te cuelan el caballo de Troya de la obsolescencia programada. Ese móvil «viejo» aún me funciona correctamente como media server y lo uso para hacer streaming local…
Por supuesto el nuevo es un móvil de menos de 200€, que salvo NFC(que no me hace falta para nada) lo demás lo hace correctamente, y para pagar cosas tengo la tarjeta del banco que sigue operativa, aunque no lleve encima el móvil. Y no me supone ningún problema ver al «pijo» de delante pagar con Applepay, lo que me ahorro en móvil, lo disfruto en otras cosas más materiales…
Pero hay una proporción de personas que por fardar o evitarse pensar en como sacar rendimiento a sus terminales, sueltan la pasta y a otra cosa. Luego son los que se declaran pro clima, y los que más gastan en cacharros… como si fuera gratis para el CO2 cambiar de móvil.
Tu problema, y me temo que es irresoluble, es que de verdad te crees que to escribo “a favor” de un iPhone o de un relojito. Yo no escribo “a favor” de nada, ni recomiendo su compra, ni se me ha perdido nada, ni comisiones ni nada por el estilo, en que alguien se compre un dispositivo o se lo deje de comprar. Yo pruebo cosas porque me ayuda a mantener una actitud adecuada como profesor de innovación, pero no escribo “a favor” de nada.
Enrique
Hay multitud de artículos tuyos ensalzando «ciertas cualidades» de unos «pocos vendors», y como comentarista siempre te diré lo mismo puedes alabar lo que te de tu real gana y entendimiento,
que si la camarita del iphone tiene una AI que no tiene ninguno,
que si la identificación del iphone es la pera,
que si el relojito te sirve de ECG, etc etc.
Y puedes considerar cada chorradina que es la repera limonera, y a lo mejor lo son… pero utilicemos el concepto fundamental ¿que utilidad tienen? la respuesta es clara, y creo que la compartirás, la que el usuario decida.
Hablando en general de una característica A. Si A vale para un segmento mínimo de compradores ( los que se fijan en una lucecita de neón y piensan que es la rehostia) diriamos que es poca novedad, sobre todo si es copiada de otro vendor, y si fuera poco educado y hubiera aprendido algo de ti, te diría que es una imbecilidad (la pretendida innovación). Pero si el mercado de un producto se convierte en una «commodity» es lógico que surjan features estúpidas que no tienen recorrido y que solamente hacen aumentar los requerimientos de recursos del hardware. Que se predica ayer y hoy con el cambio climático y poco dar trigo con comentarios como el que muestras. Que sacas un artículo «HOY» que parece tener cierta coherencia, y otros cuantos que todo lo contrario, a favor de marquitas. ¿ALGUNA CONSIDERACION CON LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA? o eso nunca toca. Y pienso ¿De que lado sopla hoy el viento para Enrique? del que tiene cierta coherencia con el CO2 o el del comentario disclaimer, ¿Quien te ha insinuado que eres un comisionista? yo no, lo que afirmo que te fijas en superficialidades de las marcas y no lo esencial. ¿Qué no compras la opinión? Es utilizando tu lenguaje tu puto problema.
Ahora pregúntame que porque comento y sigo el blog… y demás chorrradas. Poco comentario al nefasto artículo de AWS. Y ese era más grave. Dar voz a un vendor por el artículo 33. Ese tampoco paga, ya sé que es lo que llegas a opinar sobre el malote de Trump y el inmaculado Bezos.
Qué significa “comoditizar”?
Significa que todos los fabricantes ofrecen exactamente lo mismo, aunque no hace mucho Enrique no opinara lo mismo.
¿Y qué pretendes ilustrar con eso? Oye, en 2007 hablaba maravillas de la BlackBerry… y ni entonces me pagaba RIM, ni en 2017 me pagaba Apple. Simplemente son dispositivos que probé en su momento (el iPhone X que mencionas sigue en mi bolsillo, por cierto) y que me gustaron. ¿Algún problema con ello? ¿Es eso de alguna manera incompatible con que mi opinión ahora sea que el mercado se está comoditizando?
Ostias, ya no me acordaba de la turra que nos diste con la Blackberry… que tiempos :)
Volviendo al artículo… justamente en esa época, recuerdo comentarios, a favor / en contra, sobre la multifuncionalidad… el debate estaba en si mejor un dispositivo “todo en uno”, aunque en calidades se perdiera (fotografía, etc) o mejor, ir cargados con varios dispositivos específicos, lo mejor en cada campo. Tú mismo publicaste una foto, de moda en esa época, en la que colocabais todos vuestros cacharritos de trabajo bien ordenaditos (no recuerdo como se llamó esa moda).
A los dispositivos móviles, hay que reconocerles que con los años, han llegado a aglutinar tal cantidad de funciones (y esta vez sí, con calidad) que pueden facilitar bastante la vida a un cierto sector de población. Pero aun así, siguiendo con la lógica Gorki-Lua, no todo el mundo saca jugo de ello. No pienso que sea tan amplio. Yo mismo, aun con el Note que usaba para casi todo, no prescindía del portátil, por comodidad al escribir.
He visto cosas más allá de las puertas de Tannhauser… como gente gastándose 1000€ en un móvil… para escribir whatsapps… Si eso no es “postureo” ya me dirás…
Las commodities son productos indiferenciados, que simplemente se compran en volumen. Ejemplos típicos son los productos químicos, los cereales, muchas materias primas… pueden tener categorías, por supuesto, pero el precio se define de manera estandarizada y se suelen comprar y vender en mercados mediante procesos de tipo subasta dinámica. Cuando algo se comoditiza quiere decir que pierde su diferenciación, si llegase al límite simplemente llegaríamos a la tienda, diríamos “dame un smartphone, y nos traería sin cuidado la marca, o ni tendría marca.
Viene del inglés «commodities», o sea de bienes de tipo genéricos, es decir, que bienes de diferentes proveedores. no se diferencian gran cosa entre si.
Por ejemplo, en los spaguettis, es difícil diferenciar los que son de «El Gallo». o de «Barrilla»-. Los spaguettis son commódities.
Dicho con lenguaje de este blog, estando actualmente las TIC dentro de un ecosistema estático y poco distruptivo, los smartfomes se comoditizan porque el usuario, no tiene forma de distinguir si el ensamblador es Apple, Samsung, Huawei o Xiaomi. sin ir a ver el logo disitintivo colocando en el anverso del aparato.
No pensaba comentar, pero hay tanto farolero en este patio que necesito decir algo. Los que encienden farolas o las apagan a destiempo, son como los malos lectores del audiovisual. Actúan en función de malas lecturas, por ejemplo de la luz ambiental.
En fin, que hablar de pijos por tener otras prioridaes empieza a ser habitual en este patio. Y lo peor es la nueva tendencia a despreciar aquellos bienes que no son materiales. Eso que podemos llamar intangibles (cunatas veces lo escucho ultimamenete!). Todo aquello que nos hace madurar como seres humanos, versión homo sapiens no versiones anteriores o defectuosas.
Parecía imposible que en pleno siglo XXI tengamos que volver al descubrimiento renacentista de satisfacer al cerebro humano con deleites de tipo inmaterial. En fin…, lo del clima ni rementarlo.
Enrique
Este va aparte de nuestra «guerra». Xaquin, es muy fácil de contestar sin alusiones lejanas, mira lo voy a hacer contigo, ya que he soy el único que ha utilizado la palabra pijo.
La cosas claras. ¿No estás de acuerdo con lo que digo? Me parece bien.
Ahora mi opinión sobre este comentario tuyo, que lo puedes extender a otros de lo que escribes:
» NO HAY DIOS QUE TE ENTIENDA»
El utilizar metáforas te puede hacer creer que eres muy cultivado. Pero la realidad es que se lee como alguien que pretende ser inteligente utilizando el recurso de la pedantería y de veras que no le hace gran favor. ¿Quién coño está hablando de intangibles? Si no entiendes un comentario pide explicación antes de hacerte una paja mental y salir por peteneras.
Se puede ser pijo con un móvil pero también comentando encriptado. Si tienes que usar tacos joder usalos que Enrique mientras lo vea en contexto te va a dejar. Y si como yo prefieres no usarlos haces bien, pero a veces son un recurso parecido al de la pedantería
Gracias por conceder una libertad expresiva que no necesito para nada. Cada uno usa las olas para jugar con ellas a su puto gusto, desde contemplarlas sentadito en la arena hasta flirteando con las olas en plena cabalgada.
Y repito, me importa un carajo que «nadie», me entienda. ¿Acaso estoy presumiendo en algún escaparate de alguna librería?
También podía hablar del esfuerzo que le pidió Yahveh a la primera pareja bíblica, o más tarde el amigo Kant al simple ser humano, pero no quiero seguir «presumiendo».
Creo que ofrecer lo mismo no es tan malo. Estas son solo las realidades de nuestros días. Cuando hay tantas marcas, cuando hay tantos modelos, desafortunadamente, no hay escapatoria de esto. Pero la ventaja de esto es todo: la competencia estimula el progreso, y el progreso siempre es bueno. Además, es bueno cuando el consumidor tiene una opción: tomar un teléfono inteligente económico o pagar un buque insignia. Además, los precios en la categoría de bienes de «presupuesto» también varían. Entonces, ¿por qué es esto malo?)
Es malo para las compañías. Si vendías 2.000.000 de smarphones al trimestre y pasas a vender 100.000 porque el público ha dejado de desear renovar su smar4phon, no puedes tener las lineas de produccion en marcha y te ves obligado a pararlas Con ello el capital invertido deja de producir. y los accionistas dejan de comprar acciones.
Dirás, ¡Y a mí, qué me importa!, pero si importa, cierran las compañías y al final solo queda el que más resista y se crea un monopolio, donde se acabo la innovación y el avance tecnológico. ¿Que se innovaba con el monopolio de Telefónica?. Ni tan siquiera te dejaban elegir el color del terminal.
Coincido totalmente en que se ha convertido en una commodity más, como lo es la conexión a internet por mucho que las operadoras busquen lógicamente diferenciarse a toda costa tirando de colorines o agregados varios.
En Android además, existe un mercado saturadísimo de teléfonos de distintas marcas que comparten la casi totalidad de sus componentes internos, lo que hace aumentar esa sensación de que estamos ante una commodity más.
En mi opinión, la decisión de compra reside en el ecosistema buscado: IOS/Android. Y dentro de Android la preferencia o tolerancia por la capa de personalización del fabricante. Cada uno de estos grupos creo que tiene una sensibilidad al precio diferente, pero me parece que no compiten excesivamente entre sí, porque es escaso el trasvase de usuarios de un ecosistema a otro una vez acomodado en uno.
Luego las marcas intentan atacar nichos de mercado específicos, buscando destacar en temas como fotografía, pantalla, batería, etc. Aquí en ocasiones más que calidad pura, apelando a la percepción de calidad por parte del comprador con motivos más o menos sentimentales.
Existe un paralelismo evidente entre el desarrollo del mercado SmartPhones y el de los automóviles.
Como la mayoría de los productos de consumo, comienzan siendo caros y por tanto dirigidos a personas de alto nivel adquisitivo y según se reducen los precios se van proletarizando.
En paralelo aparecen modelos de gama alta dirigidos a las élites, que sirven exactamente para lo mismo, en un caso comunicarte y en otro transportarte pero que marcan diferencias sociales.
En el top, la diferencia no es el propio vehículo sino el que sea conducido por un chofer, a eso el proletario no puede acceder. ¿llegará el momento en que se vean asistentes/chofer telefónicos que gestionen el smartphone? . De hecho ya es una figura habitual entre los políticos y hasta hay un anuncio de TV en la que un asistente telefónico va en un sidecar mientras su jefe sentado a un nivel mas alto,le dicta las gestiones que tiene que hacer a través del Smart.
Todo lo que apuntas es vigente desde hace 3 años aproximadamente.
Y hablando de status, esa es la razón por la que el automóvil privado durante decadas va a ser comprado y no «alquilado».
Mi Samsung Galaxy Trend Plus del 2012 lo jubile antes de verano y todavía funciona de maravilla, lo tengo de reserva ya que baterías la puedo cambiar. Mi nuevo Xiaomi Redmi Note 7 de 165€ espero que me dure 5 años o menos ya que no se puede cambiar la batería, Apple inaguro esa asquerosa tendencia de hacer obsoletos los portatiles y moviles porque no se puede cambiar la batería, en definitiva una manera de hacer obsolescencia programada.