La reciente publicación el pasado octubre de mi segundo libro, «Viviendo en el futuro«, está generando una actividad en medios bastante superior a lo habitual, que intento en la medida de lo posible ir dejando recogida en esta página – que además de servir como vehículo para las cosas que escribo, ejerce también desde sus inicios la función de archivo personal de las cosas que voy haciendo.
Pura C. Roy me hizo una entrevista en profundidad para El Asombrario, que publicó hace unos días bajo el título «El futuro ya no es lo que era: lo que nos espera con la invasión tecnológica«, en la que revisamos bastantes de los capítulos y de las ideas de mi libro, y que decidió ilustrar con una foto mía de allá por el año 2008 nada menos que con Mark Zuckerberg, de quien últimamente no suelo hablar en términos demasiado elogiosos…
Además, Mariola Dinarès me entrevistó en Catalunya Radio para su programa Popap. La entrevista, titulada en catalán pero realizada en castellano, dura aproximadamente unos 25 minutos, hablamos sobre la economía de los datos, sobre el futuro de la salud, sobre la remodelación de las ciudades, y sobre nuestra relación con el trabajo, incluyendo comentarios sobre la necesidad de plantear modelos de renta básica incondicional en un entorno en el que el que métricas que obsesionan a los políticos, como el Producto Interior Bruto o la creación de empleo tendrán cada vez menos sentido. Se titula «En un futur, treballar serà voluntari«.
Felicitaciones por tu nuevo libro Enrique. Exitos
A fuer de no ser entendido por nadie, incido en esa frase que no me gusta ni un pimiento. «El treball voluntari». El concepto de trabajo fue definido en la Biblia, indicando de paso que debía ser «con sudor».
Y por muy literal que se quiera ser, sin ser religioso, resulta muy probable que se refiera a buscar alimentos y placer, con el esfuerzo necesario para no esperar el maná de cualquiere tipo de cielo.
Es decir, que no entiendo esa manía de hacer voluntario o no el trabajo más o menos cotidiano, en vez de incidir claramente en el tipo de trabajo que se realice. un tarbajo que se limite, como dijo Yahveh, a conseguir alimento y placer. Para reproducirse claro, por lo menos hasta este tecnológicos tiempos.
Porque yo me pregunto, ¿desde cuando está establecido en algunas tablas de la ley natural, que el trabajo debe hacerse en oficinas inhumanas o minas infernales? O con métodos de pesca medievales.
¿Que mayor trabajo y muy esforzado, es estar tomando cubatas mientras el sol y otros seres que no nombro, lamiéndote la barrigola? Porque si, ya me se la historia del personaje de Matrix que prefiere un filete virtual a un menesteroso potaje real.
¿Pero cuando la gente decidirá leer el relato platónico sobre la cueva? Y aquí volvemos al esfuerzo bíblico, de saber interpretar lo que se lee. Que ya no estamos en la escuela escribiendo putos (!!) dictados y anodinas listas de reyes godos. ¿O si?