Ramón Oliver, de El Economista, me llamó para hablar sobre job crafting, la posibilidad de que los trabajadores tengan la posibilidad de modificar y adaptar su puesto de trabajo a sus capacidades, posibilidades o intereses, algo que tiende, lógicamente, a beneficiar sus niveles de felicidad, productividad y compromiso. Ayer, publicó su artículo titulado «¿Preparado para rediseñar tu puesto de trabajo a tu medida? Llega el Job Crafting» (pdf), en el que cita varios de mis comentarios.
Escribí sobre el concepto del job crafting hace ya algún tiempo asociado a una tendencia que se estaba popularizando en algunas compañías tecnológicas ( en la Google «de antes«), pero el concepto ha seguido ganando tracción desde entonces en muchas otras compañías. La idea que subyace tras el job crafting es, lógicamente, el cambio en la ecuación de poder entre unas compañías que tratan de atraer el mejor talento disponible, y unos empleados que pasan de no tener opciones y tener que aceptar cualquier trabajo, a poder escoger entre distintas posibilidades a medida que la evolución social lo posibilita. Lógicamente, este tipo de tendencias pueden sonar extrañísimas en compañías acostumbradas a mercados de trabajo disfuncionales con fuertes desequilibrios entre oferta y demanda, o con mentalidades anticuadas que únicamente pretenden cubrir puestos con los trabajadores más sumisos y menos problemáticos posibles, pero sin duda, hablamos de una tendencia de futuro muy vinculada a transformaciones que llegarán más tarde o más temprano.
La creadora del término, Amy Wrzesniewski, tiende a verla como una herramienta para preservar perfiles valiosos y protegerlos de la sensación de frustración que tiende a aparecer al cabo del tiempo en muchos puestos de trabajo, y en ese sentido, su significado puede ser algo más «terrenal»: son muchas las compañías que aceptan ciertos niveles de adaptación o redefinición de las responsabilidades o de otros aspectos de un puesto con el fin de posibilitar un mejor encaje con personas que la organización considera valiosas. Por otro lado, es un concepto que encaja también potencialmente muy bien con la idea de la transformación digital y el reparto de los dividendos digitales generados por ella: en muchos sentidos, la posibilidad de adaptar determinados aspectos del trabajo de una persona puede representar un incentivo muy poderoso para que esa persona acepte con una actitud positiva los cambios que la tecnología introduce en su tarea, cambios que la compañía, además, puede capitalizar en muchos otros sentidos.
Sin duda, un concepto interesante y con posibilidades, que va bastante más allá de ser simplemente «un término de moda», y que posiblemente te encuentres en algún momento.
Suena mu bonito, pero solo serán unos pocos los que puedan disfrutarlo y de unos perfiles muy específicos creo yo.. Actualmente solo algunos directivos con mucho poder pueden hacerlo
Y por cierto, porque he visto la noticia en otros sitios, que si no pensaría que es una inocentada
También tenía pinta de inocentada el concepto de «trabajo adistancia». Realmente no parece otra cosa que aprovechar descubrimientos que hizo la naturaleza, desde que consiguió que apereciera un ser vivo en la superficie terrestre. ( y a saber donde más!).
La búsqueda del equilibrio ecológico sigue pareciendo un asunto de universidades humanas. LLamados centros del saber, pero siempre auténticas despreciadoras del saber natura, que se mantiene oculto en la naturaleza, por esa tremenda dosis de asquerosa envidia que le tiene el llamado ser humano.
Y así andamos discutiendo sobre el sexo de los emergentes ángeles climáticos.
Yo lo he practicado, pero con otro nombre que me inventé porque ese no lo conocía. «deslizamiento lateral»
En un gran compañía es muy difícil moverse hacia arriba. El ascenso, es algo complejo, no solo es cuestión de mérito personal, sino que hace falta que se generen plazas en ese nivel inmediatamente superior.
Sin embargo, moverse en el mismo nivel salarial es relativamente fácil, yo lo ha conseguido en dos empresas, en TVE pase de productor de programas a trabajar en el Departamento de Producción de Programas Filmados. Como productor, estaba obligado a viajar casi constantemente, mientras que el Departamento de Programas Filmados, tenía un trabajo con horario típico de oficina.
El motivo fue que por entonces me casé y mi mujer prefería que tuviera un trabajo que me hiciera viajar menos. (eso me izo dejar un trabajo apasionante, por uno más burocrático y fue causa de que mas adelante dejara TVE. pero esa es otra historia)
El el segundo caso, un ascenso me transformó de vendedor, en Jefe de Logística, (nuevamente un trabajo muy burocrático). En ese puesto descubrí la informática y evolucioné a Director de Informática, que me apetecía mucho mas.
La forma de efectuar un «desñlazamiento horizontal» consiste en realizar tu trabajo lo mas rápido que puedas y ofrecerte al director del trabajo que deseas ocupar, por si le puedes echar una mano en tu tiempo libre. Como no hay nadie que no le sobre trabajo, te dan algo que hacer, al principìo muy accesorio, pero a medida que comienzas a resolver problemas, será más importante, hasta que el jefe te reclama para su departamento, porque has pasado a ser pieza fundamental.
Hola a todos.
Así debería ser, como te desarrollas como humano. Algunas empresas adaptadas tiempos corren fomentan ese tipo de movimientos laborales. Personalmente conozco jo es así; Todo lo contrario.
Actuales empresas crean sector tecnológico, consulting.. Más flexibles hora teletrabajar, mejora laboral etc. Consiguen participacipacion, aporta valor conjunto beneficio mutuo.
Creo debería fomentar esa cultura.
Un saludo.