Hablé por primera vez del llamado «escenario Mad Max» en mi libro, «Viviendo en el futuro«, y en algunas de las entrevistas que siguieron a su presentación. Mi referencia era puramente intuitiva, sugerida por la escenografía post-apocalíptica y el escenario de total colapso social retratado en la obra original y sus secuelas, y la referencia podría parecer, a los ojos de muchos, una exageración o una manera de llamar la atención.
Sin embargo, hace unos días vi una referencia a ese «escenario Mad Max» en una noticia al hilo de las situaciones generadas precisamente donde esas películas tenían su localización, en el desierto australiano, en donde, a raíz de los enormes incendios, están comenzando a tener lugar robos de agua, en un escenario que recuerda poderosamente a los de la película, y del que no dejamos de recibir noticias cada vez más preocupantes.
La idea de una emergencia climática puede resultar lejana o alarmista para muchos, pero la realidad es que a lo largo del año 2019 que ahora cerramos, la evolución del clima ha tenido relación directa con al menos quince desastres naturales. Poner los términos en contexto es importante: la declaración de emergencia climática ha sido invocada no solo por el Parlamento Europeo, sino hasta en 1,288 ocasiones, convirtiendo el 2019 en el año de la emergencia climática, y haciendo que una de cada diez personas en el mundo vivan en un territorio en el que ha sido declarada.
Esas declaraciones pueden considerarse, a la luz de la lentitud de nuestras acciones al respecto, como fundamentalmente simbólicas, pero no por ello debemos de dejar de tenerlas en la cabeza: que once mil investigadores de todo el mundo en el ámbito climático afirmen que estamos en una situación de emergencia, no en forma de una opinión, sino como fruto de análisis y evidencias científicas, es algo que debería de estar en la mente de todos cuando tomamos decisiones de todo tipo. El punto de inflexión que surgió en política internacional con los incendios en el Amazonas no es único: hasta nueve situaciones similares amenazan actualmente con llevar al planeta a escenarios sin retorno posible. Las medidas para tratar de producir un cambio ya no se refieren a acciones aisladas o a pequeños cambios: requieren una transformación total de la economía en la que la tecnología y la digitalización tienen todo que aportar.
Estamos en una emergencia, y tenemos que actuar como se actúa en las emergencias, con medidas excepcionales. Lo comentamos en su momento: los informes como el del IPCC no eran alarmistas, sino todo lo contrario. No te quedes con lo que ves cuando giras la cabeza: que tengas la suerte de vivir en un escenario que aún no haya sido afectado no quiere decir que eso vaya a ser así en el futuro. O somos conscientes de la situación y actuamos consecuentemente, o la decisión de seguir sin hacer nada, sin demandar acciones de ningún tipo y engañándonos con la idea de que no pasa nada terminará por pasarnos factura. Ve pensando en ello.
This post is also available in English on my Medium page, «How long before we find ourselves living in a Mad Max world?«
Un mensaje alto y claro, cerramos un año con demasiadas anomalías climáticas.
Los gobiernos pueden hacer cosas pero tardarán, somos las personas las que podemos actuar más rápidamente, el problema es que tenemos una sociedad que ha construido la felicidad con el consumo.
Deberíamos dejar de usar tanto el avión, el coche en la ciudad, comprar un 30% menos de ropa y electrónica, comprar en el super lo que vendan a granel, bajar la temperatura de la calefacción,… ¿estamos dispuestos a ello?
¿Estamos dispuestos a volver a la Edad Media?
O queremos evolucionar, usar todavía más el coche o avión eléctrico, estar todavía más calientes en nuestras cosas con sistemas de aerotermia, etc.
En primer lugar, muchas gracias Enrique por escribir y dar referencia al mundo post apocalíptico, no estamos nada lejos de lo que George Miller escribió en varias de sus películas.
Dirijo una asociación llamada LUNA NEGRA , en la que cada dos años recreamos durante tres días de festival un mundo distópico.
Enseñamos a reciclar, realizar prendas a base de materiales usados, talleres, juegos, concursos de vehículos de todo tipo postapocalipticos, luchas en la primera y única THUNDERDOME de Europa, ( ya sabes, dos entran uno sale). Jóvenes de toda Europa, se unen para enseñarnos la gran capacidad de tolerancia, respeto, y buena convivencia que las personas podemos llegar a conseguir.
LUNA NEGRA cree en las personas, y tratamos de aprender a que con poco, se puede llegar a vivir bien.
No se trata de volver a la edad Media, si no, de no entrar en el mundo del materialismo que con tanta facilidad muchas personas se introducen y cuando lo hacen, el egoísmo, la falta de empatía al otro, el estrés de comprar y comprar sin necesidad.. . Se vuelven la única ambición y dejan pasar la vida mintiéndose a sí mismos creyendo que son más felices que su vecino.
Eso es lo que nos ha hecho llegar a éste punto.
Por eso yo, quiero ver durante mis eventos, a las personas librarse de ese estrés, convivir, aprender, recreando un mundo Más Max, y siendo libres.
Creo en las personas.
Y también creo que tarde o temprano saldremos de ésta que la ambición a causado.
Un abrazo.
Rebeca Zarandona.
Lo primero que hay que saber es de donde procede la contaminación:
– 56 % viviendas, comercios e instituciones.
– 17 % producción industrial
– 13 % transporte en carretera
– 5 % agricultura
Por esto estimo que hay que poner más énfasis en las viviendas y todo tipo de locales. Hay forzar la empresas eléctricas a producir energías limpias. Esta energía que va a servir para mover todo tipo de industrias y el transporte. Es el tema solar e oleico que se debe promocionar, incluso en la construcción de viviendas y locales. Y que la energía que llegue a nuestras casas sea limpia.
A nivel personal cada uno puede aportar su grano de arena. A nivel político es enormemente beneficioso el cambio que se podría incentivar.
“Casi cualquier secta, culto o religión convertirá su credo en ley si adquiere el poder político para hacerlo”.
-Robert A. Heinlein
«Apoyo las leyes que no siguen lo que dice la ciencia».
– Gorki
People usually believe anything that they are told early and often.
-Robert A. Heinlein
La esencia de la ideología de la corrección política es que el consenso sustituye a la verdad
Esa noticia no es real.
El estudio dice que se han vinculado perdidas de 100 billones (cifra de la fuente, que no es una estimación contrastada) a «eventos climáticos extremos», como los que suceden todos los años, huracanes, inundaciones, etc., desde que tenemos memoria.
No se vincula directamente a ninguna evidencia del cambio climático; los «desastres naturales» son sucesos que han acontecido desde siempre, antes de la era industrial, inclusive.
La fuente, apropósito, es Christian Aid, una ONG de la Iglesia protestante ortodoxa británica, que recibe donaciones económicas para paliar situaciones de crisis en el tercer mundo. Está inmersa en un buen número de polémicas, como apoyar el régimen político de Haiti.
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The 2012–2013 income of Christian Aid was £95.4 million.
Sobre el caso de falseo de datos de esta organización en otros Informes:
(…) Unnamed official at the British Department of Trade and Industry as saying «they know it’s crap, but it sells the T-shirts»
Oxfam scandal: Nine charts that show what charities do
The steward of the Church of England’s investment portfolio talks uplifting returns
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Disclaimer.
No dudo de su solvencia en asuntos relativos al Apocalipsis, ni mucho menos. Es el negocio familiar.
El cine y las novelas suelen relatar aspectos de la vida real con mucha más intensidad e incluso certeza de lo que piensa mucha gente. Como pasa con la prensa escrita o con internet, hay que tener filtros que nos separen la suciedad de la buena información.
Por ejemplo El irlandés cuuenta la historia del kenedismo y su fuerte relación con la mafia , de una forma impactante y , por los datos que se pueden tener de antiguas lecturas, con alta dosis de verosimilitud.
En concreto el duelo Bob-Hoffa está magistral. Y con el permiso de Boyero mostrando un nivel expresivo del mejor Scorsese. La primera vez que igualan al Padrino. Y termino diciendo que la visión que dá del asqueroso fenómeno, que supuso el sindicalismo del transporte está inmejorable. En paralelo con otra peli como la Ley de la jungla.
Pero volviendo a la tecnología, porque el transporte y la estiba de los barcos no debe ser tecnología, digamos que necesitamos algo más que cerebros cuadriculados para buscar soluciones al problema de la emergencia climática.
Como bien mostraron los cuadriculados germánicos en el nazismo, no puede un científico permitir que el poder establecido decida con que variables se puede jugar para intentar resolver una ecuación de gran magnitud.
La megalomanía de Hitler se alió con la megalomanía de diversos científicos y todo el esfuerzo final se hizo para soluciones de bombarderos a reacción y el desarrollo de un «explosivo» nuclear. O acaso, ¿la gente sigue pensando que en USA se sacaron de la manga determinados avances tecnológicos, sin usar los científicos «robados» a los nazis?
Australía como pasó con el resto del Pacífico, y como no, los EEUU de Norteamérica, son ejemplos de lo que puede hacer el enfrentamiento ser humano-naturaleza. En vez de buscar un equilibrio se busca la confrontación, para ver quien la tiene más larga, o en el caso de las Thatcher, la más ancha.
Que si, que somos cojonudos y lo mejos es expulsar a los delicuentes británicos a la isla australiana y a los fanáticos religiosos brtánicos al continente americano. Y luego darles la tecnología necesaria (a los rubios blanquitos, claro) para que sigan destrozando lo que ya «muy bien» empezó a destrozar mundo adelante la sacrosanta y civilizada Europa.
Escenarios Mad Max no sólo pueden venir de la mano de cambios muy bruscos del clima; un evento Carrington puede ser aún peor (escala planetaria, pero sobre todo centrado en las sociedades más desarrolladas) y no veo alarma por ningún lado; y de esto si estamos 100% seguros, tanto de que ocurrirá (pero no sabemos cuándo), como de que sus efectos son potencialmente catastróficos a nivel humano. Que el clima cambia, pues claro… que algunos cambios son irreversibles, pues también (y por eso hemos desarrollado nuestra civilización actual, el fin de la última glaciación lo ha permitido); que es una emergencia… pues está por ver de qué escala y dónde. Lo siento, pero yo soy de los Imbeciles, no porque no piense que haya cambio climático, y que una parte importante sea fruto de la actividad humana, si no por qué sus efectos socio-económicos están muy mal estudiados y deslindados.
Australia… demonios, la mayor parte de Australia es un territorio especialmente propenso a sequías, cambio climático o no (500 years of drought and flood: trees and corals reveal Australia’s climate history y enlaces dentro); y los incendios forman parte de su ciclo biológico desde antes de que los humanos plantáramos los pies allí (Pollen and Charcoal Evidence for the Effects of Aboriginal Burning on the Vegetation of Australia); aquí el problema es más de expectativas humanas y ocupación de nichos muy por encima de sus posibilidades de recursos. Nada de los que hagan los humanos, australianos o no, evitará las sequías recurrentes ni los incendios a gran escala allí. Es parte de lo que es Australia. El tema es, ¿ciertos comportamientos de las personas deben restringirse, cómo dedicarse a una actividad productiva de bastante intensidad hídrica en un territorio con problemas serios seguros de abastecimiento de agua cada cierto tiempo?
Que 11.000 investigadores digan que es una emergencia no lo convierte en una emergencia; no están en posición de declararla, por que no es su competencia ni su ámbito de conocimientos; sí están en posición de hacer advertencias, y sobre todo de realizar previsiones; esas previsiones son las que tienen que usar los sociólogos-economistas-politólogos para prever consecuencias socio-económicas y de ahí los responsables políticos y de emergencias, ya sí, declarar lo que tengan que declarar; si lo que pretendemos es mitigar el impacto humano de lo que pase (sea lo que sea) claro.
Pero no se está haciendo así; los políticos declaran una emergencia climática y promueven medidas que no tienen sentido alguno; en vez de mirar a mitigar el impacto humano, se lanzan directamente a «luchar contra el cambio climático», como si eso fuese realmente posible; y ni una palabra de las consecuencias socio-económicas de las medidas que propugnan. Después viene la COP25, y sale lo que sale, filfa. Normal.
Que los climatólogos se dediquen a lo suyo, es decir, intentar predecir el clima (que bastante difícil es) y sobre todo afinar los modelos a largo plazo para tener herramientas adecuadas con las que dar los inputs a los que tendrían que estar trabajando ya a destajo, sociologos, economistas y politólogos. Lo deseable sería crear un marco de actuaciones con sus envolventes de consecuencias, y de ahí mostrar a la población y los responsables de tomar decisiones que es esperable y que no; ¿se hace eso? No. Por ejemplo, ¿sirve para algo el mercado de emisión de carbono? Aún espero un balance económico vs incentivar la descarbonización de ese chiringuito; a mi nariz le da que es una jugada perfecta para que cuatro financieros se forren a costa de todos los demás, pero sin apenas efectividad.
Yo en un incendio espero que el bombero me diga cual es la mejor manera de actuar, ya que es el que está mejor preparado para enfrentarse a ello; al bombero de esta situación yo todavía no le he escuchado, solo oigo cosas de teóricos de uno y otro lado que solo se fijan en su pequeño ámbito de conocimiento. Así, mal vamos.
Pero sobre todo, lo que más oigo son planteamientos que empiezan a ser absolutamente irrealistas, como la implantación de medidas de corte dictatorial que previsiblemente lo único que pueden traer son problemas de mucha mayor escala e impacto que los que pretenden paliar, y que indefectiblemente acabarían por hacer descarrilar todo esfuerzo por minimizar las consecuencias de los cambios que ya es seguro vamos a sufrir, posiblemente generando el efecto contrario, es decir, «incrementando la presión» climática y por tanto los efectos socio-económicos negativos.
Estimado Enrique,
El IPCC ya ha hecho predicciones, puse un repositorio con las predicciones absurdas que no se cumplieron y las fechas, así como la retribución posterior de los autores pero fue censurado.
No digo que el clima esté cambiando, como dije en su día reciclo, tengo acciones de Tesla (como parte del dinero que dedicó a ONGS y tal aunque ha ido muy bien) y al ritmo que se pueda estoy seguro que toda la tecnología que se está creando va a cambiar nuestra sociedad para bien, hasta ahí Enrique, no me lleves a que me tengo que entregarme a cualquier impuesto y cualquier medida que un ente supranacional no democrático decida porque has visto el Apocalipsis.
Gracias por los otros contenidos del blog.
Un saludo.
Como biólogo debiste estudiar qué son las plantas pirófilas, vegetación como la australiana acostumbrada a crecer y renacer despues de incendios naturales causados por tormentas secas, mucho antes de que el malvado ser humano apareciese en escena.
Seguramente ahora hay tanta «alerta» debido a que afecta de lleno a ciertas regiones sobrepobladas y a las mejores comunicaciones para conocer y registrar las noticias, hace siglos solo un buen terremoto o erupción perduraba en la memoria colectiva.
https://www.abc.es/ciencia/20150718/abci-nueva-edad-hielo-201507172032.html
Menudo lío que es el futuro ¿llenamos el armario de ropa de verano o de invierno?
PD: el madmaxismo ya existe hace tiempo, relacionado con los prepper americanos, aunque personalmente opino que el futuro será como Elysium.
Hola a todos.-
Reuniones de países, llegar a un acuerdo positivo todos, no es mas que una manera de gastar dinero, acuerdo de mínimos salir en la foto y poco mas.-
Primeras economías, gobernantes sin miras, llevados de la mano por lobbies intereses personales, demás circunstancias le importa un bledo; Encima se jactan en redes sociales concerniente al tiempo. Donde no hay, no se quiere no sacamos nada adelante.
Da igual informe científico IPPC, siempre habrá intereses en tirarlos por tierra.
Europa parece ser único gran bloque económico, dado voz de alarma cuestión climática. Mayoría de países con algunos liderando cruzada medioambiental luchas férreamente contra los desmanes producen todo el mundo; Como bien comenta Enrique incendios del Amazonas se han incrementado considerablemente, llegando incluso a enfrentar dirigentes de países.
Tema muy serio nos concierne a todos. Granos hacen una pelota, esta rueda convierte en algo mas grande aportemos, luchemos por nuestra casa, la de todos. No seamos egoístas y miremos por el bien común
Saludos.
¡Qué locura de post! Pero si hasta la alcaldesa de Madrid dice que en Madrid no hay problemas de contaminación… ¡y que los niños vienen de París!
O empezamos a tener una sociedad y economía enfocada a la sostenibilidad ecológica o la propia naturaleza tomará cartas muy imprevisibles en el problema. Un caos ecológico puede tener consecuencias catastróficas y si muy apocalípticas porque el hombre hoy en día es cada vez menos empático con los demás