Google y cómo acabar de una vez por todas con la cultura

IMAGE: Ik T on Flickr (CC BY)

Tomo prestado el título en castellano de aquel libro de Woody Allen para hablar de algo que ya comentamos el pasado agosto, y de cómo las evidencias se acumulan para demostrar que la cosa iba exactamente por ahí: Google, una de las compañías con una cultura corporativa más admirada del mundo, está buscando todas las maneras posibles de cambiarla, de librarse de su anterior idealismo y libertad absoluta para la discusión, el activismo y el intercambio de pareceres, y convertirse en una empresa cada vez más tradicional. De hecho, no parece que busque siquiera evolucionar a cómo las empresas son actualmente, sino a cómo eran hace ya bastantes años.

Al intento de prohibir que los empleados utilicen los foros de la compañía para discusiones políticas o temas que generen polarización, supuestamente desmantelada por la National Labor Relations Board, que ha conminado a la compañía a asegurar a sus empleados que podrán hablar de lo que quieran sin represalias, se une ahora la contratación de una consultora especializada en desincentivar la sindicalización de los empleados, el intento (infructuoso) de cancelación de una charla sobre los beneficios de la sindicalización en sus oficinas de Zurich, el desarrollo de herramientas de espionaje interno para prevenir la creación de asociaciones sindicales, el despido de trabajadores implicados activamente en este tipo de iniciativas o de protestas, o el abuso y la marginación de otros que protestaban por determinados aspectos de sus condiciones laborales. La compañía está avanzando para eliminar sus famosas reuniones generales de los viernes, los TGIF, que solían transcurrir con cerveza y aperitivos y constituían una oportunidad para preguntar cualquier cosa y un símbolo de la cultura abierta de Google, porque, en palabras de Sundar Pichai, CEO de la compañía, «no funcionan en su actual formato», un símbolo de la fortísima transición cultural que se está experimentando.

Algunos dicen que Google no ha sabido adaptarse, o mejor, sobreponerse, a la llegada de la América de Donald Trump, y que de hecho, los tres años que el presidente lleva en la Casa Blanca han sido una continua pesadilla en la compañía que solía caracterizarse como un lugar en el que la gente era feliz. Según algunos analistas, en Google se vive ahora un clima de auténtica guerra civil: empleados con cierta antigüedad acostumbrados a expresarse con libertad y a protestar contra decisiones de la compañía como la de desarrollar un motor de búsqueda censurado para China, las emisiones de dióxido de carbono o la colaboración con las autoridades de inmigración se encuentran ahora con que ese tipo de actividades pueden traer consecuencias muy complicadas para su continuidad en la compañía, con que si quieren denunciar algo que no les gusta tienen que convertirse en whistleblowers y acudir anónimamente a un periódico, y con que la Google que conocieron cuando se incorporaron se separa cada vez más de la que experimentan actualmente.

¿Dónde está el problema? Obviamente, en primer lugar, que la cultura de una compañía es uno de los elementos fundamentales que permiten atraer talento a ella o retenerlo en ella a lo largo de los años. Que cuando hablamos de un empleado de Google, solemos hablar de alguien que, con esa línea en su currículum, puede generalmente irse a casi cualquier sitio y ser recibido por la puerta grande, por lo que supone haber trabajado en una compañía que muchos consideran que ha contribuido enormemente a cambiar el mundo tal y como lo conocemos. Y, en segundo lugar, que desgraciadamente para las intenciones de Google, las generaciones más jóvenes no son cada vez menos activistas: cada vez lo son más. Hablamos de una generación de futuros trabajadores que no dudan, en muchos casos, en salir a la calle y manifestarse para demandar a sus gobiernos que tomen acción contra la emergencia climática, que son conscientes de ser la última generación que puede hacer algo para cambiar las cosas, y que tienen, además, mucho más acceso a la información y a herramientas que el que tenían generaciones anteriores. El activismo, la ética en el trabajo y la protesta no parecen actitudes ajenas a las generaciones que se están incorporando al mercado de trabajo, sino todo lo contrario.

Si Google se empeña en acabar de una vez por todas con lo que fue una cultura que la hacía indudablemente atractiva, poco convencional e incluso un poco rebelde a los ojos del mercado de trabajo, y lucha para tratar de personalizar la empresa tradicional, estructurada, jerárquica y en la que no puedes hacer nada que contravenga lo que tu jefe te ha dicho, los que valorarán sin duda esa iniciativa serán las empresas que compiten con ella, o las startups a las que emigren sus preciados trabajadores. No se acaba con una cultura que afecta a más de cien mil empleados de la noche a la mañana, y menos si la que pretende sustituirla supone muchos pasos atrás en términos de libertades, de propuesta ética o de sentimiento de justicia.

En el medio de todo esto, un Sundar Pichai que contaba con una muy buena reputación como directivo conciliador, estratega y hábil, pero cuya percepción está evolucionando hacia lo negativo cada día que pasa, con cada nueva noticia que trasluce. En cuanto a los míticos fundadores de la compañía, Larry Page y Sergey Brin, ni están, ni se les espera. Están en otros proyectos. ¿Nos disponemos a ver cómo una de las culturas habitualmente reconocidas como más atractivas se diluye, desaparece y se convierte en algo radicalmente distinto? ¿Cuáles serán las consecuencias de algo así para una compañía que es lo que es, fundamentalmente, debido a su capacidad para atraer a algunos de los mejores talentos de la industria? ¿Dónde va la estrategia cuando la cultura desaparece?


This article was also published in English on Forbes, «Where does Google think it’s going with its corporate culture volte-face?«


23 comentarios

  • #001
    Gorki - 26 noviembre 2019 - 17:06

    La cultura empresarial desaparece cuando vendes la empresa a otro, bien totalmente, bien mayoritariamente en la Bolsa, porque el nuevo dueño impondrá su cultura empresarial.

    Google cambió el día que salió a bolsa, Desde ese momento, su único objetivo es repartir cada vez mas dividendos, un trimestres detrás de otro.

    El «Don’t be evil», es ya un slogan sin sentido dentro de la empresa, lo han sustituido por «How much is the dividend?» Si para aumentarlo tienen que quitar la cocina asiática y el gimnasio de los empleados ,ten por seguro que lo harán

    • Hobster - 27 noviembre 2019 - 21:23

      Google nunca ha repartido dividendos

    • Daniel Rodríguez Herrera - 4 diciembre 2019 - 20:07

      Francamente, el momento en que empezaron a cargarse la cultura interna fue el despido de James Damore. En el momento en que cedieron a la presión de su enorme porcentaje de SJW entre los empleados convirtieron lo que estos decían en un arma. Lo que ha pasado después son intentos de destruir ese arma.

  • #004
    Javier Vega - 26 noviembre 2019 - 17:59

    Aquí sencillamente hay un cambio de timón por parte de la empresa, quitan la seudolibertad de matrix que creían tener, quitan los all-hands que me imagino que al ser tan seguidos (todos los viernes) no eran otra cosa que una pérdida de tiempo. Y la empresa ha decidido acabar con la barra libre…

    Es conocido que a los oficinistas con neo-manguitos, eso del sindicalismo no va con ellos, y…. la gente si tiene proyectos interesantes, con buenos sueldos respecto a la media, pues agacharán las orejas y ahí se acaba la historia.

    No esto no es acabar con «la» cultura, es imponer otra cultura, «su» cultura, y por muy decimonónica que parezca, les están quitando los cacahuetes. Y si no que vengan a muchas carniceras españolas… y que vean que son privilegiados.

  • #005
    Lua65 - 26 noviembre 2019 - 18:06

    Creo que es de las pocas veces (en muchos años) que estoy de acuerdo con Gorki :)

    • Gorki - 26 noviembre 2019 - 18:34

      ¿Qué pasa? – Lleva un tiempo que mi forma de pensar coincide con la de los comentaristas.

      O yo estoy entrando en la senectud final. o más terrible aun, los comentaristas están haciéndose adultos.

  • #007
    Xaquín - 26 noviembre 2019 - 18:52

    Parece que no damos aprendido, con cierto nivel de sapiens. Los adoquines de mayo 68, las flores del hipismo, ahora los chalecos amarillos del París 19 o las máscaras del actualísimo Hong Kong… Nos gusta dejarnos llevar por la marea.

    Por lo visto era posible (o como mínimo probable) que el mastodonte usamericano permitiera que nacieran brotes de democracia real en las empresas USA, de esa democracia que podía dinamitar la democracia formal de cualquier estado estadounidense. En cierto modo, esa imaginación, nos lleva al otro lado del telón de acero, cuando algunos ingenuos pensaban que se podía demoler la cárcel soviética sin retocar como mínmo un buen par de cimientos.

    En el fondo sigue la cultura del colono norteamericano, y antes del colonizador europeo, que lleva la libertad de su civilización a las praderas salvajes del Oeste. Que bonito. Y luego viene Hollywood y nos lo cuenta. Eso si, estamos en EEUU y por lo tanto su real libertad de expresión es más o menos sagrada (y no es coña!), por eso las pelis y series, y antes las novelas, son mucho más realistas que la expresión audiovisual europea global del siglo XX.

    Y claro, además, lo de que los reyes y emperadores escriben la historia humana sigue siendo válido (esto es semicoña). Y por eso se levantan estatuas a los Bill, Steve, Larry…

    Resulta muy curioso, pero esa falta de sufrimiento universitario de los grandes siliconianos, puede que sea un lastre a la hora de bregar con los depredadores intelectuales que salen de las Yale, Harvard, Stanford… y también Oxford o la misma Bellaterra. A veces el trabajar en garajes minimiza el campo de visión, en lo que podemos llamar estructura socioeconomica y cultural de los diversos colectivos humanos que forman un país.

    Y de los sindicatos estadounidenses hablamos otro día.

  • #008
    Ignacio - 26 noviembre 2019 - 20:24

    Buenas tardes Enrique,

    Cuando vayas a comentar cosas de Fake News, échale un vistazo a esto que ha publicado Juan Ramón Rallo en base a un paper académico, por si lo ves interesante.

    Vídeo de Juan Ramón Rallo

    https://www.youtube.com/watch?v=xv9byhZaqJc&fbclid=IwAR31Evn5uyP3t5FotoW32mcLj4xCUxp47v3oV00seLYVN068wGBqEMfvOkg

    Paper Académico «Right-Wing Populism, Social Media and Echo Chambers in Western Democracies»

    https://academic.macewan.ca/bouliannes/files/2019/09/NMS_FINAL_March2019all.pdf

    Como soy ordenado por deformación, intenté dejartelo en alguna entrada con la etiqueta «Fake News» para que lo encontrases más fácil, pero tienes los comentarios cerrados, supongo que sería imposible gestionar tantas entradas activas a la vez.

    Gracias por todo.

    Un cordial saludo.

    • Gorki - 26 noviembre 2019 - 23:45

      Es absurdo buscar en las redes sociales el aumento de Vox. Se debe a que los partidos tradicionales, no se atreven a dar soluciones, quizá por que no las tengan, a problemas que la gente de la calle clama.
      A saber, Cataluña, emigración y hombres maltratados por mujeres.

      • Lumínica - 27 noviembre 2019 - 14:11

        Es espeluznante ver que hay gente tan profundamente equivocada sobre los problemas a los que nos enfrentamos en el mundo.

        Si los votantes de VOX y la mayoría de la sociedad española, tuviera acceso a buenos trabajos, con buenos salarios, con buenos servicios públicos, especialmente en la educación y la sanidad, acceso a una vivienda asequible y, sobre todo, percibiera un futuro en el que hay una esperanza de desarrollo y de mayor bienestar para ellos y para sus hijos, entonces no considerarían que el mundo y su país es un desastre que hay que cambiar. ¿Estamos de acuerdo en eso?

        La realidad es que nos sentimos frustrados y desesperanzados, porque nada de esto sucede, porque el presente es descorazonador y porque el futuro se percibe negrísimo.

        Ante este diagnóstico, tenemos a un partido, como VOX, que explota ese sentimiento mediante mensajes emocionales e incendiarios. Tienen razón en que la situación es crítica, por supuesto, todos estamos de acuerdo en ello. El problema es que VOX es una herramienta más del poder establecido para señalar a los culpables equivocados: catalunya, emigración y hombres maltratados por mujeres, dice Gorki. ¿De verdad crees eso? ¿De verdad piensas que esos son los culpables de que tus hijos se enfrenten a un futuro horrible?

        Si realmente piensas así, creo que eres una víctima de la manipulación. El programa de VOX no ofrece ninguna medida que vaya a combatir los problemas que he mencionado en el 2do párrafo. Más bien, es un programa neoliberal, que apoya a las grandes empresas y grandes fortunas, es decir, que generará mayor desigualdad y que es la MÁXIMA GARANTÍA de que el futuro de tus hijos y de los míos vaya a ser horrible. Es un partido diseñado para seducir a las capas bajas de la población para enfrentarlas entre sí, romper la sociedades y que no se llegue nunca a consensos que les beneficie. Es decir, un partido al servicio del gran capital, al servicio de unos pocos.

        Me parece increíble que gente como tu, Gorki, que tienes acceso y tiempo para consumir todo tipo de información, piense que el motivo de que la mayor parte de la sociedad se esté empobreciendo es de los migrantes o de la situación en Catalunya. Es realmente espeluznante.

  • #011
    Javier Abascal - 27 noviembre 2019 - 12:28

    OFFTOPIC

    Gorki
    Desde la moderación: en tu último post lo que señalas como problemas curiosamente no coincide con lo que piensan las personas en su mayoría que les afecta. Puedes comprobarlo en las respuestas a que problema a vd. le afecta más (pregunta 10, último barómetro cis junio 2019) y las respuestas mayoritarias que aparecen son paro 27.1, economía 27.2 , sanidad 16.6, calidad del empleo 17.9, educación 11,7, pensiones 7.6, situación personal 7.7, corrupción 7.6, políticos 9.5 y los que citas como problemas que viene a solucionar VOX: Cataluña 3.4, inmigración 2.1, violencia de género 0.6

    Ojo y estoy seguro que en estos meses va a haber cambios en las cifras, y en el siguiente barómetro lo reflejará, pero no porque sean problemas reales, sino porque reflejan lo que las personas dicen que son sus problemas. Admitamos como hipótesis que los problemas reflejados en junio estuvieron menos dirigidos por «marketing», es decir, que hay problemas reales en las personas en paro, economía, sanidad,…

    Este barómetro sirve como evidencia, que la opinión pública varía de acuerdo a los mensajes que recibe. Como dice el video propuesto de Ignacio, hay una caja de resonancia, en la cual se amplifica aquello que «las campañas de marketing» dirigen a sus rebaños. Y debemos admitir que hay sesgo en las noticias que realmente queremos recibir y las que queremos escuchar, ya sea por redes o medios, eso se refleja en grandes cambios en esa opinión.

    Si yo fuera político me alegraría que la gente piense «que hay un problema de hombres maltratados» al final eso se soluciona rápido, con cuatro chorra leyes que cuestan dos duros, soluciono el problema percibido y luego me pongo la medalla que el problema desaparece.

    Salvando la distancia es como lo que hizo ZP con «el matrimonio gay», problema que soluciona con una ley que costó dos duros, y se pudo poner la medalla ante la opinión pública progresista

    No se me malinterprete solucionar problemas que afectan a minorías no es malo, pero al gobierno que solucione los problemas REALES de paro, economia, sanidad, pensiones, será el bueno… y como sabemos esos si que son difíciles, y ninguno hace nada más que marear perdices.

    • Gorki - 27 noviembre 2019 - 13:06

      Me alegra mucho que yo sea el unico confundido.

      Pero a mi me preocupa y mucho lo que pasa en Cataluña.
      Me preocupa y mucho el que esté llegando una emigración masiva, que no tiene ni un a vivienda donde refugiarse. ni un oficio donde poderse ganar la vida-
      Y sufro porque tengo conocidos, a los que sus exmujeres les han arruinado la vida, les han quitado la vivienda y encima no les dejan ver a sus hijos. Mis hijos tiene que acompañar a un amigo que cada vez que va a ver a sus hijos, porque si no, la exmujer le denuncia de practicar con ellos las mayores aberraciones. Y hombres con este tipo de problemas los conocemos todos.,

      Y lo que más me preocupa es que a diferencia de VOX yo no tengo solución a esos problemas y es mas dudo que tengan solución sencilla y menos aun mágica, pero me gustaría que los partidos menos extremistas de este país al menos se los plantearan.

      ¿Qué solución tiene para Cataluña?
      ¿Que solución tienen para la los emigrantes que se nos viene encima?
      ¿Que solución tiene para los hombres maltratados?

      Que no se extrañen, si ellos dan la callada por respuesta, que una parte de la población, vote a los que ofrecen soluciones, (a mi modo de ver mágicas), para el problema.

      Vuelvo a repetir, que no es que Trump ganara las elecciones, es que llevaba una «solución» a los problemas que preocupan a los americanos «American First» cuando la Clintón, ni hablaba de la evidente decadencia de Nosrteamérica.

      Echar la culpa a las RRSS del éxito de Trump o de Vox es segur practicando la política del avestrúz y alimentar con leña el fuego de los extremismos.

      • Javier Abascal - 27 noviembre 2019 - 16:23

        Abusando de la amabilidad de Enrique

        A ti te preocupa mucho Cataluña, a Enrique la emergencia climática, a los empleados de Google que les quiten sus foros. A mi me preocupa la manipulación ideológica de las personas. ¿Son estas preocupaciones estadísticamente representativas? Seamos positivos. Los medios que tiene un Estado o una empresa son finitos y por tanto se trata de establecer un orden de prioridades en la toma de decisiones.

        Como este es un blog de innovación voy a intentar hacer una aportación que tenga algo de valor añadido, seguro que habrás oído hablar de la “Toyota Way” y lo podemos ligar a Google o a la política. La manera que tuvo Toyota de afrontar sus problemas se basaban en dos pilares: la mejora continua y el respeto por las personas. Lo primero que hicieron fue el “Genchi Genbutsu” que significa ir a la fuente y comprobar los hechos por uno mismo, y estar seguros que tenemos la información correcta para tomar una buena decisión. Una de las cosas que se dieron cuenta fue identificar el “conejo gordo” de los problemas. Y aplicando la regla de Pareto encontraron que el 20% de las causas totales hace que sean originados el 80% de los efectos y rebotes internos del pronosticado.

        ¿Debe empezar ese orden de prioridades en el 2.1% del problema percibido por la inmigración?
        A la gallega, ¿Se soluciona poniendo un epígrafe que dice deportaciones masivas, muros, incrementar gasto defensa, suspender Schengen?

        ¿Se debe empezar en el 3.4% del problema percebido como origen Cataluña?
        A la gallega, ¿Seguro que el problema catalán se resuelve con la suspensión de la autonomía, depuraciones selectivas y la ilegalización de partidos?

        ¿Asumamos un 0.1% percibido como Hombres Maltratados?

        Nota: El porcentaje para hombres maltratados no existe en el barómetro, puedes asumir que si entre
        2008-2015 murieron 58 hombres asesinados por sus parejas, y 485 mujeres fueron asesinadas por sus parejas la proporción te dice que hay que derogar una ley porque hay un 12% no contemplado de violencia intrafamiliar (0.6%)

        ¿Hay que derogar esa ley? No lo veo, en todo caso ver si aplican medidas similares a hombres maltratados
        Estoy convencido que ningún político te va a arreglar el 100% de cualquier situación personal límite de marginalidad, dependencia, drogadicción, ludopatía, problemas psicológicos o como citas de casos límites de divorcios. A esto le voy a llamar agenda social.

        Volvamos a Pareto, seguramente si solucionas el “conejo gordo” (ECONOMIA y PARO) obtendrás de rebote que el Estado recibe más dinero que puede dedicar a pensiones, sanidad, vivienda, y en general a la agenda social para las situaciones de dependencia que parecen las más urgentes y no las que imaginan tres iluminados machotes mientras redactan en una servilleta un programa en una taberna taurina. Y no me refiero a Pablo Iglesias en Casa Labra… De un partido político espero que al menos tenga una agenda social a este tipo de problemas.

        ¿Has visto una agenda social amplia para el resto de problemas en las 100 medidas? yo no. Eso si preservar caza y toros. Para que seguir!!

      • Miguel Durán - 2 diciembre 2019 - 20:37

        Por favor deja el los conocemos todos en paz y no hables por el resto. Porque yo no conozco a NADIE con ese tipo de problemas y si a varios divorciados con hijos.
        De modo que no hables en mi nombre ni en el de nadie que no te haya autorizado.

        Generalizar es malo, por no decir la puerta a la demagogia.

        Podría ponerte un ristrajo bien largo de enlaces demostrando que eso que afirmas son BULOS. Pero de eso no es de lo que se habla.

        Perdonad estoy pero que muy sensible con que la bazofia de VOX (y que me perdone la bazofia por semejante comparación) se dediquen a simplemente pegar pasquines o ponerse a hablas de sus demagogias cuando de los que se habla es del estado de las aceras, la recogida de basura o la deuda municipal… Me dirás que demonios tiene que ver inmigración o su archisobado feminazi con todo eso… Y que siempre dicen hablar en tu nombre

        • Mario - 6 diciembre 2019 - 00:03

          Plas, plas, plas

  • #016
    LEON - 27 noviembre 2019 - 12:38

    No hay nada nuevo en el caso de Google, hemos visto eso mismo en multitud de ocasiones, claro que Google es mucho mas grande y visible de lo que estamos acostumbrados.

    Emprendedores que han creado empresas con mucha ilusión, mucho buen rollito inicial y esas cosas pero que a la larga acaban haciendo lo que todas las demás no es la excepción, es la regla.

    ¿Por que ocurre esto?, hay varias razones, en ocasiones hay gente que tiende a abusar del buen rollito y eso perjudica a la empresa, en otras las relaciones interpersonales se redefinen y en la mayoría de los casos, la empresa simplemente decide que eso no aporta al sacrosanto beneficio empresarial.

  • #017
    Michel Henric-Coll - 27 noviembre 2019 - 16:12

    Gorki dixit: «Google cambió el día que salió a bolsa, Desde ese momento, su único objetivo es repartir cada vez mas dividendos, un trimestres detrás de otro.»

    «Y alcanzada la cumbre, aspira a bajar».
    Cinna. Corneille.

    Cuando los financieros se adueñan de una empresa, esta resulta lenta pero inexorablemente condenada.
    Una empresa no triunfa porque tiene un gran capital, extraordinarias instalaciones y una tecnología avanzada. Esto es la parte visible del iceberg. Sino porque en ella hay hombres y mujeres que sueñan día y noche con convertirla en una empresa triunfadora.

    Elimina los sueños de la gente y solo te quedará el poso de la mediocridad.

    • Pedro - 2 diciembre 2019 - 15:39

      ¡Cierto! Y vamos a pasos agigantados a aplaudir la mediocridad.

  • #019
    Antonio Gregorio Montes - 27 noviembre 2019 - 23:12

    Cuando la cultura no es más que una estrategia, si desaparece la cultura, sólo cambia parte de la estrategia.

    • Mario - 6 diciembre 2019 - 00:05

      Excelente comentario!

  • #021
    Luis - 30 noviembre 2019 - 21:34

    Creo que Google quiere controlar toda la información digital del mundo, la libre discusión le sobra.

  • #022
    Miguel Durán - 2 diciembre 2019 - 20:43

    como dijo Jesucristo por sus obras los conoceréis y efectivamente ha sido salir a bolsa y empezar a adorar al dinero por encima de todas las cosas.
    Después de haber demostrado que se puede ganar una millonada haciendo que los trabajadores y el talento se peleen por estar allí y estén pero que muy satisfechos, vamos por el camino de ver como pueden acabar tan satisfechos como legión de currantes de las tecnológicas españolas que si les vendieran muñecos vudú de sus directivos que funcionaran los comprarían en manada.

  • #023
    Luis - 21 diciembre 2019 - 19:44

    Otro caso más sobre una ex-empleada de Google sobre su nueva cultura corporativa: Google Loved Me, Until I Pointed Out Everything That Sucked About It
    https://www.elle.com/culture/tech/a30259355/google-walkout-organizer-claire-stapleton/?utm_source=pocket&utm_medium=email&utm_campaign=pockethits

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