Los objetivos de desarrollo sostenible, ODSs o SDGs por su abreviatura en inglés, son uno de los compromisos más importantes adquiridos por los 192 países del mundo en 2015 de cara a asegurar la viabilidad futura de la civilización humana en el planeta, y se enfrentan, en la década que transcurrirá desde 2020 hasta 2030, a su gran momento de la verdad, a la necesidad de avanzar de una manera clara y decidida en su cumplimiento antes de que nos quedemos sin tiempo.
El tiempo de los escépticos y negacionistas se acaba. Puedes leerlo donde quieras, en la prensa de referencia científica o económica según sea tu preparación o tu interés, pero es tiempo de hechos, no de opiniones: los efectos de la emergencia climática están aquí, y pretender que no hagamos nada para tratar de prevenirlos porque «los científicos se equivocan» sería una solemne e imperdonable estupidez. Ahora, a medida que empieza a disiparse el escepticismo más primario y absurdo a pesar de los muchos y poderosos intereses económicos que trataban de evitarlo, debemos evitar que cundan otras teorías igualmente peligrosas derivadas del mismo, como el malthusianismo y el ecofascismo.
¿Qué papel tiene la tecnología en todo esto? Absolutamente fundamental. El desarrollo y la adopción de tecnología es importantísimo en todos los desafíos que se plantean, y eso es algo que, en unos tiempos caracterizados por un desarrollo tecnológico que genera a muchos una serie de temores irracionales mayores que en ninguna otra época histórica a pesar de un desarrollo cultural supuestamente mayor y de un mejor acceso a la información, tenemos que hacernos mirar como sociedad. La tecnología, en general, está siendo capaz de ofrecer soluciones cuando se le demandan: el problema está, en la mayoría de las ocasiones, en que los procesos de adopción, y por tanto, la capitalización de los dividendos tecnológicos que pueden obtenerse de ello, no se lleva a cabo con la suficiente velocidad o no son asignados o repartidos de la manera adecuada.
¿Qué tecnologías nos ofrecen posibilidades prometedoras para contribuir a los objetivos de desarrollo sostenible? Las respuestas son múltiples, pero destaca especialmente todo lo relacionado con la automatización avanzada a través del machine learning, la transformación digital de cara al desarrollo de mercados más eficientes, las tecnologías de producción energética que posibiliten y aceleren la descarbonización, etc. Cada objetivo tiene sin duda su reto tecnológico asociado, y de hecho, lo importante es que desde nuestra posición individual y desde la de las compañías en las que trabajamos analicemos a qué objetivos podemos colaborar, entendamos que la tecnología es una palanca fundamental para ello, y de qué manera podemos hacerlo. Si en tu compañía aún no lo habéis hecho, vete pensando en poner en marcha esa reflexión y en derivar medidas de ello, porque es un análisis importante y que pronto tendrás que hacer.
This post is also available in English on my Medium page, «Technology is the key to achieving our Sustainable Development Goals«
Hay dos tipos de negacionismo en este punto. Como en cualquier ecuación, algún «superdotado» puede despreciar la existencia de un problema (resolver la ecuación) , pero también puede haber gente simple, que niegue la segunda, que la ecuación tenga solución o que, por lo menos, resulta muy poco probable que se alcance.
Por lo menos mientras no se cambien las herramientas para solucionarla y, mucho más importante, los seres humanos (o algoritmos) que deben encontrar una solución.
Con variables tipo Trump, Putin o Xi JIn, me resulta practicamente imposible tener esperanzas en este asunto. La altísima tecnología necesaris (imprescindible) no puede estar en las miras de un descerebrado tal que, por ejemplo, ya empieza su guerra particular con el mundo (China, Kurdistan…) sin olvidarse de preparar la X Flota del Universo (conocido y, supongo, sin conocer).
Echo de menos dos objetivos más:
1) Paz pa tos
2) Caramelos para los niños
La tecnología es una herramienta. No puede resolver nada por sí misma.
En el viejo ejemplo de la estadística y el pollo, se usa una técnica (la estadística) para camuflar un robo (alguien se come un pollo entero y alguien no se come nada). También da igual lo sofisticada que sea la herramienta de corte del pollo.
Hacer algo no siempre es mejor que no hacer nada. Muchas veces, si no se está seguro, es más prudente limitar la acción para no causar más daños.
Siempre les ha ido bien a los voceros del fin del mundo. En todos los pueblos había alguno y no vivían mal.
Se propone en el artículo la aplicación de la tecnología solución indispensable al problema, pero no será la misma tecnología o mejor dicho el consumo masivo de ella por parte de la población realmente el propio problema? Ahí lo dejo.
En biología ambiental se estudia cómo evoluciona el número de individuos de una población en el tiempo cuando conquista un nuevo hábitat (por ejemplo una especie que llega a un nuevo territorio, como puede ser una isla). El crecimiento es exponencial hasta que se alcanza la máxima Capacidad de Carga del medio, momento en el cual hay un colapso de la población. Cuando vuelve a bajarse por debajo de esta capacidad, la población vuelve a crecer, repitiéndose el ciclo. Esta gráfica es muy ilustrativa.
La tecnología nos ha permitido a los seres humanos aumentar artificialmente la capacidad de carga de nuestro entorno (mayor producción de alimentos, contención de enfermedades…) retrasando así el momento de colapso poblacional, y ahora seguirá haciéndolo sin duda protegiendo el propio entorno que estamos degradando.
Como crecer ilimitadamente es imposible, tarde o temprano tendremos que dejar de crecer y si de verdad somos tan listos como creemos deberíamos hacerlo de este otro modo, evitando el colapso y todo el sufrimiento que conllevaría.
Luis
Creo que la comparación con el estudio biológico de una población puede ilustrar uno de los problemas que es el de la superpoblación mundial. Admitiendo que la Tierra tenga unas reservas finitas y que cada vez nos acercamos a ese límite, una de las conclusiones, antes que pensar en colapsos, es pensar en limitar artificialmente el aumento de población.
Una de las medidas puede llegar a pensarse que sea la de poner en práctica políticas de control de la natalidad, que pueden ser más o menos asumibles, desde la política del hijo único de China, a la que se toma de facto en algunos países que pasa por la especulación de los medios productivos en mano de un élite social.
Podríamos pensar que no se reduce la población en este segundo caso, en realidad lo que se hace es privar a gran parte de esa Sociedad al acceso a un bienestar económico, y por tanto consumen menos recursos. En definitiva la gradación puede ser distinta, pero es lo que se hace en nuestro país en temas impositivos, se prefiere que haya una gran base social que es la que contribuye, y la minoría de «ricos» pagan un mínimo respecto a su nivel de ingresos.
Estas políticas conducen a un envejecimiento demográfico que hacen que las situaciones sociales se vayan deteriorando en el tiempo. Eso si gradualmente.
Otra situación que se daba cuando la tecnología militar no estaba tan desarrollada, era purgar a la población con guerras que destruían viviendas, industrias, población, y entonces en la práctica los que quedaban tenían que dedicarse a reconstruir su Sociedad, aguantar el yugo de los vencedores, y apañarselas para seguir adelante. Para poner un ejemplo la Alemania, Polonia, Francia o la URSS del 45 se enfrentan a ciudades arrasadas y tienen que salir adelante, pero son casi 100 millones de personas menos en la contabilidad, hay trabajo claro que hacer, reconstruir. Poblaciones como la de la URSS ya partían de situaciones de hambruna(1921/1932/1933) y la gran depresión de entreguerras fija una economía de guerra o de recuperación que permiten en apenas dos décadas volver a tener la «macroconomía» funcionando. Los famoso 25 años de paz de nuestra dictadura demuestran una situación similar, aliviada por una migración interna y externa y un desarrollismo claramente dirigido desde el partido único.
Y ahora que llevamos unos años de crisis, y de remontada dificil, resulta que nos preocupamos porque estamos con unas tasas imposible de paro y de mala economía, fundamentalmente si nos comparamos con el norte de los Pirineos. Pues si resulta que los PIGS somos los nuevos Parias en la UE. Y nos han lavado el coco de tal manera que estamos hablando de Madrid 360 o Almendra Central en vez de preocuparnos porque no remontamos, porque tenemos cada vez menos industrias, y nos vienen con cuentos de autoemprendimiento, tecnologías disruptivas y demás cliches.
Hagamos ingeniería inversa, vamos a ponernos otro sombrero:
¿Está preparada la inteligencia artificial para los cambios que deberemos introducir en el mundo y la sociedad en tiempos próximos?»
Nunca mejor dicho este es un artículo de opinión. Desde lo que cada uno entendemos por desarrollo y por otro lado sostenible. La ONU lo tiene claro hagamos un «decálogo» de 17 puntos que comprometa poco a los paises y que suene bien a los «súbditos» de los paises miembro. Quien va a opinar en contra de conceptos buenistas, pues algún psicópata. Otra cosa es como conseguir acabar por ejemplo con el «hambre en el mundo». Seguro que a ese concepto hetereo las medidas que a mi se me ocurren están en las Antípodas que al presidente de EEUU.
¿De qué habla Enrigue en sus posts? De machine learning, de cambio climático, de tecnología. Pues entonces que opina, que usando esas herramientas pues van a contribuir a ese pretendido sostenible. ¿Seguro? Rocemos la demagogia «los niños del anuncio de Yemen ¿van a notar que los camiones de ayuda vendrán en un VE marca TESLA, autoguiado, con multitud de sensores, etc etc? AYYY! Estamos confundiendo las herramientas que usamos con los objetivos que tenemos que hacer.
Pues no todo el mundo piensa como tú Enrique. Joeer con el pensamiento crítico de los coj…. Como se pregunta el artículo que enlazo:
* Los fracasos de la inteligencia artificial: por qué es necesario replantearla
https://blogs.elconfidencial.com/tecnologia/tribuna/2019-10-05/inteligencia-artificial-digitalizacion-inteligencia-humana_2269863/
Parece que coño que un filósofo «que piensa» que no todo son smartphones porque si. Que son medios y no fines. No puedes diluir la resonsabilidad humana a un cambio técnico. Si los niños en Yemen se mueren de hambre HOY EN DIA no es porque no tengamos tecnología para hacerlo es porque a estos miembros de la ONU no les sale de su arco de triunfo
PS: Gracias Enrique por el artículo, me ha costado encontrar el enfoque, porque a mi no me disgusta la tecnología, pero el comentarista JOTA me ha inspirado
Contrasta la cantidad de bla, bla, bla, sobre el cambio climático con la escasez de soluciones aportadas.
A cada minuto se escuchan las palabras «cambio climático» en todas partes, vemos a una niña echando la culpa a todos del CC. y cada vez que hay una inundación, tormenta, escasez de lluvia, etc, alguien dice «cambio climático».
Reducir las emisiones solo logrará que no se incremente el efecto invernadero mientras que volver a la situación anterior exige retirar de la atmósfera el CO2 que hemos estado enviando desde que descubrimos el fuego.
Hay muy pocas medidas válidas para retirar CO2 de la atmósfera, la mas conocida plantar árboles, ¿cuantos árboles han plantado los que claman «Cambio climático»?.
Hay países que ya se han puesto a la tarea, China entre ellos, de plantar millones de árboles, ¿cundirá el ejemplo?.
Por cierto el Amazonas, NO es el pulmón del planeta, el Amazonas no absorbe CO2, al tratarse de árboles maduros la absorción de CO2 por fotosíntesis es prácticamente igual a la emisión por respiración, cualquier biólogo lo puede confirmar.
Lo correcto en el Amazonas seria proceder a una tala controlada de árboles maduros y sustituirlos por árboles jóvenes con capacidad de crecer con absorción neta de CO2, de este modo se afectaría minimamente a la biodiversidad y colateralmente se evitaría que se incendiaran.
Pues no.
Según los últimos estudios es justo al contrario (artículo con bibliografía): https://www.tendencias21.net/Los-arboles-viejos-crecen-mas-rapido-y-retienen-mas-dioxido-de-carbono_a29652.html
Me alegra que haya 7 puntos antes de mencionar el cambio climático.
El elefante en la habitación que no se menciona es la necesaria perdida de soberanía nacional en pos de intereses y problemas mundiales.
Tampoco se menciona la responsabilidad corporativa, y me alegro, pues las empresas no son sustituto de los estados, cuyo objetivo es el bienestar del pueblo, y no el lucro.
Por ello la parte académica que se centra en la política fiscal se llama economía del bienestar.